Dama a Reina – Capítulo 66: Su historia de amor

Traducido por Kiara Adsgar

Editado por Yusuke


—A diferencia de la princesa, usted no mora en el palacio, así que no puedo castigarle de la misma manera que lo hice con ella —dijo Patrizia—. Sin embargo, sus palabras no son diferentes de un insulto a la familia real. Ni siquiera ha pasado un año desde que me convertí en reina y todavía soy joven. Incluso soy más joven que su concubina cuando dio a luz a su hijo. Sin embargo, ustedes dos se preguntan rápidamente si soy capaz de tener un hijo o no…

Patrizia luego bajó la voz.

—Ahora bien, ¿cómo crees que debería interpretar esta situación ¿Por qué no me lo dices?

Aunque habló en un tono amable, cualquiera podría entender el mensaje implícito. “Si dices algo más, entonces no te dejare en paz”. Por lo tanto, nadie podría decir una palabra al respecto. Esta fue la segunda vez en la noche que la reina normalmente tranquila se mostraba tan sensible en público.

Patrizia enderezo la espalda.

—No puedo tolerar más permanecer en esta terrible atmósfera. Lo siento mucho si arruine el estado de ánimo de alguien. Por favor, disfruten el resto del banquete.

Con eso, Patrizia salió del salón de banquetes con grandes zancadas, con Mirya, Petronilla y Raphaella detrás de ella.

La sala permaneció en silencio por unos momentos, antes de estallar en un alboroto. Sin embargo, hubo algunas personas que ignoraron la cacofonía y continuaron callados.

Mientras tanto, Lucio arrastró a Rosemond a una terraza tranquila.

—Rose, ¿por qué hiciste algo tan imprudente?

—Por el contrario, Su Majestad, lo que dije no fue imprudente.

En este momento los dos amantes no se miraban con expresiones cariñosas. Con voz fría, Rosemond continuó hablando.

—Como princesa y como súbdita leal, es natural que mencione esas preocupaciones. La única persona que lo está confundiendo con un insulto es la reina. —El tono de voz de Rosemond cambio gradualmente mientras se quejaba—. Sin embargo, ¿aún quieres culparme? ¿También quieres culpar a mi padre?

—Tal como dijo la reina, ella todavía es joven y no ha pasado ni un año desde que nos casamos. Si planteas la cuestión de un heredero al trono teniendo en cuenta estas circunstancias no es insultante, entonces, ¿qué es? ¿Eres realmente la misma persona que conozco? ¿Eres realmente Rosemond?

—El que ha cambiado no soy yo, sino usted, Su Majestad. —Rosemond le dedicó a Lucio con una fuerte mirada.

Así es, él ha cambiado. No quiero admitirlo, pero definitivamente ha cambiado. Decir que he cambiado es una mentira descarada. Siempre he sido así. Siempre he sido este tipo de persona. La persona que fue engañada por esta fachada fuiste tú, Lucio, no yo. Rosemond puso una sonrisa sardónica.

—Ya no me quieres, Su Majestad. Puedo decir solo por mirarte a los ojos.

Lucio permaneció en silencio ante el repentino cambio de tema.

—Sí Su Majestad. Ya no soy tu amante —susurró ella con voz triste.

Al final, ¿es esto lo más lejos que puedo llegar? Al final, nada ha cambiado…

—Parece que esa mujer hizo algo. ¿No es así, Su Majestad? ¿Cómo te sedujo ella? ¿Se desnudó delante de ti? ¿O se metio en tu cama como una cualquiera?

—Suficiente, princesa. Estás sobrepasando tus límites.

—¡Si no es eso…! —gritó Rosemond. Sintió como si todo lo que había estado tratando de construir se estuviera desmoronando. Ella hizo todo lo que estuvo a su alcance para que esto no le volviera a pasar y sin embargo…

—¡¿Entonces por qué?! ¡¿Por qué razón?! —Ella continuó gritando—. ¿Por qué has cambiado así? ¡¿Por qué?!

—Tienes razón. Parece que los dos hemos cambiado —murmuró Lucio con tristeza—. Al verte hablarme así, parece que ya no me quieres. No, ¿alguna vez me has amado?

—Su Majestad, ¿lo sabes? —Rosemond continuó con una sonrisa burlona—. Me enferma representar esta historia de amor cliché contigo. ¡Aún no has podido superar las cicatrices de cuando aún eras un niño…!

—Suficiente.

—No, necesito decir esto. —Rosemond podía sentir que el final estaba cerca. Gritó desesperadamente, sabiendo que estas podrían ser sus últimas palabras.

—Te diré la verdad. No te amo, Su Majestad. No, solo me encantó tu posición, poder y dinero. No hay nadie en este mundo que pueda amarte. Despierta, Majestad.

Rosemond fue cruel hasta el final, pisoteo a Lucio hasta el fondo.

—¿Quién podría amar a alguien que mató a su madre biológica?

Era como si ella arrojara su alma a un abismo.

—Tú… ¿cómo puedes… decirme eso…? —Lucio se tambaleó por la sorpresa. Sin embargo, Rosemond continuó sin parpadear.

—Si supiera que es tan fácil hacer que su afecto hacia mi vacilaria tan fácilmente, entonces no me habría molestado en poner todo ese esfuerzo en primer lugar.

Lucio no pudo contestar.

—Sí, fui una tonta.

Realmente lo soy, pensó Rosemond, para sí misma.

—Fui tonta…

Lo sabía. Lo importante no es el amor. Lo importante es el poder y nada más. Por eso lo prometí. Para elevarme por encima de todos los demás, debo estar en una posición donde nadie pueda ponerme una mano encima.

—Me convertiré en reina, Su Majestad. Me prometiste el puesto de reina y lo tomaré yo misma.

—Rosemond.

No Rosemond no hagas esto. No te rompas. No caigas en desgracia. Te lo ruego, pensó Lucio..

—No hagas esto.

—No, Su Majestad. Haré esto. —Una sonrisa malvada se extendió en su rostro—. Por eso me quedaré a tu lado, y cuando mueras, me convertiré en la reina viuda de este reino.

Rosemond anunció sus planes con voz satisfecha y sonrió una vez más.

—Por favor, asegúrese de ver que esto se haga realidad, Su Majestad.

Mira como tomaré la posición a tu lado, como me convertiré en la única mujer que estará a tu lado. Mira cuidadosamente. Sin perderte ni un solo momento.

—Espero que lo desees tanto como yo.

Este es solo el comienzo. Ya no confiaré en tu afecto y favor. Será con mi propia fuerza y ​​poder que me convertiré en reina. Te dedico el primer paso de este gran plan.

Tú, el hombre que una vez amé con todo mi corazón.

♦ ♦ ♦

Al final, el Día Nacional de la Fundación terminó sin ningún tipo de actividad extra debido a la discusión entre Patrizia y Rosemond. Aunque Patrizia no estaba contenta de que el festival que había planeado tan meticulosamente terminará de está forma, no se arrepintió de lo que había hecho. Siempre había pensado que tarde o temprano, ocurriría este tipo de situación.

A la mañana siguiente, Patrizia continuó el día como de costumbre, pero su actitud indiferente terminó inquietando a la gente que la rodeaba. Aunque continuó asegurándoles que se encontraba bien, cuando Mirya y Raphaella comenzaron a tratarla con más cuidado del habitual, decidió darse por vencida. En el fondo, sabía que si estuviera en su lugar, actuaría de la misma manera.

—Su Majestad, ¿escuchó? —Aproximadamente una hora antes del  almuerzo ese día, Mirya casualmente inició una conversación—. Escuché esto hace un momento. Inmediatamente después de que regresaste al Palacio de la Reina, alguien vio al emperador y a Rosemond discutiendo en la terraza. Escuché que fue una gran pelea —continuó Mirya.

—¿Y por qué debería preocuparme por eso? —Patrizia preguntó con amargura—. Desde el principio, nunca he tenido ninguna relación con los asuntos entre esos dos. Tú lo sabes.

—Sí su Majestad. Eso es cierto, pero…

—Bueno, supongo que son buenas noticias para nosotros.

Sin embargo, era cierto que Patrizia era más consciente que nadie del hecho de que Rosemond estaba perdiendo lentamente el favor del emperador. Aunque esperaba escuchar temas relacionado con el asunto, todavía la sorprendió. Patrizia decidió dirigir la conversación en una dirección diferente.

—Aparte de eso, ¿qué es lo que mantiene ocupada a Nilla el dia de hoy?

♦ ♦ ♦

Petronilla no había podido librarse de la agitación en sus sentimientos desde ayer. Por supuesto, su trabajo jugó un papel importante, pero más que eso…

—Ese hombre de ayer… se llamaba Rothesay, ¿verdad?

Rothesay era el mayor problema. Petronilla paseaba por la habitación con inquietud.

—No me estará buscando, ¿verdad?

Ella continuó sintiéndose inquieta mientras se mordía las uñas. Era un hábito común cuando se sentía ansiosa. De repente se preguntó por qué estaba tan preocupada por un hombre que solo había visto dos veces y dejó de morderse las uñas.

—Este es un comportamiento desagradable, Nil. Debes mantener la compostura.

Incluso después de haber rechazado sus avances innumerables veces, continúa con el “destino” y otras cosas. “Honestamente, estoy igual de desesperada”, murmuró Petronilla para sí misma mientras sacudía la cabeza. Eso no es lo importante en este momento.

En cualquier caso, necesitaba decirle a Rizi la información que tenía.

La relación de Rosemond y Jaenory. Si bien esos dos no parecían tener una amistad, era obvio que parecía cercanas. Después de algunas deliberaciones, Petronilla decidió que sería mejor dirigirse al Palacio de la Reina, donde Patrizia estaba esperando.

Se puso un vestido azul cobalto, y cuando se puso un collar de plata y zafiro que le recomendó su doncella, alguien entró en la habitación. Era su madre, la marquesa Grochester.

—Madre, ¿pasa algo? —Petronilla preguntó.

—Nilla, alguien está aquí para verte.

—¿Quién?

Con una expresión curiosa, Petronilla bajó a la sala de estar. Casi se cae cuando vio a la persona que la esperaba allí.

—Señor… ¿sir Bradington? —dijo ella con incredulidad.

—Ha pasado un tiempo, mi señora.

No, en realidad no había pasado tanto tiempo. se había visto anoche. La marquesa Grochester miró la situación con confusión, pero luego sonrió.

—Este buen señor dijo que su reunión con usted la noche de ayer fue muy memorable. Por eso vino a verte.

—Madre, pero yo…

—Si estás incómoda con mi presencia, es mejor que me retire, mi lady —dijo rápidamente Rothesay. Mientras decía eso, la marquesa Grochester los dejó a los dos solos y Petronilla miró a Rothesay con una expresión agitada.

—¿Cómo encontraste nuestra…? —Petronilla comenzó a preguntar, pero se detuvo. Ah, por supuesto que podría encontrarnos. No es como si la ubicación de la propiedad de Grochester fuera información secreta. Petronilla se aclaró la garganta antes de hablar.

—¿Qué te trae hasta aquí…?

—Ah.

Rothesay le dirigió una sonrisa brillante. Petronilla pensó que tenía una sonrisa hermosa para ser un hombre.

—Estoy un poco ocupada. Por favor, comente el asunto que lo trajo hasta mi casa —insistió ella.

—Ah sí, eres una dama de compañía para la reina. Se me había olvidado.

Aún sin inmutarse, Rothesay sonrió y extendió lo que sostenía a Petronilla. Era un ramo de flores. Petronilla tragó toda la saliva de su boca, en un intento por mantener la compostura.

—Estaba dando un paseo y encontré unas flores que me recordaron a ti… —expresó Rothesay—. Así que compré un ramo de ellos.

—Ah.

Petronilla asintió con una expresión incómoda en su rostro. Un ramo de flores de un hombre que apenas conocía. Ni siquiera había recibido algo así de su propio padre. Petronilla le dio las gracias débilmente.

—Gracias, buen señor, pero ¿por qué me daría…?

—¿No te lo dije, mi señora? —Él respondió con una sonrisa encantadora—. Dije que haría todo por la persona que amo. Así que hice lo mejor que pude a mi manera, así que espero que puedas aceptarlo.

Petronilla miro su sonrisa  y las flores incomoda.

—¿No es esto de tu agrado?

—No, no es eso… Gracias, señor.

La cara de Rothesay se iluminó ante su reacción positiva. Al ver eso, Petronilla se echó a reír.

—¿Por qué te fuiste primero ayer? —preguntó.

—Ah, cierto. —Petronilla decidió responder honestamente.

—Estaba distraída por el incidente de ayer y lo olvidé. Pido disculpas por hacerte esperar.

—No, entiendo. si estuviera en tu lugar también lo habría olvidado, considerando las circunstancias. Hiciste bien, mi lady. Entonces, por casualidad…

—Por favor, habla —insistió Petronilla después de escuchar al hombre hablar tan avergonzado. Después de un momento, Rothesay dijo lo que tenía en mente.

—Como no pudimos bailar ayer…

—¿Sí…? —Petronilla alzó una ceja.

—Si te parece bien, ¿saldrías a una cita conmigo?

9 respuestas a “Dama a Reina – Capítulo 66: Su historia de amor”

  1. Rosemoond esta perdiendo la cabeza a caso no se da cuenta que el escandalo que armo no solo la dejo mal parada frente a los nobles tambien perdio a Lucio, lo que es su unico anclaje , claramente algo muy gordo le sabe la zorra al duque que lo maneja asi , su caida es inminente le dijo esas cosas tan crueles a Lucio si ella supiera que fue con comprension que Patrizia llego al corazon del emperador, para derribar a Rosemoond hay que derribar al duque no queda de otra y parece que no sera imposible

  2. Que tiene esa mierda de rose?? Y que tan corajudo es lucio que le permite hablarle así? Osea ella le declara que será reyna y que le llega altamente que el no la ame .. que a ella le vale madre?¡¡ lucio … DESPIERTA!!!!¡¡¡¡

  3. Perdón, desconfío de ese hombre, con todas las cosas que están pasando, es muy raro que de repente aparezca un hombre de la nada y que dice estar enamorado de ella, así que me hace sentir incómoda sus apariciones y que Nilla se avergüence y emocione cada vez que se lo encuentra, lo lamentare en el futuro si resulta ser inocente y verdaderamente está enamorado de ella, pero hasta el momento preferiría que se mantuviera alejada de él, no me da buena espina :/

  4. Creó que soy la única que tengo lástima por rosemond, porque? Por el simple hecho de abandonar un amor que tal vez la hubiera llevado a la felicidad por sólo fama y riqueza, aquí si entra la parte de la canción de “vale más un buen amor, que mil costales de oro”, en fin es tan pobre por trazar tan miserablemente su final, mientras que nilla, que bien que ha comenzado un nuevo camino!!!!
    Diganme lo que quieran pero mi ship si es Lucio y Patrizia ❤️
    Gracias por el pack de capítulos 😍 😍 😍 😍

  5. Al parecer este capitulo me confirma totalmente el spoiler acerca de rosemond que lei 👀👀👀 , vaya asi que asi resultaron las cosas….

    Awws me da ternura nilla con su enamorado ❤

  6. Me parece difícil de creer que Rosemont alguna vez amo a Lucio
    Para mí ella siempre ha sido super materialista y codiciosa
    Tal vez tiene un transfondo mucho más importante del que pensamos

    1. Yo pienso igual, una persona que ama de verdad no actúa como ella. Mira que usar el propio dolor de la persona que dices amar para herirlo y sentirse bien con éso es obviamente algo que hace una persona con perversidad malintencionada.
      Desde el principio cuando la conocemos ya se notaba su personalidad materialista y orgullosa con el transcurrir de la historia sólo se ha confirmado.

      Creo que ella sólo usó a Lucio porque tiene deseos de poder, de sentirse superior sobre los demás, alguien a quién nadie podría “tocar o negarse a sus órdenes” probablemente por su complejo de inferioridad en cuanto a la nobleza y su vida dentro de su casa en dónde a toda su familia le valió un pepino lo que le sucedió.

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