Te equivocaste de casa, villano – Capítulo 4: Me convertí en la vecina de al lado de la heroína (1)

Traducido por Shroedinger

Editado por Hime


¿Por qué estás aquí…?

Me puse rígida tan pronto como vi a la persona parada frente a mi puerta.

—Hola…

Aun así, después de unos  momentos, le devolví el saludo. Tras lo cual una sonrisa deslumbrante floreció en su rostro.

La señorita que visitaba mi casa era como un lirio de los valles bañado por el rocío de la mañana. Su exquisito cabello era tan fino como hilos de plata, brillando vívidamente bajo el sol de mediodía, y sus ojos color verde claro contenían una frescura como la de las hojas recién brotadas. Mi imagen se reflejó con claridad en esos ojos soñadores y de aspecto amable.

—¡Estoy tan feliz! No esperaba que una chica de mi edad viviera justo al lado —Mientras lo decía, su rostro se llenó de alegría—. Me he mudado algunas veces en el pasado, pero en todas las oportunidades mi hermana y yo nunca tuvimos vecinos de nuestra misma edad.

Era como si «seamos amigos» estuviera escrito en sus ojos brillantes. Me sentí un poco abrumada, parecía mirarme como a una futura amiga.

Por cierto, se había presentado como Anne-Marie hacía un momento, ¿no es así?

Entonces, ¿era ella la persona que creía que era?

La heroína.

Al principio tuve mis dudas, pero no solo su apariencia era la misma que según mi memoria se describía en la novela, sino que no pensé que fuera posible que dos mujeres en el mundo fueran poseedoras de una belleza tan deslumbrante y de primera categoría. Además, también vivía con su hermana menor.

Pero, ¿por qué la heroína se mudó a la casa contigua a la mía…?

Mientras yo no encontraba palabras como esas, la mujer que se presentó como Anne-Marie procedió a hablar:

—Me encontré con otro vecino hace un minuto y me dijo que trabajabas en la cafetería más grande de aquí. ¿Es esa la tienda en la intersección de Blue Ferret?

Cuando escuché la siguiente pregunta, hice una pausa.

—Sí, es esa.

Después de salir del instituto, encontré un trabajo y viví como una persona normal a mi manera. Y ahora, habían pasado aproximadamente dos años desde que me mudé aquí y comencé a trabajar en la cafetería de la Calle Ferret.

En ese entonces, cuando pensaba en ahorrar algo de dinero para instalarme con tranquilidad en algún lugar, elegí un día para buscar una casa bonita donde pudiera vivir sola. Luego me detuve en una cafetería cercana para tomar una taza de café y traté de relajarme por primera vez en mucho tiempo. Observé el paisaje ante mí por un rato, y después me di la vuelta. En algún momento, mi entorno se llenó de clientes, y supuse que a la tienda le iba bien.

Sin embargo, cuando estaba a punto de irme, el dueño del café de repente corrió hacia mí y me preguntó si podía trabajar allí. Su pregunta me dejó perpleja, desde luego, e intenté negarme. Pero el dueño me suplicó de manera desesperada, diciéndome que si no era conveniente para mí trabajar podía ir a la tienda y sentarme allí como lo hice. Y así, conseguí un trabajo con términos poco convencionales en esta Calle Ferret.

Tenía un día libre una vez a la semana y ese día era hoy, por eso me encontraba en casa en ese momento. Entonces, lo que Anne-Marie escuchó del otro vecino era cierto. Y aunque no estaba muy segura de quién era el «otro vecino», si la información no provenía del señor de la casa de empeño, definitivamente provenía de la señora Meriel del taller de reparaciones.

Esas dos eran las únicas personas en la calle Gray Ferret a las que les gustaba hablar de esos asuntos con otras personas. Les advertí la última vez que no dieran mi información personal de esa manera, pero no escuchan.

Desde que absorbí los fragmentos de la catástrofe en el instituto, mis emociones se habían tornado algo vagas y estaba acostumbrada al aburrimiento. Así que no estaba exactamente enojada o molesta, pero el hecho de que alguien estuviera difundiendo detalles sobre mí era un poco molesto.

Sin embargo, Anne-Marie era una persona discreta. Cuando vio mi reacción de incomodidad, su rostro mostró señales de remordimiento y pesar.

—Ah… Perdón por preguntarte algo tan personal en nuestro primer encuentro. Eso fue descortés de mi parte, ¿cierto? —Anne-Marie se disculpó con rapidez conmigo, como si hubiera cometido un error—. Um, comenzaré a trabajar en la clínica al otro lado de la tienda a partir de mañana. Así que me sorprendió mucho que nuestras casas no solo están cerca una de la otra, sino que nuestros lugares de trabajo también… Y me adelanté, lo siento.

Una vez se explicó, pareció no saber qué más decir.

Ella era como nuestra Coco.

Ver a Anne-Marie así me recordó al perro que había criado en mi vida anterior. Casi podía ver un par de orejas caídas y una cola superpuesta en su cuerpo. Se veía tan lamentable que dudaba que alguien pudiera permanecer enojado después de verla así, incluso si su enojo se iba en ascenso hasta las nubes de manera vertiginosa. Por otra parte, ni siquiera estaba molesta con ella en primer lugar.

Quizás porque me acordé de mi perra, Coco, mi tono de voz fue más suave cuando hablé:

—Está bien. Dado que trabajarás en la clínica, nos veremos más a menudo en el futuro.

Volviendo al punto central: dijo que iba a trabajar en la clínica. Entonces debo tener razón. Ella realmente era la heroína de la novela.

A pesar de que solo dije esas palabras por cortesía, la mujer frente a mí sonrió con timidez, como si se hubiese alegrado a causa de ello. Supongo que debería decir: «Como se esperaba de la heroína». Era una sonrisa impecable y brillante.

Antes de venir aquí, debió pasar por muchas dificultades para poder mantener a su hermana menor después de que su familia se arruinara, pero para mi sorpresa, no había señales de eso en ella.

Aparte de eso, ¿aquí fue donde vivió la heroína al inicio de la novela? Todavía debería haber un margen de uno o dos años antes de que comience la historia, y estoy segura de que la novela decía que la heroína se mudó a una casa en ruinas. Sin embargo, las casas aquí eran de las mejores de este lugar. ¿Podría ser que vivió aquí en principio y que luego sus finanzas se fueron al demonio? ¿Teniendo que mudarse después a un lugar más pequeño?

Esa idea parecía correcta de alguna manera. Mientras miraba su rostro brillante e ingenuo sobremanera, por alguna razón, sentí que sería difícil para ella ganar dinero. Cuando caías hasta el fondo de la escalera,  hasta cierto punto, aprendías a hacerte una idea de las cosas a partir de una observación a grandes rasgos. La mujer frente a mí en este momento, desde un enfoque positivo, se podría decir que desprendía el aroma de una persona inocente e ingenua que no sabía cómo sospechar de los demás. Ahora, enfocándolo de manera negativa, el olor que emanaba de ella apestaba a pusilánime, el blanco perfecto para estafar.

En la novela, ¿no llegó a acoger a un hombre desconocido que colapsó frente a su casa, tratándolo con la mayor sinceridad? El autor había enfatizado la bondad de la heroína en varios episodios de la novela, como si tratara de convertirla en una santa. Luego, debido a la tensión en la historia, malas personas comenzaron a aparecer con frecuencia, intentando aprovecharse de la naturaleza de Anne-Marie para lastimarla.

Y luego todos fueron enviados a cruzar el río Jordán [1] por el diabólico subvillano, Lakis. Por supuesto, que él hiciera eso no significaba que hiciera algo bueno.

Bueno, de cualquier manera…

Como Anne-Marie acababa de decir que se había mudado con frecuencia en el pasado, este lugar probablemente no era su destino final.

Busqué en mi memoria, pero no pude recordar información alguna relacionada con la dirección de la casa de la heroína. Sin embargo, cuando comenzó la novela, el lugar donde ella vivía era el «foco» al que acudían el protagonista masculino y el subvillano, por lo que un lugar apartado como este no podía ser el escenario principal.

Lo que significaba que la heroína se mudaría dentro de uno o dos años, como mínimo. Realmente no quería acercarme a ella, pero ya que sería mi vecina por un tiempo, no me importaba hacer algo tan simple como intercambiar nombres.

—Puedes llamarme Yuri.

—Guau. Incluso tu nombre es tan bonito.

En el instituto de investigación, me apodaban «Arachne» y cuando vivía anteriormente en los barrios bajos, no tenía nombre en absoluto. Así que ahora estaba usando el nombre que tenía en mi vida anterior.

—Um, yo… —Anne-Marie empezó a hablar como si de repente hubiera recordado algo, pero parecía que por alguna razón no le era fácil decirlo. Se mordió los labios—. Escuché que hay un fantasma en mi casa, ¿es eso real?

Cuando finalmente escuché lo que dijo en voz baja, me quedé sin palabras de nuevo, pero esta vez, fue por una razón diferente. Aunque no estoy segura de cómo Anne-Marie tomó mi reacción, se excusó con rapidez:

—Por supuesto, no creo en tales supersticiones, pero me preocupa que mi hermana menor se asuste si llega a escuchar algo así…

Sin embargo, sus mejillas estaban ligeramente rojas, así que no podía creerle. Sin dudarlo, le dije:

—No hay nada de qué preocuparse. Es solo un rumor falso.

La razón por la que se rumoreaba que la casa contigua a la mía estaba encantada se debía a mí. Pero eso no era algo que pudiera decirle a la cara. Además de eso, había pasado mucho tiempo, ¿no? Ese rumor surgió cuando recién me mudé.

Parecía que el simple hecho de escuchar que no era cierto hizo que Anne-Marie se sintiera aliviada, luciendo más a gusto inmediatamente después.

—¿Supongo que ese es el caso? Escuché que la casa ha estado vacía durante bastante tiempo antes de venir aquí. Probablemente por eso la vincularon con una historia tan extraña.

Mientras escuchaba sus palabras, sentí que algo me pinchaba la conciencia —cabe recalcar, creí haber perdido todo vestigio de conciencia.

De cualquier manera, me pregunté cómo se las arregló para comprar una casa así cuando la ponía tan nerviosa. Esa casa llevaba desocupada casi año y medio porque se rumoreaba que había fantasmas.

Ah, tal vez le hicieron un descuento debido a eso.

Sin embargo, cuando escuché lo que dijo Anne-Marie mientras su pecho se relajaba con alivio, me vi obligada a permanecer en silencio.


[1] Enviado a cruzar el río Jordán: enviado a su muerte.

5 respuestas a “Te equivocaste de casa, villano – Capítulo 4: Me convertí en la vecina de al lado de la heroína (1)”

  1. Anne suena tan linda, como un perrito jajaja y Yuri de seguro es tan bonita que atrajo a la gente a la cafeteria jajajaja Ya quiero ver lo que hace con el villano jajaja
    Muchas gracias por su trabajo y esfuerzo ^u^ Realmente me alegraron el dia UwU

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