Ya no te amo – Capítulo 16

Traducido por Melin Ithil

Editado por Sakuya


—Oh, es posible que no te hayas enterado. En el momento en el que la mayor de las jóvenes Solen entró en el mundo social, su padre le dio la espalda, bueno, tú estabas en el campo de batalla…

Ante la explicación del príncipe, Valor se sintió tan estúpido. Incluso si ponía de excusa el haber estado en batalla, cualquier persona con cerebro podía haberlo notado. No importa si eres un ermitaño, ¿qué clase de familia no cruza ni una palabra con su hija durante diez años? Aunque fuera hija de una doncella, ella era la hija del marqués ¿Cómo se atrevía la joven dama de la familia Eustace, que solo es la hija de un conde, a reírse y acosarla? Es posible que fuera porque ella estaba sola. Las flores por bellas que sean, si a nadie le importan, serán consideradas malas hierbas.

Él realmente había pensado que volvería a Solen y viviría plenamente allá, pero ahora que veía claramente la situación, sintió que sus pies perdían el piso.

—No es así… —Apretó los dientes, todo aquello estaba mal, no podía dejar que ella quedara en una situación como esa.

Pero cuando Valor tomó la decisión de moverse y estaba por dar un paso al frente, alguien más se interpuso.

—¿Qué está pasando aquí?

Frente a ella estaba el emperador de Vinfriet, todo lo que él debió haber dicho ahora era declarado por aquel hombre, que tomó la mano de Niveia y se la llevó. Él no podía interponerse entre ellos, solo se limitó a mirarlos, desesperado. La persona que había sido por años su prometida, ya no estaba con él.

Solo ahora me di cuenta de que amarte es una pérdida de tiempo. Ya no te amo.

Las palabras que su antigua prometida pronunció aquella noche, clavaron una espina en su corazón.

Después de eso, vagó un rato sin comprender, se sentía como si lo hubieran golpeado en la cabeza, después decidió buscarla. Quería preguntarle cómo estaba, saludarla, ver si estaba bien.

Tuvo la suerte de toparse con Rubiel y conocerla, también buscaba a la misma persona que él, así que espero con ella a que su hermana apareciera. Pero cuando se encontró de nuevo con ella, era completamente fría.

—¿Qué sucede ahora?

Ella siempre había sido cálida con él, pero ahora lo miraba sin interés, incluso parecía como si odiara estar en su presencia. Tenía tantas cosas que quería preguntar, ¿había otras personas que la trataban como Justine? ¿Era cierto que su padre la hacía a un lado? ¿Cuál era su relación con Joachim XII? Fueron numerosas las preguntas que pasaron por su cabeza, pero aquella expresión no lo dejó comunicarse.

—No tenemos ya ninguna relación, es de mala educación interrumpir a las personas. Será mejor que lo deje.

—Estoy preocupado… —Apenas si pudo gesticular aquellas palabras después de haber pensado en tantas cosas, y eran insignificantes. De cierto modo, era un resumen de todo lo que pasaba por su cabeza, él estaba preocupado por ella.

Esto requirió paciencia por parte de Niveia, sus labios se movieron suavemente. Era tan ridículo que no sabía qué decir.

En la fiesta estuviste parado sin hacer nada y ¿ahora me buscas para decir que estás preocupado? ¿Qué clase de atrevimiento es éste?

—¿Por qué? —Su voz era fría.

—¿Eh…?

—¿Hay algo que hice mal?

—¿Por qué dices eso?

—Las únicas veces que se ha dirigido a mí ha sido cuando he cometido algún error. —Como el día que golpeé a tu amor durante la primera lluvia de primavera. Era un recuerdo doloroso, su corazón no estaba triste, si no dolido. Frunció ligeramente su ceño.

Sin embargo, el duque no captó aquella pregunta. Para él había pasado tanto tiempo que ni siquiera recordaba esa interacción. En ese momento, su foco de atención estaba en la Niveia de ese momento.

Ella notó que él no había entendido, no esperaba que realmente lo recordara, así que dejó de darle importancia y cambió el tema sin más.

—Agradezco su preocupación, pero esperaría que no se involucre más conmigo. Déjelo como está, después de todo, soy defectuosa, ¿no le parece?

—No me importa eso.

—Lo detesto, detesto lo que está haciendo. —Pudo ver como el color se iba del rostro del duque, pero para ella, ya no era de importancia. Lo que pasará con él, ya no era su asunto—. No sé por qué está haciendo esto ahora, siempre me odió, desde el principio quiso romper nuestro compromiso y jamás se interesó en mí.

—Aun así… después de tanto, ¿no puedo preocuparme…?

—Es incluso peor que todos ellos. —Cortó sus palabras sin titubear, ¿preocuparse? Él no merecía algo como eso—. En los últimos diez años jamás se preocupó, ahora que he terminado con eso, ¿decide que quiere preocuparse? —No merecía aferrarse a la culpa frente a ella, no tenía derecho a poner excusas.

—Yo… en ese momento no lo sabía, no sabía que ella era así.

—¿Cree que solo la joven de la familia Eustace me trató así? —De verdad que era gracioso—. Todos aquellos me trataron de la misma manera. Sus padres que tanto amaba, me trataron así, incluso el emperador que tanto respeta, me trató así—. Él había sido el que más contribuyó al desprecio de la gente por ella. ¿Quién no ignoraría a la prometida del duque Wistash, si ni siquiera él era amable con ella? —No quiero sus preocupaciones, rompí el compromiso como tanto deseaba. No me moleste más, espero conocer otras personas mejores y seguir con mi vida.

—¿No importa…? Estaba ahí.

—Estaba ahí, pero como siempre, no hizo nada. —Después de tantas cosas había venido a verla, a decir que estaba preocupado, a decirle que no podía evitar preocuparse. Le causaba náuseas, lo más repugnante de todo es que lo había amado no hace tanto tiempo. Si aquello hubiera pasado hace un mes, ella habría estado complacida con el más mínimo de los afectos, se habría dedicado aún más a él. Había sido tan estúpida. Ahora que lo pensaba, había dejado cosas en Wistash, no se había preocupado pues no le pertenecían, pero algunas las había atesorado porque contenían lo que sentía por él. Ahora quería quemaras. —¿Puedo preguntarle algo?

—Lo que desees.

—Cuando me fui, ¿qué pasó con las cosas que había en mi habitación?

La expectativa en el rostro de Valor se desvaneció cuando escuchó que aquella pregunta no era sobre él, su esperanza se debilitó al oír de qué se trataba.

—Lo dejé como estaba, no tiré nada.

—Pensé que lo habría tirado a la basura o lo habría quemado, lo lamento. —No sabía porque no lo había hecho ella misma, quizás había sido curiosidad—. Por favor, tírelo todo a la basura, lo mejor sería si se deshiciera hasta de los muebles. —Miró al cielo buscando la luna. Ya había avanzado bastante, seguramente Rubiel ya estaba en el carruaje.

La luna brillaba, el día era tranquilo, incluso podían escucharse el sonido de los insectos en la hierba. Mientras miraba el jardín, las palabras para concluir con aquello llegaron inconscientemente.

—Me retiro, no quiero que después vayan a decir que no puedo olvidar al duque después de haber roto el compromiso. —Como siempre, su espalda estaba sola.

♦ ♦ ♦

Tal como imaginó, la niña se encontraba dormida en el carruaje con una manta cubriendo su cuerpo. Apenas se subió, puso en marcha el carruaje.

A pesar de que ya era una adulta, también se sentía cansada, era tarde. Habría dejado que el sueño la venciera de saber que después no podría descansar.

Habría preferido nunca haberte conocido.

Su amor se había esfumado, pero después de haberse encontrado con su viejo amor, los recuerdos del pasado volvieron a apuñalarla. Aquella ocasión cuando había enfermado y los antiguos duques la habían tomado como alguien completamente desfavorable. Ellos eran nobles perfectamente educados, sabían ser cordiales con una sonrisa falsa, a pesar de que algo no les agradaba. El acuerdo matrimonial entre las dos familias se había firmado con el acuerdo de que casarían al primer hijo que tuviera cada familia, de saber que la primera hija de Solen sería alguien como ella, no habrían aceptado. Pero al final cumplieron su parte, llevaron a la joven a la habitación más pequeña del tercer piso, aquel que solo era utilizado para las visitas, con las habitaciones ordenadas por importancia. Bajo el pretexto de que las demás eran excesivamente grandes para un niño, le dieron la más pequeña y olvidada donde la duquesa no tendría que verla al subir al cuarto piso. Nadie se opuso a esto, todos estaban conscientes de que esa decisión se había tomado debido a los sentimientos de la duquesa a la que no le gustaba su nueva nuera, la hija de una sirvienta.

15 respuestas a “Ya no te amo – Capítulo 16”

  1. Esto está buenísimo, ya quiero ver la reacción que va a tener cuando Nivea se comprometa con el emperador o cuando se de cuenta que ella era quien tenía su territorio en orden, me encanta que sufra, gracias por el capítulo 😁🍻

  2. Hay gente despistada, pero este tipo se pasa de pe… ni siquiera se molestó en escucharla cuando quería hablar y ahora se preocupa por ella, no pues gracias, vaya con su patético ser a otro lado.
    Y que infantil el emperador, debió ser mas diplomático, vaya que le importan sus súbditos :v

  3. Gracias por el capítulo. Me encanto como Niveia enfrentó y le dejo claro a Valor que no le interesa él y que mantenga su distancia de ella. Sufrió mucho por ese idiot* es hora de que ella siga adelante con su vida junto a Joachim.

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