Felicidades Emperatriz – Capítulo 81: ¡No tendré piedad! (2)

Traducido por Zico

Editado por Ayanami


Fei Ao nunca había visto una mujer tan terca. No sólo le rompió los cuatro miembros a Hua Wan Yu y lastimó a Hua Que Qi, ¡sino que también quería forzar a todos los de la familia Hua!

Aunque su fuerza interna era poderosa, el hecho de que no pudiera pasar a otro rango mostraba su debilidad. Incluso si podía ganar contra Hua Fei Sheng, definitivamente, no ganaría contra Hua Bai Xiang. ¡¿Así que por qué molestarse?!

Hua Bai Xiang la encerró en la cámara secreta para evitar que participara en la Conferencia de Artes Marciales. ¡Ella no sólo vino, sino que quería disipar sus deseos!

Con una oleada de Qi, Hua Jing Lan golpeó más despiadadamente. Fei Ao usó un sable largo para poder usar una daga relativamente larga para contrarrestar. Durante algún tiempo, no parecía más débil.

Fei Ao siempre había temido el estilo de lucha de Hua Jing Lan. Ahora que lo complementa con su fuerza interna, aunque él estuviera un rango más alto que ella, seguía en dificultades.

La serpiente escarlata se deslizó y nadó en el agua según las acciones de Hua Jing Lan. Parecía como si el kirin de Fei Ao se convirtiera en su presa. Una miró fijamente y otra se retiró. El agua salpicó como si un huracán estuviera pasando. ¡Ya no volvió a su estado original!

La pierna de Fei Ao dio una patada. Su concentración vaciló ligeramente. Pensó en secreto, ‘Esto es malo’. Se inclinó hacia atrás para esquivar el golpe fatal de Hua Jing Lan. Su larga espada cubrió su espalda. Se enderezó, sólo cuando ella perdió la oportunidad de golpear detrás de él. Entonces, se sorprendió. ¡La persona que debería haber estado detrás de él estaba de pie delante de él!

La hoja fría estaba contra su cuello. ¡Un movimiento ligero podría quitarle la vida!

Fei Ao no se movió. Hua Jing Lan se paró en la misma estaca que él. Ambos estaban de puntillas. Tal situación los obligó a estar muy cerca.

— ¿Te resulta familiar? —Preguntó Hua Jing Lan en broma.

La cara de Fei Ao se puso blanca. Dijo directamente, — ¡sólo mátame! Si su cinturón era rebanado de nuevo, era como si estuviera muerto.

Hua Jing Lan sonrió ligeramente. —No me disgustas.

Antes de que Fei Ao pudiera entender su significado, una fuerza lo empujó en el aire. Estaba ligeramente aturdido. Miró las ropas blancas de Hua Jing Lan y se confundió.

Tocó el suelo y Fei Shi se acercó. Preguntó ansiosamente, —Ao’er[1] , ¿estás herido?

Los ojos de Fei Ao estaban en la figura blanca en medio del lago. Él, distraídamente, sacudió su cabeza.

Una Serpiente Escarlata derrotó a un Kirin. Esto era algo que raramente se veía en el Jianghu. Rong Pei que originalmente quería enseñar a Hua Jing Lan una lección en la Conferencia de Artes Marciales sólo podía mirar.

Aunque era una maestra Fénix, si un maestro Kirin era derrotado, ella también podía.

En ese momento, según los deseos de Huan Jing Lan, Hua Fei Sheng salió.

Hua Fei Sheng no dijo nada y entró directamente al reino. Sonó el llamado de un pájaro. Un Fénix Dorado, de tres metros de alto y seis de ancho, emergió detrás de él. Era deslumbrante y poderoso. Uno era incapaz de mirarlo directamente.

Hua Jing Lan entrecerró los ojos. Así que Hua Fei Sheng se abrió paso en estos últimos días.

El color dorado brillaba con fuerza, creando la ilusión de que todo su cuerpo brillaba con fuerza. El Hua Fei Sheng, que estaba de pie en el centro era frío y arrogante. —Hua Jing Lan, no es demasiado tarde ahora para admitir la derrota.

Hua Jing Lan resopló fríamente. — ¡Qué broma!

La cara de Hua Fei Sheng se volvió sombría. Voló hacia adelante, como si el lago se estuviera moviendo con él. Parecía como si un vívido Fénix pasará por el agua. El lugar por el que pasó se abrió en línea recta, como si una garra lo arañara.


[1] Sufijo utilizado para denotar intimidad entre dos personas.

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