Dama a Reina – Capítulo 1: Lady Patrizia

Traducido por Kiara

Editado por Yusuke

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—¡Ah!

Patrizia se despertó con un grito.

Ante ella había un escritorio de caoba oscura y las páginas blancas de un libro. Y sentada en la silla… estaba ella misma. Miró aturdida frente a ella, y de repente parpadeó para darse cuenta.

—¿Qué?… seguro que estaba…

Muerta. Definitivamente estaba muerta.

—Acabo de morir, estaba muerta.

Todavía podía recordar vívidamente el frío toque del acero en su delgado cuello. Era un recuerdo horrible y oscuro, todo su cuerpo se estremeció inconscientemente. Lo que encontró más sorprendente fue que sentía miedo. Esa fue una emoción exclusiva de los vivos.

—¿Pero cómo? —dijo con incredulidad.

El sonido de su voz atravesó sus oídos como una estaca. Esa era otra cosa: los muertos no podían oír. Entonces, ¿cómo estaba viva ahora? Lentamente pasó una página del libro. El número de página impreso en el papel aumentó en uno.

Sin embargo, no podía confiar en una sola prueba, por lo que intentó en la siguiente más obvia. Levantó la mano y se dio una palmada en la cara.

Un dolor agudo le picó la mejilla.

—Duele… —Patrizia murmuró, ahuecando la carne punzante.

Estaba viva, estaba segura de eso. ¿Pero cómo? Miró hacia abajo para inspeccionar su cuerpo, cuando alguien irrumpió por la puerta.

—¡Patrizia!

Esa voz que la llamaba…

—Nil…

—Rizi, ¡estabas leyendo de nuevo!

Petronilla se acercó a su hermana gemela más joven, y los ojos de Patrizia se abrieron y se estremeció como si hubiera visto un fantasma.

—Nilla, estás realmente… Nilla, ¿estás bien? —dijo muy sorprendida.

—¿Rizi? —Petronillia inclinó la cabeza, preguntándose por qué su hermana se estaba comportando de manera extraña—. ¿Qué es? ¿Qué pasa?

Patrizia no esperó para darle una respuesta, y en su lugar se apresuró a abrazar a su hermana. Queridos cielos, su hermana estaba realmente frente a ella. Nilla y su preciosa familia, todavía están vivos.

—Dios, Dios mío… —murmuró ella.

—¿Rizi? ¿Qué te ocurre?

Petronilla estaba avergonzada por el extraño comportamiento de Patrizia, luego de un momento Patrizia finalmente se apartó de su hermana con una expresión llorosa.

Ahora estaba segura, estaba viva y su hermana Nilla también. Pero si fuera ese el caso, ¿qué estaba haciendo ella aquí…? La respuesta a su pregunta le llegó como una conmoción.

—No tienes esperanza, Rizi. ¡Nunca serás una reina! —Petronillia hizo un puchero.

Patrizia sintió como si alguien la hubiera golpeado en la parte posterior de la cabeza.

—¿R-Reina? —Ella tartamudeó.

—Sí, reina. Tenemos que decidirlo para mañana.

—Imposible…

—No es imposible. Hablaste conmigo hasta ayer —señaló Petronilla, sonriendo alegremente—. Entonces Rizi, he estado pensando… Decidamos cuál de nosotras será dibujando. ¿Qué piensas?

A pesar de la pregunta de Petronilla, Patrizia permaneció en silencio. Hubo una pausa durante un tiempo, y cuando Petronilla volvió a abrir la boca, Patrizia finalmente habló.

—Hermana.

—Sí, Rizi. ¿Qué pasa?

—Ahora… tú y yo… —Los labios de Patrizia temblaban, pero logró terminar su pregunta—. ¿Tenemos diecinueve años?

—Sí. ¿Cómo podría una chica inteligente como tú olvidar nuestra edad? —dijo Petronilla con voz suave y regañina—. Incluso celebramos nuestro cumpleaños recientemente. ¿Qué te pasa hoy? ¿Es porque leíste muchos libros?

Ella le dio una sonrisa de broma, pero a Patrizia no le importaron las burlas. Fue cuando tenía diecinueve años que su hermana fue seleccionada para ser candidata reina. Entonces eso significaba…

—Regrese al tiempo en que tenía diecinueve… —murmuró Patrizia.

—¿Qué? —preguntó Petronilla, pero Patrizia continuó hablando para sí misma.

—Se repite… ¿El tiempo retrocedió? Pero, cómo es posible…

—¡Rizi, despierta! —espetó Petronilla—. Estás actuando extraño hoy. ¿Estás segura de que te sientes bien?

—Ah…

Solo entonces Patrizia aceptó la realidad. Había regresado a la época en que tenía diecinueve, a la época de los días de la selección a reina.