Una generación de militares – Capítulo 21: Ella es mía, parte 1 de 2

Traducido por Ichigo

Editado por Sharon

El cielo nocturno acogió los rayos del sol. Se suponía que este era un momento muy hermoso, sin embargo, el corazón de Gu Yun estaba en una neblina, sin ningún rastro de luz.

Los profundos ojos de Su Ling la miraban como un águila a su presa de caza. Sentía que si ella se movía, él se abalanzaría de inmediato. Gu Yun respiró profundamente en secreto, tratando de controlar sus emociones. En términos de valentía, ¡no perdería ante él!

Inclinando su rostro ligeramente hacia arriba, Gu Yun se encontró con sus ojos fríos, al tiempo que hablaba.

—¡Muévete!

—Ya te he dicho que no deberías salir.

Había una incuestionable tolerancia forzada en su clara voz. Su Ling estaba tratando muy duro de suprimir su ira. Tampoco quería pelear físicamente con ella, pero cada vez que ponía esa indómita expresión arrogante, desafiaba los límites de su paciencia con su temperamento volátil.

Como ahora.

—¡Ya te he dicho que definitivamente saldría esta noche!

La voz de Gu Yu no era menos fría que la suya.

—Es mejor que no te metas en el caso de Lou Xi Yan. Sus problemas no necesitan tu intromisión. Está más allá de tu poder para resolverlos.

Su Ling siempre hablaba como un frío tirano. El tono de su voz hacía que la gente se sintiera infeliz sin importar cómo lo escucharan.

Por supuesto, su “sermón” hizo que el rostro de Gu Yun se oscureciera.

—Su matrimonio es ahora oficial. Lou Xi Yan es mi cuñado. ¡Es un hecho que tengo que ocuparme de sus problemas! Si está o no más allá de mi poder no es asunto tuyo —respondió ella con terquedad.

Entre ellos existían demasiados conflictos. Su Ling sabía que ninguno sería capaz de convencer al otro, y que ser firme haría que ambos sufrieran.

—Como Primer Ministro del país, el cargo de Lou Xi Yan es decisición del emperador. Solo tienes que quedarte en la Mansión del General y dejarlo ir. Todo se resolverá —suspiró él.

¿Todo se resolverá? Los ojos de Gu Yun brillaron. La forma en que habla es muy relajada, ¿podría ser…?

Miró profundamente a los ojos de Su Ling.

—¿Quieres decir que todo en realidad era un plan que Yan Hong Tian y tú elaboraron? —adivinó ella.

Con su inteligencia, Su Ling pensó que ya entendía lo que estaba en juego. No se explayó y respondió suavemente.

—Los asuntos de la corte no son tan simples como crees. De hecho, afecta a todo el mundo. Si actúas precipitadamente, no sólo Lou Xi Yan no se salvaría, sino que tú y tu hermana también estarían implicadas.

¿Así que todo estaba dentro de sus planes? Gu Yun mostró una sonrisa fría. ¿Sólo porque ese Yan Hong Tian es el emperador y todos deben honrarlo, puede usar a otros como peones? Podía arrestarlos en cualquier momento, sin embargo, ¿eligió el momento de su boda? ¿O Lou Xi Yan ya estaba informado y sólo mantuvieron en la sombra a la novia, cuyos sentimientos fueron heridos?

¡Desde el momento en que se presentaron sus respetos, Qing también estuvo implicada! Y sin embargo, sólo le explicaba la situación en general ahora. ¿Por qué no habló antes?

Ese par de ojos de gato mostraban rastros de desdén y rabia, pero ella no dijo nada y permaneció en silencio. Su Ling quería impacientemente traerla a casa, por lo que le agarró de la muñeca.

—Vamos. Deberíamos irnos a casa primero antes de continuar esta conversación.

—Ni hablar —respondió fríamente—. El sol ha salido, necesito ir a la mansión del Primer Ministro.

Le había prometido a Qing que la visitaría ayer. Sin importar si era o no un plan, o una mentira que Su Ling hizo para calmarla, debía ir a buscarla. No podía perderse en este momento. Eso haría que Qing, que había estado preocupada por Lou Xi Yan, se preocupara más.

Si Gu Yun decía que quería acompañar a su hermana, Su Ling no necesitaba negarse. Después de todo, no era que no quisiera explicarse.

Sin embargo, el General no era el tipo de persona que se tomaba el tiempo de hablar con otros, mucho menos para dar información interna. La ira que estuvo reprimiendo en su interior se elevó al instante.

—¡No se te permite ir! ¡Sígueme! —rugió, y agarró la muñeca de Gu Yun con más fuerza para arrastrarla hasta la casa.

Naturalmente, ella se negó a ceder y alcanzó la espada con su mano libre. El General estaba bien preparado, y rápido presionó sus puntos de acupuntura. La muchacha sintió que todo su cuerpo se entumecía y no podía moverse.

¡Mala persona!

Se había olvidado de este truco. Su cuerpo no se podía mover ni hablar, así que sólo podía usar sus viciosos ojos, mirando a Su Ling. Quién iba a saber que no se vería afectado de ninguna manera. en su lugar, el humor del General mejoró.

Su Ling sonrió y tiró de su brazo para que rodee su cuello, levantándola ligeramente. Viendo la mirada orgullosa en su rostro, ella estaba de verdad molesta.

—¡Su Ling, eres una mala persona! ¡Déjame ir!

El agudo llanto de la mujer al amanecer fue particularmente fuerte. Al mismo tiempo, Gan Jing sintió que la rama del árbol se balanceaba, y la figura negra que estaba a su lado salió corriendo.

—¡Señor! —susurró sorprendido.

Estiró su brazo, queriendo detener a Ao Tian. Desafortunadamente, no pudo ni siquiera agarrar su ropa. La figura negra había volado hacia las dos personas.

Con Gu Yun en su espalda, Su Ling se dio la vuelta para regresar, cuando de repente, sus bien entrenados sentidos sintieron que el peligro se acercaba. Sujetó a Gu Yun con más fuerza y rápidamente se hizo a un lado. Cuando se dio la vuelta, vio una figura parada en silencio donde se encontraba.

El hombre frente a él era alto pero delgado. Sin embargo, Su Ling no se atrevió a subestimar a su oponente. A su lado, un aura fría era emitida por su cuerpo. Bajo la luz, su cabello y ojos plateados brillaban. Su rostro blanco que unía sus ojos fríos podía dar una sensación escalofriante, y sus manos se movían muy rápido y sin hacer ruido.

¡Es él! ¿Fue el cazarrecompensas que salvó a Qing Mo en la Mansión?, especuló Su Ling, pensando en qué motivos le traerían a las montañas de repente.

¿Ao Tian? Gu Yun también lo había reconocido, pero no le extrañó su presencia. Lo que dudaba era por qué apareció de repente.

—Déjala ir —dijo su voz profunda con frialdad, y Su Ling y Gu Yun se sorprendieron.

¿Vino por Qing Mo? ¿Vino para ayudarla?

Los dos corazones tenían sus propios pensamientos. Gu Yun aún no tenía clara la situación y temporalmente eligió permanecer en silencio. Después de que Su Ling supo que su objetivo era Gu Yun, la bajó suavemente y golpeó sus puntos de acupuntura, colocándola detrás suyo para protegerla.

Gu Yun finalmente pudo moverse, pero sus miembros aún estaban muy rígidos. Retrocedió unos pocos pasos, usando a Bing Lian como su apoyo. Lo que no sabía era que los dos hombres afilaban sus cuchillos por ella.

Los ojos de halcón se encontraron con los de un lobo. Ambos eran igualmente fríos. Esos dos hombres no dijeron nada más. Con las armas, sus manos inquietas querían moverse. La mano de Su Ling llevaba a Chie Xue mientras que Ao Tian tenía la espada flexible negra de Chi Ling. Ninguno de ellos se movía, pero el aura fría que emitían había llegado hasta el árbol sobre el que estaba Gan Jing, quien sintió cómo su corazón se aceleraba.

El sol había salido, así que por fin pudo ver con claridad la identidad de la pareja en la pradera. La mujer era la hermana menor de Qing Feng, Qing Mo, mientras que el hombre era el General Su Ling.

¿Por qué los provocaría su siempre excéntrico superior?

Gan Jing estaba desconcertado. Sin embargo, no era el momento de pensar en esta pregunta. Una pelea entre esos dos hombres estaba a punto de estallar.

Si Gan Jing, que se encontraba bastante lejos de allí, podía sentir la extraña atmósfera entre los dos, Gu Yun también la sentía. No quería volver a la Mansión con Su Ling en este momento, pero tenía miedo de que la herida de Ao Tian empeorara. Iba a abrir la boca cuando el General sacó a Chi Xue de su vaina, dirigiéndose hacia el otro hombre.

La muchacha era consciente del poder de Chie Xhue.

—¡Ten cuidado!

Ao Tian entrecerró sus ojos, sus labios formaron una fría sonrisa. Moviendo la flexible espada en su mano, el negro Chi Ling se veía tan delgado como el papel, tan duro como la seda, tan retorcido como una serpiente, siguiendo el movimiento de la mano del hombre, defendiéndose contra Chi Xue. Se pegó a la muñeca de Su Ling, apretando.

¿Qué clase de arma es? ¿Cómo no teme miedo al calor abrasador de Chie Xue?, se sorprendió Su Ling.

Le inyectó más energía interna en Chi Xue y giró rápido la espada. Las llamas saltaron de forma precipitada sobre la espada de Chi Ling. Ao Tian también sintió que el calor viajaba a la palma de su mano, por lo que no tuvo otra alternativa que retirar su arma y dar un paso atrás.

Mientras la espada flexible se soltaba de Su Ling, este aprovechó la oportunidad para sujetar más fuerte a Chie Xue y la sostuvo hacia el pecho de Ao Tian.

El corazón de Gu Yun se apretó. Al ser apuñalado por este tipo de espada, aunque no matara a nadie, la víctima seguiría estando gravemente la herida. Ao Tian saltó hacia atrás pero no tuvo tiempo de esquivar. Vino a por ella, ¡así que no podía dejarle morir por su culpa! Actuó con decisión, sacó a Bing Lian y fue a defenderlo de la espada.

Se escuchó un sonido frágil. Los destellos helados se encontraron con Chi Xue. Ella bloqueó la espada, para Ao Tian.

Con la intromisión de Gu Yun, Ao Tian estaba bien. Sin embargo, Su Ling estaba muy enojado.

¡Ella realmente ayudó a ese hombre a luchar contra mí! ¡Maldita sea! ¿Son amigos? ¡¿O en realidad acordaron encontrarse aquí?!

Viendo el esfuerzo de la mujer y habiendo sacado sus propias conclusiones, no pudo esperar para devorar vivo a Ao Tian. Sus ataques se volvieron más despiadados.

Atacó una vez más. Gu Yun estaba indefensa; quería disuadir a Su Ling. Sin embargo, viendo las llamas de Chi Xue venir, no pudo evitar defenderse. El hielo y el fuego se encontraron. Esta vez, Su Ling usó toda su fuerza. La mujer sintió su enorme poder. Apenas pudo defenderse de él y se arrodilló pesadamente en el suelo. Al escuchar su gemido apagado y doloroso, los ojos del General parpadearon. Retomó la espada, mirando frío a la mujer sobreexigida. ¿Cuál era su relación con este hombre de pelo plateado que hizo que luchara con él?

Ao Tian sostuvo el hombro de Gu Yun y la ayudó a levantarse del suelo abrazándola. Las profundas y negras pupilas exploraron su cuerpo. Al ver que no estaba herida, su ansiedad disminuyó ligeramente. Nunca tuvo este tipo de sensación en la que su corazón se apretó hasta que era incapaz de respirar. Sin embargo, cuando la vio usando su cuerpo para defenderse de él, finalmente supo lo que era el dolor de corazón y lo que era sentirse nervioso.

La mano que sostenía la espada aún temblaba. Hasta ahora, Gu Yun aún no entendía por qué había tanto odio entre Su Ling y Ao Tian, al punto en que el General quisiera su vida.

—¡Rápido, vete! ¡Su Chi Xue es realmente poderoso! —le dijo ansiosamente Gu Yun.

La diferencia de fuerza entre las mujeres y hombres todavía era muy obvia. Aunque tenía un arma, definitivamente no podía luchar contra un ataque de un Su Ling enojado.

Soltando ligeramente su agarre de su cintura, Ao Tian, por supuesto, no se fue.

—Quédate aquí y no te muevas —susurró en su oído.

Después de terminar de hablar, Ao Tian se fue a luchar sin miedo.

¡Ao Tian!

Al ver la figura negra de Ao Tian cargando hacia Su Ling, el corazón de Gu Yun saltó repentinamente a su garganta. Su Ling, como una persona a la que le gustaba luchar, se adelantó cuando Ao Tian se detuvo a tres metros de él. En un instante, fue capaz de esquivar el ataque de la espada. De repente, su cuerpo se convirtió en dos, luego se convirtieron en cuatro… Pronto, Su Ling fue rodeado por un grupo de personas. Todos ellos tenían ropas oscuras, pelo plateado y una espada flexible oscura en la mano. Sin embargo, sus rostros no estaban claros. No se sabía cuál era Ao Tian y cuál era una ilusión.

¡Qué técnica tan fantasmal! ¿Cómo lo hizo?

La técnica era tan extraordinaria que hizo que Gu Yun abriera los ojos y a boca. Incluso Su Ling se quedó estupefacta por la escena. Como si en ese momento estuviera rodeado por decenas de personas. Sabía que la mayoría eran ilusiones, pero no podía identificar cuál era Ao Tian, así que no sabía dónde defenderse.

Ao Tian aprovechó la oportunidad de pasar a través de la defensa del sable largo y golpeó el pecho de Su Ling.

El General, que había estado caminando al borde de la muerte varias veces, sintió la amenaza. Se dio la vuelta para enfrentarse a Ao Tian, y en poco tiempo, solo pudo usar su espada como escudo mientras era rechazado por su fuerza.

En el momento en que Su Ling fue enviado hacia atrás, Gu Yun escuchó el susurró de Ao Tian a su lado.

—¡Vamos!

Gu Yun solo sintió que le tocaba la cintura, pero todo su cuerpo había sido rodeado por el abrazo de Ao Tian mientras corría hacia el bosque.

Viendo a las dos figuras alejándose, ¿cómo podía Su Ling dejar el asunto en suspenso? Él los persiguió de forma urgente. Al entrar en el bosque, la iluminación era muy pobre; casi los pierde de vista varias veces. Por fortuna, Ao Tian llevaba a Gu Yun, así que su velocidad no era tan rápida como podía. Justo cuando casi los alcanzó, dos destellos asesinos cargaron hacia él. Tuvo que saltar para esquivar, y el ataque golpeó fuerte la hierba. Su Ling miró hacia abajo para ver mejor. Eran dos dagas voladoras. ¿Quiénes eran? ¿Cuánta gente estaba realmente escondida en esta área?

Después de ser retrasado por un momento por la daga voladora, Su Lingo miró una vez más hacia arriba. Las sombras de Ao Tian y Gu Yun aún estaban entre los bosques.

¡Maldita sea! ¡Los dejó escapar!

—Qing Mo…

Gan Jing se paró ansiosamente en la rama del árbol, escondido bajo el dosel. Estaba conteniendo la respiración, temiendo hacer un ruido. Podía sentir la vibración del rugido del hombre furioso que estaba debajo suyo.

¡Señor, ah! ¡Realmente no quería provocar a Su Ling ah, de verdad!

El paso de Ao Tian fue muy rápido. Si este era el llamado qinggong, Gu Yun sólo podía maravillarse. A pesar de estar sujetándola, podía moverse muy rápido. Sintió que la vegetación se movía hacia atrás. ¡Era tan rápido que la mareaba! Corriendo durante unos quince minutos, este tipo de movimiento hizo que se sintiera muy incómoda.

—Bájame —le dijo, agarrándose a la ropa de Ao Tian.

El hombre se detuvo frente a un gran árbol, bajándola suavemente. No dijo nada.

Después de que sus pies tocaron el suelo, Gu Yun se sintió mucho mejor. Apoyándose en el tronco, miró la fría espalda de Ao Tian. Sintió que algo estaba mal. Recordó el último ataque con la espada: aunque estaba lejos, pudo sentir su calor abrasador. Aunque lo vio esquivar el ataque, su corazón estaba inquieto.

—Déjame ver tu mano.

—Es sólo una pequeña herida —la rechazó con voz fría, y se negó firmemente a dar vuelta su cuerpo. Parecía que no quería mirarla.

Impaciente, Gu Yun le tomó la mano y tiró. El pálido rostro de Ao Tian no mostraba ningún rastro de dolor. Sin embargo, la delgada capa de sudor mostraba la verdad.

¡Está lastimado y aun así quería luchar!

—No te muevas —dijo Gu Yun.

El calor en su mano dejó a Ao Tian estupefacto. Aprovechando su momento de aturdimiento, Gu Yun sacó suavemente sus mangas, revisando sus heridas.

Su brazo musculoso era obviamente fuerte y más grueso de lo que imaginaba. Había una cicatriz de 20 cm que no era muy profunda. Parecía como si estuviera herida por los efectos del aura de la espada. Lo realmente malo fue que a ambos lados de la herida, había grandes ampollas sangrantes debido al calor abrasador de Chi Xue. Las quemaduras habían empeorado la herida, cuya superficie era grande. Este tipo de lastimadura era realmente dolorosa y podría infectarse fácilmente.

—Tu herida es realmente seria. Tienes que ir a ver al doctor —dijo Gu Yun.

—No es necesario —respondió Ao Tian descuidadamente.

Sacó una pequeña botella de porcelana de su cintura, abrió el frasco a mordiscos y se metió dos pastillas en la boca. Luego, lo volvió a colgar en su cintura, como lo había hecho innumerables veces.

Gu Yun tuvo un presentimiento. ¡Él nunca manejaría bien su herida y solo dejaría que se mejorara lentamente!

En su mano, no solo había una herida de espada, sino también ampollas. Un manejo descuidado de una herida como esta haría que se infectara fácilmente. Gu Yun no podía soportarlo. Lo agarró para sentarlo bajo el árbol, queriendo vendar la herida un poco, cuando se dio cuenta de que no tenía nada que pudiera ser usado como vendaje. Pensando un poco, se quitó su larga cinta negra que usaba como moño para su cabello. Después de quitarla, su pelo largo cayó, como una suave cascada, hasta la altura de su cintura.

Gu Yun agarró suavemente la mano de Ao Tian y la envolvió con la cinta de seda. No sintió nada, pero Ao Tian se puso tieso. Las largas hebras de pelo eran arrasadas por el viento, cayendo ocasionalmente sobre su hombro. Este tipo de sensación era muy rara. Era un poco de picor, un poco de entumecimiento. La muchacha de cabello negro estaba medio arrodillada frente a él. Ella fruncía el ceño mientras le ayudaba a vendar su herida. Ao Tian extendió lentamente su mano, queriendo ayudarla a desatar sus cejas tejidas.

Cuando terminó de vendar la herida, levantó la vista para advertirle que tuviera cuidado. En ese momento, vio la mano de Ao Tian en el aire, y su par de pupilas oscuras parpadeando. Viéndole perdido en sus pensamientos, le miró con curiosidad.

Al ver sus ojos claros, el corazón de Ao Tian dio un salto, y casi perdió su autocontrol. No sabía qué decir o dónde debería poner su mano, por lo que se levantó de repente y le dio la espalda a Gu Yun sin decir nada. Por supuesto, ella se sorprendió, y no pudo evitar pensar qué le sucedía a ese hombre.

Se fue bastante lejos. Justo cuando pensó que desaparecería, Ao Tian se detuvo. Después de un rato, sin volverse atrás, su fría voz de hielo habló habiendo restaurado su calma.

—No iré a ese árbol chino del parasol temporalmente. Me puedes encontrar en el área a diez millas de la puerta de la ciudad donde no hay nadie.

Entonces, él continuó alejándose, dejándola observar su distante espalda.

Apoyándose en el tronco, Gu Yun frunció el ceño más profundamente. Algo inexplicable creció en su corazón, haciéndola sentir extraña. ¿Era este el tipo de sentimiento que la gente tiene cuando le debe a alguien? Era muy terrible; no le gustaba. Ao Tian era una persona muy fría, ¿no es así? ¿Por qué la ayudaba repetidamente? Estaba perdida.

Después de pensarlo un rato, ella, que tenía un coeficiente intelectual muy bajo, por supuesto, no pudo encontrar una respuesta. Nunca lo sabría porque no era una persona que le dijera a otros sus pensamientos o su paradero. Por supuesto, no esperaría que después de que él lo tomara así, la furia de Su Ling fuera suficiente para quemar toda la Mansión del General.

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