Harem Imperial – Capítulo 60: Lealtad

Traducido por Sharon

Editado por Tanuki


El número de oficiales de alto rango y dignatarios eran tantos como peces en el río, y había varios residentes ricos alrededor. Pero había una residencia apartada del resto, además de las Residencias Imperiales fuera de la capital; se trataba de la propiedad del Censor Imperial, Xin Sui.

No era porque su rango fuera alto, sino porque pertenecía a la familia Xin, quienes apoyaron al emperador desde que la familia Yan fundó la nación. Ese año, el emperador de Qiong Yue les otorgó una parte de las Tierras Imperiales, lo que demostraba una importancia inimaginable. A pesar de que no se podía comparar a la Familia Xin del pasado con la del presente, las tres generaciones apoyaron a la familia Imperial, y la hija de Xin Sui era la madre de la Nación. Todos en la capital los conocían.

La mansión Xin era bastante única. En el medio de la parcela, estaban construidas casas individuales de tres pisos. Además del primero, el cual se usaba para discusiones de trabajo, los otros estaban llenos de libros. Con esto podía verse que los ancestros Xin eran personas literarias.

Zishi [1] había pasado hace bastante, pero el cuarto seguía bien iluminado. Detrás de la mesa de estudio, estaba sentado un hombre de sesenta años que sostenía una taza de té. Tenía una expresión normal, pero sus ojos demostraban inteligencia, mientras disfrutaba el sabor de la bebida. Dos hombres estaban de pie a cada lado de la mesa, uno con más de treinta años y una expresión insatisfecha, mientras el otro tenía veinticinco y una apariencia tranquila.

Xin Fu Cheng no pudo evitar cuestionar a Xin Sui, que estaba sentado como un monje.

—Padre, ¿qué está pensando el emperador?

Había convocado a Lou Xi Yan, Su Ling y Dan Yu Lan al Estudio Imperial por la noche. Esto no era extraño, sino que Qing Ling también atendió, e incluso la emperatriz viuda fue llamada más tarde. Nadie supo qué se dijo, pero Lou Xi Yan fue liberado, y la emperatriz que se esforzó tanto por encarcelarlo, no se resistió. No era para nada su estilo.

—Piensa por qué el emperador les dio a las hermanas de la Familia Qing a Lou Xi Yan y Su Ling, y a nadie más. Piensa en ello, ¿por qué aceptaron un regalo como ese? Piensa por qué el emperador la favorece a ella y le permitió embarazarse —dijo con una risa el hombre.

¿Las hermanas de la Familia Qing?

—El emperador quiere usarlas para aliar a la Familia Lou y a la Familia Su, y que se conviertan en la fuerza del emperador en la corte —dijo Xin Fu Cheng con sorpresa.

Xin Sui sopló gentilmente las hojas del té en el borde de la taza y suspiró.

—La emperatriz viuda del Oeste perdió su calma. Parece ser que es el fin de la Familia Yan.

Hace tres años, la causa fue el príncipe Hao. Ahora fue por la princesa Chao Yun. Una mujer siempre se esforzaría por sus hijos, sin lograr nada.

—Hablando sobre el príncipe Hao, también fue un señor sin paciencia. Si hubiéramos sabido del temperamento de madre e hijo, nuestra familia no hubiera colaborado con ellos ese año —asintió Xin Fu Cheng con el ceño fruncido—. Ellos robaron el oro, pero fallaron en asegurarlo, y ahora el emperador les descubrió.

Y casi arrastraron a su familia en el problema.

Xin Yi Heng bufó. El segundo hermano mayor era muy estúpido. Su padre había ayudado en secreto a la emperatriz viuda y al príncipe Hao por un lado, pero por el otro ayudó al emperador a través de Ning. Sin importar quién ganase al final, la familia Xin no caería.

Las personas que sabían qué sucedió ese año eran pocas, y ahora, además de la emperatriz viuda, estaban todos muertos, por lo que no podrían implicar a la Familia Xin.

—Padre, la Familia Yan ha caído en la desgracia. El emperador querrá debilitar el poder de la Familia Xin a continuación. ¿Qué deberíamos responder? —susurró Xin Yi Hen, preocupado.

—La Familia Xin estuvo en la cima durante tres generaciones, y tiene raíces profundas. El emperador no necesita temer. No será sencillo deshacerse de nosotros. Yan Hong Tian no es una persona impaciente, así que no actuará apresuradamente. Además, él no esperaba que las hermanas Qing fueran tan capaces, al punto en que pudieron encantar a Lou Xi Yan y Su Ling para convertirse en las esposas oficiales —respondió tranquilo Xin Sui. Era la única persona en toda la corte que podía llamar al emperador por su nombre, aunque lo hiciera en secreto.

Los ojos de Xin Yi Hen se iluminaron, como si se hubiera dado cuenta de algo.

—Una con el Primer Ministro y la otra con el Gran General. El emperador debe temer que ambas se unan para desafiar al emperador. Es por eso que favorece tanto a Qing Feng, de esa forma podrá ganarse a las hermanas Qing y obtener el control de Lou Xi Yan y Su Ling.

—La Familia Yan ya no existe, y la corte necesita la habilidad para influenciar y controlar, por lo que no intentará atacar a la Familia Xin en el corto plazo —respondió Xin Sui mirando a su hijo menor con elogio.

Viendo que padre e hijo parecían estar en sintonía, Xin Fu Cheng no quiso quedarse fuera y se apresuró a intervenir.

—Padre, en cualquier caso este asunto no debe tomarse a la ligera. Qing Feng no puede dar a luz, de otra forma la posición del príncipe heredero terminará en las manos de otra familia y nosotros no veremos la luz del día.

—Habrá mucho tiempo para eso más tarde. —Ese niño no nacería pronto, e incluso si así fuera, le faltaba mucho para crecer. No era necesario ponerse ansiosos—. ¿Cómo está Ning?

Escuchando la ira en su tono de voz, Xin Fu Cheng respondió con cautela.

—Sigue enojada, pero Sui Xin la está observando así que no debería haber problemas.

—Sí, que mantenga la calma y no se emocione —dijo con frialdad Xin Sui, aclarando su expresión.

—Sí. —El corazón de Xin Fu Cheng gritó con amargura. Ning había entrado al Palacio a los catorce, y fue otorgada a la emperatriz a los dieciocho. Yan Hong Tian no la controlaba porque tenía el apoyo de la Familia Xin, por lo que actuaba de manera mimada y no le escuchaba.

Temía que fuera a buscar problemas.

Xin Sui bajó la taza y tomó un libro para leer. Los dos hermanos se retiraron del estudio, comprendiendo. Cuando alcanzaron el patio, Xin Yi Heng se despidió de Xin Fu Cheng y se alejó.

Observando su figura animada desaparecer, los ojos de Xin Fu Cheng se llenaron de odio. Su hermano contaba con el favor de su padre, lo que le volvió alguien arrogante.

♦ ♦ ♦

—¡Ahh!

Qing Feng no pudo dormir en paz. Cuando alguien la levantó de repente, comenzó a gritar antes de poder despertar del todo. Sus ojos aterrados se encontraron con un par de ojos negros sonrientes. Se congeló por un momento, y Yan Hong Tian lo aprovechó para llevarla a la cama.

La mente caótica de Qing Feng se aclaró lentamente. Pensando en la noche anterior, se dio cuenta que después de decir que no sabía, el emperador la había mirado decepcionado. En ese momento, se había sentido feliz, y Yan Hong Tian no siguió molestándola con más preguntas, quedándose dormido inclinado sobre la cama. Al principio pretendió dejarlo dormir así toda la noche, pero temía que se enojara cuando despertara en la mañana, por lo que llamó a Gao Jing para llevarlo a la cama.

Por supuesto, no podía dormir al lado de una persona cubierta con el olor del alcohol, por lo que sólo pudo acostarse en el sillón.

—La amada Concubina Imperial despertó a los gritos luego de verme. Temo que ya no estoy de humor para atender a la corte matutina.

Con un tono burlón, una sonrisa que no llegaba a sus ojos y su frente fruncida, la persona frente a ella volvía a ser el Yan Hong Tian dominante y a veces malvado de siempre, sin trazos de la decepción y pena que mostró la noche anterior.

—¿Emperador? Es tiempo de la corte matutina —llamó una voz desde afuera. Yan Hong Tian la dejó ir.

—Entra.

Al igual que la mañana anterior, el eunuco le ayudó a vestirse y él se fue sin mirar atrás.

Qing Feng se sintió confundida. Si no se hubiera despertado en el sillón, y no hubiera olido el ligero trazo de alcohol en Yan Hong Tian cuando la llevó, habría pensado que la noche anterior fue un sueño.

En el momento en que se fue, Fu Ling entró de inmediato.

—¿Se encuentra bien? —preguntó con urgencia al verla acostada.

—Estoy bien. —Qing Feng se sentó lentamente. Había dormido toda la noche en una mala posición, y su cintura le dolía.

Viendo su expresión, Fu Ling tomó su pulso para determinar que en verdad se encontrase bien. Sólo entonces se calmó y la ayudó a sentarse para poder lavarse. Observando a través de la ventana medio abierta, uno podía ver que a las begonias iluminadas por la luz del sol matutino, volviéndolas encantadoras.

Qing Feng vio al a persona que estaba cortando las flores con cuidado, y comentó:

—Esa es Lan Fang.

—Sí —concordó Fu Ling luego de levantar la mirada para ver.

—Ha cambiado bastante. Ve y averigua por qué.

No podía tener otra Xia Yin a su lado. Por ahora la mantendría en su lugar porque sentía que todavía era de utilidad.

—Lan Fang nació de una familia comerciante, que puede considerarse de buena posición. Su madre murió durante el nacimiento de su hermano menor. Medio año más tarde, su padre se casó con una mujer viciosa, y luego murió dos años después. Su madrastra la trató mal, y tuvo otros tres hijos más. Pensando en los dos hermanos como una molestia, intentó venderlos al Palacio, pero Lan Fang no quiso que su hermano soportara el dolor de la castración, e hizo un trato con su madrastra para enviarla a ella al Palacio como sirvienta a cambio de su sueldo mensual. Lan Fang es lista y de acción rápida, por lo que pudo complacer a las ancianas del Palacio y fue favorecida por varias Señoras, lo que le dio acceso a más dinero que enviar cada mes. Su madrastra tomó el dinero pero no trató bien a su hermano. Tres meses después, él enfermó gravemente, pero la mujer no le consiguió ningún médico, y casi murió. Después de eso, ella sacó a su hermano de la familia y contrató a una mujer para cuidarlo. Sin embargo, como él nació con una constitución débil, nunca pudo recuperarse por completo.

Fu Ling también se dio cuenta que Lan Fang estaba actuando diferente de lo usual, y envió a alguien a investigar. No había pensado que su vida fuera tan lamentable.

—Es así.

Qing Feng le indicó a la sirvienta que se acercara. Ella se agachó, y escuchó los susurros de su señora. Al principio mostró una expresión dudosa, pero luego lo entendió y asintió.

Fu Ling la peinó y le aplicó el maquillaje en lo que Qing Feng calculó le habría tomado a la corte matutina terminar.

—El emperador debería conferir un decreto en la corte de hoy.

La otra mujer asintió, comprendiendo, y Qing Feng sonrió ligeramente. Algunas veces, Fu Ling comprendía lo que pensaba incluso sin necesidad de decirlo. Con ella a su lado, la vida era mucho más manejable.

Cuando salió, Qing Feng se aburrió rápidamente en la casa así que salió al patio a caminar y sentir el sol.

—Hoy la Señora se levantó temprano —le sonrió Lan, acercándose.

—Lan, últimamente estoy apreciando el té de jazmín, y escuché que las mejores hojas están con Xiao Yu. Ve y consigue algunas.

—Sí —respondió Lan rápido, y salió corriendo. Su hermana Xiao no le daría té a cualquiera. Era afortunado que ellas se llevaran bien.

—¿Quién cortó las flores? —preguntó Qing Feng con fuerza luego de observarlas por un rato. Escuchando su tono de voz, todas las sirvientas en el patio se apresuraron a arrodillarse.

—Que la Señora sea piadosa.

Dos sirvientas miraron a Lan Fang, que estaba arrodillada al lado de las flores, así que Qing Feng se giró hacia ella.

—¿Fuiste tú?

Lan Fang dio un pequeño saltito y su mente pasó por cientos de respuestas antes de contestarle.

—L-Lo hice de acuerdo a las instrucciones de la hermana Lan. Parece ser que esta sirvienta no pudo comprender sus consejos por completo y ha cortado de manera incorrecta. Busco el perdón de la Señora.

En efecto, era una mujer lista y de acción rápida. Se distanció de la responsabilidad, y luego admitió con valentía su negligencia. Las esquinas de la boca de Qing Feng se curvaron ligeramente.

—¿Dije que lo habías hecho mal? Fue un buen trabajo. Lan será recompensada más tarde. —Lan Fang dio un suspiro de alivio, pero Qing Feng no había terminado—. ¿Cuál es tu nombre?

—Esta sirvienta es Lan Fang —respondió rápidamente. ¿Preguntó su nombre porque no lo recordaba? Sería bueno si no lo hiciera.

Qing Feng ni siquiera necesitó mirarla para saber lo que estaba pensando.

—¿Qué te parece si te otorgo un nuevo nombre? —Estaba formulado como pregunta, pero Qing Feng no tenía intenciones de esperar su respuesta. Después de pensarlo un poco, dijo—: Te llamaré Ru Yi. [2]

—Le agradezco a la Señora por nombrarme. Esta sirvienta definitivamente mejorará para alcanzar los deseos de la Señora —respondió con una reverencia.

En silencio, ella se dijo que desde ese momento, Lan Fang había muerto. Por su hermano y por ella misma, escalaría hasta la cima.

Qing Feng quedó asombrada. Había mencionado un nombre al azar, pero esta chica demostró que era inteligente. Estando de buen humor, rió.

—Bien. Ayúdame adentro.

—Sí. —En su interior, Ru Yi estalló en vítores. A excepción de las sirvientas cercanas, aquellos de bajo rango no podían entrar en el cuarto de la Señora. Hoy finalmente podría hacerlo.

Ayudándola a la silla al lado de la ventana, Qing Feng descansó su mano en el marco de madera. Su dedo índice lo tocaba en un ritmo invisible.

—Has estado en el Palacio por varios años, ¿verdad?

—Sí.

—¿Sabes por qué sigues siendo una sirvienta de bajo rango?

Ru Yi vaciló unos momentos antes de responder.

—No seguí a la Señora adecuada.

—¿Entonces sabes qué tipo de persona quiero?

La sirvienta tragó saliva, nerviosa. Sabía que parecía una pregunta al azar, pero que debía responder con seriedad. Si su respuesta no coincidía con las intenciones de la Señora, perdería esta gran oportunidad.

Qing Feng no estaba apresurada, así que la dejó pensar en qué decir.

—Alguien que hará todo lo posible por completar las tareas de la Señora —respondió después de un largo tiempo. Qing Feng la miró con tranquilidad, y el corazón de Ru Yi latió con fuerza. ¿Se había equivocado? Frunciendo el ceño, continuó con cuidado—. Alguien que es cauteloso, atento y cumple su papel.

Qing Feng permaneció en silencio, pero su dedo siguió moviéndose. El tamborileo que hacía se parecía al tambor en el corazón de Ru Yi, y su frente se cubrió de sudor.

¿Qué tipo de persona desea?, pensó, cuando de repente, recordó algo.

—Alguien leal que no servirá a nadie más.

El golpeteo finalmente se detuvo, y Qing Feng le dio una leve sonrisa.

—En el futuro, servirás dentro de la casa.

—Sí. —Ru Yi se paró en silencio a su lado . Sólo que esta vez el sudor frío la recorría.

La Qing Feng de hoy y la que entró en el Palacio eran completamente diferentes. En ese momento, era tan fría y orgullosa como un cuchillo afilado que apuñalaría a cualquiera que la tocara. Ahora era vasta y profunda como un pozo; nadie podía ver el fondo, y era tan hondo que podría ahogar a alguien.


[1] Zishi: Entre las 11 am. y la 1 pm.

[2] Ru Yi significa “de acuerdo a los deseos de uno”.

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