Harem Imperial – Capítulo 65: La celebración, parte 1

Traducido por Sharon

Editado por Tanuki

Después de que Qing Feng recibiera el permiso imperial para fingir estar enferma, todas las convocatorias y saludos fueron rechazados, y tuvo unos días para relajarse con calma. Las begonias en el patio habían florecido. Pasó los últimos diez días arreglando las flores y con comodidad.

Estando embarazada, estaba más somnolienta de lo usual. SI Yan Hong Tian pasaba la noche con ella, se sentía mal por la mañana, por lo que permanecía acostada hasta las once. Estos días el emperador no la había visitado, así que terminó despertándose a la una. Sin embargo, hoy el día apenas había comenzado y Fu Ling ya estaba a su lado para despertarla.

—¿Qué hora es? —le preguntó sin abrir los ojos.

—Entre las siete y las nueve —respondió ella suavemente. Qing Feng abrió los ojos con esfuerzo.

—¿No comienza la celebración al mediodía? —le preguntó, confundida. Como temía que podría olvidarse la hora, le había pedido a Fu Ling que la despertara a tiempo el día anterior. ¿Por qué la levantaba tan tarde si tenía tiempo?

Qing Feng lucía como si no hubiera tenido suficiente sueño, por lo que Fu Ling sonrió ligeramente y dejó que las otras sirvientas la prepararan mientras ella le explicaba.

—Comienza al mediodía, pero debe prepararse ahora si quiere estar lista a tiempo.

En años anteriores, el Palacio Yi Lan comenzaba los preparativos en la madrugada. Tomando en consideración que su señora estaba embarazada, la dejó dormir un rato más.

¿No estaré a tiempo? Se preguntó Qing Feng, pero en ese momento la cámara se llenó con las siete sirvientas. Como le daba vergüenza seguir durmiendo con ellas presentes, se levantó sin ganas. Fu Ling la vio despertarse y le pasó rápidamente una toalla a una sirvienta junto con una tetera para ayudarla a limpiarla. Cuando Fu Ling terminó, Qing Feng ya estaba despierta del todo.

Las cortinas se separaron, y Qing Feng pudo ver con claridad lo que llevaban las otras sirvientas: bouyaos dorados, perlas de esmeralda y otros varios accesorios junto con una túnica de un magnífico color azul claro. Pensando en lo especial que era el día, comprendió por qué su doncella personal la había levantado tan temprano. Sin objetar, se levantó y dejó que Ru Yi la visitera, mientras Fu Ling le ponía el maquillaje frente al espejo de bronce.

Supuso que su tormento no terminaría temprano, pero nunca se habría imaginado que le tomaría dos horas.

Después de verificar con cuidado una vez más, y confirmar que no había imperfecciones, Fu Ling sonrió.

—Está completo.

Estas palabras eran un mensaje del cielo para Qing Feng. Había estado sentada inmóvil por tanto tiempo que su cintura estaba rígida, por lo que Fu Ling tuvo que ayudarla a levantarse con cuidado y mover sus articulaciones. Poco después, algunas personas detrás de ella jadearon, y cuando Qing Feng miró, se encontró con la mirada impresionada de varias jóvenes.

Habiendo pasado tanto tiempo para vestirse, Qing Feng sabía que estaba hermosa, pero al verse en el espejo, quedó estupefacta por unos momentos. Vestida con la túnica lujosa, su cuerpo lucía más esbelto, y las capas de tela ondeaban con el viento de otoño como si fueran flores. Con el cinturón grueso, su abdomen no era tan obvio y su peinado tenía siete u ocho accesorios colgando. Un buyao de esmeralda se balanceaba a pesar de que no estaba moviéndose, haciendo un tintineo gentil. Sus dos manos estaban cubiertas por tres brazaletes de oro y jade, que hacían que sus manos lucieran delgadas y limpias. Fu Ling había dibujado una flor azul entre sus cejas, además de remarcarlas para que quedaran más elegantes. Haciendo juego con su maquillaje, las cicatrices en su rostro ya no lucían ofensivas.

—¿Es necesario que luzca tan hermosa? —suspiró después de observarse por largo tiempo.

—Sí, lo es. —La celebración se llevaba a cabo una vez cada tres años, y para Qiong Yue era el banquete más grande. Cada vez, la emperatriz comenzaba los preparativos medio año antes, y como su señora actualmente era la única Concubina Imperial, no podía mostrar un mal aspecto ante los demás.

Fu Ling había estado mucho tiempo en el Palacio, por lo que aunque sabía que no le gustaba este tipo de vestimenta, no podía hacer otra cosa. Tenía sus motivos, y como normalmente obedecía los consejos de su doncella principal, Qing Feng no se quejó más.

—Vamos.

Sólo estaba llevando a Fu Ling y a Ru Yi como acompañantes. Mientras Lan observaba a las tres figuras alejarse, hizo una mueca y una mirada de resentimiento apareció en su expresión. Olvídate de Fu Ling, incluso la nueva era más favorecida que ella ahora. ¿Cómo podría soportarlo?

Estaba de mal humor en el patio cuando Xia Yin se acercó lentamente y puso las flores cortadas frente a ella. Lan la observó y se quejó.

—¡Hermana Xia Yin, eres demasiado tolerante!

Estos días, ella todavía tenía la posibilidad de entrar al cuarto para servir, pero su hermana mayor no había aparecido frente a la señora por bastante tiempo. ¡Ni siquiera estaba ansiosa o tenía miedo de convertirse en una sirvienta de bajo rango!

—Como sirvientas, necesitamos saber nuestro deber. Quienes reciban el favor de la señora serán los afortunados. Si uno no tiene la habilidad, ¿a quién se puede culpar? —rió con amargura. Lan bufó, sus palabras para aumentar la moral de su hermana terminaron reduciendo su propio coraje. Siguió cortando las flores y luego entró en la casa.

En este momento, Xia Yin no estaba tranquila, sino que vivía todos los días en miedo y pánico. Qing Feng estaba en guardia con ella, pero tampoco le complicaba las cosas o la ahuyentaba. En verdad no sabía lo que estaba pensando cuando no realizaba ningún tipo de acción. Si esto continuaba. terminaría enloqueciendo.

♦ ♦ ♦

Después de caminar por el camino a Palacio, Qing Feng comprendió lo grande que era la celebración.

Antes sólo había una linterna cada cierto tramo, pero ahora la luz roja iluminaba el camino en cada paso. A excepción de las oficiales de alto rango, las otras sirvientas vestían túnicas de rojo profundo, mientras que los eunucos de azul. También había mucha más cantidad de personas y guardias caminando.

—Señora, ¿no irá a buscar al emperador? —le preguntó Fu Ling cuando vio que no se dirigía hacia el Palacio Zheng Yang.

—¿Por qué lo haría? —bufó suavemente ella—. En este tipo de situación, la única persona al lado del emperador debería ser la emperatriz. No tiene ningún significado que me acerque.

La primera razón por la que atendía a la celebración era porque tenía curiosidad sobre cómo el líder de las seis naciones, Qiong Yue, se comportaría, pero la segunda era la más importante. Su hermana mayor definitivamente tendría que entrar a Palacio, por lo que podría verla. ¡No se preocupaba para nada de Yan Hong Tian!

Qing Feng no sintió su tono amargarse, pero Fu Ling lo notó con claridad. Intercambió una mirada con Ru Yi, aunque ambas eran lo suficientemente inteligentes como para no mencionarlo. Después de todo, lo que su señora dijo era lo correcto, no había muchas concubinas que pudieran atender al evento, y además de la emperatriz, nadie más estaba calificado para caminar junto al emperador hacia los asientos principales. Incluso la emperatriz viuda sólo podía sentarse a un lado.

La celebración se llevaría a cabo frente al Salón Qing Yan, y cuando llegaron, el espacio ya grande estaba lleno de personas, haciendo que luciera pequeño. La puerta Este del Palacio Imperial daba directamente a este Salón, por lo que estaban abiertas de par en par. Qing Feng sólo podía ver una mansa densidad de cabezas y personas.

Frente al Salón Qing Yang, finalmente pudo ver a alguien familiar. Parecía que sólo los oficiales de rango tres o mayores estaban calificados para sentarse frente a los embajadores. Sobre los escalones de jade del Salón había un trono amarillo ubicado en el medio, y a su lado, un banco rojo. No había nadie que no supiera a quiénes pertenecían, así que Qing Feng se giró a mirar algo más.

El festejo todavía no había comenzado, por lo que los ministros estaban intercambiando saludos entre sí, y los embajadores halagando y charlando entre sí, volviendo el área ruidosa. Era afortunado que los oficiales y las mujeres estuvieran separados, ya que Qing Feng podía ignorarlos.

Acababa de alcanzar a las damas que estaban descansando, cuando todos los que la vieron se levantaron y arrodillaron.

—Saludos a la Señora, Concubina Imperial Qing. Que tenga fortuna y paz infinita.

—Todos, levántense —asintió Qing Feng con una sonrisa generosa—. Hoy es una celebración universal. No necesitan saludos formales.

—Le agradecemos a la señora.

En ese momento, por fin pudo encontrar a su hermana. Ignorando a las personas arrodillándose, sonrió y se acercó a Zhuo Qing, y la ayudó a levantarse.

—Hermana.

Zhuo Qing la había visto con vestimentas lujosas antes. Desde el principio era una joven hermosa, pero después de vestirse tan meticulosamente, no podía compararla con nada. Era afortunado que estuviera acostumbrada a personas hermosas, y aunque la elogió en su corazón, sólo tenía una ligera sonrisa en el rostro.

—Tu complexión no luce tan mal.

Qing Feng sonrió incómoda. Con este tipo de vestido, sería impresionante si luciera mal. Viendo que no pudo encontrar a su hermana menor cerca, le preguntó al respecto.

—¿Por qué no está aquí nuestra hermanita?

—Ella… —Zhuo Qing vaciló por un momento antes de sonreír—. No era conveniente que viniera.

Qing Feng frunció el ceño ligeramente. Su hermana mayor estaba casada con Lou Xi Yan, y era la esposa oficial del Primer Ministro, por eso podía atender. Sin embargo, Qing Mo sólo seguía a Su Ling, y como no poseía nombre ni título, no podía presentarse.

¿Qué pretende Su Ling? ¿Hará de mi hermana su esposa oficial?

Qing Feng miró a los oficiales reunidos, y con una mirada, vio a Lou Xi Yan con una túnica púrpura que exudaba nobleza. No muy lejos, Su Ling estaba de pie en el medio de una multitud usando una túnica plateada oscura con un jade colgando de su cintura y botas negras. Revelaba sus lujos discretos y era muy diferente de su salvajería normal… Pero en su rostro tenía una mirada demacrada.

Siguiendo su línea de visión, Zhuo Qing pudo adivinar lo que estaba pensando y palmeó su mano ligeramente.

—No te preocupes. Su Ling no la tratará mal —le sonrió. Ahora estaba mucho más preocupada por el estado mental de Gu Yun cuando se de cuenta de la situación.

Qing Feng no sabía lo que había sucedido entre Gu Yun y Su Ling, por lo que no era tan optimista como su hermana y sólo pudo responder con preocupación.

—Espero que sea como dices.

Zhuo Qing no dijo nada más y sonrió. Viendo que, a pesar de estar en su sexto mes de embarazo, seguía siendo muy delgada, estaba a punto de preguntarle cómo se sentía, cuando una mujer oficial hermosa y elegante corrió junto a ellas luciendo aturdida.

—Señora —la llamó suavemente. Qing Feng estaba muy feliz de ver a su hermana mayor, por lo que no notó a Fu Ling de inmediato. Sin embargo, cuando vio la ansiedad y pánico en sus ojos, supo que algo había sucedido. Luego de sonreirle en disculpas a Qing Ling, tomó un paso atrás con la doncella.

—¿Qué sucedió?

—El abdomen de la Concubina Imperial Hui estuvo doliendo desde la mañana. Se estima que dará a luz pronto —le susurró al oído a su señora.

—¡¿Qué?!

¡¿Dará a luz?!

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