Dama a Reina – Capítulo 90: ¿Crees que no sé lo que estás haciendo?

Traducido por Kiara Adsgar

Editado por Yusuke


—Bienvenida, mi señora.

La primera persona en saludar a la duquesa cuando llegó a la mansión fue el fiel mayordomo. En lugar de consolarla de inmediato por la pérdida de su hijo, el mayordomo canoso primero se preocupó por aliviar la fatiga que la duquesa debió haber acumulado en su largo viaje.

—Ordené a las damas de honor que te prepararan un baño por adelantado, por si deseas bañarte.

Mientras el mayordomo hablaba, la duquesa Ephreney no dijo nada. Tenía los ojos vidriosos cuando una criada la ayudó a arrastrar los pies hacia donde necesitaba estar. No le interesaba en absoluto su entorno, por lo que ni siquiera notó el hecho de que su esposo no estaba en casa, ni que la odiosa concubina que siempre le dedicaba miradas extrañas. En otras palabras, la duquesa Ephreney no estaba prestando atención a los acontecimientos a su alrededor.

—Hermana mayor.

Jaenory sabía que era prudente no interferir en este momento, pero buscó el placer inmediato en lugar de la prudencia. Llamó a la duquesa Ephreney con voz suave, pero con una cantidad apropiada de tristeza detrás.

—Has llegado.

La duquesa Ephreney finalmente levantó los ojos hacia Jaenory. En el momento en que sus miradas se encontraron, no pudo evitar sentirse desconcertada. Los ojos de la duquesa parecían tan vacíos que era difícil creer que pertenecieran a una persona viva. Sin embargo, Jaenory continuó hablando.

—Debes estar cansada, hermana.

Fue un intento tonto. La duquesa Ephreney solo la miró y no dijo nada mientras la concubina continuaba hablando.

—Lamento mucho la partida del joven maestro.

—¿Cómo? —murmuró la duquesa Ephreney—. ¿Tú lo lamentas?

—Sí, hermana.

—¿Por qué? —Una sonrisa sospechosa se extendió por la cara de la duquesa Ephreney. Era la primera vez que mostraba alguna emoción—. Esto es algo bueno para ti. Mi hijo ahora está fuera del camino para tu Jacob.

Jaenory permaneció en silencio con una expresión de incredulidad marcada en el rostro.

—¿No es así?

—Hermana, ¿cómo puedes decir eso…?

La duquesa Ephreney caminó hasta Jaenory, murmurando entre dientes con una mirada en blanco. Jaenory se sorprendió, porque era muy difícil creer que a esta mujer le quedará una onza de vida. La concubina dio un paso involuntario hacia atrás y la duquesa la miró con una mirada fría.

—¿Crees que no sé lo que estás haciendo?

—Hermana, debe haber un malentendido…

Pero las palabras de Jaenory fueron interrumpidas cuando la duquesa Ephreney de repente la agarró del pelo. La concubina lanzó un grito agudo.

—¡Kyaaa!

—¡Sal de mi casa, ahora mismo!

—¡Hermana! ¿Por qué haces esto?

Nadie se movió para detener el asalto de la duquesa. Jaenory no tenía a nadie de su lado en esta casa, e incluso los sirvientes que generalmente eran neutrales permanecieron del lado de la duquesa ese día. Nadie se había enterado que Jaenory se había regocijado por la muerte del joven maestro.

—¡Toma esa sangre sucia y sal de aquí! —La duquesa Ephreney gritó histéricamente.

—¡Aaagh! ¡Esta mujer loca me va a matar!

Jaenory logró agarrar el cabello de la duquesa Ephreney, y solo en ese momento entonces los sirvientes intentaron terminaron la pelea. Mientras que la concubina soltó el cabello de la duquesa con relativa facilidad, la duquesa se aferró, y ella se preguntó de dónde provenía esa fuerza de una mujer moribunda. No fue hasta que se arrancaron varios mechones de cabello del cuero cabelludo de Jaenory que la duquesa Ephreney dejó ir. La duquesa miró a la concubina mientras los sirvientes la retenían.

—Tú —gruñó la duquesa—. Ahora que mi hijo está muerto, crees que todo en el mundo es tuyo, ¿no? ¿Crees que tu hijo mestizo será el sucesor de esta familia? —Echó la cabeza hacia atrás y soltó una carcajada que nadie había visto antes.

—¿Crees que puedes hacer lo que quieras? Soy quien lleva la línea de sangre de la familia Ephreney, no ese hombre. Estás equivocada. Si adopto a un niño y lo hago mi sucesor, el producto de tu bajo nivel de sangre será solo ser un hijo ilegítimo. ¿Entiendes?

—¿Cómo puedes…?

Jaenory se sorprendió por la franqueza de las palabras de la duquesa Ephreney, pero desafortunadamente, nada de lo que dijo era falso. Si la duquesa Ephreney realmente adoptará un hijo, sería el próximo sucesor de la familia Ephreney. Jaenory abrió los ojos con ira, mientras la duquesa Ephreney entró a su habitación con una expresión exhaustiva. Justo antes de que se cerrara la puerta, Jaenory logró escuchar lo que le dijo al mayordomo.

—Llama a lady Petronilla.

♦ ♦ ♦

Cuando Petronilla recibió noticias del regreso de la duquesa Ephreney, se dirigió sin demora hacia la mansión. Se aseguró de vestirse con ropa negra y llamó a la puerta. Como de costumbre, el mayordomo vino a saludarla.

—Lady Petronilla. Ha pasado mucho tiempo.

—Sí, así es, mayordomo.

—La duquesa te está esperando. Por favor, entra.

Petronilla cruzó el umbral.

—¿Cuándo llegó?

—No hace mucho, mi señora.

—¿Cómo está? —comenzó Petronilla, pero luego se detuvo al reflexionar. La duquesa probablemente no estaba bien. Su único hijo estaba muerto después de todo.

Sin embargo, el mayordomo respondió con calma.

—No está bien, me temo.

—Sí, por supuesto.

—Me daría felicidad si pudieras ayudar a la duquesa.

Petronilla miró a su alrededor.

—No veo al duque.

—Está ocupado en el palacio trabajando en asuntos estatales.

Incluso después de que su hijo murió y su esposa regresó de un país extranjero, el duque se encontraba en la Corte Imperial. ¿No estaba al tanto de su hogar, o estaba demasiado ocupado con el trabajo? De cualquier manera, estaba cometiendo un terrible error.

—Mi lady, soy yo —anunció Petronilla en la puerta de la duquesa.

—¿Lady Petronilla? —Una voz débil respondió desde adentro—. Adelante, pasa.

Petronilla abrió la puerta y entró. La apariencia de la duquesa era fresca y ordenada, como si acabara de bañarse, pero no podía ocultar su rostro triste y sin vida. Petronilla sintió que había pasado por mucho.

—¿Estás bien, mi señora? Te ves muy cansada.

—Porque mi único hijo fue llevado demasiado pronto —dijo la duquesa Ephreney con calma, y ​​le tendió la mano en gesto—. Por favor siéntate.

—Gracias mi lady. —Petronilla tomó el asiento e informó sobre las últimas semanas—. Me dejaste en la casa, pero como soy una extraña, traté de no interferir demasiado. El mayordomo se encargó de la mayor parte del trabajo y solo ayudé en los asuntos más importantes.

—Por eso podía confiar en ti. Incluso si no eras competente, era mejor que dejarlo en manos de esa mujer —dijo la duquesa Ephreney cínicamente—. Entonces, ¿estás bien?

—He estado bien, pero ha habido un poco de ruido aquí y allá.

—¿Qué quieres decir?

—Su Majestad la reina fue casi asesinada —dijo Petronilla sin rodeos—. Algunos asesinos fueron capturados vivos y actualmente están siendo interrogados.

—¿Ya se ha arrestado a un sospechoso?

—La marquesa Ehtylaine está detenida.

—¿Es ella? —Un ligero ceño cruzó la cara de la duquesa Ephreney. Técnicamente hablando, Rosemond era la hija adoptiva de la duquesa, pero la duquesa no parecía particularmente interesada en eso. ¿Quizás fue el marido el que estaba interesado en adoptar a Rosemond por razones políticas?

Petronilla continuó.

—El emperador escuchó una conversación en la que la marquesa Ethylaine planeaba lastimar a la reina. Por eso la marquesa fue detenida de inmediato. Tampoco es la primera vez que ella es acusada de tal cosa.

—Comprendo.

—No pareces sorprendida.

—No estoy tan interesada en ella. Fue voluntad de mi esposo que se convirtiera en un miembro de la familia. Ella ni siquiera me ha mostrado sus saludos, así que no creo que quisiera una relación normal de madre e hija.

Petronilla no tenía nada que decir al lado político de esto, y la duquesa Ephreney cambió el tema.

—¿Hay alguna otra noticia del Palacio Imperial?

En ese momento, Petronilla se preguntó si podría llevar a cabo su plan. La mujer sentada frente a ella acababa de perder a su hijo. Era demasiado cruel decirle que su hijo era producto de una violación. Sin embargo… No podía dejar pasar las cosas.

Petronilla fortaleció su resolución y abrió la boca para hablar.

—Hay un extraño rumor circulando.

—¿Qué extraño rumor?

Petronilla dudó, pero lo hizo para amplificar la curiosidad de la duquesa Ephreney en lugar de aliviar su propia culpa. Como era de esperar, la duquesa Ephreney la presionó por más.

—¿Qué pasa?

—No sé si debería decirte esto… —Petronilla dejo de hablar y apartó la mirada.

—¿Está relacionado conmigo? ¿O con mi hijo?

—Sí…

—Por favor dime. ¿No tengo derecho a saberlo?

Petronilla fingió estar preocupada por la petición de la duquesa.

—Es una historia tan vulgar…

—¿De qué se trata? —insistió la duquesa.

—El duque Ephreney se casó contigo a pesar de ser un barón.

—Sí.

—Escuché que se habló mucho sobre eso durante ese tiempo.

—Fue realmente impactante.

—Te casaste con tu esposo porque lo amabas, ¿no?

Las palabras de Petronilla sonaron extrañas para la duquesa, y ella levantó una ceja.

—¿Por qué preguntas eso?

—Mi lady —dijo Petronilla con un suspiro—. No sé dónde comenzaron esos extraños rumores, pero la gente dice que el duque te violó y que fuiste obligada a casarte con él cuando quedaste embarazada de su hijo.

—Le ruego me disculpe, pero ¿quién…?

—Eso fue lo que oí…

—¿Quién… quién inició rumores tan ridículos? —La duquesa Ephreney dijo en voz baja y se estremeció, instintivamente llevó sus manos a su hombros en un abrazo personal.

—Sí, es ridículo… —respondió Petronilla. Luego bajó el tono—. Si realmente te casaste con el duque Ephreney, es porque lo amas, ¿cierto?

27 respuestas a “Dama a Reina – Capítulo 90: ¿Crees que no sé lo que estás haciendo?”

  1. Bien por la duquesa por aclararle a esa desgraciada que su hijo no heredaria el titulo seguro tiene algun pariente lejano que se lo merezca , ojala reaccione y bote al infeliz ese y a su zorra

    1. Tengo ganas de llorar por la duquesa.!😥😥😥
      Gracias por el capitulo!.
      05:03 a.m y entre solo por revisar y veo un capitulo nuevo. Ustedes son geniales !!!!

  2. Cada día más interesante, que irá hacer la duquesa, me da mucho pesar tras de perder su hijo y recordar esa parte tan traumática. Ojalá lo deje en la calle por miserable, ni siquiera la está acompañando en esos momentos tan dificiles. Muchas gracias por el capítulo

  3. Muchas gracias amo esta novela y ustedes son fantásticas con la traducción, espero con ansias el siguiente capítulo ❤️❤️❤️

  4. Gracias por el capítulo.
    Petronilla, hay cosas que se deben hacer cuando menos lo espera. Duquesa, vamos empieza a ser lo que eres la digna hija de sangre pura.

    1. Estas hermanas apuntan al lado flaco de la cordura pobre duquesa ya medio muerta por lo de su hijo y le sacan a relucir el trauma, pero las entiendo quieren vivir..
      Gracias por su Esfuerzo y trabajo.

  5. Pobre de la duquesa 😭
    Gracias por el capítulo ❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️

  6. Sigo sintiéndome mal por la duquesa 😢😢😢 es cómo dicen, la verdad saldrá a la luz, así sea de la manera más cruel que puedes esperar, que triste 😢, por cierto, gracias por el capitulo 💕 💕

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