Felicidades Emperatriz – Capítulo 38: Rumor generalizado


No estoy muerto…

*Jadear*

No puedo morir… todavía.

¡GAH! ¡La vida real… demasiado… mucho!. No puedo seguir…

*Desmaya*

Dentro de una noche, los rumores comenzaron a brotar por todas las partes de la Ciudad Gloria. Algunos de los ciudadanos dijeron que Hua Jin realmente estaba a la altura de su reputación, de ser “Primera clase bajo los cielos, distinguida e incomparable”. Ser capaz de jugar con los hombre y tratarlos como si estuvieran en la palma de su mano. Los que difundieron estos rumores acerca de Hua Jin estaban interesados en ver un buen espectáculo, al final, era más interesante comparado con los rumores de la Familia Real.

A pesar de que algunas personas dicen cosas positivas sobre Hua Jin, lo mismo puede decirse de otra manera. Algunos de ellos dijeron que Hua Jin no era honesta y no tenía ningún sentido de la vergüenza en absoluto.

Siendo esposa de un príncipe y sin embargo tan indecisa, visitando lugares indecentes como el Pabellón Ti Tou, aunque fuera condenada a ahogarse, ni siquiera el agua puede lavar sus pecados. Aquellos que difundieron estos rumores tienen principalmente algún tipo de ilusión con el príncipe y estaban celosas y envidiaban a Hua Jin.

Desde dentro de los restaurantes y bajo los puentes, los narradores continuaron durante tres días y tres noches sin parar; Dentro de los burdeles, a puertas cerradas, los artistas continuaron durante ¡diez días y diez noches sin parar!.

Estaba tan generalizado, que hasta los niños de los recados de las calles pueden contarla con exactitud y recitarlas palabra por palabra.

Por supuesto, una gran parte de ella se debe a los jugosos detalles que tenía, no hay que culpar a la gente común que piensa indecentemente. Sólo sirvió para satisfacer las necesidades y deseos de ellos. En verdad, las mentes humanas son muy curiosas.

Con respecto a este asunto, la heroína, Hua Jin estaba muy tranquila.

Ella sentía que su notoriedad no era nada de qué preocuparse , pero,  en realidad era Yu Yan quien debería entrar en pánico.

Era debido a que ella tenía una reputación con poca consideración. Pero lo mismo no podía decirse de Yu Yan, siendo parte de la Familia Real.

Los rumores de la gente común no deben extenderse al Palacio Real, pero en la Casa Hua, ellos ya habían oído muchos rumores sobre Hua Jin, al punto en que ellos ya había llegado a ser insensibles sobre esos rumores.

Hua Bai le había pedido repetidamente a Hua Jin que tuviera una audiencia con el emperador para explicar la situación, pero fue rechazado. Finalmente no tuvo más remedio que prohibirle que abandonara la mansión. Hua Jin estaba contento con tal resultado.

♦ ♦ ♦

El día del Encuentro de Artes Marciales comenzó.

—Joven Ama, la hermana Su Huan acababa de terminar con la gente.

Jiao Yue regreso después de recibir una pequeña botella de porcelana.

—Ella dijo que era de algún experto.

Hua Jin miró la botella atentamente, era la misma que le había dado su “Viejo Amigo”.

—Joven Ama, ¿este medicamento es para sus lesiones? —Chu Yun preguntó.

Hua Jina asintió con la cabeza. Después de un tiempo, hablo.

—¡Jiao Yue! Hora de cambiarnos. Vamos a salir.

—¿Salir?

Jiao Yue estaba desconcertado

—¿No nos castigó el Maestro y no nos permitió salir de la mansión?

—¿¡Quién se preocupa por él!?. El por sí solo, debe preocuparse por mí.

Hua Jin agito su mano y Bo Li se subió ágilmente a sus hombros.

Chu Yun y Jiao Yue se miraron el uno al otro, en sus corazones aparte de sentirse impotente e incapaces de detener a Hua Jin de cualquier cosa… Pero se están acostumbrando.

Después de todo, en comparación con la anterior Hua Jin, adaptarse y satisfacer las necesidades de la fuerte Hua Jin era mucho más fácil.

Hua Jin sólo tenía un motivo para salir, necesitaba un arma.

Ella estaba acostumbrada a manejar una daga, sin embargo en un tiempo en el que se usan comúnmente espadas de un filo y de doble filo, una simple daga no era suficiente.

Necesitaba un arma de calidad superior y de primera clase.

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