Guerras Primordiales – Capítulo 2: Una vida sencilla


El destino de Shao Xuan no estaba en la cima. Caminó hacia la parte trasera de la montaña a lo largo de un camino esparcido con grava, justo después, trepó un breve trecho.

Al llegar al otro lado de la montaña, alzó la mirada y observó. Montañas interminables se extendían a la distancia cubiertas de bosques, entre las cuales había unas cuantas colinas relativamentes vacías y desnudas, con pocas plantas. Estas colinas eran campos de entrenamiento para los guerreros cazadores de su tribu, así como la fuente principal de la piedra que usaban. Debido a las piedras, el lugar no era apto para las plantas, pero sí era un buen lugar para el entrenamiento.

Shao Xuan estaba de pie en un jardín de grava. La graba estaba hecha de pequeñas piedras aplastadas en lugar de las formadas naturalmente. Todas las piedras que podían usarse para producir gres habían sido recogidas por otros en la tribu y el resto era simplemente escoria sin valor y por lo tanto, normalmente nadie visitaba el lugar.

[Nota: Gres = Pasta de arcilla y arena cuarzosa usada para hacer objetos y baldosas que, cocidos a temperaturas muy elevadas, se vuelven resistentes, impermeables y refractarios]

Era tranquilo, pero aún así, se podían escuchar ruidos de la colina cercana. Shao Xuan nunca había visto el entrenamiento de un guerrero totémico, se decía que la fuerza destructiva creada por esos guerreros  era tan grande, que las personas vulnerables, como Shao Xuan a esa edad, tenían prohibido acercarse. Muchos han tratado de observar el entrenamiento en silencio, pero eventualmente terminaron heridos por error.

[Nota: Totémico = es un culto de personas que adoran a un tótem.]

Sho Xuan desvió la mirada y aflojó la cuerda de paja en su mano. — Ahora ve y come tus fideos.

César ya estaba tentado e inmediatamente comenzó a correr por jardín de grava. Olfateando mientras corría, rápidamente usó sus patas delanteras para cavar en la grava al oler algo.  En poco tiempo sacó un largo gusano, de un pie de largo y el grosor del pulgar de un adulto, desde el lugar excavado; César se lo tragó de inmediato y siguió buscando otro.

[Nota: Un pie equivale a 30,48 cm]

Estos gusanos eran llamados “gusanos de piedra” por las personas de la tribu. Parecían lombrices de tierra, pero mucho más grandes. El que comió César era relativamente pequeño, porque Shao Xuan había visto gusanos de piedra tan grueso como el brazo de un humano. Se dice que había más grandes, sin embargo, mientras más grande es un gusano de piedra, más profundo se esconde bajo tierra, así que solo quedan los pequeños en la superficie.

Los gusanos de piedra sabían bastante mal y mucha gente sufría de diarrea severa después de comerlos, así que nadie de la tribu quería tener gusanos de piedra en su menú. Esto actualmente es una buena noticia para César que parece tener un fuerte apetito por los gusanos de roca.

Siendo un lobo, es bastante triste que tenga que inclinarse para comer gusanos.

Shao Xuan encontró un lugar adecuado para secar al aire el montón de hierba. Ató la hierba  para que fuera más cómodo dormir en ella cuando regresaran a la cueva por la noche.

Después de bajar la hierba, Shao Xuan miró a su alrededor y se aseguró que él era el único ahí. Se acercó a un árbol pequeño en el borde del jardín de grava y comenzó a despejar la capa superficial de la grava, excavando con el cuchillo de piedra, toscamente construido, que tenía colgado de su cintura. Pronto descubrió un recipiente de piedra, aún más toscamente construido, con una pieza de carne seca en el interior. Shao Xuan rápidamente sacó el trozo de carne seca y enterró el contenedor tal como estaba.

La carne era seca y olía mal, y era solo del tamaño de media mano. Shao Xuan en su vida pasada nunca le habría dado un segundo vistazo, pero ahora, después que la inanición se había asentado, la comida gomosa se convirtió en una delicadeza.

Verás, en una vida sencilla como esta… Ese es nuestro destino.

Shao Xuan se sintió vigoroso de nuevo después de comer y se puso de pie para hacer unos estiramientos. Después de esto practico el boxeo de fitness que recordaba de su última vida.  Todos los días Shao Xuan hacía ejercicio porque el cuerpo con el cual se levantaba era bastante débil.

[Nota: Boxeo de Fitness = tipo de boxeo para tonificar el cuerpo.]

Mientras tanto, César seguía cavando para encontrar gusanos sin la menor vigilancia. Constantemente miraba hacia arriba y prestaba atención a los alrededores. Esta era la razón de que Shao Xuan se atreviera a sacar comida en el exterior, porque si lo atrapaban, la comida sería usada para satisfacer el hambre de los demás. Shao Xuan estaba solo, indefenso, pálido y demacrado. No tendría el espíritu ni el coraje para salir de la cueva si no fuera por las experiencias que tenía de su vida anterior y la despiadada mentalidad que allí desarrolló.

Después de practicar el boxeo de fitness por un rato, Shao Xuan se detuvo para recuperar el aliento, solo para notar que César de repente giraba su cabeza con medio gusano de piedra aún en su hocico.  El repentino giro de su cabeza había partido al gusano en dos partes y la otra mitad rápidamente se escondió en la tierra. Un gusano de piedra podría curar sus heridas y crecer nuevamente por completo después de un periodo de tiempo. La otra mitad en la boca de César retorcía su cuerpo, azotando su hocico.

César no se tragó el gusano o se preocupaba por la paliza del mismo. En cambio, comenzó a gruñir en una dirección, indicando que había algo ahí.

Shao Xuan pensó que debía ser alguien que conocía, porque César no estaba enseñando los dientes. También miró en la misma dirección y muy pronto pudo escuchar un suave sonido, como que si el viento soplara las hojas en el suelo. Gradualmente una figura fue apareciendo en la visión de Shao Xuan.

Era muy alto, un hombre grande con ropas finas pero sencillas de cuero y piel. En su ropa había una capa de virutas de piedra y en su cara, algunas cicatrices que le daban una apariencia feroz. También habían cicatrices visibles en las partes en que el cuerpo no era cubierto por la ropa. Un aro con herramientas de piedra cuidadosamente seleccionadas, hechas con fina roca, colgaba de su cintura.

Las piedras usadas para hacer esas herramientas eran diferentes de la grava bajo los pies de Shao Xuan, era más dura. Esta podría ser usada para herramientas de caza mucho más avanzadas y de mayor calidad que el rústico cuchillo en la mano de Shao Xuan. Si intercambiaba por carne, incluso la herramienta más pequeña del aro, se podría tener más carne que la que Shao Xuan pudiera comer durante días.

[Nota: Se refiere a que si intercambiaba la herramienta más pequeña, podría obtener carne suficiente para varios días.]

Quizás era un hábito suyo al cazar en el bosque, pues la persona que se acercaba caminaba de manera silenciosa incluso si no tenía intenciones de hacerlo. César no había sido capaz de encontrarlo de inmediato y Shao Xuan nunca hubiera escuchado el más  leve sonido si él realmente hubiera querido ocultarse.

Ántes de que César dejara de gruñir, inmediatamente tensó su cuerpo, revelando cuatro largos colmillos cuando el hombre que se acercaba lo observó por un momento. Ni siquiera el resto del cuerpo partido del gusano de piedra, cayendo al suelo desde su boca, distrajo su atención.

Para los guerreros cazadores en la tribu, las bestias eran sólo presas, comida. Naturalmente, César cayó en esta categoría. Aunque la persona que se acercaba solo le dio una mirada sin amenaza, desprendía una peligrosa aura que asustó a César debido a su instinto de cazador.

Dada la situación, Shao Xuan sabía que debía hablar primero.

— ¡Buenos días, tío Mai!

El hombre fuerte retiró su mirada de César y miró en dirección a Shao Xuan. La peligrosa atmósfera de antes desapareció y la tensión de Shao Xuan disminuyó. En efecto, la mayoría de guerreros en la tribu no harían daño a los niños a menos que fueran provocados.

Mai miró a Shao Xuan y luego las marcas en el piso que este había hecho con sus anteriores ejercicios. Regocijó su mirada, pero su sonrisa no suavizó su rostro a causa de las cicatrices.

Shao Xuan sabía que Mai era amable, no era tan aterrador como lucía. Además, Mai y el padre de su actual cuerpo habían estado en el mismo equipo de caza, así que por los viejos tiempos, Mai siempre que pudiera ayudaría a Shao Xuan.

[Nota: Se refiere al padre del niño que es actualmente.]

— ¿Saliste tan temprano Ah-Xuan? Es bueno que quieras practicar antes de que sea la hora. —  Dijo Mai

La gente en la tribu no tenían nombres de familia y la mayoría de la gente era nombrada solo con una palabra. Tal vez era más conveniente para los otros al memorizarlo, y el nombre del cuerpo de Shao Xuan en esta vida era llamado Xuan. “Cuando estés en Roma, haz lo que hacen los romanos.” Shao Xuan se acostumbró a esto gradualmente. En cuanto al “Ah”, tiene un origen interesante, había una vez un respetado ancestro que acostumbraba a gritar la palabra “Ah” antes de llamar a alguien por su nombre. Esto se convirtió en una tradición, trasmitida a través de generaciones y es por lo que hoy en día todos en la tribu usan la palabra “Ah” antes de llamar a alguien por su nombre. Por supuesto, la regla no podía ser aplicada a mayores e individuos con posiciones especiales.

Solo muy pocas personas vivían cerca de la montaña, incluyendo a los niños de la “Cueva huérfana”, salían a ejercitarse durante su juventud.

[Nota: En el capítulo anterior es mencionada como “Cueva de los niños”.]

Básicamente, sus vidas giraban en torno a comer y dormir, su entrenamiento de lujo sería jugar por un breve periodo de tiempo. Esto se debía a que el ejercicio y el juego, ambos, necesitaban del esfuerzo del cuerpo, y un exceso de movimiento ocasionaría que el hambre se produjera mucho más rápido. Para los pobres, mientras menor fuera el consumo de energía, mejor, incluso los adultos estaban a favor de esto. Sin embargo, Mai obviamente aprobaba las acciones de Shao Xuan, ya que sería de mayor beneficio en el futuro si empezaba a entrenar ahora.

— ¿Vuelves del campo de entrenamiento, tío Mai? — Preguntó Shao Xuan.

— Si. — Mai asintió.

No se fijaron horarios fijos para que los guerreros entrenaran, podrían organizar su entrenamiento como quisieran, siempre y cuando no dejaran la caza.

— ¡Parece que el tío Mai tuvo buena fortuna hoy! Por cierto, he oído de Lang Ga ¿que mañana será tu turno en el equipo de caza? Buena suerte con eso y ¡espero que regreses completamente cargado!

Lan Ga estaba en el mismo equipo de caza que Mai y fue él quien trajo a César para Shao Xuan. El nombre “Lang Ga” significa “arco de tierra” en el idioma local, y el era una person merecedora de este nombre.

Mai sonrió ante las palabras de Shao Xuan. No dijo mucho y se dispuso a marcharse, porque mañana iría a cazar y quizás pasarán días antes de que regrese. Necesitaba descansar para tener energías por la mañana.

Mai se detuvo después de unos pasos y se dió la vuelta.

— ¡Ah Xuan!

Shao Xuan miró a Mai y lo vio recoger un trozo de carne seca de su bolsa de piel de animal.

Los guerreros traían su propia comida cuando entrenaban porque solo habían piedras y rocas en el campo de entrenamiento, por lo que pocas plantas y aún menos animales presentes en el lugar podían considerarse como comida. Para reponer sus cuerpos cansados, ellos preparaban algo de comida antes de tiempo. La carne seca que Mai sostenía en su mano había sido preparada  temprano y él planeaba comer la pequeña pieza sobrante en su camino de regreso. Al reunirse de manera inesperada con Shao Xuan, se lo entregó sin dudarlo ni un momento. A Shao Xuan no se lo permitía salir a cazar, ya que estaba prohibido que los niños de la tribu lo hicieran por su propia seguridad.

—  ¡Gracias, tío Mai! — Dijo Shao Xuan.

La comida era escasa en la tribu, especialmente en esa temporada y no todo el mundo era tan generoso como para repartir la carne como Mai lo había hecho. Mai le dijo después de entregarle la carne a Shao Xuan. — En la ladera donde me entreno se puede ver el atardecer…

Mai se fue después de que compartió la ubicación de su lugar de entrenamiento en detalle y exhortó a Shao Xuan a que tuviera cuidado. César se relajó después de que la figura de Mai desapareciera a la distancia. Mirando hacia abajo se sintió muy enojado al descubrir que la mitad del gusano de piedra que había caído ya se había deslizado lejos. César cavó profundamente y trató de seguir con cuidado su aroma como si tratara de recuperar su presa. Sin embargo, Shao Xuan estaba apático de esto, ya que su apetito se había ido con la idea de poder ver el campo de entrenamiento de Mai.

Shao Xuan enterró el contenedor con la carne seca había obtenido de Mai en el interior y lo cubrió con una capa de virutas de piedra en la parte superior para esconderlo.

Llamó a César, mirando en la dirección que Mai había señalado.

— ¡Vamos, César! ¡Hagamos algo audaz!

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