Un día me convertí en una princesa – Capítulo 84

Traducido por Den

Editado por Sakuya


—¿Sí, Su Majestad? —respondió Félix con la voz ligeramente nerviosa. Me miró con ojos tensos, parecía frustrado porque quería decirme algo.

Pero cuando la fría voz de Claude penetró en mis tímpanos…

—¿Por qué esta chica sigue en mi palacio como si fuera su casa? —me quedé boquiabierta y levanté la cabeza para mirarlo.

—Su Majestad, la princesa Athanasia es…

—Ya he oído suficiente esa tontería como para hacer sangrar mis oídos —interrumpió a Félix como si estuviera cansado de sus bromas—. Princesa. Una princesa —esbozó una sonrisa gélida—. Qué divertido.

No pude decir nada, solo enfrentar su burla.

—No tengo hijos, pero ¿qué quieres decir con “una princesa”?

Sentí a Félix respirar hondo. Cuando Claude me miró con sus gélidos ojos, tampoco pude respirar.

—¿Quién la envió? ¿Qué bastardo loco le ordenó que fingiera ser mi hija?

Este Claude era diferente al Claude que conocí a los cinco años y al que conocía hasta ahora. Porque este de ahora era…

—¿Dijeron que todo el oro y las joyas serían tuyos? —me consideraba una completa extraña. En sus ojos no había signos de que me reconociera.

—No sé qué clase de trucos usaron para engañar a Félix y los demás, pero no funcionarán conmigo.

Claude pensaba que alguien había usado magia para ponerme en la posición de princesa. Aunque yo sabía que eso era lo que pensaba, lo llamé neciamente.

—Papá…

—¿Papá? —se burló de mí, y me dijo más frío que nunca—: Cállate. Si vuelves a decirlo, te cortaré la lengua.

En ese momento, se me paró el corazón. Esta era la primera vez en toda mi vida que me trataba de esta manera.

—Obviamente cortaré tu cuerpo en pedazos, pero ya que esto es divertido, te dejo seguir por el momento.

Iba a lastimarme o matarme si no lo escuchaba…

—A partir de hoy, esta chica estará confinada en el Palacio Esmeralda —cuando anunció aquello, Félix gritó que no podía hacer eso, pero Claude dijo algo más que no oí. Solo me quedé de pie, paralizada en mi lugar, mientras lo miraba—. Si valoras tu vida, será mejor que no vea ningún mechón de tu cabello fuera del palacio.

Sus ojos desprovistos de calidez me observaron hasta que se dio la vuelta para marcharse.

—Si te vuelvo a ver, te mataré.

La luz del sol brilló en mis ojos mientras me dejaba ahí. Pero sin importar qué, sus palabras resonaron en mi cabeza.

♦ ♦ ♦

Sorprendentemente, Claude sufría de amnesia. Solté una risa sin vida cuando Félix me lo dijo.

¿Amnesia? ¿Eso no es algo propio de los libros o programas de televisión? Oh, sí, cierto. Esto es un libro. Ja, ja… ja.

Después de un momento de vacilación y viendo mi rostro conmocionado, Lilly y Félix salieron en silencio de mi habitación. Se veían extremadamente deprimidos.

La razón por la que no me dejaban salir era porque Claude había perdido todos sus recuerdos sobre mí. No recordaba nada de los últimos nueve años que pasamos juntos. Sin importar cuánto Félix intentara explicárselo, lo trataba como si estuviera bajo la influencia de magia negra. Dijo que nunca tendría una hija hasta el día de su muerte.

—Ja… —Una risa seca volvió a escapar de mis labios. La situación no podía ser más irónica. Todo parecía una mentira. Pero Félix, Lilly y Hannah decían que esto era real.

Entonces ¿es verdad? ¿El hecho de que Claude tiene amnesia? ¿Algo que sólo sucedería en una telenovela? 

—Ja, ja… De ninguna manera —me dejé caer en la cama.

¿La amnesia le sucedió así como así a una persona completamente normal? Esto era una broma ¿verdad?

No sabía si esto era un sueño o la realidad. Me di dos palmadas en la cara, pero mi entorno no cambió.

¡Ay! ¡Entonces esto no es un sueño! ¡De ninguna manera! 

—¿Qué hay de mí…? —Mientras seguía dando vueltas en mi cama, la realidad me golpeó más fuerte que nunca. Miré fijamente el techo. ¿Qué se suponía que debía hacer ahora? La situación no podría ser peor.

Cuando pensé en Claude, fue como si mi corazón se derrumbara.

—Si valoras tu vida, será mejor que no vea ningún mechón de tu cabello fuera del palacio. 

Claude me dejó vivir, pero con la condición de que me quedara dentro del Palacio Esmeralda para siempre.

Encerrada. Esa fue su orden. Pero ¿r-realmente me mataría si me veía? Cuando recordé sus fríos ojos, pensé que definitivamente era posible. Nunca hubiera imaginado que me olvidaría. No… ¿lo hice? Entonces ¿por qué me quedé en mi habitación sin ir a verlo? Antes incluso si Lilly y Félix intentaran detenerme, habría hecho todo lo posible para ir con él.

—Ah… soy idiota.

Me recosté en la cama y me cubrí la cara con el brazo. No había nadie, pero no quería que nadie viera mi cara. Debí haber estado esperando que esto sucediera. Esa actitud fría de Claude, cuando se despertó, no fue temporal. Simplemente no quería aceptarlo.

Lilly y Félix me consolaron diciendo que papá recuperaría la memoria algún día. En este momento, esperaba que fuera cierto.

¿Y si de repente abría la puerta y me decía que fue una broma cruel? ¿Qué solo lo hizo porque no entendía lo grave que fue la situación con Blackie? O, ¿y si su memoria regresa mañana?

Pero de repente pensé: ¿realmente soy una persona afortunada? ¿La desgracia no está entrando en mi vida? 

No había nadie en el mundo que pudiera aliviar mis preocupaciones, por lo que terminé quedándome despierta toda la noche.

♦ ♦ ♦

—Princesa, en realidad hay algo que necesito decirle.

Al día siguiente, cuando estaba un poco calmada, Lilly me sujetó las manos con fuerza y dijo:

—Su Majestad no se llevó a Blackie —me miró preocupada. Después de una pausa, siguió hablando—: Ese día, después de que todo se calmara, Blackie no estaba por ninguna parte.

—¿Qué? ¿Qué significa eso?

—Exactamente lo que dije. Blackie no estaba ni en el Palacio Esmeralda ni fuera del palacio… —Sus palabras se desvanecieron.

Lucas dijo que Blackie estaba hecho de mi mana y que algún día desaparecería por completo. Dijo que la razón por la que me desmayé cuando era más pequeña fue porque el contacto con Blackie provocó que mi mana se desestabilizara.

—Lo siento mucho. Se lo estaba escondiendo porque pensé que estaría triste si lo descubría.

Esperaba que la razón por la que esto sucedió fuera similar… pero no sabía que Blackie desaparecería por completo.

—¿Princesa, está bien? —me preguntó preocupada cuando me quedé en silencio por un momento.

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