La hija del Emperador – Capítulo 4

Traducido por Lily

Editado por Sakuya


Eres un loco… 

Ya no existen palabras que no haya dicho para describirte. Oye, ¿qué estás tratando de hacer? Él me daba miedo. No me pedía otra cosa que no fuera llorar. Realmente no podía moverme estaba atónita.

—Baw.

Este patético bastardo. Está loco, ¿de verdad te mueres de ganas por verme llorar?

Realmente no pensé que estaría tan contenta de que todavía no pueda hablar palabras humanas. Si lo que hablará no fuera un idioma alienígena, sino un lenguaje que pudiera entender, ya estuviera muerta, Hmm.

¿Aún no piensas irte?

Estaba nerviosa chupando mi chupete mientras él me miraba con ojos curiosos. Ese hombre es mi padre, debido a ese hecho, me llamaba la atención.

Mi vida diariamente es atormentada. Pero… descubrí algo curioso y eso era…

¡Qué casi nunca lo veía trabajar! De lo contrario, ¿por qué el emperador tendría tanto tiempo libre? ¿No era que debía cumplir con su papel como gobernador de un gran territorio?

—Su Majestad.

No podía escuchar lo que hablaban, pero mis ojos estaban abiertos con asombro ante el hecho de que había alguien más. Kaitel, al ver a esa persona cambió su expresión y borró su sonrisa. Originalmente su expresión era tranquila, pero a la vez melancólica. Se dio la vuelta para irse. Al enfocarme mejor pude ver qué se trataba de un caballero.

Tuve que tambalearme en la cuna y mirar al caballero con ojos curiosos, al verlo, tuve un extraño sentimiento. ¿Porque el caballero me ve de esa manera? Me veía con una mirada tan aterradora cuando solo soy un bebé, qué bastardo más ignorante.

—Los prisioneros de Izarta han llegado.

—Deja que Ferdel se encargue de ello.

Girando la cabeza como si no estuviera interesado en el asunto, de repente se volvió como si se le hubiera ocurrido algo.

—Oh, espera.

Sonrió. Era una pequeña sonrisa, pero se sentía más como una burla, porque solo movió la punta de sus labios. Debido a su belleza, ese acto fue fascinante.

—Por ahora, ponlos a todos en los campos de prisioneros. Yo me ocuparé de ellos más tarde.

—¿Qué hacemos con el rey de izarta…?

El caballero preguntó como si no quisiera terminar de pronunciar aquellas palabras, pero Kaitel parecía haber perdido el interés. Me miró de nuevo y se acercó a mí sonriendo.

Oye, oye, me estás asustando. Deberías alejarte de mí.

—Establece una fecha y ejecútalo.

Su voz era más cruel que antes. Tenía miedo, pero la forma en que tocó mi mejilla era tan amable como siempre. Me tragué el horror que sentí cuando lo vi acariciar mi mejilla cariñosamente y diciendo palabras crueles en un tono dulce.

Kaitel sonrió como si notara mi terror. Sus ojos en forma de luna creciente estaban sobre mí.

—Siento mucho que hayas nacido sin saber qué tipo de hombre es tu padre.

Si, eso era verdad. Me alegra saber que lo admitas.

—Pero eso no será un problema.

Oh, ¿en serio? Si me vas a matar, hazlo rápido por el amor de Dios, por favor.

Le estaba frunciendo el ceño cuando de repente me dio unas palmaditas en la cabeza. ¡Deja de acariciarme la cabeza, deja de tratarme como si fuera tu juguete!

—Recuerdo a la mujer que quiso ferozmente darte a luz.

¿Realmente la recuerdas? oh, ¿quién habría pensado que si eres humano?

Levanté la vista hacia Kaitel. Él sonrió y luego me miró una vez más con una expresión vacía. Tal vez porque era una niña, a menudo me miraba de esa forma. Con una expresión vacía y hueca.

—Bien, ahora llora.

Eh… joder.

Realmente no quería llorar, ¡¡pero él me está alentando a hacerlo!!

—Escuché que todos los bebés suelen llorar sin parar.

Sí, bueno, eso es normal en los bebés. Asentí y estuve de acuerdo con él. Por supuesto en sus ojos, simplemente parecía algo obvio. Buu Huu, ¿pero no soy un bebé realmente sabes?

No podía soportar la pena que sentía de mí misma y alejé la cabeza de él, en ese momento su dura voz cayó sobre mí.

—¿Será que tú inteligencia es un poco baja?

¡Qué hijo de puta!

♦ ♦ ♦

—Es un buen día, ¿no?

De alguna manera ya han pasado tres meses desde que nací. No estaba segura de cómo los meses pasaban tan rápido… No, no quisiera recordar esos días… pero, no lograba olvidarlos.

¡Malos recuerdos, desaparezcan!

—Siempre, por estas fechas, el clima es desolado y los cielos son brillantes. Aun así, cuando llega el otoño, las hojas caerán una vez que se vuelvan rojas. Luego hará frío nuevamente.

Su suave voz me hablaba. Selena solía hablarme mucho durante estos días, suelo escuchar muchas cosas, ya que los bebés son sensibles al sonido. Por supuesto, el loco emperador también solía hablarme, pero es más como si hablara consigo mismo.

Recordar el hecho de ser acosada por él durante los últimos meses, repentinamente me hizo enojar. Hijo de perra, realmente quería enviarlo a la guardería y decirle que aprendiera a tratar correctamente a los bebés.

—¿Te sientes incómoda, princesa?

Una dulce voz me habló. Abrí los ojos y miré a Selena.

Aprendí que Selena no es una niñera ordinaria. No, más bien, lo es, pero no una normal. Su título oficial es de Condesa de Peistrille. Estaba realmente sorprendida cuando descubrí su estado.

—¿Por qué te ves así? ¿Te sientes tan extraña estando afuera?

No, solo tenía curiosidad por ti.

La condesa de 23 años es demasiado para mí. Después de que sus tierras cayeran en una guerra, fue llamada por el Emperador para proteger su tierra y título al venir a servir al palacio. Eventualmente, se convirtió en mi niñera. Tuvo que dejar a su hijo por mí. Afortunadamente, parecía estar satisfecha con ser mi niñera.

—Nuestra querida princesa es la más gentil…

La sonrisa que muestra, me parece muy patética. Como dije en ese entonces, Selena siempre parecía patética, lamentable y triste. Me pregunté por qué, pero ahora que conozco su situación, me sentí mal por ella. Oh no, ahora me estoy sintiendo mal.

—Uwagh.

—Oh, querida. Está bien.

—Uwagh.

Quería pronunciar la palabra “madre” pero sigo sin poder pronunciarlo porque mi lengua no funciona bien. Podría pensar que solo era balbuceo, pero Selena se sentó y me miró atentamente, me escuchó con atención. Hmm, ella es una persona tan amable.

Prefiero seguir viendo cómo expresa esa bondad.

—Oh, pequeña, ¿alguna basura entro en tus ojos?

Lágrimas brotaban de mis ojos. Selena me recordaba a una persona en mi anterior mundo, aunque no están relacionados. Mi expresión cambió a una sombría.

Mis padres deben estar tan impactados al descubrir que fui asesinada. Eso no fue un accidente. Si no un asesinato. Un crimen sin motivos. Todavía recordaba el dolor de ser apuñalada con el cuchillo del criminal. Por supuesto, me duele mucho, pero se sentía peor el hecho de no haberme podido despedir de mis padres. Incluso si hubiera estado destinada a morir ahí, debería al menos dejarme decir adiós, ¡tú, mezquino Dios!

—Está bien pequeña. No llores más.

Selena me abrazó. A diferencia de hace dos meses, ya estoy más grande. Tenía más cabello, y podía permanecer despierta por más tiempo que antes. Si la niñera me ponía boca abajo, podía levantar la cabeza y girar mi cuerpo, aunque aún seguía siendo algo difícil.

Oh, sin embargo, no cambiaron muchas cosas. Está bien. ¡No voy a llorar! ¡Soy una buena bebé!

—Elene pronto traerá deliciosos alimentos. Una vez que ella vuelva, comeremos en ese banco de ahí.

Estaba bastante emocionada por mi primera caminata. Sin embargo, se sentía muy agradable salir para obtener un poco de aire fresco por primera vez. A veces, tenía la oportunidad de salir por unos minutos, pero hasta ahora, solo he estado en la terraza. Es la primera vez que me sacan en un cochecito y respiro aire fresco.

Otros bebés ordinarios habrían salido apenas sean vacunados en un hospital, fueran a la casa de un familiar, o cuando sus madres tienen que salir con ellos. No obstante, el ambiente en el que crecí era bastante diferente. En el palacio, mi propio médico estaba en la espera de órdenes las 24 horas del día en la oficina imperial, y no podía ir a la casa de mis familiares porque no tenía parientes vivos. Además, Selena fue la que me proporcionaba todo, no tenía inconvenientes, incluso si sucedía un evento urgente, y ella necesitara irse de forma urgente, siempre alguien más estaba listo para cuidarme.

Es tan injusto. Creo que es un ambiente muy sobreprotector. Incluso para mí es demasiado.

—Oh, supongo que ama estar afuera.

Sonreí cuando los ojos de Selena se encontraron con los míos. Ella sonrió alegremente cuando me reí. Se veía mejor ahora que su triste comportamiento habitual.

Ahora a su edad, creo que sería bueno tener un segundo matrimonio si la ley imperial no lo prohibiera…

Cerré los ojos, pensando que trataría de persuadirla más tarde cuando fuera necesario.

—¡Selena!

Dios, es Elene.

Podía adivinar quién era simplemente escuchándola.

Suspiré y abrí los ojos. Cuando Selena se dio la vuelta, pude ver a Elene corriendo. No se necesita ser un genio para saberlo, con solo verla se nota que va a caerse.

Estaba a punto dejar de pensar y chupar mi chupete, cuando Elene se cayó realmente. Ugh, no quise maldecirte.

—¿¡Huh!?

Sin embargo, el problema no fue que cayera, no tropezó porque se hubiera enredado con su propio pie, sino que se cayó al chocar con otra persona.

—¿¡Princesa Faylene!?

Escuchando la fuerte voz que venía atrás de la chica, instintivamente percibí algo. Esa dama delgada, que cayó frente a Elene, debe ser la princesa de un reino obligado a doblegarse ante Kaitel…

—¿Qué demonios fue eso?

Esto será muy molesto. Ni siquiera podía señalar la gravedad del asunto. Solo solté un suspiro.

Este era el mal hábito de Kaitel. Él trae princesas y leales damas de los reinos que conquistaba y luego juega… quiero decir, termina abandonando a sus concubinas.

No obstante, es un poco raro, para mí, no ver esto como algo insultante. No las convertía en juguetes o abusaba de ellas sexualmente.

—¿Está bien, Princesa?

El nombre Faylene fue definitivamente un nombre imperial agrícolo. Tal vez, el nombre real de la princesa era algo diferente.

Volví a chupar mi chupete. Mi lindo chupete era rosado, de un color suave como el pecho de una madre.

—¡Tú! ¡Cómo te atreves! ¿Sabes con quién estás hablando?

Las criadas detrás de ella estaban enojadas. Selena suspiró.

Sí, lo sabía. Entendí la inquietud de mi niñera. Este es un evento que vale la pena ver. Elene estaba perpleja.

Por cierto, ¿esta princesa está hecha de piedra? ¿Por qué todavía sigue en el suelo? Me preguntaba por qué, si la caída no fue tan dura.

Me pregunté eso por un momento. Pronto levantó la cabeza. Su belleza era significativa, podría decir que era magnífica. Su pelo azul despeinado se tambaleó. Se puso de pie, apoyándose en las sirvientas, sosteniendo el dobladillo de su vestido azul que coincidía con su cabello.

A pesar de que vino desde su reino, todavía conservaba su título de princesa, por lo menos, parecía la princesa de un Imperio. Si el rey hubiera querido hacer feliz a Kaitel, habría enviado a los descendientes directos del rey, o enviar a todas las damas leales que tenía. De todos modos, su belleza camino a la madurez estaba comenzando a formarse.

Ella es elegante, parecía una estrella de Hollywood.

—¿Cuál es tu nombre? —Su voz aguda sonaba muy molesta.

Oh, querida. Elene, deberías estar rogando de rodillas en este momento. ¡No solo te quedes ahí parada!

Fruncí el ceño mientras observaba su patetismo. Si tan solo estuviera aquí con un cuerpo más grande, simplemente ignoraría la situación y me iría. Desafortunadamente, solo soy un bebé, y era Selena quien me sostenía. Ella llegó al lugar a pasos ligeros.

—Lo siento, princesa.

Después de saludar a la princesa con una cortesía impecable, Selena levantó la cabeza. Ella debe sentirse muy incómoda con la inclinación tan baja porque me está sosteniendo, pero su comportamiento era suave.

Oh, Dios mío, ¿el emperador me obligará a aprender esta clase de comportamiento? Esto definitivamente es…

—Ella es una criada bajo mis órdenes, pero cometió un grave error. Por favor, perdónela.

La princesa, quién casi estaba a punto de golpear a Elene, suavizó su impulso por un momento. Elene exhaló de alivio.

¿No estabas asustada?

Te has enfrentado al hecho de tener que saludar todos los días a mí padre. ¿Qué pasa si haces lo mismo delante de él? Bueno, mi papá no es un padre normal.

—¿Quién eres?

La princesa Faylene miró a Selena de arriba a abajo de una manera desagradable. Sus ojos me miraban de forma angustiada.

¿Porque miras a mi niñera como si fuera un objeto? Sentí que realmente quería matarla cuando sus ojos arrogantes me miraron. Me sentí como si me mirara con ojos de un producto que tenía un precio y vendido a otros. Bueno, a diferencia de esta vida, la otra era normal.

—Soy la Condesa de Peistrille, provengo de Ivelast, localizado al sur de Agrigent. Estoy al cuidado de la princesa Ariadna bajo el mandato del emperador.

—¿Ariadna?

2 respuestas a “La hija del Emperador – Capítulo 4”

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