Diario de Observación – Capítulo 13.1: Bertia 17 años (3)

Traducido por Den

Editado por Raine


—¿Dónde es esto…?

Cuando recuperé mi consciencia, estaba en un espacio blanco puro.

—¿Esto es algo así como el espacio de mi consciencia que ha sido influenciado por el espíritu de la luz?

Revisé brevemente mi cuerpo, pero no había ninguna anomalía en especial. Bueno, ya que realmente no puedo revisar mi verdadero cuerpo, no puedo decir en definitiva que “estoy bien”.

—Ahora bien, me pregunto cuál es el problema con esto.

Gracias al poder de Zeno y el pendiente que Bertia me dio, por el momento, no siento que las cosas se hayan vuelto particularmente problemáticas.

Para romper la barrera de Kuro, el espíritu de luz debería haber agotado su poder hasta el límite. Con la fuerza restante del espíritu, debería ser imposible mantener este espacio durante un largo período de tiempo y continuar aprisionándome así. Cuando mucho, duraría alrededor de 10 a 20 minutos, creo.

—Es poco probable que no pudiera salir si tuviera que hacerlo, pero en lugar de tratar de forzar mi salida y arriesgarme a que mi inconsciente sufra los efectos secundarios, sería mejor esperar hasta que el espíritu de la luz agote toda su fuerza, supongo.

Considerando la cantidad restante del poder del espíritu de luz, no debería poder atacarme directamente mientras estoy protegido por los poderes de Kuro y Zeno. Por el contrario, si intentara abandonar este lugar a la fuerza, tendría que atacar e infligir daño a este espacio de alguna manera para poder salir. En ese caso, existe la posibilidad de que termine atacando excesivamente, haciendo que este espacio se destruya o se retuerza de su forma deseada.

Si tengo que tomar tal riesgo, sería mejor esperar y no irrumpir imprudentemente.

—Aunque espero que el espíritu consuma toda su fuerza antes de que Bertia comience a actuar precipitadamente de nuevo. —Hice una sonrisa amarga al recordar el grito de Bertia que escuché justo antes de perder la consciencia.

Ahora, justo en el momento en que comencé a pensar en cómo debería matar el tiempo… El espacio blanco frente a mis ojos comenzó a brillar intensamente.

—Qué deslumbrante… —Puse mi mano sobre mi cara y cerré los ojos para evitar la luz. Sin embargo, la luz desapareció en poco tiempo.

Sintiendo que la sensación de la luz que se desvanecía pasaba por mis párpados, abrí los ojos lentamente.

En ese lugar había un escenario familiar que era completamente diferente del mundo blanco de hace un momento.

—La sala de audiencias… ¿verdad?

Un habitación dentro del palacio real en la que he entrado y salido muchas veces para asistir al trabajo de mi padre. Sin embargo, cuando miré más de cerca, las decoraciones y las cortinas que colgaban de las ventanas eran sutilmente diferentes a las de siempre. Aún así, no eran “cosas desconocidas”, sino “cosas nostálgicas”.

Estas son…

—E-Es un placer conocerlo por primera vez. Soy la hija mayor de Douglas Evil Nochesse, el actual cabeza de la familia del marqués Nochesse. Mi nombre es Bertia Evil Nochesse.

Mientras trataba de buscar en mis recuerdos y observaba los alrededores, de repente escuché la voz infantil y encantadora de una niña justo delante de mí. Como si esa voz me guiara, mi mirada se posó un lugar justo frente al trono, a varios pasos de distancia, donde estaba la figura de una niña arrodillada junto al primer ministro, el marqués Nochesse: era Bertia.

Tenía aproximadamente 8 años. Su apariencia era exactamente la misma que cuando la conocí por primera vez: todavía estaba en su modo muñeco de nieve gordo mientras miraba nerviosa el suelo.

Esta escena era completamente la misma que cuando me llevaron a conocer a Bertia. Sin embargo, por alguna razón, la reacción de Bertia y su expresión no coincidían con lo que recordaba en mis memorias.

En ese momento, ella debería haber dirigido su brillante mirada hacia mí, que estaba de pie junto a mi padre, y luego haberse presentado con una amplia sonrisa.

Todavía lo recuerdo claramente, incluso ahora, porque instintivamente dejé que una sonrisa irónica se deslizara por su descarada amigabilidad.

Para decirlo sin rodeos, la actitud de la chica frente a mí en este momento es más como la actitud de una dama noble “normal”con una reacción apropiada. La mayoría de los niños nobles de alrededor de su edad, deberían haber dominado las habilidades para leer la situación y prestar atención a su etiqueta. Por eso, cuando incluso los adultos estaban nerviosos por una reunión con el rey y el príncipe heredero en esta sala de audiencias, era aún más normal que un niño se sintiera abrumado por esta clase de atmósfera, se asustara y diera sus saludos con torpeza en un frenético intento de mantenerse de acuerdo con la etiqueta.

Estar lleno de expresiones y mostrar su amabilidad ingenua al enfrentar este tipo de situación, como la forma en que actuó Bertia durante nuestra primera reunión, se considera “extraño”. Pero, para mí, sin importar qué, sentí que lo “extraño” era ver a esta Bertia que no era “rara”.

En el momento en que involuntariamente fruncí el ceño a la Bertia, que no estaba actuando como ella, sentí una sensación de incomodidad en mi pecho. Y la sensación de que mis dedos se volvieron un poco más fríos.

—¿Qué es esto…? Esto…

En el momento en que puse mi mano sobre mi corazón, me sorprendí ante la extraña sensación que no pude comprender y mis alrededores me envolvieron en luz una vez más.

Cerré los ojos con fuerza y, cuando los abrí de nuevo, esta vez estaba en el jardín del palacio real.

Era el jardín donde Bertia me confió sobre el “juego otome”.

¿Podría ser…?

Miré a mi alrededor y, como era de esperar, estaban mi yo más joven y Bertia sentados en sillas uno frente al otro, bebiendo té.

Mirando esa escena, las palabras que Bertia me declaró al principio en este jardín de repente me vinieron a la mente:

—¡¡Su Majestad Cecil!! ¡¡Soy una villana!! ¡¡Mi papel es destruir tu relación con la heroína con la que te reunirás después de ingresar a la Academia Halm, y cancelar mi compromiso al final mientras recibo mi caída!!

Sin embargo, las versiones más jóvenes de los dos frente a mí en este momento, eran…

—Me alegra tener a alguien como lady Bertia como mi prometida.

—M-Muchas gracias. Haré mi mejor esfuerzo para convertirme en una mujer digna de Su Alteza.

Mi yo joven sonrió con una sonrisa habitual y Bertia me devolvió la sonrisa con timidez.

Sí. Es ordinario.

Un lugar que no es ni un poco extraño, una conversación ordinaria.

Pero… no, ¿es exactamente por eso?

Es extremadamente aburrido.

Esta no es la Bertia que conozco.

La que estaba allí era una señorita noble “ordinaria” que era un poco gorda.

Y, aunque la versión más joven de mí estaba mirando a Bertia con una sonrisa, aun así no parecía estar divirtiéndose. Era una expresión que parecía que llevaba una máscara. Como soy yo, lo entiendo muy bien.

El yo de allí no tenía ni el más mínimo interés en ella.

No hay preocupación ni favor, ni hay deleite por el encuentro o placer por estar juntos, tampoco hay disgusto, ira, tristeza o cualquier otra emoción negativa; no existía una sola cosa allí.

La “incomodidad” apareció una vez más en mi pecho mientras observaba que la “aburrida conversación” se desarrollaba ante mis ojos sin emoción alguna.

Respiré hondo.

La “incomodidad” de esta vez fue más diferente a la anterior.

En mi pecho… En las puntas de mis dedos… El “calor” que debería haber se estaba desvaneciendo. Entonces, como si acompañara a ese sentimiento, sentí las expresiones deslizándose de mi rostro gradualmente.

Era una sensación muy desagradable.

Era una sensación tan desagradable como si algo preciado fuera arrebatado a la fuerza y me di cuenta que estaba apretando mis puños con fuerza.

Mis dedos se retorcieron pero no se movían. Cuando comprobé la razón, fruncí el ceño instintivamente al ver mi mano.

Mis manos se habían convertido en los brazos de una muñeca de cerámica antes de que me diera cuenta.

—Si no hubieras sido elegido por mí, entonces simplemente te habrías convertido en un muñeco inteligente sin corazón, ¡¿sabes?!” —Las palabras que la baronesa Heronia que me dijo no hace mucho tiempo pasaron por mi cabeza.

Dirigí mi mirada una vez más a mi yo más joven que estaba sonriendo sin emociones mientras hablaba con Bertia.

Es lo mismo…

De repente, pensé eso.

El yo más joven delante de mí en este momento era como un muñeco con una sonrisa en su rostro. No había ni sola emoción parecida a la humana que tuviera la misma calidez que tengo ahora.

Ese fui “yo”.

De hecho, lo podía decir.

En esos días, era un “muñeco inteligente sin corazón” tal como decía la baronesa Heronia: no era más que una existencia sin un solo interés, simplemente realizaba los deberes que me eran encomendados con indiferencia, y expresaba emociones adecuadas a la situación que las personas normalmente buscaban.

No había gustos ni disgustos.

Ni siquiera lo bueno o lo malo, la diversión, la tristeza o incluso la ira… Solo un muñeco vivo que no tenía nada de ello.

Así era como era en ese entonces.

Pero, es precisamente por eso, que tengo una cosa que he estado deseando intensamente. He estado deseando una “existencia que pudiera cautivar mi interés”, una “existencia que pudiera sacar sentimientos de mí como… los sentimientos de que algo es preciado”.

—Ésa no es “mi” Bertia…

Al sentir que la “calidez” llamada “emoción”, que se había ido acumulando dentro de mí poco a poco desde que conocí a Bertia, estaba siendo arrebatada con fuerza, sintiendo que estaba cambiando nuevamente a mi versión anterior de “muñeco”, sentí un escalofrío corriendo a través de mi espalda.

Lo odio.

Da miedo.

Me estremecí cuando sentí los sentimientos desagradables surgiendo dentro de mi pecho de un solo golpe.

Entendía que lo que estaba sucediendo aquí no era real.

Este lugar es una falsificación creada por el espíritu de la luz, junto con mi joven “yo”, haciendo que experimente las cosas que suceden en este mundo. El “yo” que se creó en este mundo era un mero instrumento en el que se insertó mi conciencia, pero el “yo” real que posee pensamientos en el mundo real debería existir, ¿verdad? Mi verdadero cuerpo probablemente esté inconsciente en el mundo real.

Quizás, la influencia del espíritu de la luz solo puede afectar al falso “yo” y al “yo” que observa todo dentro de ese lugar. No debería poder influir en la conciencia de mi yo “verdadero” que está conectado con el mundo real.

Como mucho, es algo como un sueño que muestra el espíritu de la luz.

Lo entendía…

Pero, a pesar de comprenderlo, a medida que mi “yo” cambiaba, sentí que había una ilusión que me hacía sentir como si “mis” sentimientos también cambiaban.

Esa es una sensación muy misteriosa, desagradable y peligrosa.

—Me pregunto si es mejor para mí salir de aquí lo más pronto posible, incluso si tengo que hacerlo más o menos por la fuerza. No, quiero evitar la posibilidad de que esta sensación pueda influir en la conciencia de mi verdadero yo si actúo sin pensar… —Mirando mis brazos que gradualmente se convertían en los de un muñeco, reflexioné.

El espíritu de la luz solo debe ser capaz de crear un sueño como éste para confundirme. Ya que lo sé, siempre y cuando pueda mantenerme a “mí mismo” con seguridad, no debería poder afectarme tanto.

Por eso, la mejor opción en esta situación en realidad es “esperar a que el espíritu de luz perezca por sí solo”, según creo.

Pero… Es demasiado desagradable, después de todo.

En el momento en que fruncí el ceño ante la escena frente a mí, una ráfaga de viento me golpeó repentinamente. Cuando abrí lentamente los ojos, que había cerrado en el impulso del momento, la escena ante mí había cambiado una vez más.

Frente a Bertia, quien lloraba porque su madre falleció debido a una enfermedad, yo tenía una mirada triste y pronunciaba palabras de consuelo mientras me mantenía a cierta distancia de ella.

Junto a ella, estaba la figura del marqués Nochesse que estaba allí de pie, sin expresión alguna, con ojos manchados de desesperación y rabia contenida.

Era el futuro que se suponía que debería haber sucedido.

Allí estaba el futuro que Bertia y yo cambiamos juntos.

Quizás porque la Bertia frente a mí estaba siguiendo un camino diferente de la Bertia que conozco, su personalidad, su forma de hablar y su conducta, incluso su apariencia; nada coincidía con lo de mis recuerdos.

Al verla de esta manera, incluso si sentí que ella era “lamentable”, mis sentimientos no fueron más allá de eso.

Sin embargo, al presenciar la escena que difería enormemente de mi realidad, me di cuenta que “la Bertia frente a mí y la Bertia que conozco ya no se superponían”, y sentí algo parecido a la frustración.

En ese momento, más calor escapó de mi pecho, y de mis manos a mis hombros también, al igual que mis pies, cambiaron a los de un muñeco.

La escena frente a mí cambió tan rápidamente que ni siquiera me dio margen para preocuparme por qué debería hacer.

El marqués Nochesse se volvió despiadado con otros como si se hubiera convertido en una persona completamente diferente. Sólo depositaba su afecto en Bertia, quien era el vivo recuerdo de su esposa, y Bertia se convirtió gradualmente en una mujer egoísta y arrogante. Si las cosas no iban como ella quería, su rabia despertaría y destruiría todo lo que pudiera poner en sus manos, se ofendería por la forma de hablar y la conducta de sus sirvientes y actuaría violentamente. Y, mientras se aferraba a mí con voz persuasiva y presionaba a la fuerza su cuerpo regordete, al mismo tiempo mantenía a raya al resto de mujeres que se acercaban a mí.

Tales escenas seguían siendo proyectadas ante mis ojos y, cada vez, el calor que se suponía que estaba dentro de mí era arrebatado y mi cuerpo se convertía en el de un muñeco.

Finalmente, la escena proyectada cambió y la Bertia adulta finalmente ingresó en la Academia Halm. Para entonces, mi cuerpo se había cambiado más o menos al de un muñeco.

No importaba lo que viera, no sentía nada.

Mientras tenía la desilusión de que no se moverían, sentí una cruel sensación de pérdida, agonía y tristeza.

No.

Éste no soy yo.

Mi calor… La “emoción” que pude conseguir… No te atrevas a arrebatarme a “Bertia”.

Dentro de mi “yo” observante que se había convertido en un muñeco, mi “verdadero” yo, encerrado, clamaba de manera insignificante.

El “yo muñeca” que me ocultaba dijo que “es extraño que tenga esa clase de emoción”, tratando de rechazar la emoción y la voluntad que mi “verdadero” yo poseía.

Es agonizante. Me siento con nauseas. Sin embargo, con el cuerpo de este muñeco que ni siquiera podía respirar, mucho menos podía llorar.

Incluso si tuviera que destruir todo, pensé en romper este muñeco y abandonar este mundo desagradable.

Sin embargo, mi parte tranquila susurró:

—Si abandonas este lugar en este estado mental caótico, ¿qué harás si el estado mental de tu verdadero yo se ve afectado? Si las cosas resultan así, en el peor de los casos, la “emoción” que finalmente pudiste conseguir… Podrías perder a “Bertia” de verdad, ¿sabes?

En el momento en que pensé en eso, sentí que el horror imaginario que este espacio me daba no podía compararse con el horror de esa posibilidad.

Esa posibilidad es lo único que no podía aceptar absolutamente.

—¡¡Su Alteza Cecil!!

El momento en que pensé que la escena cambiaba una vez más fue cuando mi entorno se envolvió en luz por enésima vez y la dulce voz de una mujer irrumpió en mis oídos.

Una sonrisa brillante y pura.

Sentí la ilusión de que todo se volvía más brillante con ella simplemente estando allí, como si la luz incesantemente diluviara alrededor de ella.

Estaba fascinado por eso. El calor comenzó a regresar a mi pecho una vez más.

Los dedos que se habían extendido por su propia cuenta comenzaron a volver a ser los de un humano.

Sin embargo…

Esto está mal.

Es falso.

Mi verdadero yo que estaba dentro del muñeco se quejó con una ira no disimulada.

Quien estaba en la punta de mis dedos extendidos era la baronesa Heronia, no mi preciada prometida.

Mi prometida es…

—Entonces, ¿no estaría bien cambiar tu prometida?

Te equivocas.

Te equivocas.

No es así.

A pesar de saber cuál era la respuesta correcta, había una parte de mí que quería asentir a los susurros hechos con mi propia voz.

Esto es una pesadilla.

Cuando el espíritu de la luz haya agotado todas su fuerzas, yo me despertaría de este sueño y mi pensamiento racional regresaría. Sin embargo, esta pesadilla en sí misma es tan desagradable que me da ganas de aferrarme a esta inmediata comodidad frente a mí. Aunque esa “comodidad” es el oponente que me impuso este tipo de ascetismo[1] .

Me mordí los labios mientras observaba a la baronesa Heronia, quien me sonreía, y poco a poco comenzaba a mostrar la expresión de un humano real en lugar de las sonrisas falsas que había hecho.

A pesar de sentir que mi cuerpo, que había cambiado temporalmente al de un muñeco, regresó al de un humano, me irrité por el proceso cuando debería sentirme aliviado.

Contradicción. Contradicción. Contradicción.

No podía mantener la consistencia de las emociones dentro de mí.

En cualquier caso, todo dejará de existir mientras me despierte de este sueño, ¿por qué no trato de entregarme a las emociones falsas que el espíritu de la luz está mostrando sin resistirme? Debería ser más fácil de esa manera.

Tal pensamiento de repente cruzó mi mente.

Después de pensarlo, decidí que las cosas serían más fáciles de esa manera, sin lugar a dudas.

Además, si las cosas volverían a ser como eran antes en sólo unos minutos, entonces no tiene sentido intentar resistirlo tan arduamente. Simplemente sería un esfuerzo inútil.

La sensación de querer oponerme y la sensación de querer dejar de resistirme están chocando.

—Me… Me gusta Su Alteza Cecil. Incluso si me opongo a Bertia-sama, no puedo cambiar lo que siento.

Es una escena que se parece a la víspera de la ceremonia de graduación de la Academia Halm.

La baronesa Heronia murmuró dulcemente después de que me enfadé por las acciones crueles de Bertia hacia la baronesa Heronia y decidí descartar a Bertia.

Dentro de mi pecho, que nunca había sentido esta clase de emoción aparte de “interés” o una débil “preferencia”, algo ferviente se estaba acumulando dentro… tal era mi engaño.

“¿Esta emoción es comúnmente conocida como amor? Para la persona me dio este sentimiento… No hay forma de que la deje ir.”

Abracé a la Baronesa Heronia estrechamente y di una sonrisa oscura que logró enviar escalofríos a mi propia espalda.

Quien estaba allí ya no era mi yo “muñeco”. Emociones fervientes estaban llenando mi pecho.

Cerré mis ojos suavemente al sentir una alegría que me devolvía el calor que logré sentir dentro de mí.

Sólo un poco más, cedamos a esta sensación cómoda.

En el momento en que pensé eso…

—¡Su Alteza Cecil! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué esa mujer está a su lado?!

Escuché el triste llanto de Bertia.

Cuando abrí instintivamente los ojos, era la “escena de condena”.

Había visto todas las acciones violentas de Bertia hasta este punto dentro de este mundo que el espíritu de luz había creado. Por eso, la escena de la condena de Bertia de este mundo frente a tantos estudiantes y sus guardianes se suponía que era una catarsis[2] .

Sin embargo, a pesar de que su apariencia era de alguna manera diferente, tenía rasgos que se parecían mucho a mi Bertia. Y cuando ella gritó de forma lamentable con la misma voz que mi Bertia, mi corazón comenzó a doler.

Y luego, en el momento en que vi las lágrimas que se derramaban y caían por sus ojos ámbar, esa imagen se superpuso con las lágrimas que la verdadera Bertia me mostró.

La sensación de querer ceder momentáneamente al falso consuelo de la baronesa Heronia desapareció rápidamente de una vez. Aunque no era la realidad e incluso si sólo era por un corto tiempo, realmente odiaba actuar de acuerdo a las expectativas del espíritu de la luz y rendirme a ser quien lastimó a mi Bertia.

No puedo aceptar eso, sin importar qué tipo de agonía me traería.

El momento en que pensé así, algo más que el calor que me fue dado con fuerza comenzó a hervir dentro de mi pecho.

Ciertamente, era la “emoción” que yo poseía.

*Crack*

Escuché el crujido de algo parecido a una fina cáscara.

Cuando miré a mi alrededor, habían grietas aquí y allá alrededor del espacio en el que estaba.

—¿Finalmente ha alcanzado su límite…?

Antes de que me diera cuenta, la escena a mi alrededor se convirtió en algo como una superficie plana y el paisaje se rajó como una pared desmoronándose.

Un mundo colapsando.

Sin embargo, sólo una parte, el área alrededor de la baronesa Heronia brillaba ligeramente con la luz a medida que se restablecía cada grieta como si algo se estuviera resistiendo.

—¿Por qué no te rindes ya? No importa qué tipo de ilusión me muestres, mi corazón no cambiará… Nunca consideraré a tu maestra, no importa lo que pase. —Me enfrenté al espacio vacío y declaré.

A pesar de que no podía ver su figura, se suponía que debía estar allí basado en la presencia que sentí.

Efectivamente, el espíritu de luz claramente escuchó mis palabras y eliminó el paisaje circundante como si hubiera renunciado a preservar ese espacio, volviendo al mundo blanco puro. Sin embargo, a diferencia de la primera vez, había un niño pequeño de aproximadamente cinco años de pie.

Parecía que le era difícil tomar una forma, incluso en el mundo que creó él mismo, ya que su figura era transparente y parecía estar a punto de desaparecer en cualquier momento.

—¿Por qué? ¿Por qué no puede ser Heronia? Se suponía que debería haber esa clase de futuro esperando por ti, ¿sabes?

Sonreí amargamente a su figura que estaba tratando de apelar frenéticamente a mí mientras limpiaba sus lágrimas con el dorso de su mano.

—“¿Por qué?”, ¿me preguntas? Quizás sólo puedo decir que es porque me he dirigido hacia un futuro completamente diferente.

Ciertamente, como dijo el espíritu de la luz, ciertamente existía la posibilidad de que tal futuro existiera; debido a lo cerca que se parecía al mundo del “juego otome” del que Bertia me había hablado, de alguna manera u otra podía creer que la posibilidad era bastante alta. Sin embargo, ya he caminado con dirección a otro futuro.

Sólo puedo decir que me es imposible volver al camino anterior. Además, cuando me mostraron la posibilidad de otro futuro en este momento, me convencí una vez más: en lugar de decidirme por el futuro original, estaba mucho más satisfecho con el futuro en el que Bertia y yo podíamos caminar juntos.

En tales circunstancias, ¿por qué debería corregir mi trayectoria hacia el camino que me conduciría hacia el futuro original que me mostró aquí?

No siento ninguna necesidad de hacerlo, e incluso si me insistiera, yo querría resistirme con todo mi poder.

Porque me he estado divirtiendo mucho en mi vida actual con ella, con Bertia.


Notas:

[1] Ascetismo es la doctrina y actitud que busca la perfección del hombre por sus propios medios mediante la práctica de una vida austera (rígida) y mortificante.

[2] Catarsis es un efecto purificador.

16 respuestas a “Diario de Observación – Capítulo 13.1: Bertia 17 años (3)”

  1. Oooooooooo!!
    Casi dejo este mundo …me iba directo al cielo y me llevaba conmigo al príncipe😅😫
    Gracias a Dios Cecil no cedió frente a ese espíritu

  2. Oh por Dios, casi me da un paro cardíaco, creo que sucumbiria a las tentaciones de la fantasía pero no fue así, su amor por Bertia es más grande. Por favor despierta y da el merecido final feliz a Bertia, y de igual manera espero y no le pase nada malo a ella.
    Este capítulo fue como una montaña rusa. Gracias por los capítulos

    1. Ohh que belleza de novela, mimo gracias por traducir, admiro y aprecio sus esfuerzos por traernos esta felicidad a las y los ciudadanos comunes un abrazo

  3. Mi kokoro llora (;>_<;) y ver como casi Cecil-sama se iba a rendir ahi, le grite a mi pantalla xD
    Acabo de perder 10 años de mi vida por la angustia….
    Arigatou por los cap!❥
    PD: me van a matar por no poner cuando habrá actua…iré a llorar…

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