Príncipe Cautivador – Capítulo 51: La sombra que se metió en el carruaje

Traducido por Akatsuki

Editado por Sakuya


Shang Wu Xin arrojó el pañuelo por la ventana del carruaje y este se fue volando con el viento.

El banquete de hoy no tenía nada en especial, pero Shang Wu Xin se sentía cansada, ya que su cuerpo envenenado no era bueno. Sabía que, si continuaba trabajando de esta manera, el veneno en su cuerpo aumentaría.

Cerró los ojos ligeramente para descansar durante el viaje. Tenía que agradecerle al médico milagroso por haberle regalado este carruaje, ya que era realmente muy cómodo. A ella le tomaría tiempo y esfuerzo poder tener uno así. Pero se preguntó así misma si él podría ocultar su género. Mientras pensaba en ello, el carruaje se detuvo de repente.

Cuando iba a preguntar qué sucedió, la cortina del carruaje se levantó de repente y una sombra ingresó al interior del carruaje. Las manos de Shang Wu Xin se apretaron y la sombra cayó entre sus brazos porque estaba desequilibrada. Aquella sombra era una niña con un vestido plisado de crochet azul y un velo claro opaco en el rostro. Aunque no mostró su apariencia, sus ojos brillantes, elegantes y encantadores reflejaron su belleza.

— ¡Príncipe Heredero! —Eran Wu Wei y Wu Ju quienes gritaron afuera del carruaje, pero no se atrevieron a entrar. Ambas sabían que el hábito del Príncipe Heredero era extraño y a veces aterrador.

—Este Príncipe se encuentra bien. —Respondió Shang Wu Xin luego de quitarse a la niña de encima y arreglarse la ropa, aunque no estaba tan desordenada. Además, sacó un pañuelo para limpiar la mano que acababa de sujetar a la niña. Ella actuó como un elegante príncipe.

Nangong Lian estaba siendo perseguida y al ver un lujoso carruaje, a pesar de que no tenía nada en especial, había dos mujeres conduciéndolo. Solo una dama pondría a las mujeres en una posición importante, ya que un hombre común las despreciaría. Así que solo se apresuró a subir al carruaje a toda prisa. En el interior se topó con los brazos ligeramente fríos y una suave fragancia a flores. Antes de poder reaccionar, aquella persona la empujó sin piedad.

Nangong Lian se sentó y miró al dueño del carruaje. Lo primero que notó fue su mirada, era tan tranquila como el agua en un estanque, sin nada que pueda alterar sus emociones, unos bellos ojos que pertenecían a un joven muchacho. Cuando la pequeña descubrió que aquellos ojos pertenecían a un hombre, incluso si estaba acostumbrada a la mirada incomparable de su hermano, quedó admirada por su apariencia.

Su rostro bajo el velo estaba un poco sonrojado, y al tratar de decir ‘gracias’ el velo que firmemente cubría su rostro la abandonó.

Nangong Lian se puso pálida de inmediato y quiso recuperar su velo rápidamente. Sin embargo, fue tomada por el joven frente a ella. La pequeña se mordió los labios y miró al joven atentamente. El ‘joven’ con el velo en su mano la miró sin desprecio, disgusto o miedo. ‘Él’ estaba muy tranquilo, pero Nangong Lian quería llorar. ‘Él’ era el primer hombre que vio su rostro, pero no gritó y tampoco le disgustó. Solo no sabía por qué se sentía agraviada y tenía ganas de llorar. Ella no había llorado durante años, pero ahora, iba a derramar sus lágrimas frente a un extraño.

Ante la mirada de la niña, Shang Wu Xin estaba interesado en ella. Está pequeña tenía unos ojos hermosos sin ostentación como una niña normal. Además, Shang Wu Xin se sintió bien para ser este su primer encuentro, por lo que no la mató a pesar de haberse metido en su carruaje.

Ahora, Shang Wu Xin sabía la razón por la cual está chica llevaba un velo encima, era diferente a la cicatriz de Wu Wei. Su mejilla izquierda tenía marcada la palabra ‘BITCH’. Aunque llevaba mucho tiempo ahí, aún existía en su rostro una cicatriz de color rojo claro, algo que hacía que su encantador rostro original fuera horrible. Fue un accidente que Shang Wu Xin viera a la niña llorando frente a ella, ya que parecía ser una persona fuerte. ¿Cómo podía alguien así llorar fácilmente? Shang Wu Xin dudo si debería o no matarla.

Ella se sintió impaciente y quiso deshacerse de la niña, pero está se limpió las lágrimas y con una sonrisa dijo: —Eres la primera persona a la que no le desagrada la cicatriz en mí cara. Todas los demás me despreciaban cuando me ven.

Shang Wu Xin no le respondió, en su mente, todos amaban la belleza. Pero si alguien se preocupaba demasiado por su apariencia, al final siempre acabaría cansado.

Shang Wu Xin le pasó el velo a la niña, pero no sé apresuró a tomarlo, solo miro con curiosidad y le preguntó: — ¿Eres un civil del Estado Shang?

Nangong Lian pensó que un joven tan hermoso como él debería ser de un lugar muy famoso. ¿Cómo pudo ella no haber escuchado de él?

De repente, el carruaje se detuvo y se escuchó a Wu Wei gritar de manera asesina: — ¿Quién se atreve a detenernos?

Wu Ju estaba a punto de pelear ya que si estás personas molestaban al Príncipe Heredero, él podría enojarse mucho.

—Vimos a una chica con velo entrar en el carruaje hace un momento. ¡Entréguenla rápidamente! —Se escuchó en el exterior. Tanto Wu Wei como Wu Ju notaron que aquellas personas eran buenas en artes marciales.

Nangong Lian se quedó rígida mirando a Shang Wu Xin, preguntándose si la entregaría o no. Después de todo, está era la primera vez que se encontraban. Así que, si la entregaba, ella no tendría resentimientos hacia él.

— ¡Cómo te atreves! —Wu Ju sacó su espada y Wu Wei se detuvo en la puerta del carruaje para mantener alejados a los demás.

—Cómo no nos entreguen a la chica, no nos culpen por tomar tales acciones. —Si no fuera por el Estado Shang, ellos ya les hubiesen atacado. Aunque el carruaje era lujoso, supusieron que se debía a por qué el dueño era un comerciante adinerado, por lo que estaban listos para luchar sin dudarlo.

Justo cuando estaban listos para atacar, surgió una voz helada proveniente del interior del carruaje que hizo a todos los presentes quedarse congelados. — ¿Tomar acciones? A este Príncipe le gustaría ver a aquellos bastardos que se atrevieron a ser groseros con él.

De entre todos, solo una voz se escuchó y está provenía del interior del carruaje. La voz pertenecía a Nangong Lian. — ¿¡Eres Shang Wu Xin, el Príncipe Heredero del Estado Shang!?

Nangong Lian había escuchado del joven que era tímido y delgado, y que después se convirtió en una persona talentosa y magnífica. La gente lo amaba mucho y ella sentía curiosidad por ese tal Shang Wu Xin, pero no esperaba verlo hoy y menos así. Además, él estaba emparejado con la palabra belleza.

Cuando se enteraron de que era el Príncipe Heredero, quién se encontraba dentro del carruaje, supieron de inmediato que tenían que regresar con las manos vacías.

Inclinándose ante el carruaje exclamaron: —Excelencia, nos iremos enseguida. —Antes no tenían miedo al Príncipe Heredero, pero ahora, luego de haber escuchado sus actos, su única opción era retirarse.

— ¿Irse? ¿A dónde? —Shang Wu Xin acarició su manga. —Creo que será mejor que se queden.

Tomando una taza con hojas de té, la arrojó del carruaje hacía un hombre y este fue asesinado por Wu Wei atravesando su garganta con su espada. Wu Ju se movió hacía las personas que intentaban escapar y las asesinó.

Sin haber más enemigos, Wu Wei y Wu Ju sacaron unos pañuelos para limpiar sus armas y sus ropas, finalmente se subieron al carruaje para dirigirse a la mansión del Príncipe Heredero.

Shang Wu Xin levantó la cortina y vio los cadáveres esparcidos por el lugar. Aunque había un mal olor, Shang Wu Xin ordenó con una fría voz: —Díganle a Bai Shaolin que se encargue de esto. —De todos modos, era el deber de los subordinados lidiar con el desastre.

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