Querida “amiga” – Capítulo 2: Te pido que tengas cuidado

Traducido por Kiara

Editado por Ayanami


Dorothea me dedico una mirada de sorpresa al escuchar mi pedido. Me miró como si estuviera loca.

Bueno, si se considera normal, para mí, el atar la cinta en su pecho, entonces, era normal, para ella, el atar la cinta en mi zapato, ¿no? Mantuve mi mirada fija en Dorothea, ignorando su reacción de asombro. Nada me iba a detener ahora.

Dorothea parpadeó.

— ¿Qué? —Expresó, pero no estaba preguntando porque no me escuchó la primera vez. Sus ojos temblaron. No me molesto, sonreír casualmente y explique de nuevo.

—Como puedes ver, la cinta de mi zapato está suelta. Me duele la espalda, ¿puedes atarla?

—Ata la cinta en mi pecho —Dijo Dorothea nuevamente.

—Lo siento, Rothe —le dije con una leve sonrisa. —No creo que pueda hacer nada porque la cinta en mi pie es demasiado molesta.

Ella permaneció en silencio.

—Ata eso primero, y luego ataré tu cinta por ti. ¿De acuerdo?

En verdad, la secuencia no era importante. Lo que importa ahora es demostrar que no soy la misma Mariestella. Tenía que demostrar que no me dejaré pisotear por ella. Ya conozco la verdadera naturaleza de Dorothea, y será difícil para ella actuar de forma inocente más tarde.

—Muy bien —dijo Dorothea. No había razón para que ella se negara.

Se vio obligada a ponerse en cuclillas frente a mí, mientras ataba la cinta en mi zapato. Cuando la miré, una ola de emoción se apoderó de mí. Quería que Mariestella se aprovechara de Dorothea, al menos, una vez en la novela, ¡y ahora se hizo realidad! Me preparé para la destrucción de la obra original.

Después de un rato, sin embargo, fruncí el ceño.

¿Sabe ella siquiera cómo atar una cinta? ¿Intenta estropearlo deliberadamente?

Por supuesto, Dorothea es una dama noble que está por encima de algo tan simple como atar cintas. Pero, si Mariestella ató sus cintas diez veces, ¿no sería natural que Dorothea pensara: “Oh, yo también debería aprender a atar una cinta”? ¿Carecía de conocimientos básicos? La pregunta continuó en mi mente, pero, la respuesta me llegó lentamente.

¿Qué debería esperar de alguien que le dijo a su amiga que muriera en silencio?

Este fue un esfuerzo infructuoso en primer lugar. Justo lo que Dorothea era.

—Rothe, ¿alguna vez has atado una cinta? —Dije con un aire intelectual.

—Mm —tarareo casualmente en respuesta. No, sonaba como si estuviera alardeando.

— ¿Por qué no aprovechas esta oportunidad para aprender? Te enseñaré —le dije.

—No quiero —Dorothea respondió en un tono tan bajo, que casi no pude escuchar. No sabría decir si es un problema en mis oídos o en su voz.

— ¿No? —Pregunté.

—Mm. Es molesto.

— ¿Pero no deberías saber cómo atar una cinta en caso de que la tuya se desate?

— ¿Por qué iba a hacer eso? Tengo una sirvienta. Además, atas bien las cintas —agregó con indiferencia, como si su ignorancia no fuera un problema en absoluto.

Fue un cumplido para mí, pero no quería escucharlo. Ya que, Dorothea afirmó ver a Mariestella como una sirvienta. Alguien que ata la cinta en su pecho.

Me las arregle para mantener mi nivel de voz.

— ¿Qué pasa si no estoy allí?

— ¿De qué estás hablando, Marie? —Dorothea dijo con un movimiento de cabeza. —Siempre estás ahí para mí. Somos las mejores amigas.

Sí, la mejor amiga que dejó morir. Ella solo quiere una sirvienta.

—No lo tomes con tanta tranquilidad, Rote. Algún día podría no estar allí para ti.

— ¿Por qué dices palabras tan tristes, Marie? Ni siquiera quiero pensar en un mundo sin ti.

No tenía nada que decir sobre la opinión de Dorothea, sobre la idea de perder a una sirvienta. Miré hacia abajo y miré la cinta atada por Dorothea.

Un completo desastre.

No pensé que Dorothea haría un mejor trabajo si le volviera a preguntar, y no tenía ganas de escuchar su molesta voz. Probablemente, diría: Marie es demasiado exigente. ¿No puedes hacerlo más tarde?

Suspiré. Por ahora, esto fue un revés operacional.

—Por ahora, vamos al carruaje. El conductor está esperando —dije con una voz cansada.

— ¿Qué pasa con mi cinta?

—Todavía no está completamente suelta. Si se desenreda, entonces, pídale a la sirvienta que lo ate por usted.

Tracé firmemente los límites y subí al carruaje de Dorothea. Quería viajar por separado de ella, pero no podía dar a notar que Mariestella ha cambiado demasiado. Sería un problema si descubrieran que soy falsa. Es mejor actuar con calma, de todas formas, no tengo intención de ser como la verdadera Mariestella.

— ¿No estás esperando la fiesta de té de hoy? Mi padre dijo que entregó un té nuevo a la mansión Trakos.

El padre de Dorothea, el Conde Cornohen, maneja los asuntos familiares, y Dorothea vive la lujosa vida de una princesa, incluso si no es una aristócrata de alto rango. Observé los brillantes zapatos de color marfil de Dorothea y respondí con una voz indiferente.

—Hm. Estoy deseando que llegue.

Hablé como si estuviera leyendo un libro en coreano, pero, afortunadamente, ella no pareció notar nada en absoluto.

—Papá lo entregó a la Mansión Trakos a un precio particularmente bajo. Pero le dije, papá, vamos, los Trakos ni siquiera son una familia de conde, sino de un marqués. No sé por qué se lo entregas tan barato.

—Ya veo.

— ¿No estás de acuerdo, Marie? Honestamente, se conoce mucho de los Trakos. El Conde Trakos no ocupa un lugar muy alto en la nobleza. En el mejor de los casos, está viviendo de la reputación de sus antepasados.

Una vez más, mi punto de vista sobre la personalidad de Dorothea era correcto. No podía creer que ella hablara así, cuando no hay nadie más cerca. Me pregunto si ella se atrevería a decir estas cosas delante del marqués Trakos o su hija. Sin embargo, no tenía intención de intervenir en esta escena, así que, simplemente, entrecerré los ojos. En momentos como este, era mejor mantener la boca cerrada.

—Tampoco me gusta Lady Trakos —dijo Dorothea. Ahora, está hablando mal de la hija, justo después de hacerlo del padre, —No me gusta su cara. ¿No crees que se ve como un zorro?

No podía opinar, porque nunca he visto a Lady Trakos, pero no confío en las palabras de Dorothea. En cambio, murmure un “Hm” como respuesta.

— ¿Qué sucede con esa reacción?

— ¿Qué?

—Tu respuesta es demasiado pasiva —dijo ella.

Mi mente quedó en blanco por un momento, luego, mi lengua, finalmente, encontró las palabras adecuadas.

— ¿Qué tipo de respuesta querías?

—Tienes que insultarla conmigo.

— ¿A lady Trakos?

— ¡Sí!

Estaba sin palabras. ¿Era esto lo que Dorothea espera de mí? Esta mujer, realmente, es una descarada.

—Realmente no me gusta hablar mal de otras personas —dije imperiosamente.

— ¿Qué?

—Aprendí que es un comportamiento inculto para una dama.

—Marie, tú…

—Así que lo evito tanto como puedo. ¿No te enseñaron eso también? —Agregué con una sonrisa brillante, y Dorothea no dijo nada. Por supuesto que no, no podía decir que nunca aprendió la etiqueta de una dama.

Después de eso, Dorothea permaneció en silencio, y así, el resto de nuestro viaje, afortunadamente, fue tranquilo

♦ ♦ ♦

Llegamos a la mansión Trakos y, lentamente, bajé del carruaje. Cuando entré en la mansión con Dorothea, un hombre, que parecía ser el mayordomo, se detuvo frente a nosotras.

—Bienvenidas, señoritas. Disculpen, pero ¿podrían mostrarme sus invitaciones?

Le mostré la invitación que recibí de manos de Florinda, al igual que Dorothea. Entramos al jardín trasero, donde nos recibió el dulce perfume de las flores.

—Debe haber muchas otras damas aquí, ¿no es así, Marie? Vamos a saludar y hablar —Dorothea se entusiasmó.

Al igual que la Mariestella de la novela, no estaba, particularmente, inclinada a unirme a actividades ruidosas. Todavía soy un poco más sociable que Mariestella, pero Dorothea es diferente. Ella siempre quería estar en el centro de atención. Por supuesto, dependiendo del espectador, esto podría verse como algo positivo. No podría negar eso tampoco. Ser sociable no es un defecto.

¿Pero, por qué está arrastrando a Mariestella con ella?

Dorothea es muy consciente de la personalidad tímida de Maristella. Sin embargo, Dorothea hizo que Mariestella la acompañe a todas las fiestas a las que asiste. Si Dorothea considerara a Mariestella como una verdadera amiga, podría intentar animarla a ser más sociable, pero, eventualmente, solo admitió que no encajaba con la personalidad de su amiga. Lo que debe hacer una verdadera amiga, es respetarla sin tratar de adaptar su carácter. También, es una cortesía natural en las relaciones humanas.

Dorothea solo quería una dama de honor, que ocupará el papel secundario que la hiciera brillar como el personaje principal.

La idea me hizo sentir sucia. La verdadera Mariestella era lo suficientemente inteligente como para saber esto, entonces, ¿por qué continuó dedicándose a Dorothea sin quejarse? También sentí un gran disgusto hacia Dorothea.

De repente, Dorothea me agarró la muñeca enguantada e intentó arrastrarme a algún lado. —Hay mucha gente por ese lado. Vamos hacia allá.

—Rothe, déjame ir —le dije avergonzada, las palabras salieron de mi boca, antes de que pudiera detenerlas.

Dorothea frunció el ceño y se volvió para mirarme como para decir: ¿Por qué?

—Estás sosteniendo mi muñeca demasiado fuerte. Me duele —me quejé.

—Estás actuando de una manera muy extraña hoy, Marie —dijo Dorothea con exasperación. —¿Comiste algo malo ayer? ¿Por qué eres tan sensible?

—No, Rothe —le dije, ofendida. ¿Dorothea realmente piensa que Mariestella es demasiado sensible, sin tomar en cuenta su propio comportamiento grosero? Le respondí con una sonrisa. —Te estoy pidiendo que tengas cuidado. Estás siendo demasiado sensible cuando se trata de sentido común. ¿Estás segura de que no te sientes mal, quizás comiste algo en mal estado?

Le devolví la pregunta y ella no pudo responder. En cambio, su rostro se enrojeció de vergüenza.

¿Por qué dirías algo a lo que no puedo responderte? Pensé, para mí misma, con una sonrisa.

—Está bien si ese es el caso, Rothe.

Ella se quedó en silencio.

— ¿Vamos a ir allí? Si continuamos aquí, no podremos hablar con nadie.

Comencé a caminar hacia donde Dorothea señaló antes, y ella me siguió con el ceño fruncido. Me interpuse entre el grupo de mujeres que hablaban en un ambiente agradable.

—Hola. Ha pasado un tiempo desde que los vi a todos —dije.

Ahora que me he convertido en Mariestella, ya no estaré en un papel secundario a la sombra de Dorothea.

5 respuestas a “Querida “amiga” – Capítulo 2: Te pido que tengas cuidado”

  1. En realidad, Marie era producto del autor, así que actúa acorde a su creador pero ahora puede tener libre albedrío. Además, en serio la otra porquería era buena? Ya que se supone que el autor justificó su proceder. Igual después de tantas novelas nada me sorprende.

  2. De momento, me gusta.
    ☺️ Esperaré a ver cómo hace evolucionar la trama de la historia está transmigrada, antes de dar una opinión más profunda.
    Gracias por el capítulo 🥰

  3. Gracias por la traducción.

    Ahora comento lo que me vino a la mente en este capítulo y es: ¿Marie estaba enamorada de Dorothea? Porque le aguantó mucho en la historia original

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