Felicidades Emperatriz – Capítulo 12: Aprendizaje


Un mundo diferente, tiene diferentes reglas para sobrevivir. Hua Jin cree firmemente en ese dicho, por lo tanto, en esta tierra llena de practicantes de artes marciales, la capacidad de combate que tiene, no es suficiente para este mundo. Por eso, requiere la ayuda de Mei Er.

En su memoria, Mei Er fui quien selló las artes marciales en la anterior huésped. Sin embargo, el motivo era desconocido y ahora tampoco eso era importante. El asunto, es llegar a ser más fuerte y en el menor tiempo posible.

Una vez más, el honesto y sincero hombre de mediana edad estaba en frente de ella.

—¡Tengo que aprender artes marciales!

Los ojos de Mei Er de repente se iluminaron, como si estuviera disparando rayos láser escaneó rápidamente a Hua Jin.

—¿Estas segura, joven ama?

Las habilidades del huésped anterior, habían sido selladas desde muy temprana edad y ella no tenía memorias de eso. Mei Er, por otra parte, es capaz de recordarlo claramente y ha estado actuando como un sirviente en la Casa Hua.

Tiene que haber alguna relación entre él y la madre de Hua Jin

—¡Mei Er, si la joven ama aprende artes marciales, el Viejo Maestro la tendrá en lo más alto! —Anhelo Chu Yun.

Mei Er sacudió la cabeza.

—Incluso si la joven ama es capaz de dominar la artes marciales, el Viejo Maestro no hará una gran consideración.

Hua Jin sabía, de su comportamiento, que si las personas no supieran que son familiares, pensarían que son enemigos jurados.

—No me importa —decidió Hua Jin

Mei Er no dudo y asintió: —Joven ama, Mei Er tiene una petición.

—Habla.

—Solamente deseo acompañar a la joven ama, donde sea que vaya.

¿Un fiel servidor? Los párpados de Hua Jin se cerraron ligeramente y sin ningún pensamiento más, asintió con la cabeza.

Mei Er se relajó.

—Vendré esta tarde.

Después de que el saliera, Chu Yun exclamó: —Después de tantos años, esta es la primera vez que oí que Mei Er en realidad sabe artes marciales.

Al igual que Chu Yun, Jiao Yue estuvo de acuerdo—La joven ama no nos dijo sobre eso.

—Eso es suficiente, en el futuro, no hablaremos de esto nunca más —Interrumpió Hua Jin.

Ambos se quedaron callados, antes de responder.

—¡No se preocupe joven ama!

Sin embargo, incluso después de hacer tal promesa, ambos son incapaces de ocultar sus sentimientos. Tal vez están teniendo grandes expectativa o simplemente solo están felices por Hua Jin.

Hua Jin se detuvo un momento y pensó en su vida anterior, ella quería volver para satisfacer algunos arrepentimientos, como matar a quienes le dieron caza a su cabeza y enseñarle a su hermana, una lección.

Sin embargo, sabía que era incapaz de hacerlo, en este punto su cuerpo anterior ya se había vuelto alimento para peces. La idea de querer volver no es más que una ilusión.

Yue Guo, Casa Hua y la identidad de Hua Jin Lan… ¿Qué puede ella lograr en esta nueva vida?

♦ ♦ ♦

Observando desde la plataforma de observación, un anciano devoto taoísta se levantó de su lecho de orar. Sus ojos persiguieron a una brillante luz púrpura que cayó en la Ciudad Gloria desde el cielo nocturno.

—¡Bueno! ¡Bueno! Bueno! —El devoto taoísta junto sus manos y murmuró.

—Sacerdote, ¿qué pasó? —Un hombre con el pelo negro vestido de verde acaba de entrar y le preguntó.

—Señor —El sacerdote se inclinó hacia Yu Yan y alegremente dijo: —Parece que la estrella del Fénix ha descendido sobre nosotros.

[Yu Yan: el príncipe errante, aparece por primera vez en el capítulo seis]

—¿Oh? En ese caso, ¿sabes quién es? —Cuestionó Yu Yan.

El Sacerdote entonó por un momento antes de contestar.

—Solo puedo estimar su localización. Sin embargo, lo que sí sé, es que es un hogar bastante fuerte, pero no pertenece a la Casa Imperial.

—¿En qué dirección?

—En el sur este de la Ciudad Gloria

—La Casa Hua…

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