Baño de la Diosa – Capítulo 19: La tormenta de l’Jibro

Traducido por Endgame

Editado por Sakuya

Corregido por Maru


Un hombre tarareaba mientras agitaba una olla bajo el cielo estrellado.

Los ingredientes que parecían ser hongos y verduras, se mecían de arriba abajo en el líquido hirviendo.

El vapor blanco propagaba libremente un apetitoso aroma, mientras se deslizaba hacia el cielo.

El estómago de Izumi gruñó.

Aun cuando habían pasado unas pocas horas desde la cena,  ahora se sentía un poco hambrienta.

Pero ella sabía que si comía ahora, lo lamentaría mucho más tarde.

—El coconasso se hará pronto, así que espera un poco, ¿de acuerdo?

Al oír el estómago de Izumi, el hombre sonrió amablemente, antes de aceptar el zhaltkane de ella.

Apretó un cuchillo contra su abertura de bambú y la abrió.

—Ya te he dicho muchas veces. Estoy bien.

—Vamos, no seas tímida.

—No, no estoy siendo tímida al respecto. Te dije, si como antes de dormir, me pondré gorda, así que no lo necesito.

El hombre detuvo su mano y la miró cuidadosamente.

—No tienes nada de qué preocuparte. De hecho, creo que conseguir un poco más de peso te haría bien.

—¡Si dejo bajar mi guardia a causa de tus palabras, me convertiré en grasa en un abrir y cerrar de ojos!

—¿De verdad? Pero, mira, en realidad no hay nada más que hongos y verduras. Realmente estarás bien. En serio.

Izumi suspiró ante sus irresponsables palabras.

¿Oh? ¿No era Coconasso la comida fantástica que salvó a Tohji del hambre? Entonces, ¿acaso no era también alto en calorías?

Sin prestar atención a Izumi, el hombre coloca rebanadas de zhaltkane en un mortero y comenzó a moler.

—Me has ayudado mucho. Para ser honesto, Coconasso a la cacerola no es bueno sin una buena dosis de zhalt. No es que lo odie ni nada, ¿de acuerdo? Es sólo que después de comer lo mismo durante diez días …

En el rostro del hombre apareció una mirada complicada de dolor, mientras miraba a lo lejos.

—Ahora, tiempo para los toques finales.

Después de raspar el puré de zhalt en la olla, lo mezcló ligeramente, y luego probó el sabor con una cuchara grande.

—Mn, delicioso. Realmente le da el sabor —asintió el hombre con una sonrisa.

Después de meterlo en uno de los dos tazones de madera, lo tendió a Izumi.

—Toma. Me pregunto cuándo fue la última vez que compartí una comida. Después de todo, he estado viajando solo por un laaaaaaaaaaaaaaaaaaarrrrrrrrrrrrgo tiempo.

Al parecer Izumi comería si o si.

Izumi lo aceptó a regañadientes.

—Gracias por la comida.

Cuando probó una cucharada de la espesa y blanca sopa, lo que experimentó por primera vez fue un sabor suave y ligeramente dulce pasando por su garganta, ¿era este sabor umami el zhalt?

—¿Cómo está?

Podía ver las expectativas en los ojos del hombre. Cuando inclinó un poco la cabeza, el pelo plateado de hombros largos, hizo un sonido agradable.

—Aah, sí… es delicioso. —ella respondió, los ojos todavía pegados a su cabello

Esta persona… realmente es el hermano de la princesa Aqua, no es… raro para un hombre tener un hermoso rostro, y se parecía mucho a la princesa Aqua.

Lo más importante, su raro pelo plateado era la prueba de la realeza.

Él era el príncipe de Jebas, quien escuchó las historias del Viejo Maestro sobre los viajes de Kon york II y que luego abandonó el país.

Y ahora estaba sentado frente a ella, sorbiendo la sopa de Coconasso.

Izumi le echó una mirada, mientras ella sorbía de su cuenco.

Si volvía a Jebas, ¿no sería feliz el Rey, la Princesa Aqua, Utaseyu y Arshu?

Pero éste era un príncipe que huía de su país. Si sacaba a flote esas cosas torpemente él podría irse.

No sólo eso, sino que “hacer feliz a la gente de tu patria, convertirse en un sacrificio para ellos” no le parecía correcto. No, pero entonces, ¿no debería al menos regresar antes de que la princesa Aqua llegara a la mayoría de edad?

Izumi continuó observándolo, ya que estaba confundida con sus propios pensamientos medio cocidos.

—Está bueno, ¿cierto? —sonrió el príncipe, que se encontró con su mirada.

—Muy bueno. —repuso sin pensarlo mucho.

Después de escuchar la noticia de anoche de la mujer con problemas de estómago, al principio pensó que tenía que decirle a Roten.

Pero entonces, cuando apoyó la mano en la ventana, dudó.

¿Y si la gente de la tribu de Ottko Yu abandonara su pueblo actual para vivir junto con los arrijihock?

Si seguían al sunarabi y el arrijighock, en el futuro sólo serían como invasores, ¿no?

No estaba garantizado que el destino final del sunarabi estuviera deshabitado como la llanura del árbol.

Desde que fue vista como un ángel, ella no les podía dar consejos descuidados.

Por eso, Izumi deseaba estar conectada con alguien que pudiera resolver el problema, o tal vez alguien que le diera una pista, pero …

¿Por qué fue esta persona?

—Umm… ¿Hay algo en mi cara?

Sus palabras le hicieron darse cuenta de que ella lo había estado mirando, y miró hacia abajo.

—Aah, lo siento por ser descortés. No fue nada.

Incluso ella sabía que estaba siendo muy sospechosa, pero el príncipe mostró poca señal de preocupación.

—¿En serio? —dijo, antes de volver a su sopa.

Endgame
Ella esta desnuda, ¿cierto? No puedo evitar no pensar en eso...

—Has estado viajando solo por mucho tiempo, ¿verdad? ¿Tienes algún objetivo?

—Hmmm. Buena pregunta. ¿Supongo que ampliar mi visión del mundo?

Ya veo. Probablemente está siguiendo los pasos de Kon York II.

Izumi estaba impresionada con él.

Pero entonces, el príncipe frunció las cejas y sacudió la cabeza.

—No, voy a detener esto. Lo siento, estaba dándome aires. Simplemente me divierto. Es increíblemente divertido pasear aquí y allá, y experimentar varias culturas y productos especiales. Por el momento, mi fuente de ingresos es el uso de diversos materiales que he conseguido, y la venta de bálsamos hechos de ellos. Pero bueno, lo que en realidad ha estado recibiendo más dinero recientemente son los jabones y polvos para el baño que vendo.

¡¿JABONES Y POLVOS PARA EL BAÑO?!

Cuando comenzaron a hablar, al principio consideró tratar de convencerlo de que volviera y discutiera algunas cosas con la princesa Aqua, pero sus palabras siguientes llevaron lejos tales pensamientos.

—Sí. El jabón se puede utilizar de la cabeza a los pies. Una vez que lo pruebes, la piel se vuelve suave y sin suciedades. No sólo eso, además el polvo de baño es multiuso, tratando la hidratación a la anti-transpiración. Es muy popular entre las amas de casa.

Los ojos de Izumi brillaron. No podía tragarse su historia, pero anteriormente había experimentado misterios como la piedra del fuego o la hierba helada, por lo que creyó en él un poco.

—¿Te doy uno para intentarlo? Como agradecimiento por el zhaltkane.

—¡¿ESO ESTÁ BIEN ?! Ummm, ¿debería traerte algo? Lo sé. Me dieron un buen licor el otro día …

En su alegría, Izumi estaba a punto de subir a través de la ventana, pero de repente se sintió avergonzada de quererlo tanto.

Endgame
Reitero, ¿esta desnuda? ¿¿Cuándo dejo de importale??

—No, no, sería impensable aceptar cualquier otra cosa de un ángel. Por favor tome esto.

El príncipe abrió un gran saco y sacó de adentro una barra de jabón de aceite de oliva y un tarro de porcelana envuelto en un paño.

—Frótate bien el jabón, y en cuanto a los polvos de baño … vamos a ver. Si es un baño del tamaño de uno, entonces ¿tal vez con dos cucharadas basta? Prueba la cantidad a medida que te vayas bañando

—¡Wah! Gracias. Este podría ser el intercambio más feliz que he hecho. —Izumi lo aceptó alegremente.

Al abrir la tapa del frasco, se encontró con una fragancia similar a rosas.

No sólo eso, sino a diferencia de los enérgicos aromas de rosa del polvo de baño que ya usaba, éste era de olor natural, fresco y refrescante.

—Qué olor tan agradable. Es asombroso. Hiciste esto tú mismo, ¿eh?

El príncipe asintió.

—Sí. Desde recoger los ingredientes, hasta hacer la mezcla, todo fue hecho por mí. Pero aún así, pensar que al final de mi viaje, no sólo cenaría con un ángel, sino que ese ángel aceptaría tan felizmente algo que yo creé. Realmente soy muy afortunado.

El príncipe dio una sonrisa genuinamente feliz.

—¿Eh? ¿Fin… de su viaje?

—Sí.

Izumi miró dentro del frasco. Cuando respiró, el polvo bailó como arena.

—¿Puede ser que por eso me diste esto?

—No, ciertamente no. Bueno, es la última, pero …

—Entonces, ¿por qué?

—Una vez que regrese a mi país, no tendré el tiempo para trabajar duro en la creación de medicamentos o polvos de baño por más tiempo. Para empezar, ya no seré capaz de obtener los ingredientes.

Ya veo…

Izumi bajó la cabeza, desanimada, pero luego la sacudió vigorosamente para expulsar esos pensamientos.

Era una cosa feliz para los que esperaban en casa por él.

¿Y qué sería de ella como persona si solamente le interesara el polvo a este grado?

—Pero, ¿por qué tan de repente?

—Por una tormenta…

No bien había hablado, el príncipe se quedó en silencio, mirando hacia el cielo.

Izumi lo observó pensar y esperó sus próximas palabras, pero el príncipe dejó de moverse por completo, como si su corazón hubiera sido tomado por las estrellas.

Bajo la luz de la luna, su pelo plateado brillaba como una joya.

Congelado así, su hermoso rostro le hacía parecer una muñeca sin alma.

—¿Qué cosa sobre una tormenta?

El príncipe se veía aterrador, ya que estaba absorto en el cielo nocturno, por lo que Izumi le instó a continuar.

—La tormenta en I’Jibro. En poco tiempo, mi país también será…

Por un instante, el príncipe miró desesperado a Izumi. Pero inmediatamente bajó la mirada y luego sonrió como si nunca hubiera sucedido.

—La razón por la que voy a volver a mi país, es porque es donde pertenezco. Eso es todo.

Mientras que el príncipe parecía haber superado algo, en contraste Izumi estaba en pánico.

—E-Espera, espera. ¿Qué quieres decir con ‘tormenta en I’Jibro ‘? ¿Qué pasó con el príncipe Hinoki?

—El príncipe Hinoki… Aah, el trágico príncipe de I’Jibro.

—¡Sí, el que fue confinado en la torre por su madrastra! ¡Es mejor que haya dejado la torre!

Después de su amenaza reflexiva, volvió a sus sentidos. El Príncipe de Jebas no tenía nada que ver con ello.

—Lo siento —ella se disculpó, pero el príncipe sacudió la cabeza y le dijo que no se molestara.

—El príncipe Hinoki. Sí, he oído que dejó la torre.

Izumi cayó al suelo en señal de alivio.

Gracias a dios. Consiguió salir.

Las lágrimas de alegría se juntaron en sus ojos, pero las palabras siguientes hicieron que la alegría desapareciera.

—Porque el lugar al que ahora está confinado es el castillo real Yohk’Zai.

—¿Huh?

—El príncipe Hinoki actualmente está confinado en Yohk’Zai. ¿Lo conoces?

—¿Por qué…?

—¿Eh?

—¿Por qué está confinado en el castillo real de Yohk’Zai? ¿Quién lo hizo? ¡¿Quién podría confinarlo en un lugar así?! ¿Podría ser que la reina Akka…?

¿Huuron falló? No podría ser que la reina Akka lo matara ¿cierto?

Izumi palideció ante el horroroso pensamiento.

—¿Por qué sería la reina Akka la que lo atraparía en el castillo de Yohk’Zai?

La voz del Príncipe estaba profundamente confundida.

Izumi le preguntó con voz temblorosa.

—Entonces, ¿quién lo hizo?

—El rey Huuron, por supuesto.

Sentía como si algo la hubiera golpeado en la cabeza.

Cuando escuchó ‘Yohk’Zai’ antes, ella también había considerado esto en algún lugar de su corazón. Pero simplemente no quería creerlo.

—Pero, por qué iba a … ¿Y la reina Akka?

—La reina Akka ha fallecido.

Izumi miró al príncipe de Jebas aturdida.

—Una explosión de orígenes desconocidos ocurrió en el castillo. Se redujo a escombros, y la reina Akka fue descubierta debajo.

—¿Explosión?

Su corazón dio un vuelco.

Recordó lo que aquellos soldados habían estado protegiendo desesperadamente, y de repente parecía que su pecho estaba siendo aplastado.

—Dicen que debido a la tragedia en el castillo y la muerte de su madrastra, el príncipe Hinoki no estaba en estado para gobernar debido al choque emocional. Debido a eso, el rey Huuron protegió al príncipe, quien le pidió que gobernara I’Jibro en su lugar… O así es como va la bastante conveniente historia. Cualquiera que tuviera el menor deseo de pensar se daría cuenta de la verdad.

Vino y pólvora.

Huuron le había contado el contenido de los carros.

—El rey Huuron había ido al castillo real de I’Jibro, sólo hubo una explosión, la reina Akka y muchos altos funcionarios resultaron ser víctimas, y los soldados de Yohk’Zai resultaron completamente ilesos. ¿Cómo podría algo tan conveniente pasar por casualidad?

¿Es mi culpa?

—¿Disculpa?

El príncipe frunció sus hermosas cejas ante el débil murmullo de Izumi.

—Le pedí que lo hiciera. Cuando estaba en el camino a I’Jibro, le pedí que salvara al príncipe Hinoki de la torre. Así que Huuron…

—Por favor cálmate. Seguramente ese no es el caso.

El Príncipe la reprendió firmemente.

Izumi levantó lentamente la cabeza.

—Porque le pidió algo durante el camino, ¿el rey Huurón tomó posesión del castillo I’Jibro? ¿Crees que podría destruir el castillo y hacerse cargo de I’Jibro sin preparaciones? Por supuesto que había planeado hacer esto con sus soldados desde el principio.

En otras palabras, incluso antes de la petición de Izumi, Huuron había sabido sobre la trampa de la reina Akka, y todavía tenía la intención de marchar hacia I’Jibro.

—Con el príncipe Hinoki como una buena razón, nadie en I’Jibro podría rebelarse contra él. Mientras todo el mundo lo miraba conmocionado, I’Jibro cayó bajo el dominio de Yohk’Zai, sin importar lo que digan en la superficie.

—Y ahora, el rey Huuron va a llevar sus colmillos contra Jebas…

Izumi volvió a estar tranquila.

Según el príncipe Hinoki, Jebas era llamado un paraíso. Sabía por qué Huuron apuntaba hacia ese lugar.

Recordó sus ojos llenos de brillantez y las ambiciones que ardían detrás de él.

—Así que realmente sabías quién era yo, Ángel.

¿Cómo podría no hacerlo? Sólo mira su pelo.

—El Príncipe de Jebas, ¿verdad? Como la princesa Aqua casi se casó con un hombre mucho mayor, ahora te odia, ¿sabes?

El hermoso rostro del príncipe se estrechó un poco.

—¿Qué diablos está pensando papá? No, supongo que no soy alguien como para reclamar por esto.

Tanto este príncipe y la princesa Aqua eran preciosos. Si era su padre, seguramente también era hermoso, o eso pensaba mientras imaginaba su rostro cuando, de repente, un hombre barbudo vino a la mente.

—Pero espera, ¿no está Triht entre Jebas y Yohk’Zai? Si recuerdo bien, el líder de Triht, Setsugen, estaba buscando las piedras de fuego de Yohk’Zai.

¿Podría ser que Triht unió manos con Yohk’Zai?

—Triht está en crisis ahora mismo. Aparentemente el suelo está congelado, y necesitan piedras de fuego. Y así le pidieron ayuda a Yohk’Zai, pero Yohk’Zai los rechazó. Con la espalda contra la pared, Triht declaró la guerra contra ellos.

—Eso no puede ser… Ellos me dijeron que piedras de fuego podrían ser encontradas en cualquier lugar.

—¿Sólo porque es una piedra común, crees que es natural ofrecerla por la bondad de tu corazón?

Izumi miró al príncipe.

Su tono era inesperadamente sombrío.

—Eso está mal. Incluso una piedra común es todavía un recurso de Yohk’Zai. Si Triht necesitaba piedras de fuego, no importaba, no tendrían otra opción que entrar en negociaciones con Yohk’Zai. Si eso no fuera posible, tendrían que tomar otras medidas. Si le dieras ayuda sin nada a cambio, Triht se acostumbraría a tener las cosas entregadas fácilmente. Y Triht se pudriría por eso. Las cosas que recibes sin que te paguen te van a obstaculizar.

Izumi sólo podía permanecer en silencio.

El príncipe inclinó la cabeza y sonrió amablemente. De repente, su aureola severa desapareció.

—Es una broma. Ese fue un dicho pronunciado en un pueblo de Yohk’Zai. Sólo quería intentar decirlo una vez. En un nivel individual, su idea es definitivamente correcta. Pero la mayor parte de Yohk’Zai está cubierta de arena. No podrías llamarlo fértil. Si salvan a Triht gratuitamente, los ciudadanos seguramente lo encontrarán imperdonable. —Sin embargo, él interpretó su silencio y tomó su mano para consolarla. —Como un ángel, no se puede evitar que no estés familiarizada con las circunstancias del mundo inferior. ¿Son todos tan desinteresados ​​como tú…?

Él estaba equivocado.

Izumi no era desinteresada en absoluto. Incluso ahora, sus sentimientos daban prioridad al baño de polvo sobre la gente que esperaba a este Príncipe.

Ningún ser humano era desinteresado.

—Triht erró en su elección. Ahora qué I’Jibro ha caído en manos de Yohk’Zai, Triht tendrá pocas posibilidades. Y el rey Huuron ha ganado otra excusa. Una excusa para destruir a Triht, ya ves. Usándolos como punto de apoyo, Jebas será el siguiente…

Después de que el Príncipe declaró amargamente esto, un fuerte viento apagó la fogata.

La luna parecía aún más brillante, e iluminaba los alrededores.

Las montañas de arena que se solapaban se fundieron en nuevas formas.

En algún lugar de este mismo desierto, el Príncipe Hinoki estaba cautivo.

Izumi recordó las palabras que la mujer Insen había gritado durante su partida. Ella no había logrado explicar todo, pero seguramente era sobre el príncipe Hinoki…

—Oye, príncipe de Jebas. Realmente es mi culpa después de todo —declaró en voz baja.

Sus ojos se oscurecieron mientras él la observaba.

—Esto es algo que yo he sembrado. Es por eso…

—¿Lo cosecharás tú misma?

—No.

Izumi sacudió la cabeza.

—Las cosas van a estar un poco ocupadas para mí. Quizás necesite tomar prestada su fuerza en el futuro. Cuando llegue ese momento, ¿me ayudarías?

Endgame
Una mujer atractiva y desnuda lo pide mientras mira como el gato con botas.

—Como gustes, Ángel.

Cuando el príncipe de Jebas se inclinó con una reverencia, le dijo adiós y cerró la ventana.

Justo como le dijo, Izumi estaba a punto de estar ocupada. Relajarse en el baño tendría que esperar.

Iba a tener que conocer a mucha gente. E iba a tener que hablar con ellos.

Pero ya había decidido con quién iba a reunirse primero.

Izumi cerró los ojos y respiró hondo.

Recordó la cara del hombre con los pendientes.

—El Rey del Desierto, descendiente del Rey Fundador de Yohk’Zai, Tenuhg. Por favor. Conéctame con él.

 Izumi prestó un oído al golpeteo de su corazón al abrir la ventana.

Por favor. Conéctate conmigo.

Y mientras oraba por esto en su corazón…

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