El contrato de la Princesa y la Duquesa Monstruosa – Capítulo 6

Traducido por Lily

Editado por Nemoné


Tengo hambre…

Leslie se despertó ante el ruido retumbante de su estómago.

¿Cuánto tiempo he dormido? Esta es la primera vez en mucho tiempo que me siento bien después de dormir.

Normalmente, incluso en mis sueños el marqués y mi hermana siempre me maltratan o me encierran, pero hoy pude dormir sin tener esos sueños.

Gracias a esto, Leslie se despertó más relajada de lo habitual y lentamente se puso de pie.

—Debo ir a lavarme.

No puedo ver el agua de lavado que Leah siempre trae a mí habitación, aunque ahora que lo pienso mejor, después de lo sucedido ayer no creo que se atreva a poner un pie de nuevo en este lugar.

Leslie sabía perfectamente que Leah no se iría por el camino de desobedecer las órdenes de Eli.

Durante varios días atrás, Leah estuvo ignorándola, por lo tanto, no tenía más remedio que seguir su propia voluntad y hacerlo por sí misma. Incluso si su voz no era escuchada.

—Aunque sé que aquí no hay mucho que pueda hacer, daré todo mi esfuerzo.

Leslie entrecerró sus ojos y dijo: —Ya no seré alguien débil.

Ella solo tiene 12 años , y no era su culpa que sintiera una separación de su familia y su niñera quien la cuidó desde pequeña.

Sin embargo, ellos pensaban que Leslie tiene que aferrarse a alguien durante este tiempo de rebeldía. Para ellos hubiera sido mejor que saliera y rogara por amor.

—No quiero rendirme ante ellos.

Antes, cuando pensaba sobre estas cosas, solía golpearme la cabeza.

Pensado de esa manera, Leslie abrió la puerta. Una criada que pasaba la miró e hizo una expresión molesta.

— ¿Qué haces ahí parada?

— ¿Yo?

La criada la miró como si fuera algo absurdo, la observó más detalladamente y cubrió su rostro con su mano.

— ¿Me hablas a mí?

—Sí. ¿Hay alguien más aquí aparte de ti ahora?

La criada que miró a su alrededor como si no lo hubiera creído una y otra vez se rió escandalosamente al darse cuenta de que Leslie tenía un extraño comportamiento.

— ¡Ja! Supongo que solo obedeces a Leah.

—Yo no tengo porqué obedecerle nada a Leah.

—Yo soy una de las criada que sirve a la señorita Eli, no a ti.

La criada observó a Leslie de forma orgullosa y dijo: —Eres una completa molestia.

— ¿No tienes algo mejor que decir?

Debido a las palabras de Leslie, la criada la miró severamente.

—No pienso traerte tu agua, porque solo sirvo a la señorita Eli. ¿Por qué debería hacerlo?

La criada sentía que algo andaba mal por el extraño comportamiento de Leslie. Y sus siguientes palabras la dejaron aún más impactada.

—El nombre del marqués, el nombre de la familia… ¿Sabes cuál es, no? ¿Mi apellido lo reconoces, verdad? Yo soy la señorita Leslie Sperado.

La criada que había estado peleando con Leslie tenía una mirada impactada dibujada en su rostro, intentó volver a abrir su boca y ninguna palabra pudo ser pronunciada.

—Mocosa… miserable.

¿Es posible que los ojos de una niña de 12 años contengan tanto odio? Desde ayer ha corrido un rumor por la mansión de que algo está mal con ella.

Pero eso no era muy importante.

—Usted. —Leslie miró a la criada con unos ojos tranquilos, caminó al lado de la criada sin prestarle atención alguna, y dijo determinadamente—. Consiga agua para lavarme.

Luego Leslie entró en la habitación y cerró la puerta.

Escuché un grito detrás de la puerta que decía “Estoy molesta”, pero pronto la criada sin más opción trajo el agua.

Leslie, quién se enjuagó la cara cuidadosamente con un balde de agua tibia, salió de la habitación y caminó por el pasillo que conduce a la habitación de Eli, en dirección al comedor.

Los presentes en el comedor quedaron en silencio cuando la vieron caminar orgullosamente por el corredor principal. Al verla acercarse pequeños zumbidos se escuchaban en el aire.

♦ ♦ ♦

—Les… ¿Señorita Leslie?

Una criada de la cocina la miró de una manera avergonzada.

— ¿Qué estás haciendo aquí?

— ¿No es el comedor un lugar para comer? Vine porque tengo hambre.

Luego Leslie se sentó en la silla más cómoda, y no en aquel frío e incómodo asiento en el cual solía a veces sentarse. Podía sentir en su espalda la suavidad del terciopelo; la silla que solía usar antes era una dura silla de madera, una que ni los sirvientes usaban.

— ¿Porque te quedas ahí parada?  Tengo hambre.

Cuando les volvió a dirigir la mirada, una de las criadas fue a la cocina y trajo con sigo un pequeño tazón con sopa caliente y pan de centeno, que era más pequeño que el puño de Leslie, junto a un vaso de agua.

Leslie, quien había estado mirando el duro pan que la familia Sperado no comía hace tiempo, dejó el tazón de lado.

—Esto no es comestible, trae algo que la gente normal pueda comer.

—Uh… pero durante mucho tiempo estuviste comiendo ese tipo de comida. Incluso el Marqués sugirió que no te diera comida muy pesada, después podrías engordar..

La criada de cabello castaño claro vaciló y se negó en darle a Leslie cualquier otro tipo de comida.

Los criadas que trabajan en el área de cocina han sido más cuidadosos con Leslie, desde el momento en que una criada que no sabía nada terminó siendo expulsada de la mansión por poner mucha mantequilla en el pan de Leslie.

—Estoy cansándome de esperar, así que tráeme algo más. Esta vez, que sea un alimento adecuada para humanos.

Ante eso, la criada miró a otra criada que se veía nerviosa y rápidamente fue de regreso a la cocina y trajo nueva comida. Lo que ella trajo esta vez fue la misma comida que comen el Marqués y la señorita Eli.

La carne de una pequeña ave de aspecto suave fue cortada en rodajas por lo que era fácil de comer, y a su alrededor habían muchas verduras horneadas. Además de eso, la apetitosa ensalada espolvoreada con jugo de limón fresco contenía pequeñas frutas sin nombre, y a un lado se encontraba un envase de mantequilla y mermelada acompañado por un suave pan blanco recién horneado que se veía apetitoso con solo mirarlo.

—Esto… es lo que el Marqués y la señorita Eli…

—No es necesario que des explicación, solo váyanse y déjenme sola.

Solo entonces la criada que anteriormente había servido a Leslie su comida inclinó su cabeza y miró a la otra criada, rápidamente ambas salieron del comedor.

Leslie cuidadosamente tomó el tenedor y se llevó a la boca un pedazo de la carne fresca del ave.

Está delicioso. Quería seguir manteniendo mi cara rígida pero no pude evitar reír.

La carne del ave sin nombre por primera vez hizo sonreír a Leslie. Estos, sin duda, son alimentos completamente diferentes a los que estaba acostumbrada a comer normalmente.

Cogió el pan blanco, y lo partió por la mitad. A medida que el pan se desmoronaba al agrietarse el profundo olor a maíz horneado hizo cosquillas en su pequeña nariz. Luego tomó el cuchillo y lo unto en mantequilla, prosiguió por vertir el pan en mantequilla y darle un pequeño mordisco.

—Está delicioso.

Cuando entré al fuego, el único recuerdo cálido en el que estaba pensando era comer este pan blanco.

Aunque la criada que le trajo el pan fue expulsada del comedor, Leslie le dio las gracias, aunque ella no se lo mereciera, después de todo solo estaban cumpliendo con sus obligaciones.

Leslie aplicó mermelada al resto del pan y se lo llevó a la boca. Con eso ya se sentía llena. Aunque esta vez no pudo ignorar las pequeñas verduras junto a la carne de la pequeña ave, tomó el tenedor, pinchó las verduras y las metió en su boca.

Eli siempre decía que no le gustaba este tipo de alimento, pero para Leslie esta fue la primera comida que había comido y para ella era realmente delicioso.

Devoró la carne del ave y bebió un refrescante jugo de naranja para evitar atragantarse.

Hoy no tuve esas características pesadillas, obtuve agua tibia para lavarme y una buena comida con que alimentarme.

Al pensar en las cosas que anteriormente sucedieron, a la pequeña Leslie le era difícil contener su alegría.

Suspire.

Finalmente, después de comer toda la comida, Leslie se acarició el estómago con un pequeño respiro. Parecía que comer de esa manera fue un poco exagerado, pero hoy iba a hacer algo demasiado peligroso, por lo tanto era correcto mantener su estómago lleno.

♦ ♦ ♦

— ¿Leslie…?

Mientras se preparaba para salir, logró escuchar una voz que pronunció su nombre.

La marquesa y Eli, quienes escucharon el escándalo ocurrido en el comedor, la estaban mirando con una expresión confusa.

—Veo que ya te despertaste, además de eso, escuché que ya comiste una gran cantidad de comida.

La Marquesa la miró sorprendida. Sus ojos color lila, igual a los de Leslie, estaban muy abiertos.

Como los ojos de Leslie siempre estaban relajados, ella ya estaba acostumbrada a despertarse al amanecer. Y las comidas de sus días normalmente eran solo 2 veces al día, pero hoy fue capaz de comer bien por primera vez.

La Marquesa y Eli no podían apartar su mirada de Leslie.

Para ella ya era una rutina diaria que la observaran de esa forma, ya estaba acostumbrada y no le causaba molestia; como respuesta a esto, Leslie las fulminó con la mirada.

Leslie, quien miraba en silencio, se levantó de la silla y pasó junto a ellas. Realmente no quería dirigirles la palabra.

Con solo ver la expresión de su madre le causaba molestia. No importaba lo que hiciera, ella siempre sería una hija reprochable, una muñeca sin vida, un sacrificio.

—Espera un minuto… A dónde…

— ¡Madre!

Eli se aferró al brazo de la marquesa Sperado, había una sensación de desesperación en su rostro.

— ¡Ella está loca! Lo mejor sería ignorarla. ¿Sabes lo loca que actuó conmigo ayer? Si te acercas mucho puede lastimarte madre.

— ¿Qué? ¿Loca? Si es así, ¿no deberíamos encerrarla?

Ignorando la ridícula conversación que había entre ellas, Leslie salió de la mansión.

Leslie se dirigió al lugar en donde estaban los carruajes, el conductor la miró con una expresión problemática.

Sin embargo, cuando Leslie lo observó sin decir nada, se rindió y suspiró una vez. Sin más opción pronto comenzó el viaje.

—Uhh… Señorita hemos llegado.

El gran carruaje se detuvo y el conductor abrió una pequeña ventana conectada al carruaje e informó a Leslie de su llegada.

—  ¿Por qué insiste en venir a un lugar tan peligroso? No puedo entender del todo.

El conducto miró nerviosamente a la casa frente al carruaje.

Leslie, tratando de calmarlo, le habló:

— ¿Es peligroso ser un héroe de guerra y a la vez duquesa de este imperio?

— ¡Sí! Hay un rumor que dice que la fuerza de la duquesa Salvatore se originó por la mezcla de sangre de varios monstruos.

—Ella es sólo una mujer normal.

Leslie le dirigió la mirada al conductor, quien era varias veces mayor que ella.

—Los verdaderos monstruos son la familia Sperado.

El conductor miró a Leslie con ansiedad, realmente estaba asustado.

—He escuchado que la duquesa es de sangre fría y la mitad de su rostro está cubierta con escamas. Señorita… ¿no sería mejor volver a la mansión?

—No, gracias. Espera aquí hasta que salga.

Con más de unas pocas palabras para escuchar, Leslie abrió la puerta y salió del carruaje.

—No estoy segura de lo que vaya a pasar, así que solo espera aquí.

Mientras hablaba dirigió su vista a un sirviente que estaba haciendo guardia en la puerta principal.

—Soy Leslie Sperado, segunda hija de la familia Sperado, por favor dígale a la duquesa Salvatore que deseo reunirme con ella.

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