Crié a un dragón negro – Capítulo 7: La primera llama

Traducido por Den

Editado por Nemoné


La manta, deslizándose a escondidas detrás de su espalda, cubrió la cara de Leonard para bloquear su visión. Al mismo tiempo, otra cortina se retorció como una cuerda y se ató alrededor de su cuerpo fuertemente. 

El visitante no deseado, completamente limitado, gritó furiosamente. 

— ¡¿Qué demonios estás haciendo?! 

—Voy a confiscar este objeto peligroso e inmundo.

La bruja se acercó a él, sintió su cuerpo inclinarse hacia delante, y sacó el revólver de la funda. Leonard rechinó los dientes al sentir que le quitaba el arma. 

— ¡Eleonora Asil! 

—Entonces me iré a la cama. Descanse, Sir Leonard. ¡Nos vemos en la tarde! 

Poco después, la bruja corrió hasta su habitación a todo prisa, con el bebé dragón confundido en sus brazos. 

♦ ♦ ♦

Kyle Leonard, el protagonista masculino de esta novela. Hasta donde puede recordar, es el segundo hijo del duque Leonard y un funcionario de alto rango en el departamento de investigación de seguridad de Laurent. Un hombre que lidera la sucursal de Tezeba, la capital, y desempeña su trabajo como director general del distrito de Laurent. 

En términos generales, se podría decir que su posición está directamente debajo del primer ministro y del viceministro. Incluso si no es un funcionario de nivel ministerial, su influencia era enorme porque en realidad es el director general de todas las sucursales que administran el lugar. 

Además del poder que conlleva la posición, Kyle Leonard era en sí un hombre excepcional. Habiéndose graduado de la academia militar, se unió al Ejército Imperial a los 15 años y fue reconocido por el Departamento de Investigación y trabajó exclusivamente para los altos mandos durante 10 años. 

Con sus sentidos de bestia y una mente aguda, se ha ganado su reputación al resolver los casos sin resolver de Laurent, convirtiéndose en un genio investigador y la persona más joven en obtener el título de Director General. 

Pero, después de todo, su especialidad era el tiro. Un disparo devorador que nunca fallaba su objetivo. Dijo que maneja todo tipo de armas como su propio cuerpo; ni siquiera cubre sus armas. 

En particular, el revólver que llevaba consigo era un arma que fue modificada por el herrero Yanak, el maestro de las armas mágicas, que es un descendiente lejano de los enanos. Quizás si no lo hubiera arrastrado a su casa, la habría derrotado fácilmente, ya que no podía usar la magia de Eleonora. 

¿Por qué recuerda tanto sobre Kyle Leonard? Sólo hay una razón. 

Eleonora, la villana que atormenta a la protagonista femenina Lenia, luchó no sólo con el dragón, sino también con el famoso Leonard. 

Sin embargo, no fue simplemente por la protagonista femenina; Leonard odiaba a Eleonora con cada fibra de su ser. Más del 80% de los incidentes de Laurent estaban relacionados con Eleonora. Era una enemiga natural para un detective. 

Tan pronto como Park Noah descubrió la historia del cuerpo que poseía, el de la bruja, huyó al campo por su culpa. ¡La primera persona que nunca quiso conocer! 

—Maestra… 

El niño se acercó a ella y se aferró a sus rodillas. Eleonora soltó un suspiro y colocó al niño en su regazo. 

¿Cómo salgo de este problema? 

Era una suerte que este niño estuviera en su forma humana. Si se hubiera encontrado con Leonard en su forma de dragón, ya tendría un agujero de bala en la cabeza. 

Eleonora se inclinó hacia el niño y le susurró suavemente al oído. 

—Cariño, si quieres quedarte, no aparezcas frente a ese hombre, ¿está bien? 

Un par de ojos rojos bajaron la mirada. El niño parpadeó y asintió con ímpetu, aparentemente parecía entenderme por un momento. 

—Y no deberías llamarme maestra. 

— ¿Por qué no? 

—No soy tu maestra… 

—Ma… Maestra… 

No. Todavía no le he dado un nombre. 

No se puede negar que la impronta ya se ha realizado, pero eso no lo convierte en una razón para aceptar al niño. 

Un investigador ya está buscando al dragón en Laurent, por lo que me están acusando falsamente de robo… 

Pero sobre todo, no tengo la capacidad mental para criar a un niño. Ya me muero por mantenerme sana, ¿cómo podría criar a un hijo? Mi objetivo en esta vida es vivir lo más sanamente posible sin estrés. 

Y desafortunadamente para mí, el dragón negro y el investigador de Laurent me alejan 500 millones de años luz de mi objetivo. 

La bruja exhaló un profundo suspiro, acariciando suavemente la espalda del niño que se acurrucó en su cuello. 

— ¿Qué debería hacer contigo? 

—… 

El niño vaciló en hablar. 

—No… ¿No debería estar aquí…? 

— ¿Qué? 

— ¡Por favor, críame! 

El niño levantó los brazos y gritó con coraje. Su pronunciación no era clara porque su lengua todavía era corta. Sin embargo, su determinación era evidente en sus pequeños puños cerrados. 

— ¡Protegeré a mi maestra! 

¿Quién protege a quién? 

Eleonora le sonrió al pequeño de tres años hasta que vio las llamas en sus manos. 

Entró en pánico, apenas logrando articular palabra alguna. 

— ¡Qué! ¡Qué! 

4 respuestas a “Crié a un dragón negro – Capítulo 7: La primera llama”

    1. Todo un niño prodigio nuestro pequeño dragón <3
      Aunque quiero continuar con mis "sabias qué" Siento que puede ser algo malo uwu así que solo comentaré… A veces (?) xD
      Chula traducción!! 😎

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