Dejaré de ser la subordinada de una villana – Capítulo 2

Traducido por Haru

Editado por Susibet

Corregido por Sharon


—¿Yo? Soy Angie. La heroína de este mundo. [1]

El viento soplaba. Un doloroso silencio pasó por el jardín de flores, e incluso la señorita Remy, que ardía de rabia hace unos momentos, cambió rápidamente su expresión como si estuviera mirando a una criatura increíble.

Esta pequeña… Molesta… molesta… Creo que tiene síndrome chuunibyou [2], pensé mientras hablaba con ella.

—Así que eres la señorita Angie. Me gustaría decirle que este jardín es parte de la propiedad privada de nuestra casa, y estoy teniendo una fiesta del té el día de hoy. Sin embargo, me temo que en la lista de invitados no figura su nombre.

—No sabía de ninguna invitación —dijo Angie, sonriendo con la cabeza inclinada. Pareció asustada, pero pronto su expresión se volvió intrépida—. Yo… Yo no estoy aquí para el evento. ¡Vine a recoger flores! ¡Flores para mi madre enferma! [3]

—¿Evento…?

Angie se corrigió rápido, aunque no fue a tiempo. Dejando eso de lado, por alguna razón sus palabras resonaron fuertemente en mi mente.

—¡Solo vine a recoger flores! ¡¿Que está haciendo?! —gritó y luego cayó al suelo exageradamente, como si la hubieran empujado.

En mi mente, yo solo estaba pensando en su transgresión egoísta sobre tierra privada… Ni siquiera la toqué, o usé mi mano para apartarla.

Mientras estábamos sorprendidas y extrañadas por su reacción, alguien intervino.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó una voz clara.

Apareciendo con su voz galante, su alteza real de 10 años de edad, el príncipe heredero del país. Su Alteza Leonhart.

Su hermoso cabello plateado recortado hasta los hombros brillaba y reflejaba el brillante sol. Sus pupilas verdes como esmeraldas estaban bordeadas con largas pestañas. A pesar de que todavía era joven, su rostro hermoso parecía un milagro. Se podría decir que era una obra de arte propia de un pintor de primera clase.

Cuando él apareció, los extremos de la boca de Angie parecieron deformarse.

—¿No me oíste? Te pregunte qué estás haciendo.

Antes de que yo pudiese reaccionar, ya que estaba atónita, ella… Angie alzó la voz.

—Estaba recogiendo flores, flores para mi madre enferma… Pero entonces, esta persona…

Miró hacia Su Alteza Leonhart mientras sus ojos se humedecían con lágrimas y frotaba sus afligidas rodillas que habían sido manchadas con tierra.

Su expresión era encantadora. Mirando a esos grandes ojos que seguían derramando lágrimas, Su Alteza Leonhart no se movió. Parecía hipnotizado.

Angie ocultó su actitud desafiante, como si a su alrededor hubieran estrellas brillando… Eso, están brillando. De verdad están brillando.

Me froté los ojos para tratar de borrar la ilusión. Pero todavía brilla. Mirando cómo movía la cabeza con cuidado, descubrí que un polvo plateado caía de su cabello.

¿Caspa? No parece serlo, ¿o la caspa plateada viene del cabello rosado?

Mientras pensaba en eso, la voz áspera de Su Alteza Leonhart se elevó.

—¿Había necesidad de violencia? Angie solo recogía flores. Me has decepcionado, hija del conde. ¡Sal de mi presencia de inmediato!

—¿Qué?

¿Eh…? ¿Me lo dice a mí?, pensé. Miré alrededor inquieta, pero me está observando a mí: En primer lugar, quizás no lo recuerden, pero esta es mi casa… 

Demasiado tarde para acusarla, sin mencionar que la otra persona era Su Alteza Real, el príncipe heredero, Angie continuó la persecución con un golpe final.

—Si la forma es fea, entonces el carácter también estará podrido hasta el corazón… ¡Ah, qué terrible! —declaró mientras su boca se distorsionaba, apoyada por Su Alteza.

Ante mis ojos todo se oscureció. Esas palabras fueron demasiado y perdí la conciencia a causa de ello.


[1] Ella dice atashi, comúnmente usado por jóvenes intentando sonar más lindas. La palabra heroína que también puede reemplazarse por “personaje principal”, “protagonista” o “héroe”.

[2] Chuunibyou o Sindrome de Octavo grado, es una enfermedad donde la persona se cree dentro de un mundo de fantasía atrapado en la realidad ya sea por estar cuidando algo poderoso (por ejemplo, tener sellado un mal en alguna parte del cuerpo, como un demonio en la mano derecha), o que está destinado a algo mejor.

[3] Ella cambia de atashi al watashi que es más formal

7 respuestas a “Dejaré de ser la subordinada de una villana – Capítulo 2”

  1. Hee solo en otra novela he leído de una heroína oportunista… Ya quiero ver como nuestra prota le roba el amor del principe para que se le quite lo descarada!

  2. Así no me habían contado la historia :v
    Así que la prota(la chica pobre) es una oportunista ,pocas veces se ve eso , generalmente se ve a la chica mala en este caso la prota de esta historia tratando de redimirse….pero la otra chica no suele ser mala como la de aquí

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