Príncipe Cautivador – Capítulo 31: Reclutando seguidores

Traducido por Akatsuki

Editado por Sakuya


Tan pronto como el Príncipe Heredero se retiraba, el problema se resolvió.

—A este Príncipe le parece que estás muy cómodo. ¿Te vas a rendir? —Preguntó Shang Wuxin mientras miraba a un gordito bandido. Aquellas palabras parecían haber mejorado un poco su ánimo, así que decidió perdonarle la vida.

El gordito estaba terriblemente asustado por el joven que estaba delante de él. Anteriormente, cuando vio que su grupo tenía comida y eran pocas personas, tuvieron la intención de robarles. Al ver a un joven de aspecto frágil al frente, solo había hecho la idea más tentadora.

¿Quién hubiera esperado que ese joven fuera un Lord?

— ¡Todos retírense! Hoy, estaba ciego y le molesté, oh gran señor. ¡Este humilde servidor se irá de inmediato! —El bandido se inclinó mientras su cabeza se balanceaba de arriba a abajo.

La mayoría despreciaría los métodos de este bandido, pero Shang Wuxin lo miró con diversión. Uno debería conocer sus límites, y claramente, este bandido fue lo suficientemente inteligente como para saber lo que tenía que hacer.

Huan Mo Che dio un vistazo a los ojos del Príncipe Heredero y entendió que estaba muy satisfecho con el bandido, también de cuán astuto era este.

El bandido no sabía nada de sus identidades, sin embargo, demostrando que era astuto lo llamó “oh gran señor.” Si a una persona tan versátil como él se le diera la oportunidad adecuada, sin duda sería capaz de convertirse en una persona hábil para establecer relaciones sociales.

— ¡Bengong de repente no quiere irse! —Shang Wuxin se bajó del caballo, también Huan Mo Che y el resto de soldados. Ella estaba bastante satisfecha con este grupo en particular y comenzó a pensar si los tomaría bajo su protección.

— ¿Bengong? —El bandido miró al joven con temor. La única persona que se llamaría a sí mismo “bengong” fue el recientemente famoso Príncipe Heredero. El bandido pensó que había ofendido a algunos funcionarios del imperio, no al Príncipe Heredero.

— ¡Mátenlos mis hermanos! —Gritó el bandido. Él sabía que, si dejaba ir a esta gente, todos sus hermanos perderían la vida más adelante. Sería mejor matarlos ahora y eliminar cualquier rastro de lo sucedido, ya que no era tan ingenuo como para creer que el Príncipe Heredero realmente los dejara ir.

—Interesante… —Los labios de Shang Wuxin se curvaron en una fría sonrisa, antes de lanzarse contra los bandidos, seguida por Huan Mo Che, quien todavía estaba preocupado a pesar de saber que el Príncipe Heredero practicaba artes marciales.

Detrás de ellos, estaban los soldados que también cargaron para no perder ante su Príncipe.

Shang Wuxin no tenía un arma. Desde que llegó a este mundo, aún no había encontrado un arma útil. Para personas como ella, sus armas no eran diferentes de su segundo yo, así que no tenía prisa por encontrar la suya. El asunto requería del funcionamiento del destino.

Cada vez que se enfrentaba a uno de los bandidos, o bien le rompía los brazos o las piernas, pero solo les infligía lesiones físicas. De esa forma, aún podrían continuar con sus vidas cotidianas.

— ¡Perdónenles la vida! —Ordenó de repente. Su voz contenía un tono indescriptible. Aunque los soldados estaban confundidos, nadie desobedeció. Continuaron luchando con sus armas, pero no tenían como objetivo infligir daños que causaran la muerte.

Los bandidos de la montaña eran fuertes, pero en comparación con los soldados que fueron bien entrenados, aún les faltaba. Además, esta vez los soldados fueron excepcionales, ya que estaban fuera del Palacio Imperial. En poco tiempo, todos los bandidos estaban tirados en el suelo.

El bandido gordito se dio cuenta de que todos sus hermanos estaban heridos, pero ninguno había muerto. Aquella escena hizo que se estremeciera, e ignorando el dolor de su hombro se volvió para preguntar: —Mientras sea algo de lo que este humilde servidor sea capaz de lograr ¿Cuáles son las intenciones del Príncipe Heredero?

Shang Wuxin lo examinó cuidadosamente antes de preguntarle: — ¿Cómo te llamas? ¿Eres el líder de esta montaña?

—Sí. Mi nombre es Lin Jia’er y soy el líder de esta montaña. —Lin Jia’er cayó de rodillas ante el joven. Quería sujetarse a las túnicas limpias del Príncipe, pero fue interceptado por una espada larga. Al levantar la vista, vio a un caballero excepcionalmente hermoso. Sin embargo, el caballero lo miraba con una sonrisa extremadamente fría. Lin Jia’er no se atrevería a acercarse demasiado al Príncipe Heredero de nuevo.

—Lin Jia’er… este Príncipe te quiere. —Las palabras de Shang Wuxin sorprendieron a todos, y comenzaron a preguntarse en qué estaba pensando el Príncipe Heredero.

Huan Mo Che, por otro lado, no estaba muy feliz. Él sabía bien que lo que dijo el Príncipe Heredero no significaba nada, pero aun así no soportaba escucharlo decir algo así a otra persona.

— ¿Yo? —Lin Jia’er se señaló asimismo con miedo. —Príncipe Heredero, por favor ignore a este sirviente. Este sirviente es feo y ensuciará a Su Alteza. ¡Mire! —De repente señaló a Huan Mo Che. —Este caballero es alto, majestuoso y muy guapo. ¡Es mucho más compatible y definitivamente también podrá satisfacer a Su Alteza!

Todos los demás estaban desconcertados, pero no obstante se dieron cuenta. Varios soldados tuvieron que ocultar sus risas. Mientras tanto, Huan Mo Che se puso tan rojo que incluso su cuello estaba enrojecido. Ya no quería matar a Lin Jia’er. Como cuestión de hecho, él comenzó a sentirse un poco anticipado.

— ¡Tonterías! —De repente, sonó la voz de una mujer enojada. Una mujer vestida de negro apareció ante ellos. Su cabello estaba sujeto en un moño, y varios cientos de personas la seguían detrás. Todos los soldados levantaron sus armas para proteger al Príncipe Heredero.

Había una espantosa cicatriz en la mejilla de la mujer, pero ella no hacía nada para ocultarla. Toda su persona emanaba la belleza de la seguridad en sí misma. Cada una de las personas detrás suyo, estaba vestida de negro, con el carácter “Shang” cosido en sus túnicas. La mujer los condujo al frente del Príncipe Heredero y se arrodillaron.

— ¡Su Alteza, su subordinada ha llegado! —Informó Wu Wei con entusiasmo.

Cuando recibió el mensaje del Príncipe Heredero hace algunos días, se había puesto increíblemente feliz. El Príncipe Heredero no la llevó a ella, ni a Wu Ju ni a ninguno de sus “seguidores” durante su viaje al sur, por lo que estaba muy preocupada. En el instante en que recibió el mensaje del Príncipe Heredero, ella había agarrado a unos pocos cientos de seguidores y se apresuró en encontrarla.

Sin embargo, lo primero que escuchó al llegar fueron esas insolentes palabras.

Shang Wuxin cuestionó con la mirada a las personas que estaban frente a ella, y cada una intentó lucir lo mejor posible. Algunos de ellos habían sido entrenados por el Eunuco Jefe Hai, otros habían sido reclutados y entrenados por Wu Wei. Esta era solo una porción de toda la fuerza. Aunque todos habían visto al Príncipe Heredero antes.

Incluso algunas veces el Príncipe Heredero personalmente los entrenaba. Además, todos en el “Blood Shang” vieron al Príncipe Heredero como su propia deidad.

Shang Wuxin había nombrado a su fuerza “Blood Shang” que ahora era una fuerza formidable. Por eso permitió que una parte de ellos viniesen hoy. Ella creía que, a partir de ahora, el Ejército Blood Shang se convertiría en uno de los más respetados.

Todos los demás, incluso Huan Mo Che se sorprendieron por la repentina aparición del grupo. No había esperado que el Príncipe Heredero tuviera una fuerza tan poderosa a mano. Además, la líder era una de las sirvientas personales del Príncipe Heredero. Para entregar una responsabilidad tan pesada a una sola mujer… una acción tan audaz pero segura, hizo que Huan Mo Che admirara aún más al Príncipe Heredero.

— ¡Toma a esta gente! —Instruyó Shang Wuxin. Ella carecía de personal. Encontrar a más personas consumía mucho tiempo y no era confiable, por lo que esta vez, cuando asumió la tarea de viajar al sur, comenzó a tener ideas sobre los bandidos con los que se encontraría en el camino.

Los bandidos de las montañas eran todos más o menos, hábiles y podían ser enseñados. Además, eran forajidos que harían cualquier cosa para mantenerse con vida, por lo que eran los más ideales. Mientras recibieran el entrenamiento y tratamiento adecuado, Shang Wuxin sabía que nunca tendría que preocuparse por su lealtad.

Después de que Wu Wei se llevó a los bandidos, Shang Wuxin miró a los soldados restantes. Sus ojos brillaron con una luz misteriosa. Bai Shaolin fue el primero en arrodillarse y gritar: — ¡Este sujeto le promete lealtad a Su Alteza, el Príncipe Heredero! —Ya había intentado hacerlo de todos modos, así que la escena que acababa de presenciar solo ayudó a afirmar su decisión.

— ¡Este subordinado promete fidelidad a Su Alteza, el Príncipe Heredero! —Los soldados se arrodillaron uno por uno. Ellos también ya habían considerado al Príncipe Heredero como su maestro.

— ¡Nunca te abandonaré! —Huan Mo Che caminó hacia Shang Wuxin. Su voz era amable, pero contenía la determinación y resolución más poderosa.

Shang Wuxin asintió con aprobación y luego miró a Wu Wei. —De aquí al sur, hay muchas montañas. —Y le entregó a Wu Wei una hoja de papel. —Este príncipe espera que puedas limpiar todas las zonas marcadas aquí con nuestro estandarte. Wu Ju está en camino hacia aquí. Con suerte, este príncipe volverá a verlos cuando regresemos a la capital.

—Sí. ¡Está subordinada no decepcionará a Su Alteza! —Prometió Wu Wei.

Con eso, Shang Wuxin montó su caballo y se llevó a los soldados. Las montañas que marcó contenían personas que encontraba dignas de reclutar, y las que no había marcado era a las que despreciaba. Solo no le gustaba perder el tiempo en cosas inútiles.

—Adelante. —Dio la orden y su séquito empezó a seguir su camino.

4 respuestas a “Príncipe Cautivador – Capítulo 31: Reclutando seguidores”

  1. Gracias por este maravilloso capítulo (ノ*>∀<)ノ♡ quedó genial, he disfrutado mucho de ésta novela quedo con muchas ganas de seguir leyendo, saludos a todos el equipo de reino de kovel (。・ω・。)ノ♡

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