Crié a un dragón negro – Capítulo 29: Desvergonzado

Traducido por Den

Editado por Hime


—No soy la ladrona del huevo —insistió Noah, apretando los dientes—. Pensé que era un huevo normal y corriente. Estaba abandonado en la esquina del mercado y creí que era un enorme huevo de avestruz. Incluso a mí me sorprendió. Pero cuando me desperté al día siguiente, y estaba a punto de prepararme una tortilla, salió un pequeño dragón. Y al parecer la impronta dio inicio inmediatamente después…

—¿Sabes qué responsabilidades tiene el maestro de un dragón? No creo que sea simplemente una cuestión de compartir maná.

—Lo sé —murmuró, sintiéndose impotente.

Todavía estaba molesta con él por irrumpir repentinamente en su casa y apuntarle con un revólver sin ningún indicio de vacilación o piedad.

Había transmigrado de la nada al cuerpo de Eleonora y se tropezó con el huevo del dragón que Kyle Leonard había estado buscando. Ahora, el caos surgía en su hogar una vez pacífico.

Se miraron fijamente con los ojos entrecerrados y dijeron al mismo tiempo:

—¿Cómo lo sabes? No eres de este mundo.

—¿Lo sabías? Que Mu es un dragón.

Inmediatamente después, desviaron la mirada el uno del otro.

Maldición. ¿Por qué nunca me lo pone fácil? ¿Debería decirle que este es el mundo de un libro que leí y que esa es la razón por la que sé casi todo de la historia original? ¿O que conozco todo sobre él, incluso quién será su futura esposa?… No, no es como si tuviera que divulgarlo todo de una vez. Después de todo, ya no soy una sospechosa. Seamos optimistas, Noah. 

—Han pasado aproximadamente dos años desde que transmigré… Sé todo desde entonces, por supuesto. Pero ¿cuándo supiste que Mu es un dragón? Creo que sabías que la impronta comparte la magia entre el maestro y su mascota… ¿Acaso lo sabías desde el principio y no me dijiste que la impronta me haría sentir mejor?

Kyle miró a Muell, quien estaba sentado junto a ella, pero este desvió la mirada del investigador.

—¿Qué? ¿Vosotros dos…? —Se sorprendió al verlos interactuar de esa manera.

¿Qué está pasando entre ellos? 

—Dijo que me ayudaría a hacer la importa con Noah si no causaba ningún problema —le respondió Mu, haciendo un puchero.

—Pero me habrías matado de actuar de otra forma —le replicó Leonard.

—No quería matarte.

—¿No dijiste con tu propia boca que: “Todo lo que tengo que hacer es no matar”?

El niño de tres años en apariencia y el adulto intercambiaron miradas feroces. Mientras tanto, Noah estaba estupefacta.

—Oh, ¿entonces planeaste recuperar mi vigor para que no hiciera la impronta? —Se enfrentó ella al investigador, con el ceño fruncido.

Kyle tardó en responder.

—De todos modos no te quejaste… Mientras tanto…

—Eso quiere decir que lo sabías.

—Tú también lo sabías.

Su réplica la dejó sin palabras.

—Dijiste que no sabías nada, pero conocías mi nombre, mi rostro, la existencia del dragón y todo sobre la impronta.

¡Porque eres el protagonista masculino de la novela que leí y Mu es la mascota dragón de la heroína! 

Incómoda con la confrontación, Noah intentó cambiar de tema.

—Es suficiente. Entonces ¿qué harás ahora? ¿Atraparme?

—Por ahora… —Su voz se fue apagando—. Voy a tener que cambiar el curso de la investigación. Pero antes de eso, me gustaría comprobar algo.

—¿Qué?

—Perdóname.

De repente, el investigador se acercó a ella. Una mano grande tocó su abdomen y Kyle cerró los ojos como si estuviera sintiendo algo.

—Uh…

Ante el toque de su palma, Noah comenzó a percibir algo similar a cuando el médico la examinó. Sintió el flujo del maná dentro de su cuerpo vívidamente, meciéndose como un mar tormentoso.

Leonard frunció el ceño y abrió los ojos.

—El flujo del maná sigue siendo inestable. Tus latidos son demasiado rápidos. Creo que tienes fiebre.

—Sí… Sí.

—¿Estabas asustada?

¿Eh? 

Miró al hombre frente a ella, sobrecogida por su repentina pregunta.

¿Qué? ¿Tiene algún trastorno de actitud?

Pero se dio cuenta al instante de que no estaba preocupado ni lamentaba haberle apuntado con un arma. En cambio, su interés derivaba de la investigación, como siempre había dicho.

—¿Todavía me estás tratando como una sospechosa? ¿No escuchaste lo que acabo de decir? ¡Te dije que era una oficinista normal y corriente! Vaya, “¿estabas asustada?”, ¿eh? Una persona inocente acusada de robo y amenazada con un revólver… ¿asustada? ¿Todavía no tiene sentido para ti?

—Quiero decir, ¿estabas muerta de miedo?

Se quedó sin palabras. 

¿Alguna vez te has topado con un ser humano tan desvergonzado?


Den
Aiyah~ Yo creo que sí está preocupado por ella, pero bueno xd ¿Ustedes qué creen?

3 respuestas a “Crié a un dragón negro – Capítulo 29: Desvergonzado”

Responder a Marda Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido