No confío en mi hermana gemela – Capítulo 3

Traducido por Maru

Editado por Sharon


El marqués Barret Acpencia. El joven marqués que era el jefe de su familia también era mi prometido.

El poder y el dinero que poseía junto con su fuerza militar, lo convirtieron en una de las cinco principales familias, hasta el punto de que si no hubiera duques sería el más poderoso del reino.

La gente se sorprendió cuando escuchó su compromiso con la hija mayor de la familia Aztane. Con el poder, el honor y el dinero combinado de las dos familias, la regla de mantener todo en la familia se rompió y se volvieron increíblemente poderosas. Este fue un compromiso realmente impactante.

Tanto más, el marqués Acpencia llegó a ser famoso como una persona hábil y ambiciosa. Con una buena cabeza sobre los hombros y la capacidad de leer las emociones de las personas, me ayudó mucho al hacer contratos. Pudo hacer buenos negocios y tenía habilidades administrativas impecables.

Era alto y atractivo. Muchas mujeres nobles buscaban a un hombre lleno de elegancia y modales, pero todo fue en vano, no se dejaba cautivar.

Así que me sorprendió cuando me regaló un anillo de compromiso. Después de todo, solo lo conocí una vez en su fiesta de cumpleaños cuando tenía dieciocho años.

Confié en sus habilidades y gestos. Cuando mi abuelo falleció de repente, todavía no estaba preparada para ser la jefa, pero como estaba a mi lado, pude ser fuerte.

Cuando me hice adulta, estaba preparada para casarme con él. Sin embargo, él quería esperar. Aplazó nuestra fecha de matrimonio durante once años.

Fui ingenua. No, fui un tonta. Sin que me diera cuenta de nada, planeó apuñalarme por la espalda.

Barrett no solo se acostaba con mi hermana, sino que también la usó para comprar todas mis propiedades a bajo precio. Le llevó cinco años quitarme todo lo que tenía. Durante ese tiempo trabajé sin cesar para tratar de salvarlo todo.

En ese momento vi una astilla de la verdadera naturaleza de Erusia. En ese momento sospeché que Barrett estaba teniendo una aventura con ella.

A pesar de mis sospechas sobre Erusia, no les creí completamente. Porque a pesar de que este lugar era mi hogar, también era el suyo. Incluso si vendiera todo, habría hecho la vista gorda mientras protegiera esta casa. Sin embargo…

—Gracias por invitarme hoy, señorita Laurentia. Por favor acepta esto.

Tomé la rosa que me presentó. Era una rosa azul hecha con magia que había visto en los periódicos.

Esta hermosa rosa deseada por muchas mujeres por su belleza era increíblemente cara.

—Ya que no sé mucho sobre el corazón de una mujer, después de preocuparme por qué comprar, elegí esta flor. Pensé que la flor más hermosa sería adecuada para la señorita Laurentia… Lamentablemente, no se puede compararse con tu belleza.

Hubo un tiempo en que creía que era romántico. Con una sonrisa suave, me decía dulces palabras de protección. Esas dulces palabras me hicieron ciega y sorda.

—Marqués Acpencia, ¿no tienes un regalo para mí? Me entristece que solo te preocupes por mi nieta.

—Jaja, por supuesto traje un regalo para el vizconde Aztane. Aquí hay un sombrero de fieltro que ha estado de moda en la capital en los últimos tiempos. Como el vizconde siempre está tan bien vestido, pensé que esto te quedaría bien…

—¿No es esto demasiado joven para mi imagen?

—¿No es el vizconde todavía joven?

Después de escuchar esas palabras, vi al abuelo sonreír ampliamente y ponerse el sombrero.

Era un espectáculo familiar. La rosa azul en mis manos, el abuelo que llevaba el sombrero, y pronto la rosa roja que se le dará a mi hermana menor.

—También he preparado una rosa para la señorita Erusia. Un regalo que se adaptaría a la dama que es como una flor en ciernes.

Al ver el cuerpo de Erusia retorcerse de timidez mientras aceptaba la rosa, pude sentir que mi interior una vez tranquilo comenzó a revolverse.

Al verlos mirándose el uno al otro e intercambiando palabras, los recuerdos que no quería resurgir se reprodujeron repetidamente. Desde la vista de los dos besándose hasta la escena de ellos disfrutando del cuerpo del otro. Sentí náuseas.

—Ugh…

—¿Laura?

Inmediatamente sentí que mi interior ardía cuando el ácido en mi estómago se elevó. El abuelo parecía preocupado al verme vomitar de repente. Los rostros conmocionados de las dos personas detrás del abuelo me hicieron sentir aún más náuseas.

—Uuh… Ugh…

Cubrí mi boca mientras me apresuraba al baño. El abuelo me llamó, pero no tuve tiempo de prestarle atención. Después de toser y vomitar dentro del baño, mi cuerpo carecía de la fuerza para responder.

—¡Laura! ¡Laura!

Me enjuagué la boca y me lavé la cara enfermiza con agua después de decirle al abuelo, que llamaba a la puerta sin parar, que estaba bien. El agua fría despejó mi mente complicada y desenfocada.

Sin embargo, las voces de esos dos, llenas de mentiras e hipocresía interferían con mi mentalidad.

—Hermana mayor, ¿estás bien?

—Señorita Laurentia, ¿se siente bien?

Me siguieron hasta aquí con palabras preocupadas que solo me hicieron ver que no tenían modales. ¿Qué están haciendo?

Debido a que me siguieron a pesar de mi estado actual, me di cuenta de su verdadera naturaleza, y pude confirmar su imagen real en mi mente.

—… Bien. Me siento bien.

Cuando solté una voz débil, las voces de las dos personas detrás mío volvieron a salir.

Me zumbaba la cabeza. No quería escucharlos más. Las voces pertenecían a las personas que me quitaron todo.

Abrí la puerta con ojos cansados. Ver la cálida expresión del abuelo al verme me llenó de fuerza al enfrentarme a Erusia y al marqués Acpencia.

Asqueroso.

Ni siquiera quiero comer sentada en la misma mesa que esos dos. No, ni siquiera podré comer. Tiraría todo lo que comí.

—Abuelo, de repente no me siento bien. ¿Puedo ser excusada primero?

—Por supuesto, date prisa y vete. Dile a Marsha que te traiga una medicina.

No necesitaba medicamentos, pero no tenía la energía para responder. Luché por reír cuando pasé junto a las tres personas. Cuando comencé a subir las escaleras, Erusia me siguió. Agarrando mi mano mientras preguntaba con una cara preocupada.

—Hermana mayor, ¿estás segura de que te sientes bien?

—Por supuesto. No te preocupes por mí y come bien, Erusia.

Me di la vuelta después de mirar a mi hermana menor manipuladora.

Zorra despreciable.

♦ ♦ ♦

Me quedé dormida tan pronto como me acosté en mi cama. Cuando desperté, la habitación estaba bajo una profunda oscuridad. Me preguntaba si todavía estaban comiendo, ya que podía escuchar voces ruidosas que venían de abajo.

Al ver la puerta abierta, me levanté de la cama.

—¿Estás despierta?

El abuelo entró en la habitación y preguntó con preocupación en sus ojos. Se sentó al final de la cama y me miró después de colocar la medicina y una taza de agua en la mesa auxiliar.

Un sutil olor a pastel. El abuelo olía débilmente a su pastel de manzana favorito que la señora Marsha le horneó.

Este aroma me tranquilizó. La vista de los ojos de mi abuelo había liberado toda la presión que había en mi corazón.

—Lo siento, entré sin permiso pensando que estabas dormida.

—El abuelo nunca tiene que preocuparse por eso.

Sus modales eran impecables.

—El marqués de Acpencia estaba muy preocupado por ti, Laura. Cuando se fue, nos pidió que cuidáramos de ti.

Entonces el fuerte ruido de antes era de ese bastardo.

—Ya que Laura no estaba allí, me pareció que faltaba algo, pero Erusia sí estaba feliz. Por supuesto, si Laura hubiera estado allí hubiera sido mejor.

También esperaba comer con el abuelo a quien no había visto en diez años, sin embargo, no quería compartir una mesa con esas dos personas.

—Laura. —El abuelo sonrió cálidamente y me llamó suavemente mientras bebía un sorbo de agua de la taza de agua. —El marqués Acpencia me ha dicho algo en privado.

—¿Qué era?

Incliné la cabeza después de colocar la taza en la mesa auxiliar.

—El marqués quiere acercarse en privado a ti, Laura. La mayoría de las personas conocen la relación de ambos, así que, ¿qué te parece anunciarlo públicamente?

Mi cara se puso dura. A pesar de que no cené con ellos, este evento aún continuó. En el pasado, estaba increíblemente feliz con este compromiso. Sin embargo, ese no es el caso ahora.

—Abuelo, yo…

—Lo sé. No quiero controlar tu vida. Le dije al marqués que obtuviera el permiso de Laura antes de pedir el mío.

Mi admirable y cálido abuelo. Oh, mi abuelo de buen corazón que siempre pensaba en mí.

—Veo a ese hombre como alguien favorable… No estoy seguro de ti. ¿Qué piensas?

En el pasado, la respuesta del abuelo a la unión de Barrett y yo fue favorable. Había pensado que casarme con el hombre más maravilloso del reino me traería felicidad. Y en aquel entonces también me había gustado.

—No es nada para mí.

Ahora no quería estar atada a él. ¿Hombre maravilloso? Eso era justo lo que dijo la gente que no lo conocía de verdad.

Era basura. Basura que tendría una aventura con la gemela de su prometida. Además, era la persona que, junto con mi hermana menor, deshonró a mi familia. Como sabía esto ahora, no podía seguir el mismo camino.

—¿De verdad? Pensé que esa persona sería adecuada para ti, pero si así es como te sientes, no hay nada que podamos hacer.

Sintiendo la calidez de las palabras del abuelo y contenta de no haberme dado una conferencia por rechazar la propuesta, sonreí. El abuelo miró esa bolsa de medicina.

—Sin embargo, no es alguien que se rinde después de fracasar. Necesitas estar al tanto de esto. Es una persona ambiciosa.

Un hombre ambicioso y capaz. El abuelo tenía una comprensión precisa de ese hombre. Forcé una sonrisa dolorosa.

—Soy consciente.

Fue una experiencia horrible.

—Oh, una invitación llegó hoy. ¿Qué quieres hacer con eso?”

—¿Una invitación?

¿Invitación? ¿Qué invitación? Recordé que esta era la fiesta de Barret y yo anunciamos nuestro compromiso después de su propuesta tras reflexionar por un momento. Claramente…

—Es una invitación para la fiesta del archiduque Veridian. ¿Lo rechazarás esta vez también?

Era la fiesta del archiduque Veridian, el jefe de una familia militar famosa por ser poco serio y homosexual.

Quería rechazar la invitación como lo hacía normalmente porque no estaba en la mentalidad correcta y mi cuerpo se sentía débil, pero de repente tuve una gran idea. Seguramente el marqués Acpencia asistirá a esta fiesta.

—No. Iré.

Esbocé una sonrisa.

♦ ♦ ♦

Lilurus. Ubicado en la región sur, Lilurus es un poderoso reino conocido por el cultivo de granos, grandes campos y una poderosa presencia militar. El más rico de la región y el principal exportador de cultivos a los reinos vecinos.

Con una increíble cantidad de dinero, el reino había financiado militares junto con personal de reemplazo militar adicional, así como muchas empresas y fábricas para convertirse en un reino increíblemente desarrollado.

En la historia de 600 años del Reino de Lilurus, hubo dos archiduques leales a la familia real.

Uno de ellos era el archiduque Veridian. Ubicada en el lado oeste, que poseía muchas tierras y campos, la familia Veridian mantuvo el título de capitán de la guardia real.

El otro era la familia del archiduque Safeldric. Ubicada en el lado norte, la suya era una familia que controlaba muchos negocios.

Los dos habían protegido el reino de Lilurus tan bien que nadie podía atacar. Sin embargo, ese no era el caso últimamente. La razón era que la situación con el archiduque Veridian se había vuelto extraña.

A decir verdad, el archiduque Ian, el actual jefe de la familia Veridian, era una persona sobresaliente. Hasta donde yo sabía, había docenas de historias que alababan su reputación. Cuando tenía quince años, antes de su debut social, decapitó al capitán de las tropas enemigas y había decenas de miles de historias diciendo que a los dieciocho había recibido ofertas para ser el capitán de la guardia real.

Sin embargo, aparte de su habilidad, la evaluación de la personalidad de Ian era bastante pobre. Por lo general, las historias que escuché sobre él giraron en torno al hecho de que era una persona homosexual y pródiga.

A decir verdad, el caso de un aristócrata siendo frívolo no era tan grave, especialmente debido a la cantidad de riqueza que poseía el Archiduque. Sin embargo, era un tabú ser homosexual para las personas religiosas.

—Entonces el hombre que se dice que es así…

Mientras estaba sentada en la silla y bebía un vino de color amarillo del que no sabía el nombre, observé al anfitrión.

¿Ese hombre es homosexual? No lo creo. No, más bien si es gay sería un desperdicio para las mujeres.

Con hombros anchos y parte superior del cuerpo firme sostenida por largas piernas, se paró por encima de los otros hombres. Podrías echar un vistazo a su imagen heroica y magnánima mientras interactuaba con la gente con una sonrisa refrescante.


Maru
Atención, atención, husbando detected.

Capítulo 4 ya disponible en la edición 33 de Kovel Times

7 respuestas a “No confío en mi hermana gemela – Capítulo 3”

  1. Jajajahaja me acordé de un amigo gay que siempre anda ligando y que a todos les pregunta siempre “amigo eres gay? ” Jajaja me imaginé a Laura llegando con el archiduque y preguntándole “amigo eres gay?” LMAO (Lo siento tenía que compartir esto jaja)

  2. Homosexual si como no, apuesto a que en realidad como la MC fue traicionado por una mujer y se aleja de ellas, o es muy malo tratando con ellas por eso mantiene su distancia, los hombres somo seres más sensibles de lo que las mujeres creen así que nosotros por malas experiencias hacemos cosas que pueden parecer estupidas o raras para los demas

    1. seré sincera, hasta hace unos años; creí que los hombres no tenían sentimientos y que solo albergaban lujuria. Sin ofender. Pero mis compañeros no eran muy buenos ejemplos

      1. No te culpo, la mayoría nos dejamos llevar demasiado por la lujuria, pero en cuanto a sentimientos si tenemos y muchos, solo que nos enseñan de pequeños a esconderlos.

        Yo como hombre escuche hasta el cansancio”Los hombres no lloran””Como hombre no debe mostrar debilidad””No debes interesante en cosas como, la ropa, maquillaje, costurera y ect”

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