Beatrice – Capítulo 4: Chloe

Traducido por Den

Editado por Sakuya


El aura de Alexandro Graham emanaba inconmensurable intimidación, tanto que la gente común se ensuciaba los pantalones del miedo al solo escuchar su nombre.

Era indiferente a la vida de la gente común. Por lo tanto, no se molestaría en disipar los rumores y salvar su reputación.

Al recordar los complicados asuntos familiares de los que estaba rodeado, Evan sentía pena por él. Era diez años más joven que Evan y, sin embargo, no tenía ningún interés en asuntos mundanos. Veía todo con apatía[1].

—Habrá una fiesta para celebrar nuestra victoria una vez regresemos al Imperio.

No respondió, no estaba ni una pizca interesado en asistir. Evan era una de las pocas personas que podía comprender sus intenciones sin que tuviera que decir algo.

—Existe un rumor extendido que afirma que Su Alteza pronto será coronado como el archiduque.

Tan pronto como esta noticia llegó a sus oídos, Alexandro, que escuchaba en silencio la charla unilateral de Evan, no pudo evitar reír inconscientemente. Era un rumor inusual, aunque teniendo en cuenta la excentricidad de su padre, no era sorprendente en absoluto.

—Con un logro tan grande, el Imperio espera que acepte el puesto —dijo Evan una vez más, claramente sin inmutarse por la indiferencia de su maestro. Alexandro sólo asintió. Después de todo, si se publicara este anuncio, sería imposible rechazar un título más alto que el de su padre.

Duncan Graham era un duque, pero ya no se referían a él como tal. Desde el golpe de estado, las personas comenzaron a dirigirse a él como “Su Alteza”.

A diferencia de su padre, Alexandro era una persona muy reservada y callada que no se mezclaba mucho con la gente. Sus pasatiempos consistían en leer, hacer esgrima y entrenamiento físico. Y, a diferencia de otros, no necesitaba asistir a reuniones sociales para establecer su identidad en la sociedad.

No temía a nadie y no necesitaba considerar el estatus de otras personas antes de rechazarlos. Por lo tanto, era bastante raro verlo en una multitud.

Sin embargo, esta fiesta en particular era bastante especial. El Imperio Nosteros finalmente había conquistado todo el continente. Ahora que el Imperio tenía el control sobre el último reino, Elpasa, finalmente estará en paz.

—Debe asistir esta vez.

Era una fiesta para celebrar la victoria por una guerra que duró una década y finalmente llegó a su fin. Por lo tanto, una gran celebración era apropiada cuando el continente adquirió su paz una vez más…

♦ ♦ ♦

 — ¡Preferiría morir!

Los sollozos resonaron dentro de la pequeña mazmorra donde Beatrice y sus doncellas estaban encerradas. A diferencia de ella, las demás habían vivido de forma ordinaria toda su vida, así que ser degradadas de repente a la esclavitud, era una gran tragedia para ellas, que consideraban que era lo mismo que ser tratadas como ganado.

—Todas… Por favor, no lloren. Sé que en este momento parece que el mundo ha acabado, pero un día estaremos agradecidas de que no nos hayan matado hoy. —Beatrice hacía todo lo posible para consolarlas. Era una escena bastante cómica, una princesa consolando a sus doncellas después de ser esclavizada.

No obstante, Beatrice tenía experiencia. Después de todo, antes de ser de la realeza había vivido la vida de una esclava. Era realmente mejor que perder la vida.

— ¡De ninguna manera! —una de las doncellas gritó en voz alta. — ¡¿Cómo puedo vivir como esclava en Nosteros?! ¡Definitivamente nos tratarán como cerdos!

Era Lucy, una doncella que había estado con ella desde el principio. Estuvo ahí cuando Beatrice fue sacada de la esclavitud y reconocida como una princesa, a pesar de ser una ilegítima.

— ¡Lucy, no deberías desear la muerte, tienes toda tu vida por delante! Estamos vivas en este momento, ¿no es así? Todos en el palacio están muertos. No puedo predecir qué clase de vida nos espera, pero es mejor vivir que morir. ¡Puedes encontrar a tus padres e incluso casarte!

— ¡Solo puede decir eso porque originalmente era una esclava, princesa! —Lumi, otra doncella que estaba llorando en silencio, gritó repentinamente.

— ¡Lumi no seas grosera con la princesa! —gritó Lucy mientras miraba a Lumi. Lumi era una de las damas que despreciaba a Beatrice. Las doncellas del palacio tenían una posición más alta que los plebeyos. Por lo tanto, albergaban una inmensa sensación de desdén hacia Beatrice que era antiguamente una esclava.

Como resultado, todos en el Palacio Real excluyeron a Beatrice.

Ella fue un error. El rey había pasado una noche con una esclava de un país extranjero. La mujer murió más tarde mientras daba a luz a una niña saludable llamada Chloe, que acabó trabajando en una farmacia mientras crecía.

Sin embargo, la bastarda del rey todavía tenía sangre real corriendo por sus venas, y, más tarde, Chloe fue llevada al palacio y declarada como princesa de la realeza. Fue entonces cuando se le otorgó el nombre de noble: Beatrice.

La vida no había favorecido a Beatrice en absoluto… Después de dos años viviendo en el palacio, la golpeó una tragedia de la que deseaba haber escapado. Un día, se despertó y su padre le informó que la había prometido con un leal aliado del reino: el Canciller Gilbert.

Los recuerdos amargos la perseguían, Beatrice sólo podía deshacerse de las lágrimas que amenazaban con derramarse de sus ojos.

Pero el tiempo que pasé como Chloe fue mucho más feliz en comparación con los dos años horribles que pasé como la princesa Beatrice. 

Desconocida para muchos, Chloe no era una persona normal. Cuando era pequeña, se dio cuenta que podía recordar su vida anterior. No eran simples sueños, incluso en la actualidad, podía recordar todo lo de su vida pasada con vívida claridad.

Después de años de reflexión, finalmente admitió que tuvo una vida anterior y se había reencarnado como Chloe. Fue gracias a esa comprensión que sobrevivió a pesar de ser abandonada tan pronto como nació.

Todavía estoy viva. 

Chloe pensó que era extremadamente afortunada cuando se convirtió en una princesa. No obstante, su vida se vino abajo después de la visita de su esposo al palacio. Gilbert era el padrino de Elpasa y un amigo íntimo del rey. Así que cuando pidió la mano de una de las princesas, el rey no pudo negarse.

Soñando con reclamar el trono algún día, Gilbert quería a una de las hijas de cabello rubio y ojos azules, rasgos que eran símbolos de la familia real de Elpasa. Sin embargo, no le entregó una de sus hijas legítimas a Gilbert, un hombre de un estatus significativamente inferior.

Aunque afortunadamente el rey tenía a Beatrice; la única princesa de la realeza con cabello y ojos negros para entregarle como él quería. Por esto, Gilbert estuvo extremadamente decepcionado, pero no pudo rechazar la oferta del rey. Bueno, al menos quedó satisfecho con las noches que había pasado con ella.

En ese momento, Nosteros, el imperio más grande del continente, estaba invadiendo otros países con la intención de conquistar todo el continente. Así, al final, incluso el siempre independiente Elpasa, colapsó debido a la traición.

Cuando Beatrice rememoró esta serie de acontecimientos, no derramó lágrimas. Parecía un sueño, pero, desafortunadamente, era la dura realidad.

Estuve con Gilbert durante dos años… 

Sé calmó ante este pensamiento lúgubre. Su matrimonio no fue nada más que una pesadilla y nunca dejó de hacerla desear la muerte. Pero con su prematuro cautiverio como esclava, de alguna manera había escapado del matrimonio. Y eso le provocaba una sensación de esperanza…

Para ella, lo más importante era el hecho de que estaba viva. No podía renunciar a su vida y deseaba construirla de nuevo. Para salir del montón de basura en que la arrojaron.

—Lumi, Lucy, todas… siempre han sido buenas conmigo. Gracias por ayudarme en el palacio real todos estos años.

Beatrice expresó con tranquilidad su sincera gratitud hacia las doncellas. Simplemente la miraron con ojos llorosos. Para ellas, sus palabras sonaban como sus últimas palabras.

—Como dijo el caballero Evan en la mañana, ahora todas somos esclavas. Por favor, ya no me llamen princesa Beatrice —les dirigió una pequeña sonrisa antes de continuar. —En realidad, creo que soy mejor como esclava que como una princesa. Así que, de ahora en adelante, no me traten con reverencias y solo siéntanse cómodas conmigo.

Algunas doncellas parecieron asustadas por los comentarios impactantes de la princesa, pero la mayoría de ellas decidieron no responderle.

De todas formas, era hora de comenzar a pensar primero en su situación. Elpasa había caído. Gilbert, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas era el único con algún tipo de poder, pero ni siquiera él tenía la fuerza suficiente para devolver el país a su gloria original bajo el mandato de Nosteros.

—Seguro que se están divirtiendo mucho.

Las damas se volvieron hacia la repentina voz masculina. Se les cortó la respiración cuando sus ojos no lograron ocultar el miedo que sentían. Nunca podrían olvidar el rostro del hombre que había matado a la doncella llamada Blair.

Se llamaba Leo.

Su voz resonó en los barrancones silenciosos. Nadie podía responder a sus palabras. Leo era un loco, sus palabras y actos demostraban ese hecho.

— ¡Ah, princesa! Si le gusta el hecho de haber recuperado su condición de esclava, al menos debería tener una ceremonia para celebrarlo —cuando dijo aquello, abrió la mazmorra, para horror de las prisioneras.

Leo agarró con brusquedad a Chloe y la sacó a rastras de la mazmorra. Antes de darse cuenta, todos los demás caballeros la rodearon para ver el espectáculo. ¡¿Qué quería de ella?!

—Debe ser muy divertido poder regresar a la esclavitud. Deberíamos celebrar esto, ¿no es verdad? —la diversión bailaba en sus ojos mientras miraba a la indefensa Chloe.

Como si su trato no fuera suficiente, la agarró del hombro y comenzó a jugar con ella, arrastrando su cuerpo por el suelo mientras los otros caballeros comenzaban a temblar de risa.

— ¡Lord Leo, nunca antes había visto cabello negro! Me pregunto si su cabello también es negro en otros lugares. —Tan pronto como uno hizo ese comentario, los otros comenzaron a animar que le quitaran la ropa.

—Lo sé, también tengo curiosidad —dijo Leo con malicia.

Mientras los otros caballeros estaban de acuerdo, Chloe comenzó a dudar si eran realmente caballeros. Después de todo, eran tan crueles. Avergonzada, no se atrevió a levantar la cabeza. Sabía que querían burlarse de ella, pero tenía el presentimiento de que harían algo mucho más horrible…


[1] Apatía es tener dejadez, falta de interés, vigor o energía.

Den
Y pensar que tuvo que satisfacer al desgraciado de Gilbert y ahora esto...

2 respuestas a “Beatrice – Capítulo 4: Chloe”

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