Traducido por Raine
Editado por Sharon
Pequeño Tesoro amaba su silencio. Normalmente se escondía en su habitación en cuanto terminara de comer. El personal del hogar tenía que volver sus habitaciones inmediatamente después de completar sus tareas. No podían hacer ningún sonido o molestaría a Pequeño Tesoro, haciéndolo irritable o incluso provocando que perdiera el control.
La Señora Lu había enviado previamente algunos bocadillos a su habitación preocupada porque no estuviera comiendo lo suficiente. Pero Pequeño Tesoro se encerró en el ático… Por lo tanto, no importaba cuánto le amaran sus abuelos, no se atrevían a mudarse con Tingxiao y Jingli.
Sin embargo, ¿Pequeño Tesoro había tomado la iniciativa de salir? No sólo eso, sino que corrió hacia Lu Tingxiao y abrazó su pierna.
Lu Jingli rió a carcajadas.
—Pequeño Tesoro, ¿qué estás haciendo? ¿Abrazando por alguna concesión?
Lu Tingxiao bajó la cabeza para mirar a su hijo y pudo decir lo que quería con una sola mirada. Lo rechazó sin ninguna duda.
—No, ya fuiste anoche.
Así, la mirada de Pequeño Tesoro se posó en su teléfono.
—Ya llamaste una vez durante la cena —Lu Tingxiao lo rechazó de nuevo.
Lu Jingli finalmente entendió después de mirar desde un lado. El pequeño chico extrañaba a Ning Xi.
Al ver que no podía persuadir a su padre, Pequeño Tesoro trotó hacia Lu Jingli y reutilizó el mismo movimiento, aferrándose a la pierna de su tío.
Lu Jingli se sintió abrumado por el honor.
—No, no, no, precioso, no uses este movimiento conmigo. ¡Sabes que tu tío no puede hacer frente a tu ternura!
Pequeño Tesoro usualmente se veía aturdido pero, en el momento en que quería rogar por algo, su pequeña expresión y presencia podrían hacerte morir de ternura y luego revivir.
Inclinó su pequeña cabeza y usó ese par de ojos grandes, hermosos y brillantes como estrellas para mirar. Uno no podría resistirse a arrancar todos los astros del cielo para dárselas.
El único en la familia que podría resistir este movimiento era Lu Tingxiao.
Lu Jingli se encogió de hombros con impotencia.
—No sirve de nada ser lindo conmigo, Pequeño Tesoro, ¡no puedo ganarle a tu papá!
El niño lo dejó ir de inmediato. Un corazón absolutamente frío.
Lu Jingli se apoyó en la pared y se rió sin parar al ver al pequeño chico que se veía como si sus padres lo hubieran golpeado.
—Ah, en realidad no tienes que estar tan ansioso, Pequeño Tesoro. Hay una vieja frase: si el amor entre parejas es verdadero, entonces la ausencia sólo hará que el corazón crezca. Espera hasta que tu padre se case con la tía Xiao Xi. ¡Entonces podrás verla todos los días!
Su persuasión falló.
El hombrecito trotó hacia la puerta, la abrió de golpe y salió corriendo.
Lu Jingli se encogió de hombros.
—¿Qué debemos hacer?
—Comió mucho esta noche —dijo Lu Tingxiao.
Con esto quería decir que Pequeño Tesoro no podía usar la táctica absoluta, huelga de hambre. Lu Jingli se calmó después de escuchar a su hermano decir eso. Sin embargo, realmente habían subestimado Pequeño Tesoro…
Era un niño, no necesitaba tácticas ni planes. Sólo necesitaba hacer un alboroto.
Una gran explosión sonó desde la sala de estar cuando acababan de hablar.
Lu Jingli intercambió miradas con su hermano y los dos se apresuraron a bajar.
La habitación había sido destruida en poco tiempo. Un antiguo jarrón de flores en la esquina, el cual era tan alto como una persona, fue empujado al suelo y destrozado. Todo lo que podía ser empujado o roto ya había encontrado un destino similar…
—¡Lu Qingyu!
Lu Tingxiao solo llamaría el nombre completo de Pequeño Tesoro cuando estaba realmente enojado. Incluso Lu Jingli no podía soportar esa espantosa presencia una vez que era liberada, por no hablar de Pequeño Tesoro, quien comenzó a temblar asustado por la terrible expresión en el rostro de su padre. Sus emociones se salieron aún más de control. Gritó a todo pulmón mientras corría por todas partes rompiendo todo lo que podía tocar.
Lu Jingli lo siguió apresuradamente, pero no se atrevió a seguirlo demasiado cerca. Las consecuencias serían terribles si se cayeran accidentalmente, ya que había tantos fragmentos en el suelo.
Berrinche a todo lo que da 😱
Ahhh mi querido niño no te preocupes tu tío tiene mucha razón. Estoy segura que Ning XI también te extraña