Dinero de consolación – Capítulo 67: A la hora del té

Traducido por Kavaalin

Editado por Raon Miru


Nuestro viaje al reino de Lao Fang, donde habían acontecido varias cosas, estaba a punto de terminar de manera segura.

Las personas bestia secuestradas pronto fueron liberadas y regresadas a su reino. Me sentí aliviada al confirmar que habían vuelto sin mayor inconveniente.

El rey de Lao Fang había entrado en pánico y nos había tratado cortésmente como forma de disculpa.

También fui capaz de experimentar las modas locales.

Fue genial que la princesa Mulan nos invitara a tomar el té y nos guiara por la ciudad día tras día.

Hoy, el joven Schnei y Mya habían ido de compras a la ciudad, mientras que Su Alteza y yo decidimos tomar el té con la princesa Mulan y el príncipe Yufa.

—Señorita Julia, ¿por qué no se compromete con mi hermano? Todos los días serían divertidos si viviera en nuestro reino —dijo la princesa Mulan con descontento.

—Estoy muy feliz de escuchar eso, pero tengo una tienda en mi propio reino, así que tengo que volver pronto.

—¡Que mal! Supongo que mi hermano no vale lo suficiente como para hacer que la señorita Julia se quede.

La princesa Mulan había mencionado el tema repentinamente.

El príncipe Yufa, quien estaba sentado a su lado, sonrió amargamente en respuesta.

—Yo tampoco quisiera pensar en su regreso.

Comí en silencio uno de los dulces caseros del príncipe.

Los cuales eran siempre de alta calidad.

—Ya les dije que Julia es mi prometida.

Su Alteza se quejó mientras comía uno de los dumplings del príncipe Yufa.

—Rudy no cuida bien de la señorita Julia, ¿por qué no simplemente anulan su compromiso?

—No lo haré.

Era indescriptible lo eufórica que estaba al escuchar que Su Alteza no quería romper nuestro compromiso.

—Si no regresamos pronto, Roland sospecharía y nos matarían.

—El joven Roland no haría algo así.

Parecía que la princesa Mulan era demasiado idealista con mi hermano.

—Mulan, no conoces al verdadero Roland. Si lo hicieras, seguramente te alegrarías de que te hubiera rechazado.

Su Alteza miró a lo lejos mientras masticaba el dumpling.

Realmente le gustaban.

Me sentía un poco celosa del príncipe, quien podía hacer dulces que hacían que su Alteza se quedara absorto saboreándolos.

Quizás, el que sintiera celos daba a entender lo mucho que él me gustaba.

Tomé un sorbo de té y luego exhalé.

Su Alteza me miró perplejo.

—Como era de esperarse, ¿tú también estás cansada, Julia?

Su Alteza sonrió gentilmente y yo le devolví la sonrisa.

—No, no estoy cansada. Creo que mi tiempo aquí fue de provecho. Pero…

Su Alteza inclinó la cabeza inquisitivamente ante mi vago comentario.

—¿Pero qué?

Después de dudar por un momento, dejé escapar un profundo suspiro.

—¿Pero le importaría si expreso mis sentimientos?

—¿Tus sentimientos?

Me miró aún más fijamente.

Susurré suavemente al oído de Su Alteza mientras lo cubría con ambas manos.

—Rudy… te amo.

Una vez que me alejé de Su Alteza, pude ver que se había sonrojado hasta las orejas.

—¡Q-Que mala eres por decir eso con toda esta gente delante!

Incluso si decía que era mala, sentía una urgencia de decir aquellas palabras.

—Perdóneme. Me gustaría otra taza de té, por favor.

Actué como si no hubiera pasado nada.

—Rudy, ¿qué dijo?

—¡Es un secreto! —dijo completamente rojo.

El príncipe Yufa dejó escapar un suspiro exasperado.

—Pero fue completamente inesperado que Inzu se enamorara del príncipe Schneider.

¿El príncipe Yufa trataba de ayudar a cambiar de tema con ese comentario?

—El joven Schnei es muy lindo.

La princesa Mulan se rió al oírme decir aquello con tanta seriedad.

—Nuestro hermano Inzu todavía está postrado en cama debido a la conmoción con respecto al príncipe Schneider. Y, parece que Pao se niega a salir de su habitación, porque su nombre se ha hecho conocido por atreverse a sacar las garras contra la familia del conde Knocker.

Incliné la cabeza en señal de confusión.

—Incluso en este reino, si mencionas que tienes la acreditación de la familia del conde Knocker, todos sabrán que tienes artículos de alta calidad, pero si te peleas con la casa Knocker, los demás nobles se negaran a relacionarse contigo, por lo que todos comenzaron a evitar a Pao.

Eso es muy lamentable.

Tomé un sorbo de té y comenté:

—Entonces, me gustaría encontrarme con la princesa Pao.

Todos a mí alrededor me miraron con incredulidad.

—Señorita Julia, ¿va a perdonar su actitud hacia usted? —dijo la princesa Mulan con el ceño fruncido.

—Por supuesto que lo haré.

Todos se quedaron completamente en silencio, excepto quién pareció asombrado por mi comentario.

—Julia, tienes algún plan entre manos, ¿verdad?

Me mostré falsamente sorprendida.

—¡Oh, querido! ¿Su Alteza sospecha de mí?

—No, no es eso.

Sonreí de oreja a oreja.

7 respuestas a “Dinero de consolación – Capítulo 67: A la hora del té”

  1. todo muy lindo todo muy lindo , pero nadie piensa en el pobre Rudy?? … si llegara a perder a su novia/prometida , su cuñado lo mata , su mejor amigo lo mata , su suegro lo mata , los comerciantes de su pais lo matan , su renio lo mata y su madre .. lo que su madre haria es muy violento para ponerlo en palabras

  2. Hahhaha siempre que mencionan a la princesa Mulan pienso en Mulan de la película animada XD

    Haha y que espontanea Julia, e de imaginar que cuando estén solos esos dos van a conversar de ese ‘te amo’ 7w7

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