El Perezoso maestro espadachín – Capítulo 21: Viaje a la capital (2)

Traducido por Kiara

Editado por Ayanami


—¿Joven… joven Maestro? ¿Hay algún problema?

Ian, que no podía mirar hacia atrás mientras conducía el carruaje, comenzó a sudar. Es porque de repente Riley se inclinó hacia el asiento del conductor, con una mirada brillante.

—Lo, lo que dijiste… ¿es verdad?

Mientras Riley tartamudeaba su pregunta, Ian también tartamudeaba su respuesta.

—¿Acer… acerca de la cerveza de azúcar negra?

—¿Cerveza de azúcar negra?

—Sí, ese es el nombre de la bebida que mencione. Así se llama en Solia.

Iris mostró una reacción a la palabra “cerveza”.

—¿Cerveza?

Ella sabía que su hijo nunca había bebido alcohol antes. Aunque, eso excluía la vida anterior que tuvo.

—¿Hará que Riley beba cerveza?

Los hijos deben aprender a beber de su padre, para Iris está era una norma.

—Ja, ja, no hay necesidad de preocuparse. Como he dicho antes… no puedes emborracharte bebiendo cerveza de azúcar negra. Aunque lleva ese nombre, la bebida no tiene ni un gramo de alcohol. Incluso los niños de cinco años lo toman sin problemas en Solia.

—¿Niños de cinco años?

—Por supuesto.

Así es como funciona una bebida refrescante. Una bebida que todos quieren en un día caluroso, independientemente de su edad y sexo. Es tan endiabladamente adictiva que incluso podrías creer que fue hecha por los dioses. Aunque dicen que aumenta de peso y puede llegar a pudrir los dientes, si se bebe en exceso.

A Riley le encantaba esa bebida sobre cualquier otra comida y bebida del mundo.

—Lo bebes con una comida hecha con papas ¿verdad? Un sándwich o quizás una hamburguesa.

Ian miró hacia atrás después de la pregunta de Riley, incapaz de comprender lo que decía. Debido a que el carruaje se sacudió cuando Ian miró hacia atrás, miró hacia adelante rápidamente y respondió la pregunta de Riley.

—Sí, parece que el joven maestro las conoce.

¿Era tan claro como lo que vio en su sueño?

Ian se rascó la cabeza cuando su joven maestro, que nunca antes había visto una cerveza de azúcar negra, parecía conocerlas mejor que él.

—Bueno, es como dices. La dulzura no se puede comparar con los gustos de la cerveza de frutas y combina bien con la comida salada. Sin mencionar que es bastante barata, por lo que a los niños les encanta. Es deliciosa.

La cerveza de azúcar negra era algo que solo se podía obtener en la capital Solia.

—Bueno, a los nobles no parece gustarles mucho.

Cuando Sera se unió a la conversación con esas palabras, Riley se volvió rápidamente y la miró.

—¡¿Por qué?!

—Se siente como comida para campesinos.

—¡Idiotas!

Iris frunció el ceño ante las malas palabras de la boca de Riley.

—¡Riley! ¡Cuida tu lenguaje!

—Oh, lo siento.

Riley se disculpó rápidamente, mientras se rascaba la parte posterior de la cabeza tímidamente y volvía a tomar asiento.

—Es una sorpresa que lo que soñé realmente exista aquí.

Cerveza de azúcar negra. Una bebida llamada Coca-Cola en su vida anterior. A decir verdad, no era simplemente su imaginación manifestada en su sueño, sino algo que recordaba de su pasado.

Riley simplemente habló sin pensar, ya que no había necesidad de complicar las cosas.

—Bueno, hay muchas cosas que ver además de eso. Puedes esperar con ansias.

—¿No puedes contarnos más de antemano?

Cuando Sera les prometió con una sonrisa maliciosa, Iris comenzó a pedir más historias con una cara llena de curiosidad.

—Hmm, podría decirle más… —la cara de Sera se volvió traviesa —pero no lo haré.

—¡Ja, ja, ja! Estoy de acuerdo con Sera. Siempre es emocionante descubrir cosas nuevas. Las peculiaridades de Solia crearán buenos recuerdos.

—Vamos, ¿realmente van a ser así?

—Seré tu guía. Pero, solo miraré.

Ian se ocuparía de cuidar de Riley, mientras que Sera se ocuparía de Iris.

A decir verdad… Para Iris y Riley de la Casa Iphelleta, Sera e Ian solo querían verlos vagar por la ciudad con alegría. Les hacía daño en el corazón verlos ser oprimidos por Lady Orelly y sus dos hijos… Así que, al menos, querían mostrarles algo de felicidad.

—¡Está, está bien! A veces pueden ser muy malos…

Iris arrugó la nariz con un resoplido. Aunque su voz era aguda, había una sonrisa en su rostro. Mientras todos estaban sonriendo, Riley fue la única excepción. Con una expresión seria y un dedo en la boca, estaba reflexionando sobre la cerveza de azúcar negra. Él estaba emocionado. Entre su vida pasada llena de dolor y arrepentimiento, esta era una de las pocas cosas que podría redimirlo.

Quería beberlo pronto.

♦ ♦ ♦

—Mmm, Coca-Cola…

El niño que dormía en el regazo de Iris comenzó a hablar entre sueños y menear los dedos. Iris, que le estaba prestando su regazo, tocó juguetonamente la mejilla del niño y la conversación se detuvo.

—Era Riley, quien dormía en su regazo.

—Mi señora, ¿no es agotador?

—No, estoy bien. Podría preguntarte lo mismo.

—Acabamos de intercambiar, así que está bien.

Incluso durante la noche el viaje continuaba, gracias a los caballos especiales que tiraban del carruaje.

No solo eso, en el techo también había un invento hecho con magia, una creación hecha gracias al esfuerzo de incontables magos, para permitir viajes seguros incluso por la noche.

—¿Cuánto tiempo falta para nuestra llegada? —Iris se volvió y miró a Ian, que estaba sentado frente a ella.

—Todavía falta un poco. Debería dormir también.

Ian, que estaba sentado con los brazos cruzados, miró el mapa después de la pregunta de Iris y respondió.

—Debemos llegar mañana por la noche. Si llegamos antes, podremos hacer una gira con el Joven Maestro.

—Eso suena bien, pero ¿no deberíamos registrarnos primero para el torneo de esgrima?

Aunque Riley no estaba compitiendo, si deseaban ver el torneo también debían registrarse. Para hacerlo, deben enviar noticias de su llegada al castillo en la Alta Solia ​​y solicitar un pase.

—Eso lo podemos hacer Sera o yo.

Ante la respuesta de Ian, Iris cambió su pregunta con una cara triste. El viaje era para descansar.

—¿No deberías estar durmiendo también, Ian?

Ian extendió su mano ante la pregunta de Iris.

—No se preocupe, he estado despierto durante una semana consecutiva en tiempos de guerra. Esto es un paseo por el parque para mí.

Eso ocurrió durante los primeros días de vida de Ian. Comenzó a trabajar como mercenario cuando era un adolescente y participó en muchas batallas. Comparado a los días que pasó junto a un cadáver con todos sus sentidos agudos e incapaces de dormir, esto era un paseo por el parque.

—Pero eso fue en el pasado.

Pudo haber sido así en su mejor momento, pero Ian tenía más de setenta años ahora. Gracias al entrenamiento de su cuerpo y maná, estaba sano en comparación con otros de su edad, pero Iris no pudo ocultar su preocupación al ver el pelo blanco de Ian.

—Mi señora, ¿cómo me dice eso? Todavía estoy en servicio activo.

—¿Es así como la mayoría de los espadachines se comportan?

Es bueno descansar cuando se puede, pero son demasiado tercos.

Después de llegar como la concubina de Stein, estaba tan ocupada tratando de recuperarse de su enfermedad que ella, que no había aprendido esgrima, no podía preocuparse por más.

—Si no puede dormir, ¿qué tal una conversación?

Ian comenzó a buscar entre sus paquetes para preparar un buen té antes de dormir y le entregó una de las tazas a Iris.

—Ah gracias.

Era un té hecho con unas semillas que le dio Riley. Iris tenía una sonrisa orgullosa en su rostro.

—Mi señora.

Mientras esperaban que el té se enfriara, Ian le hizo una pregunta a Iris.

—Usted… no va a cambiar de opinión, ¿verdad?

—¿Sobre el torneo?

—Así es.

Ian, que estaba tan emocionado como Stein porque Riley iba a competir en el torneo, bajó los ojos mientras agarraba el asa de la taza.

Iris hizo una pausa por un breve momento y luego respondió.

—No.

Aunque no sabía nada sobre espadas, dio una respuesta tan firme, que era como si nunca retrocediera con este asunto.

—Mi decisión no cambiará. Si Riley no quiere competir, no lo forzare a hacerlo.

—Entiendo.

—Ian. Si realmente sirves a Riley, no deberías empujarlo a esto. Debes apoyarlo. —Iris trató de convencer a Ian. —También te has dado cuenta ¿no? Que Riley está preocupado. Le preocupa cómo lo miran los demás.

Ian siempre había estado al lado de Riley. Incluso cuando se quedaba dormido en el manzano de la mansión, cuando lanzó la espada de madera hacia el muñeco y la arrojó lejos. Ian sabía que el joven maestro estaba leyendo la atmósfera.

—Creo que con la edad viene la ansiedad. —Ian rompió el silencio en el carruaje. —Aunque me he jactado de que todavía estoy en servicio activo, estoy realmente preocupado. No sé cuándo desapareceré.

—Ian…

La cara de Ian se volvió amarga, ya que parecía recordar el momento en que colapsó antes.

—No hay nada que pueda hacer. No puedo hacer nada más que tener esperanza en el Joven Maestro. Vi posibilidad y esperanza en él.

Cuando vio por primera vez el talento de Riley que no se podía comparar con Ryan, Lloyd o incluso el conde Stein, no pudo dormir durante tres días.

Estaba emocionado y encantado de que Riley lograría lo que nunca podría lograr.

—Me acaba de decir que no debería empujarlo a esto, sino apoyarlo en su lugar. ¿correcto?

Aunque era un sirviente, fue un consejo de un anciano. Iris asintió con la cabeza.

—Soy igual que usted, mi señora. Puede que no sea idéntico, pero es muy similar. Así como estaba decidido a rechazar su lugar en la competencia, esperaba su participación.

—¿Por qué irías tan lejos? —Los ojos de Iris parecían hacer esa pregunta.

Ian respondió con una mirada indiferente en su rostro.

—Poner esperanza en la próxima generación es el deber de los viejos. —Cuando Ian murmuró esas palabras. El carruaje fue golpeado.

Ante el repentino temblor, Ian e Iris miraron a Sera que conducía el carruaje.

—Señor Ian.

Sera tenía una mirada aguda en su rostro, la cual, no era simple.

—Es una emboscada.

Riley, que estaba durmiendo en el regazo de Iris, abrió los ojos poco a poco.

Una respuesta en “El Perezoso maestro espadachín – Capítulo 21: Viaje a la capital (2)”

  1. La espera es mas insoportable que lo rápido que me como los capítulos xD

    Como siempre, gracias por la traducción, me gusta mucho esta obra, espero con ansías los próximos capítulos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido