Crié a un dragón negro – Capítulo 8: Un final amargo

Traducido por Den

Editado por Nemoné


—Puedo hacerlo bien.

Era una llama amenazante. Cuando el niño respiró en sus dos palmas pequeñas, la llama se hizo más grande.

Oye… Aliento de dragón… 

La escena envió escalofríos por la espalda de la bruja.

El niño, que escupió fuego descuidadamente, dijo orgulloso:

— ¡No puedo decepcionarte!

—Bueno, ¿qué vas a hacer…?

—Estás en problemas por su culpa, ¿verdad?

Sí. Va a ser muy difícil. Pero… siento una ansiedad y no sé por qué. 

El niño dragón gritó descaradamente, con sus ojos rojos bien abiertos.

— ¡Lo mataré!

Con la boca abierta, Eleonora no pudo procesar lo que acababa de escuchar.

¿Qué acaba de decir? 

— ¿Vas a matarlo? ¿A ese tipo?

—Sí, no creo que sea difícil.

Miró al niño pequeño que dijo que no sería difícil matar a un humano, y vio la intención de matar oculta en el rostro del niño, clara como el cristal.

— ¿No has venido en los brazos de ese hombre…?

— ¡Se ofreció a llevarme con mi madre…! ¡No! ¡A la casa de mi maestra!

El pequeño dragón dijo accidentalmente madre y lo rectificó rápidamente. Eleonora lo miró, suspirando por su ternura.

Sí, lo olvidé. No importa lo lindo que sea y lo humano que parezca, su cuerpo es un dragón. Piensa de una manera completamente diferente a los seres humanos. 

El niño pareció ansioso cuando Eleonora no respondió; sus ojos redondos y gentiles temblaron.

—Bueno… ¿Vas a volver a echarme…?

—No… No te echaré de nuevo.

No puedo enviarlo a ninguna parte ahora mismo. ¿Por qué enviaría a un niño que dijo algo peligroso? ¿Y si causa un verdadero accidente? 

De repente, Eleonora recordó algo.

En la historia original, el dragón había estado matando sólo por su obsesión con la heroína, Lenia. Al final de la novela, parece que su apego por la heroína no era normal. 

Al final de la novela, cuando logró matar a Eleonora, la villana, Lenia estaba a punto de entregar su corazón al protagonista masculino, Leonard. 

Sin embargo, el dragón secuestra a Lenia y se va al mundo más allá. 

En resumen, huye con una anfitriona. 

¿Qué le sucedió después a Lenia? Nadie lo sabe. La novela terminaba allí. Tal vez incluso la heroína misma no lo sabe. Además, no aparece nada sobre la vida del protagonista masculino en la novela. 

Pensé que sólo había un dulce romance en los cinco libros, pero la fiel mascota dragón de la anfitriona era en realidad el jefe final y el ganador inesperado. 

El giro fue bastante sorprendente. ¡Que el final de una novela romántica sea una ruptura es ridículo! Como lectora que había estado esperando un romance entre los personajes principales, fue decepcionante. 

Y toda la historia estaba comprimida en un libro tan corto. Es un final que no hay forma de explicarlo sino que la artista ya no quiso escribir.

Pero no es asunto mío qué clase de final obtienen los personajes principales. Un dragón quemará este cuerpo antes de que Lenia pueda siquiera ponerme las manos encima. Ese bastardo de Leonard puede incluso despedirse. 

Ese pensamiento le puso la piel de gallina.

Perdida en su trance, el pequeño niño dragón, con ojos ansiosos, miró su expresión sombría y preguntó:

— ¿Maestra, estás enferma?

—…

— ¡Es por ese hombre humano!

— ¡No!

¡Es por tu culpa, bastardo! 

Asustado por su grito repentino, el niño corrió a esconderse debajo de la cama. La bruja sujetó al niño por sus hombros y le advirtió.

—No puedes simplemente matar a personas. No es una broma. ¿Entendido? Especialmente, no me mates.

— ¿Por qué mataría a mi maestra?

—Por qué me matarías… ¿Verdad?

— ¿…?

El niño la miró como si no entendiera. Eleonora levantó al niño y le insistió una y otra vez.

— ¡Escucha! No mates a seres vivos imprudentemente. Incluso si es una pequeña flor silvestre a un lado del camino.

— ¡No mates!

El niño la imitó, incapaz de comprender lo que la bruja estaba diciendo con intensidad. Afortunadamente, era producto de una educación basada en la observación, un ser humano con una forma de pensar bastante anticuada.

En otra palabras, “¡Memoriza si no lo entiendes!”.

—No puedes lastimar a otros sin una razón, no puedes mentir, no puedes robar. Solo puedes hacerlo cuando…

Eleonora reflexionó por un momento.

—Solo cuando te lo permita. ¿Entendido?

11 respuestas a “Crié a un dragón negro – Capítulo 8: Un final amargo”

  1. Osea, es un buen personaje, actúa por la lógica no la irrealidad owo además no es como que el niño verdaderamente fuera humano, ya se nota su forma de pensar, y a base de amor, ternura y compresión no se le puede enseñar lo que es correcto a cualquier especie uwu eso lo incluye, así que debe apretar para que nad ama lo suceda al lugar donde vive, y mucho menos al cuerpo donde vive (✿❛◡❛)

    1. ¡Hola Rebeca! Park Noah está ocupando el cuerpo de Eleonora por lo que no controla bien su magia. De hecho, en el primer capítulo agradecía que la verdadera Eleonora tuviera todo con instrucciones en su casa porque de ese modo al menos podría guiarse un poco con la magia aunque no pudiera utilizarla muy bien ni memorizarlo todo. Pero, en los próximos capítulos comprenderás la causa de su cansancio 😉

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