La consorte favorita del Príncipe Demonio – Capítulo 108.2: Molestos al extremo, padre e hijo (2)

Traducido por Selena

Editado por Meli


Después de que Feng Cang regresó se difundió la noticia de que su boda con Murong Qi Qi sería el día 28 del primer mes. Todos en la capital hablaban de la nueva novia del  Príncipe demonio.

—Señorita, todo el mundo apuesta que no sobrevivirá a la noche de bodas. —Su Yue peló una nuez y la puso delante de Murong Qi Qi—. ¡Las casas de juegos comenzaron a hacer apuestas!

—¿Oh? —Murong Qi Qi bostezó—. ¿Recibiste el dinero que gané antes? ¿Cuánto es?

Su Mei y Su Yue se rieron. ¡Esos tontos apostaron que Bei Zhou perdería! Ah, ¡¿por qué no miraron qué clase de persona es su señorita?!

—¡La apuesta se multiplicó seis veces! ¡Treinta millones! Señorita, no vio a Wu Qing. Cuando estaba contando el dinero, no podía cerrar la boca de tanto reír. Incluso dijo que la próxima vez, cuando se encuentre con algo tan grandioso, también quiere acompañarla y apostar!

Selena
En el capítulo 74, el joven maestro Guanghua apostó cinco millones de teals de plata a qué Bei Zhou ganaría

Su Mei describió la expresión de Wu Qing. Las tres chicas se rieron felizmente.

—¿Encontraste a la persona que apostó diez millones? ¿Quién fue?

—Es alguien de Fo Sheng Men.

Su Mei le contó el resultado de la investigación de Wu Qing a Murong Qi Qi.

—¿Fo Sheng Men? —Murong Qi Qi frunció un poco el ceño—. Parece que Long Ao Tian tiene cerebro. ¡Esta vez, ha ganado sesenta millones!

—¡Así es señorita! Ahora, todos apuestan que no sobrevivirás más allá de la noche de bodas, pero la gente de Long Ao Tian apuesta diez millones, a que sí pasarás la noche de bodas.

Murong Qi Qi estaba interesada. Se sentó y pensó con detenimiento en los problemas de Long Ao Tian.

—¿Podría ser que él conozca mi identidad?

—¡Imposible! Aparte de nuestra gente, nadie más sabe la identidad de la señorita. Long Ao Tian no puede tener esa información.

Pensó que era extraño. Si su identidad no fue expuesta, ¿por qué el líder de Fo Sheng Men apostaría por ella? ¿Podría ser que predijo o apostó de acuerdo a su estado de ánimo? ¡Era extraño! Dejó de pensar en ello y se puso ropa de viaje.

Dejó el edificio Tingsong, a la izquierda del wangfu [1] y se fue de compras con Su Mei y a Su Yue a la capital de Yan.

No sabía lo que Feng Cang había estado haciendo estos dos últimos días, él no le había contado y ella no había preguntado.

—¡Señorita, «El hechizo de fragancia» que Tong Bao Zhai lanzó se está vendiendo muy bien! Fang Kui contó tanto dinero, que sus manos perdieron fuerza. También dijo que si la señorita tiene tiempo libre puede diseñar nuevas joyas. ¡Muchos parientes imperiales y esposas de oficiales ya han hecho pedidos!

Mientras caminaba, Su Yue informó todo sobre Tong Bao Zhai y Jue Se Fang a Murong Qi Qi. Ella se alegró de saber que los negocios iban bien. Cada día, necesitaban gastar más dinero porque Moyu tenía mucha gente. Si no tenían ingresos, entonces los negocios no podrían funcionar.

—¡Muy bien! Cuando tenga tiempo, diseñaré un set. Recientemente, he tenido algunas ideas.

Mientras hablaban, el grupo de Murong Qi Qi llegó a la calle de la capital Yan donde se encontraban los antros de juego. Acababan de llegar cuando escucharon los gritos, el sonido de los dados, las risas y el llanto de la gente que deseaba morir.

—¡Vengan, vengan, vengan! ¡Apuesten! ¡Apuesten si la consorte del príncipe de Nan Lin sobrevivirá hasta el veintinueve! ¡Acepten una apuesta, acepten una apuesta! ¡Definitivamente es rentable! ¿Puede la novena novia pasar la noche de bodas con seguridad? ¿Descenderá la maldición una vez más? Clientes, es mejor tomar medidas que ser movidos. ¿Ya apostaron hoy?

—¡¡Es demasiado!!

Su Mei quería ir a darle una lección al sirviente de la casa de apuestas, pero fue detenida por Murong Qi Qi.

—Su Yue, ve a preguntar cuántas personas han apostado a que ganaré.

Murong Qi Qi se paró en medio de la calle y observó con detenimiento. El lugar era excelente. Sería mejor que lo pudiera conseguir.

No mucho después, regresó Su Yue.

—Señorita, aparte de Long Ao Tian, nadie más apostó a que usted ganaría.

—¡Déjalos apostar! Cuanto más grandes sean las probabilidades, más dinero podemos ganar. Dile a Wu Qing, que tome cien mil taels de oro y que los apueste el último día justo antes de que cierren. ¡Quiero que la gente de esta calle pierda hasta los pantalones!

Su Yue y Su Mei intercambiaron una sonrisa. La señorita estaba enfadada y eso llevaría a un mal destino. Cien mil taels doradas, los llevaría a la bancarrota. Justo cuando se iban vieron a Yu Shi Shi, Wanyan Bao Zhu y Mu Yu Die.

—¡Qué casualidad! —Yu Shi Shi le sonrió con dulzura e hipocresía a Murong Qi Qi—. La princesa también está dando un paseo, ¡¿verdad?, eso es genial, puede ver lo que ha sucedido recientemente.

Si Murong Qi Qi dice que es la segunda en hacerse la inocente, entonces nadie sería el primero. El arresto domiciliario de Yu Shi Shi fue de un mes. Ahora que podía salir, naturalmente debía fingir que acompañaba a Murong Qi Qi.

—Je, je, hay muchas cosas nuevas. Como la boda del príncipe de Nan Lin. —La vio con simpatía y ojos llenos de preocupación por esta princesa que vino a casarse desde tan lejos—. No sé si la princesa se ha enterado. ¡Todo el mundo dice que no vivirás más allá de la noche de bodas!

—Lo he escuchado. —expresó con claridad.

Yu Shi Shi se sorprendió e intercambió miradas con Wanyan Bao Zhu y Mu Yue Die. que observaban a Murong Qi Qi con una expresión de lástima.

—Princesa, hay algunas palabras que no sé si debo o no debo decir. —Fingía de nuevo.

—Déjalo salir… —Parecía  un poco malvada.

—¿Dejar salir qué? —preguntó confundida.

—Si tienes algo que decir, dilo rápido. Si necesitas tirarte un pedo, ¡entonces suéltalo! —La voz de Murong Qi Qi perforó en sus oídos—. Princesa Heredera, habla rápido, ¡todavía tengo que ir a Jue Se Fang a comprar cosas!

Su rostro se contorsionó por la irreverencia. Pero no demostró su enojo porque sabía que de las acciones de Murong Qi Qi en el torneo de los cuatro países.

Yu Shi Shi miró a la algo tímida Mu Yu Die y aclaró su garganta

—Princesa, los ocho personajes[1] del príncipe de Nan Lin son fuertes. Si el cuerpo de la princesa es débil, ¿no sería como las anteriores wangfeis? He oído que si dos mujeres entran en la familia al mismo tiempo cuando se encuentran con alguien con una vida fuerte, entonces los espíritus malignos se disolverán. ¿Por qué no considera dejar que el príncipe tome una concubina? Para entonces, habría dos eventos simultáneos y felices en la familia, que harían que algo bueno fuera perfecto. ¡Sería tan genial!

¡¿Qué dijo?!, Murong Qi Qi reprimió su maldición y conservó la calma. Aún no estaban casados, pero Yu Shi Shi ya estaba pensando en conseguirle segundas esposas a Feng Cang.

¡Esta mujer realmente se merecía una buena paliza!

—Si lo dices es porque ya tienes a alguien en mente. Es sólo que no sé quién será la maravillosa persona de la que habla la princesa heredera.

Yu Shi Shi se burló en su corazón. Sonrió y empujó a Mu Yu Die delante de Murong Qi Qi.

—Princesa, ¿qué piensa de la señorita Mu? El primer ministro permitió que calcularan sus tarjetas. Los ocho personajes de la señorita Mu y el príncipe coinciden. ¡Si ella puede hacer una alianza con él, les dará prosperidad!

¡Prospera a tu madre! ¡Era un grupo de perras que rondaban al príncipe cuando la señorita no se había casado todavía!, Su Yue contuvo a Su Mei para que no pateara a  Yu Shi Shi.

—¿La señorita Mu tpiensa igual? —Murong Qi Qi miró a Mu Yu Die.

Mu Yu Die asintió con timidez, estaba decidida a casarse con Feng Cang.

El abuelo le dijo que apoyaría todas sus decisiones. Si van con el decreto del emperador, incluso si Feng Cang y Murong Qi Qi se oponen, no tendría efecto. Ella había esperado hasta los 20 años por este hombre; casi se está convirtiendo en la broma de la capital de Yan. Si ella no podía casarse con él, entonces sólo podía morir!

Al ver el rubor en la cara de Mu Yu Die que tenía un sabor primaveral espeso, Murong Qi Qi recordó algo de repente. Su boca reveló una dulce sonrisa.

—Eso sería genial. Si la señorita Mu entra en la familia y puede deshacerse del aura asesina del príncipe, sería lo mejor. ¡También tendría una hermana más y además tendría un lugar para pasar por allí!

—Princesa, ¿estás de acuerdo? —preguntó Mu Yu Die emocionada.

Murong Qi Qi tenía un lugar especial en el corazón de Feng Cang. Y de acuerdo al dicho: un melón poseído por la fuerza no es dulce. Si ella no estaba de acuerdo; incluso si entraba en la residencia del príncipe, él no la vería como algo importante. Pero la declaración de Murong Qi Qi le daba esperanza.


[1]Wangfu: residencia del príncipe de primer rango.

[2] Ocho personajes: representando el año, mes, día y hora de nacimiento.

Selena
Después de todos los obstáculos que ha enfrentado para poder casarse con Feng Cang, ahora Murong Qi Qi tiene que escuchar que le estén metiendo una tercera persona en su relación… así como van se podrán casar tranquilos? ¿Qué piensas Meli?
Meli
Que la tome como concubina y se la eche a los perros (≧▽≦)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido