Dinero de consolación – Capítulo 29: Convicción (2)

Traducido por Kavaalin

Editado por Nemoné

---

A pesar de que comencé a vacilar, después de presenciar la expresión malvada de Su Majestad, me mantuve firmemente parada, antes de continuar.

—Basados en el documento aquí presente, existe una cláusula que dice que uno necesita pagar una cierta cantidad de compensación, si se llega a cometer una infidelidad que lleve a la anulación del compromiso. Por lo tanto, cobraré… Perdón por preguntarle esto, Su Majestad, ¿deberíamos esperar a que el Marqués Chorione llegue antes de continuar?

Su Majestad estaba sonriendo antes de reír ruidosamente.

—Señorita Julia, realmente no traiciona mis expectativas… ¿Qué va a hacer si le digo que no espere hasta que el Marqués Chorione esté presente?

—Deseo que Su Majestad deje de difamar mi reputación. No tengo ninguna otra intención al respecto.[1]

Su Majestad se echó a reír después de suspirar.

—Sin embargo, si Su Majestad declara que ya no necesita más al Marqués Chorione, tampoco voy a ser compasiva.

— ¿Compasiva?

Miré a mi ex-prometido. En ese momento, pude ver al padre del joven Lamore, el Marqués Chorione, abriéndose paso entre la multitud con un rostro pálido.

Vaya, me pregunto si su cara se pondrá verde de rabia después de esto.

— ¡Lamore!

— ¡Padre! ¡Justo ahora, he anulado mi compromiso con Julia!

El Marqués Chorione golpeó rápidamente la cabeza del radiante joven Lamore.

—Señorita Julia, ¡él no quería decir eso! Hablaré calmadamente con este tonto, así que, por favor, ¡no mencione nada sobre la anulación del compromiso!

— ¿Padre?

Me volví hacia el Marqués Chorione, sonriendo.

—Lo siento terriblemente. Pero, el documento para la anulación del compromiso ya ha sido firmado por todos. Y, por supuesto, todo se debió a la gracia de Su Majestad.

El rostro del Marqués Chorione se volvió blanco de lo pálido que estaba. En cuanto al joven Lamore, su rostro indicaba que ni siquiera entendía lo que estaba sucediendo a su alrededor.

Su Majestad, por otro lado, estaba sonriendo. Con un tono de voz que parecía indicar que estaba conteniendo la risa, comenzó a hablar.

—Señorita Julia, siempre he sido bastante escéptico acerca de las habilidades del Marqués Chorione para hacer su trabajo.

— ¿A usted no le gusta como lo hace?

—No.

Al escuchar las palabras de Su Majestad, mi padre y mi hermano, quienes estaban cerca, se acercaron a mí.

— ¡Conde Knocker! ¡Se equivoca! Esto es…

— ¡Por favor ahórrese cualquier excusa! Su Majestad, gracias por aprobar la anulación del compromiso.

—Considérelo hecho.

Mi hermano le entregó un documento a Su Majestad antes de hablar.

—Ya que hemos completado la anulación del compromiso entre Julia y el joven Lamore, vamos a pedirle a Su Majestad que firme y selle este documento, indicando nuestro privilegio de incautar [2] la propiedad del Marqués Chorione, si a Su Majestad le place.

— ¿Q-Qué?

Pude observar que el joven Lamore parecía nervioso, mientras miraba al Marqués Chorione. El rostro del marqués ya era de un blanco pálido, comparable al de un enfermo.

—Esto incluye la compensación por la infidelidad, el reembolso por el dinero gastado para cubrir las preparaciones de la boda, el pago por acusar a Julia de pecados inexistentes, el acto violento hacia su persona, así como la compensación por otras muchas cosas. Al parecer, su padre no le había dicho al joven Lamore sobre la importancia de Julia.

Su Majestad firmó sin problemas el documento que le había presentado mi hermano mayor.

—El Marqués Chorione también ha perdido su residencia familiar ubicada en su territorio y, en cuanto a la Marquesa Chorione, todavía debería poder buscar refugio en su hogar paterno, perteneciente al linaje Condal. En cuanto al joven Lamore, creo que no será ningún problema para usted quedarse con la familia de Banach. Hace un momento mencionó acerca de su compromiso con ella, ¿correcto?

Cuando mi hermano miró a Banach, la cara de esta rápidamente se volvió azul pálido. Mi hermano ignoró su reacción, mientras informaba gradualmente el contenido del documento que había entregado a Su Majestad.

En ese momento, mi ex-prometido finalmente explotó.

— ¿Qué pasará con la gente del territorio? ¿Piensan tirar a la basura todo nuestro poder gubernamental?

Mi hermano miró con furia a mi ex-prometido.

Mi padre, quién había estado observando todo este tiempo, de repente se echó a reír antes de hablar.

—Roland, no lo mires así. Joven Lamore, ¿de qué está hablando?

— ¡Bastardos, ni siquiera pusieron ninguna consideración en la gente de mi territorio! ¡No es posible que quieran privarlos de su hogar y tierra! ¡El Rey no los dejará salirse con la suya!

Mi padre se echó a reír al escuchar las palabras de mi ex-prometido.

—Eres verdaderamente una persona estúpida, ¿eh?

— ¿Qué diablos? ¡Atrévase a decirlo de nuevo!

—Dije que eres tan estúpido que no puedo evitar reírme.

Padre, ¿no te estás enojando demasiado?

Mi hermano y yo comenzamos a mirar hacia la distancia, mientras intentábamos escapar de la realidad aunque fuera sólo por un momento.

Fue nuestro veterano mayordomo, quien de repente intervino con un poco de raciocinio [3] en la conversación.

—Amo.

— ¿Qué?

—La oscuridad en su corazón ha comenzado a filtrarse por accidente. Por lo tanto, le recomiendo que le explique rápidamente a este idiota por qué se lo considera un idiota.

—Ah, ¿de verdad?

Ah, parece ser que parte de esa oscuridad también se filtró en el corazón del mayordomo de nuestra casa.

—Como Su Majestad debe saber, el Marqués Chorione no tiene la capacidad para gobernar su propio territorio, por lo que las personas en este han estado luchando para pagar sus impuestos y, han estado dependiendo de Julia todo este tiempo. Ahora que lo pienso, fue ella quien propuso un plan de reforma que ayudó a estos ciudadanos, que tenían dificultades para pagar sus impuestos.

—Oh.

—Con respecto a los ciudadanos que se unieron al plan, su fe hacia Julia simplemente no podría medirse. Es obvio bajo el mando de quién preferirían estar. Después de todo, el Marqués Chorione no había hecho nada por el territorio, además de recaudar los impuestos.

Su Majestad ya había firmado y sellado el documento para cuando mi padre terminó su discurso.

—Fue interesante escuchar acerca de la existencia de tal plan de reforma. Estoy realmente celoso del Conde Knocker por tener una hija que no solo es encantadora, sino también inteligente.

—Muchas gracias, Su Majestad.

Su Majestad estaba sonriendo, mientras se dirigía hacia el Marqués Chorione y le daba una palmadita en el hombro, antes de continuar.

—Debe comenzar todo desde el principio, ya sea con su trabajo como Marqués o con la educación de su propio hijo.

Uwaa, que palabras tan terribles.

Después de decir eso, Su Majestad el Rey se me acercó.

—Señorita Julia.

— ¿En qué puedo ayudarle, Su Majestad?

—Es verdaderamente inteligente y hermosa, por lo tanto, mi hij…

Mi padre, sin demora, bloqueó rápidamente la boca de Su Majestad con su mano.

Padre, esa acción podría ser considerada como un acto grosero, ¿sabes?

— ¿Qué está tratando de decir, Su Majestad?

Su Majestad ladeó su cabeza con una mano bloqueando su boca.

—Ese tipo de cosas, ¿podría evitar decirlas, por favor?

Después de que Su Majestad asintió con la cabeza varias veces, mi padre finalmente lo soltó.

— ¡Por favor, conviértase en la novia de mi hijo!

Su Majestad rápidamente declaró sus intenciones, una vez que mi padre le quitó la mano de la boca, lo que terminó haciendo que mi hermano y mi padre se pusieran rígidos.

—Por el bien de esta nación, me gustaría que una jovencita tan encantadora e inteligente se convirtiera en el apoyo de mi hijo, y del propio reino.

Ya que me miraba con una sonrisa astuta, yo también le devolví una sonrisa antes de responder.

— ¡Rechazo esa oferta!

Era consciente de que la atmósfera alrededor se había congelado repentinamente por mi negativa.

— ¿Por qué? ¿Tiene algo con lo que no está satisfecha con respecto a mi hijo, Rudnik?

—No, Su Alteza es una persona maravillosa e inteligente, él merece asumir el mandato de este reino.

— ¿Entonces, por qué?

Me volteé para mirar a Su Alteza.

—Su Alteza y yo somos amigos. Somos camaradas que cooperamos entre nosotros por el bien del beneficio mutuo. No soy digna de tal persona.

— ¿Por qué dice eso?

—Además, a partir de ahora seré una dama cuyo acuerdo matrimonial con el heredero de la casa Marquesina fue anulado. También debería considerárseme como un bien dañado. Por lo tanto, estoy lejos de ser adecuada para ser la madre de la nación.

Mientras sonreía, Su Majestad volvió su mirada hacia el Primer Ministro, mientras decía.

— ¿Qué piensa usted de eso?

—Vamos, ¿de verdad me lo va a preguntar?

— ¡Estoy siendo serio! ¿No debería proporcionarme un poco de iluminación?

—No planeo proporcionarle ni siquiera una frase de alivio.

— ¿Por qué?

El primer ministro sonrió antes de reír a carcajadas.

—Mi hijo también está enamorado de la señorita Julia.

— ¿No es esa demasiada ventaja…?

—Parece que ella también tiene algunos admiradores procedentes de los reinos extranjeros.

Su Majestad arrugó el entrecejo mientras parecía preocupado por algo.

—Señorita Julia, ¿hay algo que le guste de mi hijo?

—Si tuviera que decir algo al respecto, ¿él parece no enojarse conmigo cada vez que le chasqueo la lengua?

En ese momento, Su Majestad dejó escapar un profundo suspiro, muy similar al de Su Alteza.

Ah, como se esperaba de padre e hijo. ¡Son totalmente iguales!

No pude evitar sonreír ampliamente mientras miraba a Su Majestad.

---

Aclaraciones:

[1] Difamar es decir en público (o escribir) cosas negativas en contra de una persona; en especial cuando lo dicho o escrito es falso.

[2] Incautar es tomar posesión legal de dinero, o determinados bienes, de una persona.

[3] El raciocinio es lo que nos permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formar ideas.