Dinero de consolación – Capítulo 60: Tomando medidas

Traducido por Kavaalin

Editado por Nemoné


Después de que la princesa Lanfa dejara la tienda, me dirigí inmediatamente hacia donde se encontraba el joven Schnei, pero por alguna razón cuando llegué me lo encontré vistiendo un vestido lleno de encajes rosas y viendo como su falda se inflaba al dar vueltas sobre sí mismo.

—Schnei…

 — ¡Oh, Rudy! ¡Mira! ¡¿No es lindo?!

— ¿Estás bien con que sea lindo?

Su Alteza, cansado, se llevó las manos a la cabeza.

— ¿Al joven Schnei le gustan los vestidos?

—No los odio. Seguido solían vestirme como una chica así que la gente tendía a pensar que era una princesa. Me dijeron que se debía a que, si se enteraban de que era un príncipe, sería asesinado. Sin embargo, terminé siendo secuestrado porque creyeron que era una chica. Pero me gustan las cosas lindas, así que me alegro de ser capaz de probarme este vestido.

No pude evitar abrazarlo. Acaricié gentilmente su cabeza. Por alguna razón, me sentía curada al tocar su esponjoso cabello.

—Sepárense.

Me sentí un poco desolada cuando Su Alteza me apartó del joven Schnei.

— ¡No lo mimes! ¿No lo dijiste tu misma? ¿De quién eres prometida?

—De Su Alteza…

— ¡Exacto! ¡Eres mi prometida! ¡Así que no vayas abrazando a otros hombres!

Me quedé callada por unos instantes para después formar una amplia sonrisa.

—Entonces, ¡abrazaré y acariciaré la cabeza de Su Alteza!

Su Alteza se congeló ante mis palabras y aprovechando ese momento, le quité al joven Schnei y tomé un rollo de tela azul marino de un estante.

—Hagamos un traje, con rosa como uno de sus colores. El cuello será redondo y adorable para que combine perfectamente con el encantador joven Schnei.

Tomé la huincha de medir para tomar las medidas del joven Schnei. Dado que me era imposible tomarlas con el vestido puesto, le pedí que se lo quitara por ahora.

—A pesar de todo, sigo amando a Julia.

El joven Schnei se veía muy adorable sonriéndome así. De verdad quería acariciar su cabeza, pero debía resistir y seguir con mi trabajo.

— ¡Recuerda que es mi prometida!

— ¡Rudy, los celos son grotescos en un hombre!

—Cállate.

Me reí por lo bajo ante el intercambio de palabras se Su Alteza y el joven Schnei. Espero que me perdonen por eso.

—Pero, ¿por qué secuestraron al joven Schnei?

Fue Su Alteza quien respondió a mi pregunta.

—Como las personas bestia poseen oídos y narices sensibles, hay quienes tratan de utilizarlos para detectar la pólvora y reaccionar a órdenes con silbidos.

—Debe ser duro la para la gente bestia.

—Éramos tratados como esclavos a causa de nuestras habilidades sobrehumanas.

— ¿Qué hay de su salario y horario laboral?

— ¿Siendo esclavos? Lo máximo que nos proveían era de techo, ropa y comida.

Apreté mis puños con fuerza.

—Eso… ¡Es imperdonable! ¡Y pensar que existe alguien capaz de explotar de tal manera a sus trabajadores! Obviamente Su Alteza los capturó, ¿verdad?

En ese momento Su Alteza desvió el rostro.

— ¿Su Alteza?

—Si pudiéramos atraparlos tan fácilmente, no nos estarían dando tantos problemas.

Di un profundo suspiro.

— ¿No es la identidad del perpetrador más simple de lo que parece?

Las personas a mi alrededor mostraron una expresión sorprendida ante mis palabras.

— ¿Sabes quién es el culpable?

—Su Alteza también debería saberlo, ¿no?

Su Alteza mostró una expresión complicada.

—Entonces, vayamos a visitar al príncipe Yufa.

— ¡¿Por qué?!

—La princesa Lanfa me pidió que le brindara mi ayuda.

Reí una vez más.


Kavaalin
Ay, si tan sólo pudiera meterme en la novela y abrazar a Schnei

2 respuestas a “Dinero de consolación – Capítulo 60: Tomando medidas”

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