No confío en mi hermana gemela – Capítulo 8

Traducido por Maru

Editado por Sharon


Aunque dije que no importaba, gastar cien mil de oro era una gran carga. Por supuesto, esto no era suficiente para molestar a mi familia. Cuando calculé la suma final, sabía que sólo causaría una ligera desventaja.

Aun así, tenía la esperanza de que pagar la cantidad equivalente al presupuesto del reino durante un año me traería buenos resultados.

Aunque tuve un negocio exitoso, en última instancia, me comprometí en una inversión que puede no tener resultados. Sabiendo esto, había trabajado para progresar en mis negocios.

—Laura.

Giré la cabeza hacia la voz cariñosa del abuelo que entró en la habitación. Le di las gracias cuando me entregó un sobre, y con un cuchillo de papel corté el extremo.

“Querida señorita Laurentia.”

Estaba bellamente escrito a mano. No tuve que mirar particularmente para ver quién era el remitente. La única persona que me notificaría en forma de carta y no un informe era Ian.

Hace aproximadamente una semana me había reunido con él para el contrato. Juntos fuimos a un banco y yo había emitido cien mil monedas de oro para Ian. Pero no se detuvo allí, solicité ayuda para él de algunos conocidos de negocios personales.

Qué sencillo, Ian. Me vino a la mente su imagen ofreciendo continuamente este agradecimiento a mi oferta. Sin embargo, yo era la que estaba agradecida. Lo que Ian no sabía era que las personas que había enviado para ayudarlo eran mis espías.

Las personas enviadas al ducado Veridian eran increíblemente inteligentes y buenos para trabajar en el mundo de los negocios, por lo que Ian se había relajado. Debido a esto, pudo escribirme una carta sobre asuntos cotidianos.

—Parece que la carta contiene buenas noticias.

—¿Perdón?

Levanté la cabeza hacia el abuelo, que sonreía alegremente.

—Últimamente, cada vez que ves una carta del archiduque Veridian, sonríes.

—¿Es eso así? Yo también… —con una risa baja, tomé la carta una vez más.

—A decir verdad, estaba bastante preocupado. Porque a pesar de que odias las fiestas, aceptaste la invitación a la fiesta del archiduque Veridian. Me preocupaba que pudieras encontrarte con un problema en un lugar desconocido.

—Dios, ya no era una niña. El próximo mes era mi ceremonia de mayoría de edad. Pronto seré una adulta.

Hablé alegremente y el abuelo se echó a reír a carcajadas mientras me acariciaba suavemente la cabeza. Mire a la figura del abuelo.

—Sí, eso es verdad. Todos sois adultos. Sin que yo supiera que creciste y te encontraste con una pareja y te enamoraste.

—… ¿Amor?

Miré a mi abuelo, profundamente conmovido, con extrañeza.

—¿No es así? Llega una carta todos los días, ¿no una carta de amor?

—¿Cómo puede ser? Es solo algo así como un informe.

—Laura, no hay nadie que sonría como tú mientras mira un informe.

¿Estaba mal reírme? Es natural reírse cuando el trabajo sale según lo planeado. Me reía de que todas las cosas en las que estaba trabajando paso a paso cambiarían magníficamente el futuro. Ver esto como enamorarse…

—Todavía no es eso. Ya sabes cómo es esa persona.

—Mmmm… Eso es cierto.

—Naturalmente, debido a esos rumores, le tengo más cariño.

La verdad era que el público sabía que el archiduque Veridian era homosexual. Si el rumor no fuera cierto sobre el ducado, Ian no se habría quedado quieto y habría acabado con los rumores. Sin embargo, se quedó callado. Debido a esto, el público confirmó los rumores como ciertos.

—Enamorada de un hombre homosexual… Naru se reiría. ¿Verdad Naru?

El perro pastor que había estado durmiendo profundamente a mi lado movió las orejas y me miró. Aunque Naru tenía un aspecto aterrador, sus acciones eran increíblemente lindas, ya que movía feliz y suavemente su cola mientras lo acariciaba. Cosa linda.

—Aun así, no tomes ese rumor en serio.

—Ogh, abuelo. Eso es algo que creo que es cierto…

—Las cosas que creemos que son verdaderas también pueden ser falsas. ¿No recuerdas que dije eso antes?

El abuelo siempre fue estricto en lo que respecta a la educación. Sus enseñanzas se basaron en ganar experiencia y conocimiento para poder transmitirme de la mejor manera posible.

—Que la mayor mentira esconde la mayor verdad, ¿verdad?

—Es un alivio que recuerdes.

Mis ojos dejaron al abuelo que se sentó después de acercarse al escritorio con una sonrisa y miré en silencio el sobre que estaba sobre el escritorio. La mayor mentira…

Estas palabras eran adoradas por los empresarios. Miente creíblemente para ocultar la verdad para que otros crean la mentira como la verdad.

Si ese fuera el caso, ¿cómo surgió el rumor de que era homosexual?

No entiendo. Aunque nuestra religión es flexible, es pecado ser homosexual. No hay razón para hacer este rumor. Sólo hay una solución. A Ian le gustan los hombres.

—No hay nada más que pueda ser.

—¿Dijiste algo?

—No, no dije nada.

Con una sonrisa, descarté mis palabras, y cuando estaba a punto de volver a mirar mi trabajo, las palabras del abuelo me detuvieron.

—Compré la mina abandonada que Laura había mencionado anteriormente y la examiné. Fue abandonada demasiado pronto. Todavía se encontraron minerales en las profundidades.

Antes de regresar al pasado, había circulado una historia. Hace cuarenta años, la mina de la Cordillera Nox se creía que solo era una de hierro.

El dueño había extraído todo el hierro y lo había abandonado. Sin embargo, esa mina no era una de hierro, sino una mina de diamantes ubicada en la cordillera.

En este reino, solo había dos minas de diamantes, por lo que el precio de la nueva mina de diamantes creció exponencialmente. Las dos familias del dueño de las minas y el descubridor de los diamantes lucharon hasta que se derramó sangre. Esto llegó a ser noticias escandalosas.

En este momento, nadie sabía que esta era una mina de diamantes. Por lo tanto, la compra inmediata y las excavaciones traerían grandes ganancias.

¿Cien mil de oro? Esta cifra se volvería risible. Una mina de diamantes era igual a un millón, no, dos millones. De esa manera pude darle a ese hombre cien mil de oro sin dudarlo.

Cuando llegué a casa después de ir al banco con Ian, el abuelo me preguntó por qué gastaba la gran suma de dinero. Era un tema importante porque era una gran cantidad.

La familia Aztane siempre tuvo como prioridad vivir con mesura. Los jefes de familia anteriores habían educado a sus sucesores para que no fueran frívolos con la riqueza, ya que reunir los ojos celosos de la gente llevaría a la familia a la ruina.

Por lo tanto, no fue sorprendente que me interrogaran sobre mis gastos. Había preparado mi discurso de antemano: “A pesar que el archiduque Veridian y sus militares que protegían el reino, la familia imperial les negó fondos. Debido a esto, se acumuló una cantidad increíble de deuda. Para mí patrocinarlo fue mi vocación.”

Al abuelo siempre le había gustado la palabra “vocación”. Como esperaba, el abuelo no me hizo más preguntas.

Aunque me enseñó que era bueno aceptando y rechazando solicitudes dependiendo de la situación, yo no. Con esto, sin embargo, dejé escapar un suspiro.

—De todos modos, ¿los preparativos van bien? Me refiero a la fiesta que los Aztane organizarán para el público la próxima semana.

—No. ¿De qué fiesta estás hablando de repente?

—No es de repente. ¿No hablamos de eso antes?

¿Por qué hay una fiesta todos los días para esta persona? ¡Solo organizar una fiesta cuesta mucho dinero!

El abuelo me miró mientras se reía alegremente. ¿Qué podría ser?

—Es la celebración de mayoría de edad tuya y de Erusia.

—Ah…

Dios, era verdad. La celebración era por esta época. Como lo había visto como un evento menor, solo tenía recuerdos oscuros al respecto. Para otros, puede ser un evento importante incrustado en su conciencia, pero para mí las fechas en las que obtuve los contratos comerciales estaban más profundamente incrustadas.

—Esta semana iremos al castillo de Aztane. Aunque será para una visita rápida, ¿no tienes que preparar un atuendo especial al ser el personaje principal de este evento?

El atuendo para una ceremonia de mayoría de edad era diferente al vestido tradicional. Un vestido de una pieza que era una mezcla de amarillo y negro que emitía una sensación agradablemente simple. Un atuendo ordinario, agradable y sencillo. Sin embargo, sentía el mayor odio por este vestido.

—Debido a que la gente no va a diferenciar a Laura y Erusia, preparé los conjuntos de manera diferente. Lo que digo es que Erusia se vestirá de amarillo y Laura se vestirá de negro.

Erusia y yo usamos vestidos con el mismo diseño pero con colores diferentes para la mayoría de las fiestas a las que habíamos asistido. Para mostrar la diferencia con fuerza, habíamos contrastado usando un color oscuro y un color brillante.

Por el bien de mi enfermiza hermana, había escogido la ropa que era un poco más oscura.

Aunque no importaba normalmente, una celebración de la mayoría de edad era una cuestión diferente. A diferencia del vestido tradicional que era voluminoso e iba hasta al tobillo, el vestido de celebración de la mayoría de edad era largo y estilizado. Usar este tipo de vestido en un color oscuro haría que uno pareciera un sacerdote o que asistía a un funeral.

En el pasado, cuando me puse el vestido negro para la celebración, la gente habló de mi aspecto deprimente y consternado. Por otro lado, Erusia era vista como una chica enferma pero hermosa.

No me disgustó en ese momento. No había necesidad de preocuparse por ceder el vestido amarillo a mi hermana menor que siempre estaba postrada en cama. Ese fue mi curso de pensamiento entonces. Y a pesar de que los había escuchado hablar de mi aspecto deprimido y consternado, no me importaba, porque a mi lado había alguien que dijo que me amaba. El bastardo de Barrett.

Fui una idiota. Realmente una idiota. Ahora que lo pensaba, la primera vez que Barrett fue a la mansión, él y Erusia probablemente durmieron juntos sin que yo lo supiera. Aunque no podía confirmar esto como cierto.

Si fuera el pasado, habría dicho que estaba bien con una sonrisa. Para mi hermana menor, habría cedido. Solo porque nací tres minutos antes.

Sin embargo, este no era el caso ahora.

—Abuelo.

—¿Sí, Laura?

Aunque fue doloroso decir que el abuelo me miró con una sonrisa pensando que cedería como siempre, pero no había otra opción. No me gustaba lo que no me gustaba.

—Lo siento, pero también quiero usar algo brillante esta vez.

Lo siento, abuelo. Podía ser insoportable pero ya no quiero ceder. No quiero escuchar que estaba deprimida o consternada por mi hermana menor.

—¿Es eso así?

Con una voz pesada, el abuelo inclinó la cabeza. Debía estar un poco preocupado. Porque a diferencia de ahora, generalmente me había rendido.

—Bien. Entonces Erusia en amarillo y Laura en negro y amarillo. Les indicaré que agreguen más amarillo al diseño. ¿Eso estaría bien?

Sonreí y asentí mientras el abuelo explicaba para que lo entendiera.

Quizás había sido terca en vano… pero no había nada más que pudiera hacer. No quería parecer más fea que Erusia.

♦ ♦ ♦

—¿Celebración de la mayoría de edad?

Ian frunció el ceño mientras miraba el informe, escuchando la insinuación en las palabras pronunciadas por la persona que Laurentia había enviado.

—¿Cuándo es?

—La próxima, la próxima semana. Se alojará en el castillo de Aztane. ¿No recibió una invitación?

Está aquí en alguna parte. El mayordomo reúne todas las invitaciones de la fiesta en alguna parte. 

Esto se debía a su preferencia. El mayordomo informaría una vez por semana, Ian escucharía mientras él enumeraba las fiestas, y seleccionaría las más importantes.  Probablemente había rechazado la invitación de Laurentia ya que no sabía sobre del acuerdo entre ambos.

—No recibí nada.

—Eso… es así. Eso es extraño. Ella ya debería haberlo enviado.

El hombre que Laurentia había enviado se rascó la mejilla y se escapó sigilosamente.

Ian levantó la cabeza y miró por la ventana. Le vino a la mente la imagen de la chica atrevida de cabello negro que había conversado con él con confianza no hace mucho.

Ella era diferente a las otras damas nobles. Esta joven cambió su rostro de una sonrisa feliz a una repentinamente seria cuando presionó a Ian para llegar a un acuerdo. Aunque de repente había firmado un contrato extraño, estaba agradecido por el asunto. Ahora sería capaz de calmar el rumor.

Sin embargo, ¿era correcto no invitar a su pareja, que también era su futuro prometido, a la celebración de la mayoría de edad? Aunque una celebración de la mayoría de edad no se consideraba importante, seguía siendo una ocasión de importancia. ¿Y para esta ocasión, no invitaba a su futura pareja matrimonial?

Ian dejó escapar una risa rápida. Desde entonces envió más de cinco cartas pero sin respuesta, y esta vez había escuchado sobre la celebración de otra persona. En cambio, ella envió un representante para transmitir sus palabras. Él hubiera preferido una carta escrita a mano. Aunque había sido culpa suya porque había perdido la invitación, le hubiera gustado escuchar una invitación del representante.

Llamó al mayordomo para informarle que asistiría a la celebración de la mayoría de edad con una risa forzada.

Una luz brillaba en sus ojos…

3 respuestas a “No confío en mi hermana gemela – Capítulo 8”

  1. no se como son realmente los gemelos, pero definitivamente a mis 18 no querria ir a una fiesta con el mismo diseño de vestido que mi hermana, más si es una vil z$%&a 7-7 , apostaria por un vestido que destaque mi belleza…y en lo posible opaque a la otra 7u7 jajajaja

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