Beatrice – Capítulo 13: Segundo encuentro

Traducido por Den

Editado por Sakuya


Chloe se arremangó los pantalones todo lo alto posible y a través de la apertura de su pretina[1] desatada, se llenó los pantalones con las flores cosechadas.

Comenzó a descender la montaña. Con los muslos de sus pantalones completamente llenos, parecía y caminaba como un payaso. Las hojas picaban contra su piel desnuda.

Ugh, debería apresurarme y preguntarle al mozo si tiene alguna bolsa. A pesar de la incomodidad de tener los pantalones llenos de flores de ancla, pensar en el semental negro encerrado en su jaula y sangrando, la siguió motivando.

En el horizonte, vio al mozo descansando debajo un árbol. Andó como pato hacia él.

Esa niña debe estar obsesionada con la montaña. Siempre se pasa una eternidad ahí.

—¿Um, tienes alguna bolsa para guardar cosas?

El mozo, que estaba disfrutando de la brisa fresca de la montaña con los ojos cerrados, se sorprendió por la repentina voz.

Sorprendido de que hubiera regresado tan temprano, la observó. La ropa y la cara de la chica estaban cubiertas de hojas y tierra, y sus pantalones…

—¿Estás loca?

Sus pantalones, enrollados por encima de sus rodillas, estaban rellenos en la zona de la cadera y muslos, haciéndola parecer que llevaba pañales. Sus pantorrillas expuestas, aunque pálidas y bien proporcionadas, tenían rasguños y estaban sucias.

Realmente es una idiota, ¿no es así? 

Se rascó la cabeza y, luciendo impotente, estaba confirmando sus sospechas anteriores sobre ella.

—No tengo bolsas —Respondió firmemente.

Chloe se desesperó ante la idea de llegar a los establos en tal estado.

—Siéntate lo más lejos posible de mí —Le advirtió una vez más, montando al caballo.

Durante todo el camino de regreso a los establos, Chloe estuvo tensa con preocupaciones silenciosas sobre el semental negro. ¿Y si ya está muerto? 

El mozo cabalgó a toda velocidad, queriendo deshacerse de ella lo antes posible.

Llegaron a los establos antes de lo esperado y se encontró con otro problema.

—Un esclavo no puede entrar en los establos sin permiso —El guardia de la entrada la detuvo al ver su desagradable apariencia. Su mirada escrutadora, juzgándola de pies a cabeza, la hizo encogerse.

—Puede que no lo creas, pero esta chica está cumpliendo las órdenes del Dr. Nanapa, el subdirector de la enfermería. Soy Trigger, el mozo de cuadra del Gran Maestro. Me han asignado temporalmente a la enfermería, pero Lord Peter, el director de los establos, me conoce —respondió el mozo, entendiendo las preocupaciones del guardia.

Chloe lo miró como si fuera su salvador. Su ayuda en esta urgente situación estaba en marcado contraste a su mal trato hasta ahora.

El guardia los miró con desconfianza y les dijo que esperaran en la puerta mientras confirmaba los detalles. Regresó un momento después y la condujo con cautela hasta el cercado de Howl.

—¿Por qué andas por ahí luciendo así?

—Es una larga historia…

El guardia se burló despectivamente. El exótico cabello negro de la esclava era corto y despeinado, y estaba vestida con ropa de hombre. Su cara estaba roja por las quemaduras del sol y sus pantalones mugrientos estaban rellenos de algo de forma estrafalaria.

Se moría por esconderse en algún lugar.

—El caballo ya no puede levantarse, por lo que no debería ser peligroso.

Afortunadamente, el semental todavía estaba vivo. Su respiración era extremadamente pesada. Chloe estaba orgullosa de él. Estaba claro que, a pesar de que le daba vueltas la cabeza y le sangraba la nariz, se había negado a darse por vencido y seguía tratando de ponerse de pie.

Eso es, es mucho mejor vivir que morir. ¡Aguanta un poco más! 

Olvidándose del guardia que estaba a su lado, comenzó a sacar las flores de sus pantalones.

—¿Eh? —El guardia sacudió la cabeza con incredulidad. Sin inmutarse, Chloe acercó las hierbas a la boca del caballo.

—Espera, ¿es realmente cierto que el Dr. Nanapa te ordenó hacer esto? —El guardia la detuvo de repente. A pesar de que el animal debía morir, todavía pertenecía al Gran Maestro Adjunto. También era el favorito para cabalgar del Gran Maestro.

Ya que el hombre era el responsable de cuidar del caballo, no podía simplemente permitir que una pequeña esclava extraña lo alimentara con hierbas sospechosas que había transportado en sus pantalones.

—Esto es demasiado extraño. Espera aquí —La arrastró hasta un cercado vacío y la encerró, saliendo para encontrar a Jorge.

Si este caballo muere antes de que puedan ejecutarlo, me matarán en su lugar. Pensó el guardia.

Chloe estaba perdida. Aunque estaba enfadada con él, por encontrarla tan sospechosa, se dio cuenta de que simplemente estaba haciendo su trabajo, por lo que su agitación se apagó lentamente. Incluso se sintió mal por cualquier problema en el que lo pudiera estar metiendo.

Espero que el caballo esté lo suficientemente bien. 

Encerrada en un cercado adyacente al de Howl, lo examinó de cerca.

El semental se estaba acercando claramente a su fin: le costaba mantener los ojos abiertos.

No podía simplemente quedarse de brazos cruzados y verlo morir.

Enrolló algunas hojas de las flores de ancla en pequeños bultos y comenzó a lanzarlas hacia su boca. Howl no reaccionó.

—Cariño, por favor prueba un mordisco…

De repente, el caballo comenzó a moverse, jadeando fuertemente e intentando mover las patas.

¿Qué le está pasando? 

Escuchó voces afuera.

—Esta es la chica. La he encerrado aquí por un momento. Le está dando a Howl un pasto extraño —Miró en dirección al ruido. Fuera, el guardia y un aristócrata observaban a Howl con atención.

¡De ninguna manera…! 

Han pasado varios meses y ya no estaba en su armadura, pero estaba segura.

Es él. 

Reconoció inmediatamente al Gran Maestro, el hombre que había ordenado su muerte. Su corazón se hundió en un abismo. Inclinó la cabeza rápida e instintivamente. Sus extremidades comenzaron a temblar.

A pesar de que vestía de forma diferente que antes, podía decir que era el mismo hombre. Era extremadamente intimidante y lleno de autoridad, con un cuerpo firme e imponente. Tal como el día que la capturó, naturalmente creaba una atmósfera hostil a su alrededor, incluso sin la ayuda de armas. El aire parecía congelarse cerca suyo.

No había pensado que volvería a cruzarse con él.

No me debe notar. 

Echándole un vistazo rápido, vio que estaba mirando a Howl con los brazos cruzados. A pesar de lo que tenía que decir el guardia, el hombre parecía completamente desinteresado en ella.

Aunque estaba vestido en un atuendo sencillo color marrón y negro, el archiduque parecía glamuroso y elegante. Pensó que era gracias a su hermoso rostro. Era un hombre tan guapo… Se vería espléndido con cualquier ropa.

Nada sobre su apariencia era feo. Su rostro cincelado estaba en gran armonía con su enorme constitución.

Cuando olvidó su situación por un momento y apreció la belleza del archiduque, regresó a la realidad ante la voz del guardia.

—Confiesa tus planes de una vez, esclava —Se acercó a ella y la miró intimidante.

—Yo… quería curar al caballo dándole un antídoto.

Alexandro la miró de forma absorta, pareciendo completamente libre de emociones. Cuando se encontró brevemente con su mirada, no pudo leer ningún pensamiento al respecto. Parecía como si estuviera mirando un objeto, como el suelo o una llama. Bajó rápidamente la mirada.

—¿Curar al caballo? ¿Qué sabría sobre caballos una esclava como tú? —Se burló el guardia.

—Yo… —Vaciló.

No me recuerda. 

Aunque no estaba segura de si era seguro mencionar a Jorge en este punto, parecía que le cortarían la garganta de inmediato si no se defendía. Sabía qué clase de hombre era el archiduque, recordaba claramente a quién había matado y cómo lo había hecho.

Tragó saliva y respondió—: Estoy estudiando medicina con el Dr. Jorge Nanapa. Me enteré que este caballo había pastado una hierba venenosa en Nalusuwan y solo estoy tratando de curarlo dándole de comer el antídoto.

El guardia la menospreció tan pronto como terminó.

—¡Ja! ¿Estudiando medicina? Eres una pequeña loca…

Justo en ese momento, el archiduque finalmente habló.

—Tú.

Su rostro todavía era inexpresivo, pero su mirada estaba fija justamente en ella. Su rostro hermoso era ferozmente memorable.

Chloe lo miró a los ojos distraída, pero rápidamente agachó la cabeza nuevamente cuando su mirada se encontró con la suya. No quería hacer contacto visual con él ni llamar su atención de ninguna manera.

—¿Puedes curarlo? —Inquirió en voz baja y peligrosa.

—Sí, señor, puedo, de acuerdo a mi conocimiento —Respondió con una voz baja pero clara, con la cabeza todavía baja. Incapaz de ver su rostro, no podía saber qué pensaba de su respuesta. Permaneció en silencio.

—¡Esta muchacha parece estar loca, señor! Puedo… —El guardia habló sin pensar y de forma peligrosa, nervioso. Sin embargo, se encontró con una respuesta inesperada.

—Si el caballo muere, tú también morirás —Le dijo el archiduque, interrumpiendo los comentarios del guardia. Chloe sintió como si le hubiera caído un rayo. Si bien, finalmente le dieron la oportunidad de tratar al animal, pero si fallaba, moriría con él.

El archiduque habló de su muerte con la frivolidad de una persona que discute del tiempo. Pero Chloe entendió inmediatamente que su existencia para él no era tan diferente a la de un objeto.

Recordó su voz, ordenando a los caballeros que la mataran y exhibieran su cabeza en la puerta del palacio.

Para él, este caballo es mucho más valioso que yo. 

—Haré todo lo que pueda.

Después de todo, había ganado la oportunidad de tratar al semental. Y ahora que las cosas habían llegado hasta aquí, tenía que salvarse, salvando su vida.

—Libérala.

El guardia se dirigió hacia su cercado y lo abrió a la orden del archiduque.

La dejó entrar al cercado de Howl.

Se acercó a él, manteniendo la cabeza agachada. Recogió las hojas esparcidas en el suelo y se las ofreció al animal. No reaccionó. Aparte de jadear y sacudir las patas ante la emoción de ver al archiduque, no parecía interesado en las hierbas.

¿Qué debería hacer…? 

Desconcertada, acarició suavemente la cabeza del caballo para calmarlo y aplastó las hojas en sus manos para exprimir su jugo, el cual acercó a la nariz del animal. Esperaba que el aroma fresco de la hierba lo atrajera.

—¡Ah! —sorprendida por la respiración dificultosa de Howl en su mano, la retiró por reflejo. Pero un momento después, reuniendo todo su coraje, le ofreció las hojas aplastadas una vez más.

La lucha del animal disminuyó lentamente.

Con sus ojos ahora enfocados en Chloe, comenzó a dilatar sus fosas nasales, oliendo lo que le ofrecía como si lo evaluara. El aroma finalmente lo tentó.

Animándolo por dentro, Chloe se lo acercó con cuidado a la boca.

—¡Oh! —Sus dientes rozaron sus dedos. Howl comenzó a comer las hierbas.

Nunca se había relacionado con un caballo de esta manera. A pesar de que antes había montado y acariciado caballos, su primer encuentro cercano la asombró. Recogió más hojas del suelo y se las dio de comer. Siguió recibiéndolas con entusiasmo.

Alexandro no estaba feliz con la escena que se desarrollaba frente a él. La esclava estaba temblando visiblemente y su manejo con el caballo era torpe en el mejor de los casos.

Pero si solo ella puede salvar a Howl… 

El archiduque era una persona razonable. El animal se estaba muriendo, y la esclava afirmó que podía salvarlo. Y si Howl se había envenenado, entonces sería inocente de su crimen, lo que significaba que podría salvarse.

Y perdonarlo era todo lo que quería.

Por eso, el archiduque siguió observando a la esclava en su trabajo. Pero de repente, esta se levantó del suelo y comenzó a hacer algo completamente inesperado.


[1] La pretina es la parte de los pantalones que se ciñe y ajusta a la cintura.

Den
Lol, tod@s sabemos qué es XD Jajaja

10 respuestas a “Beatrice – Capítulo 13: Segundo encuentro”

    1. Muchas gracias por leer ❤️
      Pd: Actualmente hay un evento en nuestra página de Facebook y mi grupo ofrece más capítulos de esta novela si ganamos 👀 Si quieres, échale un vistazo…

  1. Si, de acuerdo
    Qué mujer tan valiente, mira que estar frente a quien tiene en sus manos tu vida y todavía detenerse a admirar su belleza

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