¡No es tu hijo! – Capítulo 13

Traducido por Usagi

Editado por Yusuke


En el tiempo que Sheyman estuvo fuera, Kalia sintió que el de ella pasaba en un abrir y cerrar de ojos, no era fácil organizarse en tan poco tiempo, su estatus con el imperio era más grande de lo que imaginó.

Comenzando con la pila de papeleo apilada que contenia todo lo que habia escrito sobre la guerra siendo la escolta oficial del principe heredero, lo que pocos sabian era que ella fue derrotada en la guerra, hubieron muchos momentos donde se sintió amenazada por el asesinato y el veneno, era dificil dirigir a los soldados quienes no siguieron las ordenes de Viena, sin embargo nunca se rindió o se quejó.

Una vez derrotada se puso de pie y enfrentó todo de nuevo, empujando hasta que finalmente ganó y con eso aseguró la victoria, siempre pensó cómo minimizar las intenciones ocultas de aquellos soldados que no la seguían, nunca dudó de sus acciones.

Eventualmente regresó victoriosa, mientras más ganaba la confianza de sus soldados más se esclavizaba a su deber y en algún punto su división completa se convirtió en el orgullo y honor del imperio y ahí fue cuando Kalia se convirtió en general.

No era difícil encontrar un soldado que no la siguiera y desde que ella era el orgullo de los caballeros era natural que sus hombres se opusieran a su renuncia, primero que nada el diputado general, su subordinado directo había estado arrodillado a sus pies desde la mañana, con la cabeza apoyada en el piso de mármol mientras gritaba desesperado.

—¡Nunca podré ser su sucesor, mi general! ¡Si quieres retirarte busca a alguien mejor para el puesto!

Su frente estaba roja e hinchada por estar en la misma posición durante horas con lloriqueo constante.

—Han sido tres días, realmente no tengo tiempo para esto.

Y llamándolo con una voz autoritaria le ordenó:

—Brick Ukraine levántate.

—¡Si los caballeros se enteraran estarían desorientados! ¡Peor aún si el enemigo obtiene la información de su ausencia, general, ellos querrán atacarnos inmediatamente!

—Solo porque no esté aquí no significa que las tropas del imperio se van también, además sabes que el enemigo no puede permitirse un ataque, ya fueron derrotados, no podrían sostenerse económicamente.

—¡Otras naciones podrían invadirnos!

—La guerra requiere causas y tiempo para planificar, no puede decidirse tan rápido.

Kalia estaba completamente calmada mientras hablaba, lo que provocó que la cara de Brick se tornara tan roja como su frente.

—¡Oh, por favor, tienes que regresar! ¡No puedo dejarte ir, si vas a retirarte al menos dame una razón!

Era tres veces más alto y grande que ella un hombre de 170 kilos y era incomodo verlo aporrear sus pies en el piso.

—¿Olvidaste que eres un gigante que solo usa sus manos?

Lo miró fijamente con unos ojos fríos como el hielo, a Brick que seguía arrastrándose por el suelo como si fuera una existencia un tanto patética.

—Debo decirte que mis razones son personales.

—No es una excusa razonable, ¿retirarse por razones personales en un día festivo?

Brick se levantó y habló lo más apasionado que pudo, tanto que parecía que le escupía, Kalia estaba cansada y al mismo tiempo soñolienta esto ya era recurrente desde hace algunos días, le habían dicho que en los primeros meses se sentía exhausta pero nunca se imaginó que dormiría tanto que la cabeza le doliera.

Presionó los dedos en la frente y con la otra mano se agarró del respaldo de la silla mientras Brick continuaba gritando, entonces se hartó y el respaldo de roble de la silla se hizo polvo entre sus manos.

Oh Dios.

Disimuladamente limpió los fragmentos de la madera entre sus manos cayendo en sus botas. Y volvió a presionar su frente mirando a Brick en completo silencio.

—Lo lamento, ¿qué dijiste? Exacto…

Brick que seguía en el piso se levantó, incluso siendo un hombre de 170 kilogramos que peleaba únicamente con las manos, no podría romper con tanta facilidad el respaldo de la silla con solo algunos dedos.

Temblando miró Kalia, mientras se imaginaba que los pezados de la madera pudieron haber sido de su cabeza, la general Kalia es usualmente muy seria, mientras que él es bastante calmado, pero un fiero hombre que una vez destruyó a los orcos, podía ser calmado pero una vez que la furia se desataba nadie podía apagar sus llamas.

—Me refiero a que no quiero que la general se retire.

—Entonces serás el comandante temporal hasta que regrese.

—¿Vas a regresar después?

—Bueno depende de la situación —murmuró Kalia mientras se frotaba la frente con los dedos.

Estaba tan adormilada que su cabeza no pensaba en nada, no debió hacer nada de eso pero era difícil mantenerse en sus cinco sentidos cuando se sentía atolondrada.

¿Qué es lo que está mal con los hombres?

Kalia logró sacar a Brick, mientras presionaba los costados de su cara que le dolían por el estrés de lidiar con él, no olvidó amenazarlo mientras este temblaba.

—Si les dices algo de esto, voy a volarte la cabeza.

Para Brick, quien tenía un alto instinto de supervivencia, se sintió como algo muy real y no como un simple juego, no iba a jugar alrededor de ella hasta endurecerla, y después de retirarse Kalia se quedó dormida en su cómoda silla hasta que se sintió mucho mejor.

No tenía mucho tiempo antes de que Sheyman regresara, solamente le quedaba una semana.

—Tengo que apresurarme.

—¿No había dicho que me daría una respuesta hoy?

El señor Arendi me había recomendado un doctor, era tiempo de conocer a Alln Mc Ecker.

 ♦ ♦ ♦

La ropa que Kalia solía usar para los días casuales consistía en pantalones holgados y camisetas, también solía vestir el uniforme militar que se les entregaba a los caballeros.

Era alguien de alto rango que siempre vestía ropa masculina porque los pantalones eran más cómodos que los vestidos que usualmente se usaban, hoy, sin embargo, Kalia estaba usando un vestido lo que resultaba extraño, su apariencia era conocida en todo el imperio y eso hacia mas difícil caminar por los alrededores con las ropas que solía usar.

Si sus movimientos fueran conocidos y Sheyman o Louismond la persiguieran, le causarian más dolores de cabeza,entonces decidió cambiar su vestimenta por un vestido un tanto común acompañado de unos lentes plateados que no combinaban, y su cabello escondido debajo de un sombrero plateado.

El vestido es tan incómodo como lo imagine.

Nunca había usado un corset que estuviera a la moda y también tacones, ni siquiera había llegado y ya se sentía cansada, la única cosa  buena era que la falda era fresca por dentro.

—¡Wow! La señorita Kalia luce espectacular incluso con un vestido —dijo Hemming, quien la ayudaba con el vestido mientras sus ojos brillaban de emoción con la apariencia de Kalia con el puesto.

Kalia fingió un escupitajo seguido de un ataque de tos por lo apenada que se sentía, así que le agradeció brevemente.

—Muchas gracias por su ayuda Hemming, si no fuera por ti hubiera pasado horas intentando ponerme un vestido.

Después de desdoblar el vestido, que también fue difícil, parecía que usarlo era una tarea titánica ya que no sabía cómo, estaba tratando de escabullirse así que no podía pedir ayuda, había metido las piernas y tratado de subir el cierre de la prenda pero le resultaba inalcanzable.

Tengo que cerrarlo de algún modo.

Estuvo tratando de alcanzarlo dando vueltas de un lado a otro hasta que Hemming apareció milagrosamente, se suponía que ella no debía estar ahí si no fuera del imperio o al menos esa era su coartada.

Hemming, quien pensó que el cuarto se encontraba vacío abrió la puerta sin tocar y corrió hacia Kalia, si hubiera sido alguien más, ella se hubiera camuflado entre los objetos de la habitación, pero cuando notó que era Hemming no se escondió y le pidió ayuda.

No era que no estuviera sorprendida, pero rápidamente cerró la puerta y entró diciendo después de observar la situación y comprender todo.

—Déjeme ayudarla.

Entonces subió el cierre del vestido con sus hábiles manos, y el vestido fue tomando forma en el cuerpo de Kalia, también agregó uno que otro detalle que no fue requerido.

—Es mi trabajo ayudarla —replicó.

Hemming le sonrió dulcemente a Kalia como si se tratara de una pequeña esperando un dulce como premio, cuando Kalia se acercó y revolvió su cabello la sonrisa de la chica se hizo más grande y un sonrojo apareció en su rostro.

Es una niña tan encantadora.

Tres años antes había sufrido la pérdida de sus padres y a sus hermanos en una plaga, pero eso no mermó su brillante personalidad a pesar de la tragedia, Kalia estaba muy orgullosa de Hemming.

Debería encontrarle un buen lugar para trabajar antes de irme, me he encargado de Brick entonces ahora es tiempo de velar por la seguridad de Hemming.

Le consumía mucho tiempo el pensar cómo encontrar un nuevo maestro para Hemming, mientras ella miraba a Kalia con ojos curiosos, la general le ordenó suavemente.

—No le digas a nadie lo que has visto hoy, el emperador podría venir… ¿Lo entiendes?

—¡Sí, por supuesto! Yo la sirvo a usted, no a su majestad el emperador.

—Eso es adorable y astuto Hemming.

—Si te irás así ¿puedo ir contigo? —preguntó la niña.

Kalia quien miraba como Hemming le preguntaba con los ojos brillosos era algo nuevo para ella, pero la agonía no duró mucho más, Kalia asintió con la cabeza diciendo.

—Si parece que voy a necesitarte.

Entonces se escabulló de la mansión con una gran sonrisa.

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