Estimada esposa del Príncipe – Capítulo 38

Traducido por Naremi

Editado por Sakuya

Corregido por YukiroSaori


La noticia se extendió desde el Palacio Este a toda la Ciudad Imperial. Pronto, todos sabían que la enfermedad del príncipe heredero, contra la cual los médicos imperiales no pudieron hacer nada, ¡fue curada por Hongzhuang la doctora del hospital Doctor Divino y Justo!

Uno se lo contó a diez, diez lo contaron a cien, y así la fama del hospital se elevó a alturas sin precedentes.

En poco tiempo, todos en la Ciudad Imperial sabían que Hongzhuang del Doctor Divino y Justo, no solo había curado la aclamada enfermedad “incurable”, sino que también dominaba el arte piadoso de la acupuntura.

Mucha gente estaba avergonzada. Tenían ojos, pero no reconocieron a esta joven maestra. Se les había presentado una gran oportunidad justo delante de ellos, pero no la apreciaron, y ahora, solo podían arrepentirse.

Doctor Divino y Justo se mantuvo bullicioso a medida que el negocio florecía. ¡Se había convertido en uno de los hospitales más distinguidos de la Ciudad Imperial!

♦ ♦ ♦

En el Doctor Divino y Justo.

Ji Wenbin miró el lugar de trabajo abarrotado, completamente aturdido.

Hace unos días, ese lugar no tenía ningún cliente. Y estaba muy preocupado por ese hecho, nunca hubiera esperado que el hospital se hubiera vuelto tan famoso en tan poco tiempo.

E incluso, eso no es lo que más sorprendió a Ji Wenbin. Sino que esa chica, a una edad tan joven, había dominado el arte de la acupuntura que se perdió hace cientos de años.

Ahora recordaba la confianza que vió anteriormente en Baili Hongzhuang mientras le mostraba el nombre del lugar en la placa, entendía por qué podía estar tan segura de sí misma. Aunque antes, él no creyó en ella.

—Hongzhuang, nunca pensé que eras tan hábil en la medicina. Eran mis ojos los que estaban mal y no podían ver.

Ji Wenbin estaba algo avergonzado mientras hablaba. Cuando aperturó el lugar, él pensó que Baili Hongzhuang solo estaba provocando problemas y él actuó de forma bastante grosera.

Baili Hongzhuang solo agitó sus manos y sonrió.

—Hermano mayor Ji, sé que mi apariencia no tiene credibilidad. Ya eres bastante bueno conmigo.

Al escuchar sus palabras, la vergüenza en el corazón de Ji Wenbin se disipó y agradeció aún más a Baili Hongzhuang.

Ahora que había visto cuán exitosa se ha vuelto su doctora, también estaba feliz por ella.

—Hermano mayor Ji, el negocio del hospital ha estado muy ocupado últimamente, y es demasiado para mí sola. ¿Es posible que tenga algunos sirvientes que pueda recomendarme? —preguntó ella sin poder contenerse.

Después de obtener el dinero de la recompensa y la apuesta, Baili Hongzhuang se decidió a diagnosticar y tratar solo a 3 pacientes por día. Después de todo, el cultivo era lo más importante, y el dinero era solo para pavimentar su camino.

Con el hospital tan ocupado durante los últimos dos días, podría expandir Doctor Divino un poco más…

Asignó algunas píldoras desintoxicantes omnipotentes y algunas otras píldoras en los estantes, por lo que solo necesita algunas personas para vigilarlo.

—Había dos discípulos que solían trabajar con el viejo doctor. Aunque sus habilidades medicinales no son las mejores, no tienen problemas con las enfermedades más comunes, y al menos son mejores que cualquier persona desconocida.

—¿Personalidad? —cuestionó Baili Hongzhuang.

El personal que obtenga ahora, probablemente sea importante en el futuro. Si sus personalidades no eran buenas, entonces podría ser un problema..

Ji Wenbin se imaginó cuáles serían las preocupaciones de Baili Hongzhuang y agitó sus manos mientras decía.

—No te preocupes. Los conozco bastante bien, y sus personalidades no son un problema.

Al escuchar esto de Ji Wenbin, ella asintió con la cabeza.

—Bueno, entonces, por favor llámalos mañana.

Ji Wenbin estaba un poco sorprendido.

—¿No les darás un vistazo primero?

—Con las recomendaciones del hermano mayor Ji, puedo estar tranquila.

Baili Hongzhuang sonrió. Ya fuera Ji Wenbin o el antiguo doctor, todos eran personas honestas. Con su personalidad, ella no creía que esos discípulos pudieran ser tan malos.

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