Una vez más en la luz – Capítulo 9

Traducido por Den

Editado por Yusuke


Pasó el tiempo y por fin llegó el día de mi banquete de cumpleaños.

Todos en la capital sabían que padre, Su Majestad el emperador, declaró que el banquete duraría un mes.

El hecho en sí fue impactante, pero la publicidad en la que consistió  fue tan extensa que me dio vergüenza.

Aunque el banquete organizado en el palacio imperial era un banquete, la capital y varios lugares en el reino celebraron festividades durante mucho tiempo.

Además de eso también están las obras de teatros dedicadas a mí, los festivales de arte y los servicios de ayuda para los pobres en mi nombre… enumerarlos uno por uno haría doler la boca.

A pesar de pensar que era excesivo, después de pensarlo, me sentí un poco más agradecida con los corazones de las personas que prepararon esas cosas.

Hoy era el primer día del banquete.

Debido a las preocupaciones de seguridad y mi timidez solo mostraría mi cara el primer día del banquete de cumpleaños.

Por lo tanto, varias atracciones y la apertura de los obsequios se realizarían el primer día del banquete.

En mi cumpleaños, las damas de compañía que me iban a presentar por primera vez al público, eran más detallistas que cualquier otro día.

—¿Lo entiendes? ¡Hoy tenemos que vestir a la princesa como la más hermosa del mundo!

—Ya es la diosa más encantadora del mundo.

—¡Sin embargo, hoy buscamos la perfección más allá de la perfección!

—¡¡Sí!!

Al hacer eso, se emocionaron entre ellas y me enjoyaron una y otra vez.

Al final terminé usando un vestido rosa claro con muchos volantes y una bonita tiara plateada.

Al mirarme al espejo, ya no era un ángel sin alas.

Porque había una ilusión de alas batiéndose detrás de mí.

Así era como brillaba hoy.

La tiara con un zafiro incrustado y del tamaño de mi puño tenía un ligero hechizo mágico para que no fuera extenuante para el cuello de un bebé.

Escuché que, por mi bien, el emperador vació la cámara del tesoro nacional.

La emperatriz vino después de terminar de vestirse y me abrazó con fuerza durante un buen rato.

Llevaba un hermoso vestido rosa claro que combinaba con el mío, se veía más deslumbrante que cualquier otro día.

Me besó la mejilla y sonrió, ya que estaba de buen humor.

—Mi querida hija.

Luego me cargó y se acercó al interior de la sala de recepción.

La luz de la tarde entró en la habitación al abrir las cortinas de encaje blanco de las ventanas.

Los espíritus de luz, que siempre flotaban a mi alrededor, bailaron porque les gustaba.

Parecía que sabían que hoy era un día alegre.

—¿Quieres ver?

Aunque las ventanas estaban cerradas, podías ver una imagen nítida del paisaje de la capital porque el cristal era tan puro como el agua.

La capital tenía una atmósfera obvia de festividades.

Los pétalos de flores de color rosa claro estaban esparcidos por toda la capital.

A juzgar por su ligereza y flotabilidad, era la Flor de Elmir.

La emperatriz me miró y susurró:

—Por el bien de tu cumpleaños, todos celebran festividades.

Miré el paisaje sin comprender.

La gente parecía extremadamente emocionada.

—Todo porque te quieren.

Sin darme cuenta, agarré ligeramente la cola de la falda de la emperatriz.

La emperatriz jadeó y sonrió suavemente, complacida.

¿Qué es el amor? Pensé para mí misma, mirando su estado.

El amor de la emperatriz, el emperador y Esis era como una medicina para las heridas. Una medicina que curaba la herida dolorosa poco a poco.

Esa medicina siempre me abraza como la cálida y tierna luz del sol.

Observamos el escenario fuera de la ventana durante mucho tiempo.

La lejana música alegre de las festividades que se propagaba se podía escuchar vagamente.

¿Cuánto tiempo ha pasado? Finalmente, la emperatriz me miró y sonrió suavemente.

—Felicidades por tu primer cumpleaños, Aisha.

Ya ha pasado un año desde que renací.

Miré a los ojos de la emperatriz. Luego, sonreí, aunque fue muy minúscula esa sonrisa.

Se decidió que hoy entraría al salón de banquetes con la emperatriz y Esis.

No era una exageración decir que todos los aristócratas de la capital llegaron masivamente a la ceremonia que proseguiría en la tarde.

La entrada principal del palacio imperial estaba lleno de carruajes, la cola de aristócratas era interminable…

Estaba abrumada por el momento.

Antes del inicio del banquete, Esis vino a buscarnos a la sala de recepción.

Que viniera a buscarme de esta forma era una escena a la que ya me había acostumbrado.

—¡Aisha!

Llevaba un traje azul claro que tensaba los botones dorados.

Aunque todavía era joven, su apariencia pulcra ya parecía mostrar la clase y dignidad propias de un príncipe heredero.

—¡Hoy estás realmente hermosa!  ¡Linda! ¡Encantadora!

Pero esa dignidad pronto desapareció.

Dio vueltas a mi alrededor y gritó todas las palabras floridas que sabía.

—Como era de esperar, mi hermana menor es la mejor.

Sonrió radiantemente, lo que significa que está feliz.

—Feliz cumpleaños. ¿De ahora en adelante podrías quedarte a mi lado durante mucho, mucho tiempo?

Como un pajarito, parloteó mientras me miraba.

Mirándolo, la emperatriz sonrió amablemente.

Esis, que me llamó linda por mucho tiempo, miró a la emperatriz y le preguntó, molestando:

—Por cierto, ¿estaría bien si llevara a Aisha hasta el salón de banquetes?

—¿Hasta el salón de banquetes?

La emperatriz lo pensó por un momento.

Estaba bastante lejos para caminar desde aquí hasta el salón de banquetes y me preguntaba si Esis podría soportarlo.

Sin embargo, poco después pareció confiar en la habilidad de Esis que podía derribar a un oso.

—Sí, sin embargo, debes tener cuidado de no dejarla caer. Aisha es débil.

—¡Por supuesto!

Al final, no tenía más remedio que dejar que Esis me sujetara.

Sonrió radiantemente, extremadamente feliz.

Poco después, dimos un paso para entrar al banquete.

Fuera de la sala de recepción y en el gran salón de banquetes, debido a la innumerable cantidad de doncellas que nos seguían, o por la gran cantidad de aristócratas que se podían ver desde la ventana, pude sentir la tensión fluyendo de la emperatriz junto conmigo.

Caminando por el largo corredor, nos detuvimos frente a una gran puerta.

—Entremos.

Ambos guardias que estaban frente a nosotros, hicieron una reverencia ante las palabras de la emperatriz.

Antes había una gran cantidad de aristócratas que esperaban verme. Esa verdad era terriblemente molesta.

Todas mis acciones llamarían su atención. Al igual que en mi vida anterior.

Desde mi debut a los 12 años, me esforcé mucho para perfeccionar mis acciones en la sociedad.

Aun más por el título de ser la princesa de la emperatriz de Revival.

Debido a eso, cada vez que se celebraba un banquete, no podía tomar un sorbo de agua durante todo el día.

Sentía que vomitaría toda la comida y el agua por la tensión.

¿Estará bien?

Al recordar el recuerdo de esa época, hice una expresión sombría sin darme cuenta. Como si Esis se hubiera dado cuenta de mis pensamientos, sujetó mi cuerpo firmemente.

Mirándome con sus ojos verdes, me dirigió una sonrisa amable.

—¡Aisha sonríe!

Ante estas palabras bruscas, pestañeé.

¿Por qué de repente dices que sonría? 

Esis me lo explicó, que no sabía por qué estaba así.

—Quiero que Aisha sea increíblemente feliz hoy más que cualquier otro día. Por esa razón se está celebrando este banquete y por eso todos están aquí. Sonreír aliviará la tensión. ¡Así que sonríe conmigo!

Sin hablar, Esis me mostró una sonrisa radiante.

Está bien… 

Divertida, sus palabras me influenciaron.

¿Qué tengo que hacer? No nos pongamos nerviosos. 

Soy una bebé de un solo año. Solo por sentarme cómodamente seré elogiada.

No había ninguna razón para estar agobiada. No es una reunión social donde se destrozarían los unos a los otros como en el pasado.

Todo estará bien.

Calmé mi corazón.

Cuando Esis dijo aquello, los guardias comenzaron a abrir lentamente la gran puerta del salón de banquetes.

Luego alzaron la voz para gritar hacia la puerta:

—La emperatriz Iris de Elmir. El príncipe heredero Esis de Elmir. Y…

Tomé un pequeño respiro.

—¡La princesa Aisha de Elmir!

♦ ♦ ♦

En ese momento, los aristócratas estaban emocionados al pensar en la aparición de Aisha.

Hasta ahora no había habido ningún instante en que la primera princesa de este imperio, Aisha de Elmir, apareciera en el exterior.

Aunque no era extraño que la familia imperial no hiciera una aparición oficial por razones de seguridad, pero para el caso de la princesa Aisha fueron mucho más estrictas. Hasta el punto que en se asumió, con la excepción de las doncellas del palacio, que nadie más ha visto su apariencia.

Esto es exactamente de lo que todos tenían curiosidad.

¿Cómo es eso que el banquete durará un mes? 

Por supuesto, los banquetes para el primer cumpleaños y la coronación del príncipe heredero Esis también dudaron eso. Sin embargo, Esis tenía el título de sucesor.

No es que fuera imposible para la princesa imperial convertirse en emperatriz, pero no era una exageración decir que no existía la posibilidad para Aisha mientras Esis fuera el sucesor.

¿Es por el bien de la imparcialidad? 

Vencidos por la curiosidad, las personas miraron al emperador.

¿Qué clase de persona es la princesa imperial? 

El emperador, que sabía la respuesta, simplemente se sentó en el trono y miró tranquilamente.

Pronto su emperatriz, Esis y Aisha llegarían al lugar.

Parecía muy satisfecho.

Y al ver esa figura, de repente dentro de las mentes de las personas comenzó a aparecer un pensamiento ofensivo.

Era exactamente esto:

¿Podría la princesa imperial parecerse a su madre o su padre? 

Aunque era blasfemo pensar en las relaciones de la familia imperial, un pensamiento curioso es curioso.

Por parte de padre, si se pareciera más al emperador Tyrion, entonces tal vez sería una niña de cabello dorado y rizado.

Se la imaginaron lo mejor que pudieron.

Antes de que Tyrion tuviera 10 años, derribó a un oso.

Imaginaron una versión de dos años de ese Tyrion y como una niña.

Naturalmente en sus cabezas comenzó a aparecer una imagen de un joven héroe con una espada afilada en una mano y con un espíritu que podría abrumar una asamblea. Para ellos no importaba que Aisha tuviera solo un año.

Al igual que Tyrion, empuñaba con confianza una espada y gobernaba estrictamente a los aristócratas.

No es posible… 

El cuerpo de los aristócratas tembló.

A decir verdad, esta imaginación era aterradora.

Esis cumplió 9 años este año y el rumor de que derribó a un oso en el pasado se extendió en la sociedad.

El niño que siempre sonreía radiantemente y podía decirse que tenía el corazón de un santo, para que empuñara una espada y derribara a un oso…

Aunque era espantoso, si Aisha se parecía más a Tyrion, entonces la posibilidad de que sea así no era imposible.

Al imaginar que el dúo de hermano y hermana eliminaban el terreno de caza, intentaron cambiar desesperadamente su imaginación y observar.


Den
lol, ¿qué clase de pensamientos son esos XD?

7 respuestas a “Una vez más en la luz – Capítulo 9”

  1. muchas gracias por el capitulo gege esta vez no tuve que esperar tanto n.n, esperemos que no arruinen el banquete algunos personajes no deseados

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