Felicidades Emperatriz – Capítulo 57: Cuidado


La familia real se había metido en muchos problemas debido a una mujer y esto iba a ser otra situación similar. Chun Yu Rong dobló lentamente su cuerpo mirando directamente los ojos de Hua Jin, mientras Situ Ke estaba detrás de él con una sonrisa refinada.

Mientras todavía estaba sentada, Hua Jin recibió la peonía de Yu Rong y simplemente dijo:

—Príncipe heredero, siéntate.

Si fuera cualquier otra mujer que hubiera hecho esto, estaría definitivamente en un mundo de problemas. Sin embargo, ella era Hua Jin Lan, superando límites mientras no temía nada ni a nadie, eso era normal para ella. De hecho, si ella debía ser cortés y tener la etiqueta apropiada, sorprendería a todo el mundo.

—Volveré en breve.

Situ Ke se inclinó ante Yu Rong y se fue.

Mientras una sirvienta cambiaba el té, Yu Rong miró a Hua Jin mientras ella jugaba con la peonía. Incapaz de controlar su pensamiento soltó unas palabras.

—Me pregunto dónde está el Tercer Hermano…

Antes de que pudiera terminar su frase, Hua Jin se giró y lo miró. Se las arregló para detectar con exactitud y precisión dónde estaba Yu Yan. Siguiendo los ojos de Hua Jin, Yu Rong lo vio perfectamente.

—Mantén la flor cuidadosamente.

Hua Jin le paso la peonía a Jiao Yue y se enfrentó a Yu Rong.

—El príncipe heredero es diferente del príncipe errante.

—¿Oh? —Yu Rong alzó las cejas— ¿Dónde somos diferentes?

—A los dos les gusta la peonía, pero el príncipe heredero ama a las mujeres hermosas aún más. El príncipe errante, por otra parte, ama todo lo demás.

Explicó Hua Jin.

Yu Rong naturalmente miró hacia la dirección de Yu Yan

—Nunca he oído que el Tercer Hermano tenía interés en la peonía

—El príncipe errante tiene muchos intereses y éste sólo conoce la punta del iceberg.

Hua Jin respondió. En otras palabras, el príncipe heredero debe entender a fondo y completamente a su hermano pequeño.

Una vez que la fachada había terminado, Hua Jin usó una excusa para abandonar la mansión del príncipe heredero. Yu Yan la siguió de cerca.

—Este principie te enviará a casa.

Yu Yan sonrió agradablemente mientras convocaba su lujoso carruaje privado.

El carro desgastado que se utilizó anteriormente se había ido, era obvio que el carro había sido cambiado. Hua Jin subió a su carruaje sin reservas.

*Patter, patter*

Los sonidos creados por el casco del caballo era claro y melodioso mientras viajaba sobre el pavimento de piedra caliza. Hua Jin se inclinó ligeramente hacia atrás mientras tenía una sonrisa descarada.

—¿Fue divertido?

Los labios de Yu Yan se curvaron ligeramente hacia arriba.

Hua Jin asintió con la cabeza.

—Simplemente me encanta ver una pelea entre hermanos.

—Si Yu Rong fue engañado por tus palabras, entonces merece que este príncipe sea feliz.

Yu Yan tomó un sorbo de su té, su expresión facial permanecía sin cambios.

—Capaz de engañarlo o no, no importa sólo quería expresar algo. Si entrara en la Mansión del Príncipe Errante, es mejor que esté alerta. Tal vez su patio trasero podría incendiarse.

Hua Jin alzó la cabeza, con los ojos brillantes.

—El Decreto Imperial para cancelar la boda estará aquí mañana.

Yu Yan frotó suavemente el fondo de la taza de té y sonrió.

—Además, Hua Wan Yu está destinada a ser la emperatriz, es un balbuceo salvaje que se le ocurrió. Este príncipe está interesado en ver como la Casa Hua manejara esta situación.

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