Te equivocaste de casa, villano – Capítulo 1: Antes de convertirme en la vecina de la heroína (1)

Traducido por Shroedinger

Editado por Shiro


Tenía diez años la primera vez que fui consciente de mi vida pasada. Debido a las circunstancias, es demasiado ambiguo decir que en realidad tenía diez años, pero por conveniencia, lo tomaré como tal. Ahora, para explicar este asunto, tendré que hablar sobre un incidente que fue un gran punto de inflexión en mi vida.

Ese día en particular, fui atrapada mientras robaba de los bolsillos de la gente, tras lo que fui golpeada al punto en que terminé al filo de mi vida.

Los golpes y patadas impactaban contra mi cuerpo.

—¿Pensaste que te llevaste el premio gordo hoy? Te atreves a revisar mis bolsillos, ¿eh?

Ese día tuve una suerte asquerosa.

El hombre olía a dinero y como miraba a su alrededor y caminaba con expresión confusa en su rostro, pensé que era un turista o un comerciante que había tomado el camino equivocado, pero estaba completamente equivocada. Jamás habría esperado que se tratara de un ejecutivo del nuevo sindicato criminal que recientemente se había apoderado de la región donde yo vivía.

Fue un error tomarlo por alguien de abajo, su rostro no me era familiar. Además, también fue mi error pensar que era un blanco fácil por parecer tan tonto.

En el momento en que alcancé el dinero que sobresalía del bolsillo trasero del hombre, fui inmediatamente atrapada por un brazo musculoso y arrojada al suelo.

—¡Tocándome con tus manos sucias!

—Oye, no tenemos tiempo. No te excedas.

El compañero del hombre trató de detenerlo con actitud apática, pero no ayudó mucho.

—Lo… lo siento… ¡Ack!

El hombre me empujó al callejón y una lluvia de patadas llovió sobre mi cuerpo.

En los barrios bajos había muchos niños abandonados, cosa que algunos adultos aprovechaban, haciéndolos mendigar o robar carteras de los bolsillos en lugar de juntarlos y ofrecerles comida y un lugar para dormir. Lo máximo que hacían era darle bocadillos baratos, como dulces hechos con agua azucarada solidificada, a los niños hábiles del grupo.

Y como el grupo no aceptaba chicas, oculté mi género y viví con ellos fingiendo ser un chico. Me fue posible porque todavía era joven. Mi cabello se había vuelto lo suficientemente tupido como para cubrir mi rostro y cuando usaba ropas de paja, mi género no estaba muy claro.

—Maldito mocoso, me pone de los nervios. —El hombre escupió a un lado mientras me miraba con ojos despiadados y yo gemía en el suelo con mi cuerpo acurrucado. Era famoso entre el grupo de niños por ser ágil, pero mi suerte fue pésima ese día.

No era la primera vez que me atrapaban y golpeaban mientras robaba bolsillos, había sucedido mucho cuando comencé, pero esa fue la primera vez que me golpearon con tanta severidad.

El hombre a su lado chasqueó la lengua como diciendo que era demasiado, pero no hizo nada más.

Me dejaron sola en el callejón y huyeron del lugar. Pero aun así, no pude evitar alegrarme de que hubiera terminado después de tanto. De haber tenido peor suerte, pude haber muerto.

El sol ya se había puesto, así que traté de volver con mi grupo, pero ni siquiera pude dar unos pasos antes de desmayarme en el acto.

Y cuando volví a abrir los ojos, había sido vendida a traficantes de humanos.

⧫ ⧫ ⧫

La esclavitud no era ilegal donde vivía. Por supuesto, estaba prohibido secuestrar y vender personas libres, pero yo era de los barrios bajos y no tenía padres ni hermanos. Entonces, incluso si desapareciera, no había nadie que me buscara. El grupo del que formaba parte probablemente tampoco trató de encontrarme.

En los barrios bajos no era raro que de pronto un día alguien desapareciera. Yo fui uno de esos casos, y parece que mientras estaba inconsciente en el callejón, fui capturada por gente desagradable y vendida a traficantes de esclavos.

—Igual que antes, cincuenta saludables.

Alguien suspiró.

—Vamos, vamos. Elegiré algunos útiles para ti otra vez.

Me vendieron el día que llegué al mercado de esclavos; quién sabía si era algo bueno o malo. La persona que me compró era un individuo de aspecto sospechoso, vestido de negro de la cabeza a los pies.

Por el ronco sonido de su voz, parecía ser un hombre mayor. Y a juzgar por la manera servil y halagadora con la que habló el comerciante de esclavos, esta no parecía ser la primera vez que compraba tantos esclavos como en esta ocasión.

Luego me trasladaron a un carro con los otros esclavos y viajamos durante dos días completos antes de llegar a nuestro destino.

—¿Qué es esta cosa que se está muriendo? ¿Incluso está cubierto de sangre?

Fue entonces cuando mi figura quejumbrosa fue descubierta en el carro.

Las secuelas de la paliza en el callejón me habían hecho enfermar, pero parecía que él no lo sabía porque no había revisado a cada uno de los esclavos cuando los compró al comerciante.

—Ahh. Este hijo de puta. La última vez se lo dejé pasar muy bien, ¿y ahora este bastardo me vendió en secreto algo que ni siquiera puedo volver a usar? —El hombre frunció el ceño, la molestia se palpaba en su voz. Entonces se quitó el sombrero y el rostro que fue revelado era mucho más viejo de lo que esperé. Me miró, obviamente disgustado, y luego chasqueó la lengua.

—No puedo hacer nada ahora.

Ya era demasiado tarde para regresar al mercado de esclavos, así que parecía que decidió llevarme adentro en lugar de devolverme.

Pero podría haber sido mejor para mí haber muerto o haber sido abandonada ese día. ¿Por qué? Porque el lugar al que llegué era un instituto de investigación, conocido incluso en la ciudad del crimen, Carnot, por experimentar con personas vivas.

⧫ ⧫ ⧫

—¿Es esto todo lo que queda vivo esta vez?

Quedé atrapada en el laboratorio de inmediato. Había un extraño olor a pescado en el aire, y el sonido lúgubre de la gente llorando se podía escuchar a mí alrededor.

—Los resultados han sido similares hasta ahora. No creo que este método funcione, por lo que parece. —La mujer respondió sin entusiasmo a la pregunta del hombre. Entonces su mirada se desplazó hasta caer sobre mí, colgada del costado del hombre.

—Aparte de eso, ¿qué pasa con el pequeño enano? ¿Te engañaron de nuevo con tu compra?

—¡No fue así! Elegí uno joven a propósito.

Que alguien supiera que el traficante de esclavos lo estafó conmigo parecía herir su orgullo. Entonces, actuando como si me hubiera traído aquí apropósito, el hombre ordenó con gravedad:

—Pon «eso» en el cuerpo de este.

—¿Qué? ¿Lo dices en serio?

—Todo este tiempo solo lo hemos intentado con adultos, así que esta vez, cambiaremos el método y veremos.

La mujer parecía reacia al principio, pero finalmente siguió las órdenes del hombre y me acostó en una cama vacía.

En ese momento, todo mi cuerpo estaba ardiendo con fiebre alta y mi visión era borrosa. Los dos estaban hablando de algo, ignorándome, pero el sonido de su conversación se había ido debilitando gradualmente. Así que no podía recordar realmente lo que me sucedió justo después de eso.

Solo sabía que me habían atado las muñecas y los tobillos a la cama y que luego me apuñalaron el cuello con algo afilado como una aguja. Entonces sentí que algo se introducía en mi cuerpo a través de lo que sea que hayan usado para apuñalarme. Después de eso me desmayé por el terrible dolor que parecía desgarrar todo mi cuerpo.

Durante muchos días y noches, soñé con un grupo de arañas negras royendo mi cuerpo. Luego, cuando mi mente confusa comenzó finalmente a enfocarse y las arañas que cubrían mi cuerpo se retiraron con lentitud…

Recordé las memorias de mi vida pasada.

Los recuerdos enterrados de mi pasado brotaron de repente, como el agua de una presa rota. No era una huérfana solitaria como lo había sido hasta ahora, podía recordar con claridad los días dulces y felices que había pasado con mi familia.

Los días de ocio que pasé acostada en la cama abrazando a mi perro y leyendo un libro prestado de mi hermano menor [1].  La vez que salí con mis amigos después de nuestros exámenes universitarios y jugué hasta tarde. Incluida la única noche en la que un borracho me empujó al medio de la carretera en mi camino de regreso a casa…

También recordé las luces cegadoras que me engulleron poco después de eso.

En esa oportunidad, luché durante incontables días dentro de mi memoria, sin saber si era un sueño o una fantasía.

—¡Tuvo éxito…!

Y entonces, un día, la alegre voz de un hombre me despertó del sueño.

3 respuestas a “Te equivocaste de casa, villano – Capítulo 1: Antes de convertirme en la vecina de la heroína (1)”

  1. Qué rayos? donde encuentro a esos malnacidos (despotrica con el rostro furioso y prepara una jeringa un hermoso líquido con cianuro) les daré una pequeña inyección como retribución (sonríe fríamente)…

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