Príncipe Cautivador – Capítulo 54: Leng Tian Tian se dio cuenta de algo

Traducido por Akatsuki

Editado por Sakuya


— ¡Hermano Huan! —Huan Mo Che, que bajó del carruaje conteniendo el dolor en su corazón, fue a descansar al restaurante Zuiche, el cual era de su propiedad. Aunque parecía ser un hombre desfavorecido, en realidad no lo era. ¿Pero por qué Su Majestad lo puso en una posición tan importante? ¿Y por qué los ministros lo apoyaban? Por ejemplo, entre los ministros que apoyaron al Príncipe Heredero, algunos de ellos se dirigieron a Huan Mo Che.

Al escuchar esa voz, Huan Mo Che hizo un gesto de disgusto. La voz pertenecía a Leng Tian Tian que se acercaba a él.

—Soy el único hijo de mi padre. Señorita Leng, por favor recuerde como me llama. —Su respuesta fue tranquila, pero sonó muy fría.

En el banquete, cuando Huan Mo Che se hizo cargo de Leng Yu Feng para salir del palacio junto con el Príncipe Heredero. Parecía que él se preocupaba mucho por su primo, aunque parecía amable, él nunca se preocupó por alguien más. Además, durante el banquete descubrió que él miraba con frecuencia al Príncipe Heredero.

Leng Tian Tian nunca antes vio una mirada similar en los ojos de Huan Mo Che. Era demasiado entusiasta y loco. Solo entonces se dio cuenta que Mo Che trataba a su primo como un amigo cercano, pero al Príncipe Heredero lo trataba de manera diferente. Cuando salió tras ellos, vio a Mo Che salir de manera apresurada del interior del carruaje. Su mirada era extraña pero no parecía estar molesto, ella se apresuró a ir tras él pensando en cómo debería llamarlo. Inesperadamente, cuando ella lo llamó, él mostró una mirada de disgusto.

— ¡Señor Huan! —Gritó Leng Tian Tian enojada.

Habían pasado años desde que ella se enamoró de él. ¿Cómo podría dejar que él se enamore de un hombre? Durante todos esos años, él nunca se había acercado a una chica. Ni siquiera tocó a una de sus sirvientas. Realmente, ¿a él podría gustarle los hombres? ¿Y si fuera verdad? ¿Cómo podría ella realizar su sueño?

Sin darse la vuelta, Huan Mo Che dijo: —Se está haciendo tarde, será mejor que vuelvas a casa.

Tan rápido como veía al dueño de la túnica azul perderse de vista. Leng Tian Tian preguntó ocultando su molestia: —Señor Huan, ¿te gusta alguien?

Fue la primera vez que hacía esa pregunta frente al hombre que ella amaba. No solo se sintió asustada, sino que también se volvió tímida, esto hizo que su hermoso rostro brillará.

Huan Mo Che trato de responder, pero la figura de un ‘joven’ con la mirada fría y un olor agradable, apareció en su mente. —Claro que sí. Ese es mi amor.

No sabía si estaba respondiendo a la pregunta de Tian Tian o así mismo. Él amaba tanto a ese ‘joven’ que llegó a creer que las intrigas no eran buenas en este mundo, pero el amor inalcanzable sí.

Leng Tian Tian se detuvo. Ella quería estirar su mano y abrazar a aquel hombre frío pero gentil. Sin embargo, antes de que pudiera hacerlo, aquel hombre desapareció con la luz de la luna, dejándola sola pensando en la respuesta que recibió.

Estando de pie ahí mucho tiempo, Leng Tian Tian ya no parecía estar triste, lo contrario, parecía estar enojada. ¿Cómo podría un hombre estar con su amado? Incluso si tuviesen sentimientos por el otro, ¿y qué? ¿Cómo podrían los demás aceptar tal acto? Ella tenía que atrapar a Huan Mo Che.

— ¡Prima! —Leng Zi Shi corrió hacía ella preocupado —Prima, ¿a dónde fuiste? Te estuve buscando. ¿Por qué no volvemos a casa? No deberíamos llegar demasiado tarde.

Mientras trataba de llevarla a casa, Leng Zi Shi vio lágrimas caer del rostro de Leng Tian Tian. Y se apresuró a preguntar: —Prima, ¿te sucedió algo malo? ¿Alguien te molesto? Dime, yo te defenderé. —Mientras hablaba, él se subía las mangas como si fuera a pelear contra alguien.

—No. —Leng Tian Tian lo detuvo y luego comenzó a murmurar para finalmente decir —Estoy molesta por mí primo y el Señor Huan. Sabes… El Príncipe Heredero parece ser gay. Me pregunto cómo mi primo y el Señor Huan se llevan bien con él.

—Primo, ¿no confías en mí? —Preguntó Tian Tian con lágrimas en los ojos. —Siempre fuiste la persona más cercana a mí. Cuando llegué a tu casa, no podía depender de nadie más que de ti. Siempre fuiste amable conmigo. Pensé que siempre confiaríamos el uno con el otro. Pero tú… —Mientras hablaba, se secó las lágrimas.

— ¿Qué? —Preguntó Leng Zi Shi incrédulo. ¿Cómo podría una persona como el Príncipe Heredero ser gay? ‘Él’ es tan hermoso que puede compararse con una flor de loto. Él podría ser el hombre más puro del mundo. ¿Cómo podría esa persona ser gay? Leng Zi Shi no quería creer en sus palabras.

— ¿Crees que te estoy mintiendo? —Dijo Leng Tian Tian dejando caer lágrimas de tristeza. —Después de la muerte de mis padres, vine a tu casa. Fuiste la primera persona que me trató bien. Pensé que confiaríamos entre nosotros…

—Prima, ya no llores. —Dijo Leng Zi Shi levantando sus manos para limpiarle las lágrimas en su rostro. Luego de calmarla le dijo: —Te creo. Prima, ¿te gusta el hermano Huan? —Preguntó Leng Zi Shi cuidadosamente.

—A mí… —Murmuró Leng Tian Tian. No esperaba una pregunta así. Ella estaba tan avergonzada que no sabía cómo responder.

—Prima, eres la mejor pareja para el Hermano Huan. Yo te ayudaré. —Dijo Leng Zi Shi con una voz inocente.

— ¿En serio? —Dijo Leng Tian Tian con los ojos abiertos.

—Sí, ¿por qué te mentiría? —Respondió Leng Zi Shi quien apretó los puños e inclinó la cabeza. Él se veía tan lindo que Leng Tian Tian no pudo evitar reírse.

♦ ♦ ♦

Con la hierba de color verde a su alrededor, las flores estaban en plena floración. En el norte había un espacio rodeado de arbustos, y barandillas ocultas entre los árboles. Si uno mirase hacia abajo, se encontraría con una ligera corriente de agua pasando cerca de las rocas dirigiéndose a un estanque que se encontraba cerca. En el centro, se encontraba un pequeño estudio, el cual tenía un único acceso por el puente de piedra que atravesaba el medio del estanque.

Este lugar era una villa elegante.

Dentro del estudio, se hallaba un hombre con traje de color púrpura revisando unos documentos sobre su escritorio.

— ¡Mí señor! —Dijo un subordinado que entró al estudio.

— ¿La encontraste? —Preguntó el hombre de púrpura con un tono frío.

—Sí. Su Alteza se encuentra en la mansión del Príncipe Heredero del imperio Shang. El Príncipe Heredero se la llevó. —Respondió el subordinado.

—Haz los preparativos, nos vamos al imperio Shang. —Dijo el hombre de púrpura mientras salía del estudio.

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