Una vez más en la luz – Capítulo 8

Traducido por Den

Editado por Yusuke


El marqués miró a madre desconcertado.

—Parece que a Aisha tampoco le gustan esos Edenbell.

—Así parece…

La emperatriz parecía un poco perpleja porque yo, que normalmente no reaccionaba mucho, lloré al escuchar las historias sobre los Edenbell y asentí con la cabeza.

Después de comprobar que había dejado de llorar por completo, las tres personas se sentaron una vez más y continuaron con la hora del té.

Sin embargo, esta vez estaba en los brazos de la emperatriz.

Aunque si era posible, quería liberarme de sus brazos, pero la emperatriz no relajó la fuerza en ellos ya que estaba preocupada por mí.

Al final, no tuve más remedio que dejar de resistirme inútilmente.

La emperatriz continuó hablando sobre el banquete de cumpleaños y ocasionalmente me acariciaba la cabeza.

Para no aburrirme, agarré la pelota que antes dejé caer.

Agarré la pelota con todas mis fuerzas para aliviar mi ira. Pero debido a que la estaba agarrando demasiado fuerte, la pelota se resbaló y rodó debajo de la silla.

—Oh, cielos. ¿Aisha, quieres que la recoja de nuevo? —me preguntó la emperatriz, mirándome.

La pelota de colores rodó muy lejos.

Pero solo cerré los ojos con fuerza.

Ya no tenía la energía para jugar con eso.

La dejé caer al suelo.

Odio todo esto. 

Me sentí deprimida.

♦ ♦ ♦

Pero la emperatriz todavía estaba preocupada por mí, porque actuaba de esa forma.

Después de que la pareja marquesa regresara al palacio donde residían los invitados, me acarició suavemente y dijo:

—¿Aisha, no te sientes bien?

Me alejé de ella.

Entonces como si estuviera preocupada, su expresión se llenó de preocupación.

—¿Qué debemos hacer para que nuestra Aisha se sienta mejor? —murmuró para ella misma. Entonces trajo la pelota con la que antes estaba jugando y la sacudió frente a mis ojos. Pero cuando no reaccioné, bajó la mano sintiéndose incómoda.

—¿Entonces debería darte aperitivos? Nuestra linda Aisha.

Al verla hablar suavemente conmigo, un sentimiento inesperado surgió en mi interior.

Mi madre en mi vida pasada era una persona temperamental. A pesar de eso, intenté ser perfecta frente a esa clase de madre, solo para llamar su atención. Pero la emperatriz solo por la razón de que era tan apreciada que no sabía qué hacer, se esforzó para animarme.

Sentí un poco de pena por ella. En primer lugar, no era su culpa, solo estaba deprimida por escuchar el nombre Edenbell.

Acepté dócilmente el aperitivo para niños que me ofreció. Entonces su rostro floreció como una flor de primavera en plena floración.

Fue entonces que llegó la hora en que Esis y el emperador vendrían de visita.

—Iris.

—¡Aisha!

Tan pronto como los dos entraron en el salón, gritaron el nombre de la emperatriz y el mío. Nadie podía decir que no eran padre e hijo, la apariencia de ambos era similar.

Además, su manera de llamarnos como si fuéramos lo más preciado en el mundo fue extremadamente parecida.

—¿Qué estáis haciendo aquí?

Pero la respuesta de la emperatriz y la mía fue diferente, a diferencia del saludo de bienvenida de la emperatriz, los miré inexpresiva.

—Vine a ver a mi amada esposa e hija.

—¡Para ver a la señorita Iris y Aisha!

Ambos hablaron simultáneamente y se miraron perplejos.

Parecía que se dieron cuenta de lo similares que eran entre sí.

Al ver eso la emperatriz se rio por un momento.

—Por favor, tomad asiento.

Se trajo un nuevo té para las dos personas. También había dulces en la mesa para Esis.

El rostro de Esis se iluminó y parecía tener una expresión de moderación.

Con un rostro amable, el emperador tomó la mano de la emperatriz.

—Es un gran alivio que tanto tú como Aisha parezcan estar bien.

La emperatriz asintió.

—Todo se debe a Su Majestad.

Aunque ha pasado mucho tiempo desde que la anterior emperatriz Tetis falleció, la influencia del duque de su lado materno, todavía permanecía.

La posición de Esis siendo un fuerte sucesor también era una fortaleza para el duque.

Era natural que Iris, la hija del marqués que había ingresado al palacio imperial tarde, tuviera una posición baja.

Sin embargo, el emperador trataba a la emperatriz con gran sinceridad. Hasta el punto de poder verlo claramente desde fuera.

—Y Esis también está aquí.

Esis, que estaba comiendo un dulce, sonrió.

Esis también era Esis. La lucha por el trono imperial es un historia lejana debido a la juventud, pero me colmaba, a la hermana menor de madre diferente, con un amor incondicional.

No me resultaría extraño que me abandone, porque seré una amenaza para el trono imperial, o que esté alerta conmigo.

No es por considerar inferior el amor de la niñera a la emperatriz, que me veían todos los días, pero al ver que venía a visitarme mucha veces, me di cuenta de que me quería mucho.

La emperatriz estaba muy agradecida con ambos por tratarnos siempre con cariño.

—Soy afortunada de que ambos estén aquí…

Un ambiente reconfortante impregnó el salón.

Ahora Esis me miraba mientras yo fingía ser indiferente e hizo un esfuerzo diligentemente para jugar conmigo. No sería divertido para un niño de nueve años jugar con un bebé como yo, pero siempre era sincero conmigo.

—¿Aisha hacemos “ahh”? Aquí, ahh.

La emperatriz sonrió al verlo intentando darme de comer un aperitivo.

—Gracias por siempre agradarte Aisha.

Esis, que había estado tratando por todos los medios llamar mi atención, levantó rápidamente la cabeza.

—Por supuesto. Soy un “hermano mayor” —dijo sonriendo—. Protegeré a Aisha. Eso es lo que juré.

—Oh, cielos, qué confiable.

Al final, la emperatriz hizo una pequeña sonrisa al ser incapaz de contenerla.

Hermano mayor, ya. 

Lo contemplé sin comprender. Esas palabras ahora no tenían nada més que un significado negativo para mí. Bajé la mirada con amargura.

Como si Esis tuviera algo que decir, enderezó el cuello.

—Señorita Iris y Aisha, tengo algo que decirles.

Ante esas palabras, la emperatriz inclinó la cabeza.

—¿Qué sucede?

—Estoy muy feliz porque la señorita Iris y Aisha están aquí —nos susurró como si nos estuviera contando un secreto.

Luego recitó las palabras del pasado.

—Quizás si ambas no hubieran venido, habría estado solo para siempre.

—Esis…

—Me sentí muy solo después de la muerte de mi madre.

Estaba un poco sorprendida. Para que Esis, que siempre parecía brillante, dijera tales palabras… Pero cuando lo piensas, puede ser razonable. La muerte de una madre sería un gran acontecimiento para un niño de siete años. Hasta ahora, su oscuridad era algo que se ignoraba debido a su luz y…

—Pero ahora es diferente.

Esis hizo una sonrisa amplia y más clara que el cielo azul de primavera.

—Quiero mucho a la señorita Iris y a Aisha. Estar con ustedes dos ilumina el mundo. Solo puedo considerar como un milagro la llegada de ambas.

Al final, madre se limpió ligeramente las lágrimas de los ojos.

—Yo también… Yo también. Porque Esis está aquí, porque Aisha ha venido a mí, y porque puedo estar con Su Majestad… Estoy muy feliz.

—Eso es lo mismo para mí también. —El emperador se unió—. Estoy muy contento de que los cuatro podamos estar juntos —diciendo eso, el emperador revolvió el cabello de Esis.

Esis esbozó una sonrisa.

Cerré ambas manos.

—¿Quieres intentar cargar a Aisha una vez? —le propuso la emperatriz a Esis.

De alguna manera,  me vino a la mente el recuerdo de mi padre durante la hora del té. Sí había algo diferente en comparación de padre, Esis no la rechazó.

Con ojos brillantes, miró a mi madre.

—¿Puedo?

¿Estará bien? 

Estaba preocupada en secreto. Era porque estaba bastante nerviosa por confiar mi cuerpo a Esis, que todavía era un niño de nueve años.

Pero no podían haber sabido los pensamientos que surgieron en mi corazón, y al final estaba siendo cargada con cuidado en los brazos de Esis.

—Así, necesitas apoyar bien su trasero con tu mano. Si no lo haces, su cuerpo se inclinará y se sentirá incómoda.

—Wow…

Esis me cargó con seguridad siguiendo las instrucciones de mi madre.

No estaba preocupada de caerme porque los brazos de Esis eran más fuertes de lo que pensaba.

El rostro de Esis, que podía verlo de cerca, estaba lleno de emoción, y sonrió brillando de alegría.

Era una verdadera alegría, sin engaños.

—Es cálida.

Esis me sujetó durante mucho tiempo, como si no fuera pesada. Acurrucada en sus brazos, escuché el latido de su corazón.

La nueva familia que recibí después de que me otorgaran una nueva vida… eran personas realmente encantadoras.

Esis, el emperador, la emperatriz y yo.

Era diferente a mi anterior vida.

Nunca hubo un momento en que sintiera un ambiente cálido como este.

Habiendo vivido mi anterior vida, creía que la vida en el palacio era fría y egocéntrica. Especialmente el amor de padre y madre, que nunca recibí, estaba aún más lejos. Sin embargo, en este lugar, lo que sentía era una llama mucho más cálida que la de un brasero.

Me apoyé sin darme cuenta en los pequeños brazos que me sujetaban.

Después de que las dos personas regresaran, era hora de cenar.

La emperatriz había preparado personalmente la cena para mí.

Después de comer lo que había preparado, y jugar un poco, en poco tiempo anocheció y los alrededores se volvieron oscuros.

¿Es hora de volver? 

En el derecho consuetudinario[1] del palacio imperial, no importa lo joven que fueran los miembros de la familia imperial, era normal que durmieran separados de su madre.

Eso era porque era la disciplina y etiqueta de la familia imperial.

Pero hoy de todos los días, de alguna manera, sentí que esa costumbre era una vergüenza.

Aturdida, miré la oscuridad del exterior.

—Aisha.

Un suave toque me envolvió.

Era la emperatriz.

Me frotó las mejillas mientras me envolvía en sus brazos y me abrazaba.

—¿Deberíamos dormir hoy con mamá?

Al escuchar esas palabras, la dama de compañía hizo una expresión ligeramente sorprendida.

—Pero, las costumbres del palacio…

—Finge que no sabes nada esta vez, Emily. —La emperatriz sonrió cálidamente—. Por alguna razón, hoy no me quiero separar de Aisha.

Miré sin comprender a los ojos de la emperatriz. La dama de compañía hizo una expresión de impotencia.

—Como la señorita Iris desee…

—Gracias.

La doncella trajo los juguetes y cojines en los que siempre me recostaba para dormir, además de otros artículos para bebés.

La emperatriz se desató el cabello plateado, se puso un pijama de seda y me recostó con cuidado en la cama.

—Aquí, hoy también tengamos un sueño agradable, Aisha —diciendo eso, la emperatriz me cantó una nana.

Pude sentir mis ojos cerrarse lentamente.

La dulce melodía de la nana que escuchaba continuamente desde que nací, al igual que el amor de la emperatriz, penetraba poco a poco en mi corazón.

Estoy muy feliz porque la señorita Iris y Aisha están aquí.

La voz de Esis sonó dentro de mi cabeza.

Estoy muy contento de que los cuatro podamos estar juntos.

Junto con la voz del emperador.

Miré su rostro con los párpados entrecerrados debido a la somnolencia.

Curvó ligeramente sus ojos con una sonrisa.

Cerré mis ojos.

Madre… 

Todavía era un título muy lejano.

Una vieja imagen del pasado estaba unida a esa palabra.

Pero cuando recordé esa palabra, no pude ignorar los latidos cautelosos de mi corazón.


[1] El derecho consuetudinario son normas jurídicas que no están escritas pero se cumplen porque en el tiempo se han hecho costumbre cumplirlas; es decir, se ha hecho uso de esa costumbre repetidamente, en el tiempo, en un territorio concreto.

Den
Creo que en mi vida había traducido algo tan triste como esta novela. Cada capítulo me deja una sensación de lástima y dolor en el cuerpo. Soy muy sensible, lo admito, y este capítulo… esa última parte… me dio mucha tristeza. (ु ˲̥̥̥́ ˱̥̥̥̀) ु

7 respuestas a “Una vez más en la luz – Capítulo 8”

  1. ¡Muchísimas gracias por el capítulo! Realmente cada vez que leo esta novela se me forma un nudo en la garganta, puedo pasar un tiempo pensando en lo que vivió. De nuevo, Muchísimas gracias.

  2. Puedo categorizar está novela como una de las más dolorosas de Drama por la parte de tener el dolor de ser traicionada por los que llamaste familia y tener que vivir en un mundo unos años después, no creó que se pueda poner peor.

    No esperen si se puede poner peor, algo como que cuando Aisha crezca se enteré de como pasaron su traición como un intentó de asesinato y la antagonisen en todo el reino, o que su prometido en el futuro sea hijo de la que la acusó al final.

  3. Pobre Aisha, su pasado la atormenta no puede abrir su corazón, ojalá que su corazón comience a sanar y llenarse del amor de su familia. Gracias por el nuevo capítulo.

  4. Es hermoso, como poco a poco va comprendido qué su familia si le tiene un cariño puro, Y como ella también se va encariñando

    Gracias por traducir ✨❤️

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