Dinero de consolación – Capítulo 44: ¿Intenta venderme un conflicto? Entonces, con mucho gusto se lo compraré

Traducido por Kavaalin

Editado por Nemoné


Poco después de eso, la Princesa Mulan regresó rápidamente a su reino. Parece ser que deseaba encontrar a un buen hombre en su propia nación.

Antes de volver, ella me dijo:

—Dejaré a mi hermano a tu cuidado.

—Ya que el Príncipe Yufa está bajo la jurisdicción de mi hermano mayor, es poco probable que se relacione mucho conmigo, ¿verdad?

Eso era lo que pensaba en ese momento.

Aunque la Princesa Mulan ya había regresado a casa, la paz todavía estaba muy lejos. La más problemática en realidad era la otra hermana del Príncipe Yufa, la Princesa Lanfa.

Nemoné
Ay, ya lo veía yo

La Princesa Lanfa había comenzado a obtener apoyo, lo que hacía inferir su candidatura como la futura Reina.

Era entendible que tuviera una gran habilidad, al ver la forma en cómo había podido influenciar a un grupo de jóvenes pertenecientes a poderosas familias aristócratas para que se convirtieran en parte de su séquito.

—Señorita, ¿yo… puedo tomarme unas vacaciones de la Academia?

— ¿Michael?

Michael se veía visiblemente letárgico y parecía estar escondiéndose de la Princesa Lanfa.

¿Qué le pasará? Su actuar me preocupa.

Fue en el instante en el que estaba justo apunto de decirle que podía tomarse tres meses de descanso, que una voz nos interrumpió.

—Tú, ¿no eres Michael?

La voz de la Princesa Lanfa resonó a través del pasillo.

El cuerpo de Michael tembló repentinamente.

—Ya que eres el asistente del Príncipe Rudnik, ¿por qué no estás rindiéndome pleitesía? [1]

Con pasos contundentes, la Princesa Lanfa caminó hacia Michael mientras continuaba mirándolo.

Volteé mi rostro para mirar a Michael a un lado mío. Él, en cambio, miraba a la Princesa con una expresión carente de toda emoción.

— ¿No puedes escucharme cuando te hablo? Ya que eventualmente me convertiré en una de las personas más importantes de este reino, ¿no crees que deberías reverenciarme?

—Lo siento terriblemente.

Un escalofrío recorrió mi espina dorsal al escuchar la voz indolente de Michael.

—Realmente eres una basura.

Vi como la Princesa Lanfa levantaba su abanico mientras apuntaba hacia Michael. Me apresuré en pararme frente a él para protegerlo. Mi mejilla entró en contacto con el abanico y mi boca resultó herida.

— ¡Mi señorita!

Vi como la vida comenzaba a volver a los ojos de Michael.

— ¿Por qué me protegió?

Michael tocó mi mejilla mientras tenía una expresión como si estuviera al borde de las lágrimas.

Realmente me gustaría que no me tocara, ya que duele.

—La culpa es de esta jovencita por meterse en medio repentinamente.

La Princesa Lanfa me miró altaneramente mientras decía eso.

— ¡¿Qué se supone que quiere decir cuando es obvio que es su culpa que mi señorita resultara lastimada?!

Michael le gritó a la Princesa Lanfa y parecía como si estuviera a punto de agarrarla de la solapa del uniforme.

Al ver eso, rápidamente tomé la mano de Michael.

—Señorita, ¡no me detenga!

—Michael, sabes que estarás acabado si la tocas, ¿no?

Sonreí, para enseguida mirar en la otra dirección.

—Princesa Lanfa, ¿qué es eso que la enfada tanto sobre Michael? ¿Podría, si es tan amable, decírmelo?

La Princesa Lanfa rió con elegancia antes de responder.

—Ya que Michael es el Asistente Real, ¿no es normal que discipline a esta persona descarriada que se ha olvidado de su deber? Pero, la única que se atravesó fuiste tú, ¿no? Julia, de la Casa Condal.

—Porque él es el Asistente Real, ya veo… Entonces, ¿esa es la razón por la que quería golpearlo?

Bloqueé mi irritación con mi sonrisa mientras continuaba hablando.

—Si esa es su razón, entonces me gustaría que se disculpara con Michael, ya que él ya no es el Asistente Real.

— ¿Qué? ¿Por qué debería? ¿Por qué debería yo, parte de la Realeza y la futura Reina de esta nación, disculparme con alguien como él?

Le mostré una sonrisa radiante antes de continuar.

—Ya que hizo algo malo, obviamente necesita disculparse. O, ¿está diciendo que la Realeza es incapaz de hacer algo tan simple? Entiendo. Parece que nunca le enseñaron sobre tales cosas. Sin embargo, esta Academia establece la igualdad entre sus estudiantes, por lo que nadie la reprenderá incluso si se disculpa con otros a pesar de ser de la Realeza.

— ¿Eres estúpida? Nunca dije eso.

La sonrisa estaba pegada en mi rostro mientras continuaba hablando.

—Entonces, ¿a qué se refería?

—Vaya, eres realmente estúpida, ¿no? ¿Por qué debería disculparme con los demás?

Me volteé a mirar a Michael.

—Michael, sólo para estar seguros, ¿tú quieres ser golpeado por la Princesa Lanfa?

—Mi señorita, ¿por qué me hace esa pregunta? Yo sólo deseo ser golpeado por usted.

—Bueno, dado que eres un masoquista, quería hacer una confirmación primero y, si realmente hubieses querido ser golpeado por otras personas, entonces la historia habría cambiado.

Me di vuelta y seguí sonriéndole a la Princesa Lanfa.

—Michael dice que no deseaba ser golpeado por usted. Por lo que, por favor, discúlpese por sus acciones.

La Princesa Lanfa parecía estarse enfadando por la forma en que repliqué.

— ¡Eso es lo que estoy diciendo! ¡¿Por qué debería disculparme con él?!

Tal vez debido al alboroto, divisé como mi hermano, Su Alteza y el Príncipe Yufa se dirigían apurados hacia nosotros.

—Así que no quiere disculparse con él. Ya veo. En ese caso, lo único que nos quedaría por hacer es presentar una querella. [2]

— ¿Presentar una querella? Jovencita, ¿sabes quién soy? ¿Eres estúpida?

¡La estúpida eres tú! Es lo que me gustaría decir, pero si lo hiciera, todo mi esfuerzo hasta ahora resultaría en vano. Así que seguí sonriendo alegremente.

— ¡Lanfa!

— ¡Hermano! ¡Esa mujer sigue molestándome y exigiendo que le pida disculpas a Michael por golpearlo! ¿Qué te parece hermano? No hay necesidad de alguien de la Realeza se doblegue ante los demás, ¿verdad?

Detrás de ellos, veía como Su Alteza torcía la boca.

Me pregunto si esta persona sabe que el hijo del Primer Ministro también es el hermano de crianza de Su Alteza.

Cuando volteó su mirada, Su Alteza se acercó rápidamente hacia mí con una expresión de asombro en su rostro.

—Julia, la esquina de tu boca está herida.

—Ah, es que fui golpeada en lugar de Michael.

—Se ve espantoso.

Al ver mi ceño fruncido, Su Alteza apartó torpemente su mirada.

Mi hermano mayor mientras sonreía, me miró y dijo:

—Los mataré.

—Hermano, cálmate.

—Los mataré.

—Si los matas, esto se acabará en un instante. Sin embargo, ¡debemos hacer que se arrepientan por pensar que podían tocar a nuestro empleado! Jujuju…

— ¡Ya veo…! Jajaja…

Nuestras risas reverberaron entre sí.

—Qué espantoso.

Incluso aunque lo escuchamos, mi hermano y yo decidimos ignorar los murmullos de Su Alteza.


Aclaraciones:

[1] Por si acaso. Pleitesía es una muestra de sumisión a alguien.

[2] Una querella es una acusación presentada ante un tribunal competente.

Kavaalin
Si tuviéramos que buscar culpables, tal vez, ¿la culpa sea de la forma en la que los educaron?

11 respuestas a “Dinero de consolación – Capítulo 44: ¿Intenta venderme un conflicto? Entonces, con mucho gusto se lo compraré”

  1. Una de mis favoritas 💖 y estoy de acuerdo con Kavaalin debe ser por como los educaron 🤔 pero dan ganas de abofetearlos 😑 gracias por traducirla 😘

  2. Julia la venganza es un plato que se sirve frio! ujujuju ya quiero ver como es princesita se las arregla con todos de lado de Julia XD RUN BITCH RUUUNN!

  3. Jajajajajajaja lo siento Lanfa! No te quedara más que pedir clemencia xD ya quiero leer como los deja secos y siento que los hará firmar un contrato súper conveniente por las piedras que les negaron al principio xD

  4. Los van a dejar sin nada y suplicando clemencia. Me muero de ganas de verlos con el terror en sus ojos muahahaha. Gracias por el cap!

  5. Jajajajajaja ahhhhh Lanfa no entiende q si ella está sonriente a pesar de cualquier cosa es para temer y no solo x tu vida sino también x tu cartera 😀😀😀😀😀
    Gracias por la droga 😆😆😆

  6. Toda la familia de ella es de cuidado, podrían dejar a cualquiera en la calle.
    Lanfa es muy molesta, pero al lastimar a la protagonista sin duda alguna se condeno

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