Crié a un dragón negro – Capítulo 6: Encuentro desafortunado

Traducido por Den

Editado por Nemoné


—Uhh…

—No, oye, ah… ¿Bebé…?

El niño siguió llorando. Eleonora se quedó en blanco; nunca lo había visto llorar así antes.

¡El niño no parará de llorar!

— ¿Eres quien abandonó al niño?

Sin palabras, Eleonora no pudo comprender ni responder a la pregunta del hombre.

— ¿Por qué lloras? ¿Este hombre te hirió? ¿Hiciste algo mal?

— ¿Disculpa?

Eleonora volvió a la realidad cuando la voz severa del hombre resonó en sus oídos. Sus ojos examinaron al hombre ante ella quien, en un instante, reconoció.

Un hombre alto con cabello negro la miró con sus extraños ojos violetas. Llevaba un uniforme con un broche de oro, usado por los investigadores oficiales de Laurent, en el bolsillo de su pecho.

Pero la bruja no podía importarle menos la apariencia sobresaliente de este hombre. Lo que la molestaba era su carácter formidable.

— ¿Kyle Leonard?

—Es un honor que me recuerde, señorita.

El hombre metió la su mano dentro del uniforme, sacó un pequeño cuaderno y un bolígrafo y habló profesionalmente.

—Todavía no ha respondido a mi pregunta.

— ¿Qué pregunta?

—Pregunté si lo abandonó.

— ¡No! De hecho, estaba intentando devolverlo a su guardián —protestó la bruja. Sin embargo, Leonard parecía dudar de ella.

— ¿Es así? Pero el niño no dijo eso.

— ¿Qué?

El niño, resoplando con su rostro enterrado en el hombro de Leonard, levantó la cabeza. Luego gritó, su voz quebrada por llanto.

— ¡No me eches!

— ¿Eh?

—No voy a beber leche. No voy a ponerme una manta… No te molestaré. ¡No me envíes a ese hombre aterrador!

Hasta ayer, solo habías estado balbuceando, ¿y ahora hablas? Aunque la pronunciación era un poco torpe, era entendible.

Eleonora estaba alarmada por el crecimiento del dragón, que era excepcionalmente rápido, y las consecuencias que podría tener que soportar en el futuro.

— ¿Cuál es la relación de la dama con este niño si no es la de un tutor?

—Ninguna. ¡Lo prometo!

Sin embargo, el hombre simplemente hizo oídos sordos a la súplica de la bruja. Y el pequeño dragón corrió hacia Eleonora, rodeándole el cuello con los brazos.

—Maestra…

Se formó un silencio.

El hombre repitió lo que dijo el niño, frunciendo el ceño ante la bruja.

— ¿Maestra…?

En un instante, la tensión creció palpablemente a medida que aumentaron los conceptos erróneos, empeorando la situación.

Eleonora estaba envuelta en la desesperanza.

— ¿De qué está hablando? No, señor Leonard, este no es mi hijo. Lo vi por primera vez hace seis días, y no importa cuánto trate de enviarlo de regreso a su tutor, siempre regresa…

—Abandono infantil.

— ¿Qué? ¿Yo?

En completa desesperación, la bruja continuó dando excusas. Leonard ahora la miraba como si fuera una escoria, sus ojos llenos de desprecio.

—Además, sospecho de abuso infantil. No fue suficiente que abandonaras a tu hijo, sino que también ordenaste a un niño de tres años que te llamara maestra. Es más que absurdo.

— ¡No le obligué a hacerlo!

El hombre no cedió ni un poco.

—Tan pronto como lo dejaste en la casa del carnicero, el propietario se fue inmediatamente a la capital como si hubiera estado esperando. ¿Es una coincidencia?

—Es porque su tutor está en la capital.

— ¿Tienes alguna prueba?

Eleonora estaba sin palabras. Mientras tanto, Leonard escribió algo en su cuaderno de bolsillo, ignorando completamente las excusas de la bruja.

—Debe escribir una declaración, señorita.

Por el momento, ya estaba llena de pavor, temiendo lo que escribiera en su contra.

—Además, actualmente la dama está en la lista de sospechosos del famoso caso de Laurent: la misteriosa desaparición del huevo de dragón. Por favor, coopere.

¿Qué? Me pregunto cuán peor podría ser esta situación. 

Primero, el bebé dragón del que intenté deshacerme muchas veces ha regresado a mí. Segundo, tengo un investigador de Laurent pisándome los talones y acusándome de robar el huevo del dragón. 

¡Voy a ser acusada de ladrona! 

Kyle Leonard cerró su cuaderno de bolsillo y declaró su veredicto.

—También quiero informarle que la dama ya tiene suficientes antecedentes penales y se emitió de antemano la orden judicial con el permiso del emperador de Laurent.

— ¿Eh?

¡No sólo me he convertido en una ladrona, sino que este hombre ya parece estar convencido de que soy la culpable! 

—Tendré que pedirle que me acompañe, señorita.

— ¡No, no iré!

—Señorita, no quiero utilizar la fuerza para tratar este asunto.

Leonard extendió su brazo hacia la bruja.

Si quiero salvarme, no tengo más remedio que confiar en estos poderes mágicos. 

— ¡Manta!

En un instante, la manta salió volando del salón y se envolvió alrededor del cuerpo del investigador.

¡¿Qué?! 

La bruja se golpeó la cabeza contra su pecho, haciendo que ambos tropezaran. Un gruñido escapó de sus labios.

La manta también había envuelto a Eleonora.

Perpleja por el incidente, se congeló. Luego, se retorció, intentando salir de la manta que los retenía fuertemente. Antes de que se diera cuenta, sintió su cuerpo cayendo.

Estaban cayendo.

Eleonora cerró los ojos, esperando que un dolor agudo le recorriera el cuerpo. Una conmoción cerebral no es exactamente lo que esperaba tener tan temprano en la mañana. 

—…

Se escuchó un ruido sordo. Pero no sintió ningún dolor insoportable.

¿Eh? 

Eleonora abrió los ojos ligeramente para mirar a su alrededor. En cambio, se encontró con el pecho de un hombre.

—…

— ¿Seguirás haciendo esto?

Todo era un completo desastre. Los ojos de la bruja daban vueltas. Movió los dedos, que se movieron como un brote de frijol muerto.

La magia se desvaneció de la manta, pero Eleonora todavía no podía moverse.

Oh, me siento mareada. 

Además, si levanto la cabeza ahora, me encontraré con un par de ojos disparándome dagas.

Con su rostro enterrado en el uniforme negro, Eleonora recordó los sucesos que crearon el caos en su casa.

Estaba en el salón. El bebé dragón. Y quien vino a arrestarme… 

—Ya puede moverse, señorita.

Y el protagonista masculino que, ahora mismo, parece estar muy disgustado conmigo. 

Recuperando sus sentidos, Eleonora levantó apresuradamente su cuerpo y Leonard hizo lo mismo.

Terminé en una situación que ni siquiera me imaginé desde que fui arrastrada a este mundo. 

Un par de ojos violetas, sin tener que decirlo, miraron a la bruja.

Al sexto día después de haber recogido, sin saber, al bebé dragón de la protagonista, intenté alejarlo de mi vida. Pensé que había funcionado. Poco sabía que me había puesto en una situación desafortunada. 

—Olvidé que debería estar armado en todo momento cuando trato contigo. La dama nunca se rinde sin luchar… ¿Señorita?

Eleonora había perdido suficiente fuerza como para mantener sus temblorosas rodillas firmes y al final se desplomó.

Esperando otro golpe, sintió un brazo sujetarla por su cintura.

— ¿Está bien?

La bruja solo pudo estremecerse como un muñeco de papel.

—Hipertensión.

Y ahora mismo estoy en estado de shock, en esta situación en que nuestros rostros están a sólo unos centímetros de distancia. 

Reuniendo toda la fuerza que le quedaba, Eleonora se apartó de él lentamente.

—A medida que envejezco, mi cuerpo ya no es el mismo de antes… Ya no tengo la energía para derrotar a otras personas.

Con los ojos entrecerrados, Leonard observó cada una de sus acciones.

Mientras tanto, Eleonora se alejó más de tres pasos de él. Detrás de él, las cortinas que colgaban del techo volaron por el aire y se retorcieron.

—En realidad solo quiero dormir.

— ¿Qué quiere decir?

Había una razón por la que Eleonora dejó entrar a este hombre en su casa. Esta casa, donde conoce todos los comandos mágicos, es en sí una gran arma y una prisión. En este momento, la manta ya se había deslizado hasta detrás de Leonard sin hacer ruido.

—Quiero decir…

La bruja chasqueó los dedos.

—No está permitida la entrada de objetos aterradores en mi casa, Sir Leonard.

— ¡…!

—Una pistola… Una pistola, algo como eso.

La manta atrapó al investigador en un instante.

2 respuestas a “Crié a un dragón negro – Capítulo 6: Encuentro desafortunado”

  1. Ya lo veía venir xD lo que no ví, fueron las acusaciones de abandono y abuso infantil xD
    No recuerdo si es acá, pero creo que sí, cuando empezaron a traducir la Historia de Ilya e Ignis, yo estaba a un cuarto o más de terminar de leer la historia, es de las mejores y más lacrimógenas que he leído, pero ciertamente… Caben muchas dudas.
    Siempre gracias por el arduo es fuerzo de todos \o∆o/

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido