Mundo Marcial – Capítulo 182: El misterioso séptimo piso

Traducido por Rencov

Editado por Ayanami


Lin Ming restauró su estado de ánimo a la tranquilidad, luego, sacó dos piedras de esencia verdadera pura, y se sentó a meditar para comenzar a restaurar su fuerza, no sin antes untarse algunos medicamentos de recuperación ósea en los brazos. Dado que hace un momento, en el clímax de la batalla anterior, se los había fracturado y, en este momento, se encontraban en una condición un tanto desastrosa y desagradable. Si bien esta clase de lesión, normalmente, sería imposible de sanar dentro de medio mes, incluso para un artista marcial, en este momento, la capacidad de resistencia, el ritmo de recuperación y la vitalidad de sangre de Lin Ming habían mejorado mucho. Además de los efectos de los dos medicamentos de recuperación ósea,  en dos horas, sus brazos se repusieron sin problemas.

En la última hora, se dedicó a restaurar su esencia y fuerza física a su condición óptima, y ajustó su estado de ánimo para permanecer tranquilo y sereno.

Finalmente, inició la séptima y última prueba.

Una luz destelló y el templo desapareció. Lin Ming se encontraba en un mundo de un blanco cegador que se encontraba cubierto por una iluminación resplandeciente, y un sinnúmero de escenas se formaban y giraban a su alrededor.

—La séptima prueba…en estos 19,000 años, nadie ha llegado hasta aquí —apretó los puños y se calmó por completo.

Antes de esto, Lin Ming se había imaginado, en repetidas ocasiones, qué tipo de escenario se desarrollaría en el séptimo nivel. Sin embargo, ahora que había puesto un pie aquí, lo que vio lo dejó atónito.

En los primeros seis niveles, cada mundo correspondía a su nombre. Por ejemplo, el primer nivel “Infierno”, había sido un lago de sangre. El segundo nivel “Fantasma Hambriento”, se relacionaba con el Río Amarillo[1]. El tercer nivel que “Animales”, concordaba con la vasta tierra salvaje. El cuarto nivel “Esclavo del Hechicero”, correspondía a una arena…

Lin Ming creía que, dado que el séptimo nivel era “el Mundo del Hechicero”, la escena que esperaba ver debería haber sido similar a alguna tierra dentro del Reino de los Dioses.

Sin embargo, no esperaba llegar a una ciudad humana y menos a una normal. Había gente por todos lados, unos iban y venían por sus alrededores, otros eran vendedores ambulantes que anunciaban sus productos. Había niños pequeños jugando, el tenue polvo y el fragante perfume floral se mezclaba en el aire. Todo se veía tan real.

Pero nada de esto sorprendió a Lin Ming. Lo que lo dejo más allá del habla era el lugar donde se encontraba de pie.

Él, estaba parado frente a un elegante restaurante, aunque parecía algo viejo.

Las tejas de arcilla ya no eran brillantes, y el lacado rojo de los pilares se había desvanecido con el tiempo. Las viejas ventanas estaban caídas y el techo inclinado. Todo irradiaba un vago sabor de años sin fin.

Lin Ming conocía muy bien este restaurante. Desde que tenía memoria, había estado corriendo por el recibidor, escuchando a los narradores que tejían sus cuentos fantásticos y a los bardos errantes interpretando sus gloriosas canciones. Había visto cómo la gente jugaba al ajedrez y había comido dulces con los clientes viejos y frecuentes.

Las tazas de té, las bayas dulces cubiertas de azúcar, la toalla sobre el hombro de un camarero, la deliciosa comida que su madre había preparado, todo esto, era exactamente igual a lo que había en sus recuerdos.

Éste, era su hogar.

—Éste, es el restaurante de la Familia Lin de la ciudad de Moral Verde[2]. Viví aquí por más de una década de mi vida. Así que, ¿cómo…cómo terminé aquí?

Lin Ming, no pudo evitar levantar lentamente el pie para entrar en el restaurante. Pero, justo cuando pasaba en el umbral, se congeló. Se quedó donde estaba, con el corazón hecho un tumulto.

Vio a un joven vestido con ropa elegante de seda, de unos 18 o 19 años, con un abanico en la mano, que sonreía y salía de la cocina.

Esta persona no era un extraño. Esta persona no era otra que el mismo Lin Ming. Para ser exactos, se trataba del Lin Ming de unos años después.

Él poseía una apariencia pedante y académica, no obstante, cuando Lin Ming lo miro más de cerca, pudo ver que no tenía ni un atisbo de cultivo dentro de su cuerpo, aparentemente, nunca había cultivado artes marciales en su vida.

No solo eso, sino que ambos eran completamente incompatibles, tanto en comportamiento como en temperamento.

Aún cuando Lin Ming contenía el aliento, todavía se lograba percibir la presencia de un fuerte aire entre sus cejas. Este aire, parecía estar listo para estallar en cualquier momento y atravesar el cielo, de forma imparable.

Pero, el joven frente a él, solo tenía una sonrisa cínica, y en esa sonrisa había un toque de maldad. En contraste a su elegancia, que se asemejaba a la del hijo de un letrado.

—Este… ¿realmente, soy yo?

Lin Ming no podía creer esto.

—Pequeño Lizi, prepárame un sedán. La señorita Su de la Casa de la Flor Verde Azulada celebrará una función esta noche. Ve a reservar una tarjeta para mí; iré para apoyarla —el joven abrió de golpe su abanico y lo ondeó.

—Eso…eso no está bien… —el pequeño sirviente, llamado Pequeño Lizi se sentía avergonzado al recordarle —Joven Señor, la segunda señorita de la Familia Tian estará celebrando un banquete esta noche y, personalmente, se le solicitó que asista en su nombre.

—Asiste a tu cara. Si ella está celebrando un banquete, entonces, querrá un chef. ¿De qué me sirve ir?

—Esto… —el Pequeño Lizi parecía afligido —la segunda señorita de la Familia Tian, desea pedirle que le haga una pintura en el banquete de cumpleaños de esta noche, con un poema.  No olvide que ahora es el nuevo letrado[3] elegido, su poesía es, sin duda, la número uno dentro de la ciudad…

—Además, Joven Señor, la segunda señorita de la Familia Tian es muy hermosa y virtuosa. La última vez que la Señora la vio, le gustó mucho. Quizás, en el futuro… ¡Joven Señor, oiga, Joven Señor, no se vaya!

Antes de que el Pequeño Lizi terminara, el joven había salido por la puerta sin siquiera mirar atrás. Entonces dijo:

—Si mi padre pregunta a dónde fui, dile que salí a beber.

Antes de que las palabras hubieran terminado, se había ido. La cara del Pequeño Lizi era como una berenjena amarga aplastada. Él estaba acabado. Si el Señor o la Señora se enteraran de esto, seguramente lo regañarían.

La segunda señorita de la familia Tian, tiene una buena impresión del Joven Señor. No solo eso, ella es amable, bella, viene de una buena familia y encaja de forma natural con el Joven Señor, quien era un letrado elegido.

Pero el Joven Señor Lin le había tomado cariño a la señorita Su de la Casa de la Flor Verde Azulada, realmente, era imposible entender su estado de ánimo.

La verdad es que la Casa de la Flor Verde Azulada, en realidad, es un burdel, pero uno de la mejor clase y el más elegante. La mayoría de las prostitutas se encuentran bien arregladas y educadas, además venden sus habilidades, no sus cuerpos. Tienen apariencias elegantes así como refinadas, son competentes en poesía y pintura. Estas talentosas cortesanas, podrían considerarse de gran belleza y raras en todo el mundo.

Y la Señorita Su es la atracción principal de la Casa de la Flor Verde Azulada. Aunque todavía mantiene su cuerpo puro, sigue siendo la prostituta de un burdel. Con esa clase de orígenes, ¿cómo podrían el Señor y la Señora permitirle casarse dentro de la familia?

—Estoy muerto, estoy muerto, si el Señor se da cuenta de que el Joven Señor se ha ido a la Casa de la Flor Verde Azulada, entonces, no sólo él estará acabado, sino que yo también sufriré mala suerte.

El Pequeño Lizi tenía una cara llena de angustia. No sabía si debería informar, honestamente, de esto al Señor y a la Señora, o si debería tratar de ocultarlo.

Lin Ming había estado parado en silencio fuera del restaurante, observando con calma la escena. Hace poco, el joven había pasado junto a él, pero no lo había mirado ni una vez.

Lin Ming entendió que él no pertenecía a este mundo; él, simplemente, es un transeúnte. No había una sola persona en este mundo que pudiera verlo.

— ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué hay otro yo?

—Cuando tenía ocho años, mis padres me dejaron ir a la escuela para estudiar. Fui a la capital y, para prepararme para el examen preliminar, estudié y leí libros durante cuatro años hasta que cumplí los 12. En aquel tiempo, tiré todos mis libros y abandoné todo sin reservas para seguir el camino marcial. Debido a esto, peleé una amarga disputa con mis padres, antes de que finalmente se rindieran debido a mi insistencia. El Lin Ming en el que me convertí, en este mundo, no abandonó sus libros por las artes marciales. Sino que, entró en el examen preliminar y se convirtió de un letrado a un candidato de la corte imperial.

— ¿Por qué hay un mundo así? ¿Éste es un mundo paralelo? ¿O es un mundo imaginario que surge de mi mente?

—Si esta es la séptima prueba, el Mundo del Hechicero, entonces, ¿qué tipo de prueba es? ¿Está probando mi corazón de las artes marciales? Si pone a prueba mi corazón de las artes marciales, entonces, ¿qué se considera como pasar?

—Ya que este es el Mundo del Hechicero, ¿por qué vine al mundo humano?

El humor de Lin Ming era complejo; él solo se paró en el recibidor del restaurante. De ese modo, estuvo de pie durante varios días.

La gente, iba y venía, nadie lo vio. Incluso hubo quienes atravesaron su cuerpo.

En las calles había vendedores ambulantes que vendían sus productos, artistas callejeros que cantaban canciones vivas y alegres, el rico aroma de la comida y el vino, también estaban los rostros desgastados de sus padres.

Todo a su alrededor se veía tan real y, aun así, era irreal.

Todas las personas a su alrededor eran conocidos, aun así, también le parecían extraños.

En este mundo, ruidoso y agitado, Lin Ming era como una existencia gris. Su sombra estaba sola, y él se sentía incomparablemente desolado.

— ¿Este mundo es una ilusión, y yo soy real?

—O tal vez… ¿Este mundo es real, y yo soy una ilusión?

—No, esto está mal. Este no es mi mundo. ¡Esto es solo un demonio[4] dentro de mi corazón!

Los ojos de Lin Ming se abrieron de repente y blandió su Lanza Ligera de Peso Profundo.

Pronto, se escuchó, el sonido de innumerables paneles de vidrio rompiéndose al mismo tiempo. Frente a él, el restaurante junto con los clientes, desapareció sin dejar rastro.

Sin embargo, Lin Ming no regresó de la prueba de vida y muerte. Más bien, llegó a un campo de batalla, sangriento. A lo lejos, sonaban fuertes tambores de guerra y se ondeaban banderas gloriosas en el aire.

—Esto es…

Lin Ming vio soldados de caballería blindada delante de él y, de repente, se dio cuenta de algo, que le hizo sentir un escalofrío que le heló el corazón.

La fuerza del alma de Lin Ming era como una marea que se extendía por todos lados. En tan solo un momento, se había concentrado en la forma de un joven. Lin Ming frunció las cejas y confirmó que esto era verdad.

Entonces, Lin Ming se movió y, en un instante, apareció dentro de un cuartel. En el interior, había un joven de unos 15 o 16 años que llevaba una simple armadura. En sus manos, sostenía una simple lanza de hierro, y su expresión estaba llena de intenso miedo y nerviosismo.

Al ver a este joven, Lin Ming le dio una mirada compleja, antes de cerrar los ojos.

¡Era él, realmente era él!

¿A qué se debe?

A los 12 años de edad, había tenido una disputa con sus padres. Cuando, finalmente se le permitió practicar artes marciales, había dicho que si no podía lograr la Primera Etapa de Transformación del Cuerpo antes cumplir los 15 años, se uniría al ejército, se establecería allí y realizaría innumerables servicios, y regresaría a casa como un héroe con riquezas y honor.

A la luz de esto, parecía que se trataba del momento en que se habría unido al ejército.

Este era otro Lin Ming dentro de otro mundo.

♦ ♦ ♦

En el cuartel, el joven estaba sentado en un banco. Sacó un delgado paño humedecido en aceite y, en silencio, comenzó a limpiar la lanza. Comparado con su tamaño, la lanza era mucho más larga de lo que debería ser.

—Oye, novato, ¿esta es tu primera vez en el campo de batalla? —Dijo un veterano de más de treinta años con una cara simple, mientras caminaba con un cuenco de arroz.

El joven asintió con timidez y dijo:

—Ah, sí, soy un nuevo recluta.

—Jaja, los nuevos reclutas siempre están muy tensos y ansiosos en el campo de batalla. Está bien. Ya que estamos en el mismo cuartel, seremos enviados al mismo lugar. Solo sígueme detrás, ¡te protegeré!

—De…acuerdo… —el joven tenía una expresión algo juvenil e inocente. Nerviosamente, esbozó una sonrisa agradecida.

Tan pronto como estalló la guerra, decenas de miles de soldados se lanzaron a la batalla, sus auras eran tan vastas y dominantes que podrían arrasar las nubes.

El humo se elevó desde todas las direcciones, feroces combates resonaron en cada esquina, una lanza rompió una alabarda.

El joven regresó al ejército triunfante. Sin embargo, ese veterano de cara simple no había regresado

Cuando los soldados morían juntos, también eran enterrados juntos. Sin una tumba, el joven ni siquiera sabía el nombre del veterano…

Con cada día que pasaba, la expresión del joven se volvía cada vez menos tierna y se llenaba de una determinación firme y feroz.

Poco a poco, de un recluta se convirtió en cabo. De un cabo se convirtió en capitán. Y de un capitán se convirtió en líder de batallón…

Sus habilidades con la lanza se volvieron cada vez más refinadas, su fuerza se incrementó cada vez más y su conocimiento militar y apariencia se hicieron cada vez más maduros.

Gradualmente, este joven también se convirtió en un veterano. Cuidaría a cada nuevo recluta y les diría:

—Está bien. Cuando carguemos, síganme detrás; ¡los protegeré!

Ese chico, una vez ingenuo e inocente, había albergado el sueño de unirse al ejército. Con cada excursión a tierras extranjeras, veía a más y más personas convertirse en huesos descoloridos. Después de haber sobrevivido a través de la vida y la muerte, se había endurecido; él era como ese veterano…

De esta manera, los días continuaron. Cada soldado soñaba con ser un general. Pero, eran más propensos a seguir los pasos de sus predecesores, soñando con los que habían fallecido.

♦ ♦ ♦

Lin Ming observó en silencio al mundo cambiar ante sus ojos. Él, finalmente, comenzó a entender. Esta vida no era una ilusión, pero tampoco era real.

Para la gente de este mundo, él era una ilusión. Y para él, el mundo era una ilusión.

La vida es como un sueño. El sueño es como la vida. Verdadero o falso, real o imaginario, originalmente, nunca hubo nadie que supiera cuál es cuál.

Quizás, el séptimo nivel no era una prueba. Más bien, es una oportunidad, una visión, un sentimiento y una comprensión profunda en el corazón de las artes marciales.

Al darse cuenta de esto, Lin Ming decidió ya no destruir el mundo. En su lugar, solo seguiría sus pasos y miraría.

Él era, simplemente, un pasajero. Observaría los cambios de tiempo, daría un paso atrás y vería el sueño infinitamente vasto que fue pintado.

♦ ♦ ♦

Fuera de la prueba de la vida y la muerte, en un lugar de oscuridad, Yan Mo miraba con calma el vacío sin fin, con un ojo gigante que no tenía expresión.

—Se ha dado cuenta…

—Extraordinario. Es solo el segundo mundo y, ya ha entendido la verdad. Ahora, han sido un día y una noche. La comprensión de este joven sobre el corazón de las artes marciales es, simplemente, sorprendente.

La séptima prueba es una que pone a prueba el corazón de las artes marciales. Aunque esto es una prueba, ¡también es una gran oportunidad fortuita!

Si uno pudiese comprender la intención original detrás de la prueba, entonces, podrá experimentar los mundos infinitos y templar su mente. El beneficio de esto es ilimitado.

Aunque, durante los últimos 19,000 años, nunca había existido alguien que hubiese entrado en el nivel final, Yan Mo sabía la verdad. La verdad es que el arreglo de la formación que dejó el Hechicero también se podía encontrar dentro del Reino de los Dioses.

Su nombre era Samsara[5].

Incluso aquellos que son favorecidos por los cielos dentro del Reino de los Dioses, después de entrar en el Samsara, a menudo, se perderán.

La mayoría supondrá que los mundos son producto del demonio dentro de sus corazones y, por lo tanto, socavarían y destruirían estos mundos, constantemente. Sin embargo, cuando surjan nuevos mundos sin cesar, y vean los innumerables reflejos de sí mismos, perderían su corazón y quedarán aturdidos. Al final, no serían capaces de distinguir entre lo que es realidad e ilusión y, por último, ni siquiera sabrían si ellos mismo son reales.

Una vez que se perdieran, su corazón de las artes marciales se dañaría y esto,  más adelante, podría afectar su cultivo.

Aunque un genio celestial se diera cuenta del significado del Samsara, a menudo tendrían que atravesar varios o hasta docenas de mundos, mientras logran comprender, lentamente, la verdad.

Pero Lin Ming había logrado ver a través de lo que era verdadero y lo que es falso solo en el segundo mundo, comprendiendo así, el significado detrás del Samsara. ¿Cómo podría Yan Mo no sorprenderse por esto?

—Desafortunadamente, el Maestro, probablemente, ya ha fallecido. De lo contrario, ciertamente, estaría dispuesto a aceptar a este joven como su aprendiz. Antes, había pensado que el talento natural de ese joven era ordinario, y la única razón por la que pudo tener este tipo de logros fue porque tuvo un encuentro fortuito. Nunca pensé que su percepción del corazón de las artes marciales estaría en este grado. ¡Él, genuinamente, tiene un talento en ese aspecto!

—Veré lo que puede descubrir de estos 100 Samsaras.


[1] Río Amarillo. Viene de Huangquan (黄泉; 黃泉), es uno de los nombres alternativos del inframundo chino, en japonés se le conoce como Yomi y usa los mismo caracteres que significan literalmente “manantial amarillo” o “manantial sulfuroso”.

[2] Se cambió la traducción de la ciudad de Mora Verde por Moral Verde. El moral es un árbol de Asia que pertenece a la familia de los árboles que dan moras.

[3] Los funcionarios letrados, también conocidos como burócratas o simplemente académicos ( en chino, 士大夫; pinyin, shì dàfū ) eran funcionarios nombrados por el Emperador de China, responsables de la gestión diaria.

[4] Más que demonios o diablos normales, estas son las emociones negativas de un practicante y otras barreras mentales que obstaculizan su entrenamiento o cultivo.

[5] Es el ciclo de nacimiento, vida, muerte y encarnación. En el transcurso de cada vida, el Dharma (acciones hechas para bien) y el Karma (consecuencia de lo realizado/decidido) determinan el destino futuro de cada ser en “el proceso del llegar a ser” (evolución o involución).

Una respuesta en “Mundo Marcial – Capítulo 182: El misterioso séptimo piso”

  1. Gracias por retomar esta novela la leía en inglés pero con tantos términos el traductor Google no daba una u.u por lo que la deje de leer hace mucho, ahora la seguiré aquí n.n mis respetos para el traductor y gracias

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