El Conde y el hada – Volumen 5 – Capítulo 8: Un presentimiento silencioso

Traducido por Den

Editado por Nemoné


Lydia se desmayó por la alta fiebre y no se dio cuenta de que su padre había entrado corriendo a la habitación del Palacio de Madam Eve, que regresó al Reino Humano.

Por lo tanto, Lydia no recordaba a su padre, cuya personalidad normalmente era descrita como extremadamente amable, muy despreocupado y que odiaba comenzar confrontaciones con los demás, alejar su cuerpo débil de Edgar sin permitir ningún reclamo u objeción de su parte e inmediatamente regresar a casa.

Tampoco se había dado cuenta de que su padre tenía ideas locas en la cabeza de por qué llevaba un atuendo al estilo árabe y cuando Paul visitó la residencia Carlton para desearle que se recuperara e intentó explicarle que el Palacio de Madam Eve no era un harén y que Lydia sólo estaba allí como Doctora de Hadas, su padre no lo escuchó.

Al tercer día, su fiebre finalmente bajó y pudo tomar un poco de sopa, pero todos los recuerdos y las preocupaciones problemáticas habían desaparecido por completo de su memoria y no se molestó en preguntar qué había pasado después de eso.

La piedra lunar, que se suponía que estaba en su dedo anular, yacía sobre la mesa de noche junto a su cama.

Cuando su padre entró corriendo al palacio, Edgar se lo quitó en secreto y ordenó a Nico que lo llevara a casa, lo cual tampoco sabía Lydia, y también se alegró de que finalmente se lo hubiera quitado.

Mientras miraba por la ventana, algunas hojas de los árboles se arremolinaron por la brisa. Mientras miraba eso, Kelpie apareció de repente en su ventana.

— ¿Oye, Lydia, finalmente puedes levantarte?

Se agachó para entrar por la ventana en su habitación.

— ¿Qué sentido tiene mantenerte en cama por una fiebre? ¿No es el clima de Londres el que te enferma?

—Ahora estoy bien.

Se acercó a Lydia, que se sentó derecha, atrajo su cabeza a sus brazos y la presionó contra su pecho.

—Así que tu fiebre ha bajado.

Estaba siendo bastante brusco, pero cuando presionó a Lydia de esa forma, sintió que estaba siendo bañada por los arroyos de las Tierras Altas de Escocia.

La refrescó y se sintió llena de un alivio pacífico.

Y como era un hada haciendo eso, entonces la sensación de que era del género opuesto desapareció del interior de Lydia. Por eso no sintió la necesidad de alejar a Kelpie, y aunque simplemente podría haber sido porque no tenía energía necesaria, ya que permaneció quieta.

—Oh, ya lo recuerdo. Me salvé gracias ti, ¿verdad? Gracias, Kelpie.

— ¿Ehh? Bueno, también fue la joya. Además, estás siendo bastante honesta hoy, ¿no?

— ¿Eso crees?

—Normalmente eres más, cómo lo dirías, eres rígida cuando dices gracias o algo así.

Eso era porque sabía que no podía mostrar ninguna debilidad hacia un hada de la Corte Unseelie como Kelpie.

Pero cuando estaba tratando con este Kelpie, pensó que podía estar más relajada y porque aún estaba un poco mareada, no podía pensar en nada complicado. Lydia estaba en un estado completamente vulnerable.

— ¿No se me permite ser honesta?

Mientras Kelpie decía “Bueno, está bien”, se peinó su cabello negro ondulado de una manera inusualmente avergonzada.

—Gracias por escuchar mi deseo egoísta. Realmente aprecio cómo salvaste a todos.

—Todos, eh.

Cuando Kelpie declaró que solo salvaría a Lydia, no soltó a Edgar incluso cuando se negó. Kelpie hizo ese comentario en un tono sarcástico después de recordarlo, pero Lydia no se dio cuenta en absoluto.

Lydia se alegró de que todos estuvieran bien desde el fondo de su corazón y le dio a Kelpie una sonrisa infantil, pura y feliz.

—Sonreíste de la misma forma.

— ¿Eh?

Lydia no podría haber sabido que la Lydia en la ilusión que Kelpie había visto por el “Sueño” y la sonrisa que acababa de hacer eran las mismas.

—Solo porque ayudé a ese molesto conde, vas y pones una cara mucho más feliz que cuando dije que te daría el diamante.

—E-Eso no es así. Es solo que no me importan los diamantes…

—Bueno, supongo que está bien. Ya que siento que quería verte sonreír de todos modos.

La mano de Kelpie acarició bruscamente la cabeza de Lydia y le sonrió.

Y luego, así como así, desapareció.

Al mismo tiempo, llamaron a la puerta, así que debió de irse porque no quería que nadie lo viera. La ama de llaves que abrió la puerta hizo una reverencia inusualmente cortés y respetuosa.

—Señorita, la duquesa Lady Masefield ha venido a visitarla.

¿La duquesa vino ella misma? 

Lydia entró en pánico y se apresuró a ponerse el cárdigan y se detuvo a pensar si era correcto por su parte salir de la cama o no.

—Oh, Lydia, por favor permanece donde estás. Si te hiciera levantarte y moverte, entonces no tendría sentido que viniera y te deseara lo mejor.

—Oh, no, me siento mucho mejor de lo que estaba… De todas formas, solo es un resfriado.

Al final, Lydia permaneció sentada en la cama e hizo una reverencia para saludar a la invitada.

—Es un honor que Su Gracia esté preocupada por mí.

La duquesa se sentó con gracia en la silla que trajo el ama de llaves.

—Me dijeron que tu fiebre no era tan seria para que me preocupara. Pero vine porque había algo que me estaba molestando.

Lydia levantó la cabeza y se preguntó si Edgar le había dicho algo innecesario a la duquesa.

—Escuché que te llevaron al Palacio de Madam Eve y te hicieron usar ropa como la de una mujer de un harén.

—Eh, no fue como si me llevaran… Hubo un error.

—Pero aún así, un rumor está circulando. ¿No se arruinó una de las habitaciones de ese edificio por la explosión de una tubería de gas?

Oh, así que se inventaron que fue una tubería de gas lo que hizo eso, pensó Lydia mientras asentía en respuesta.

—Escuché que hubo personas que presenciaron cómo te sacaban del edificio. Toda la sociedad quiere saber quién es la chica que estaba encerrada en un lugar del que se rumorea que es un palacio harén. Afortunadamente, como era de noche, nadie fue capaz de averiguar exactamente quién era. Pero el rumor sigue creciendo y no creo que que haya nada que te vincule con él, pero este incidente es bastante grave, ¿lo entiendes?

Incluso Lydia sentía un sudor frío en su cuerpo.

Ese lugar no era un harén bajo el significado normal, pero la sociedad no lo sabía. Si estuviera en un lugar así, entonces no sería un misterio que fuera etiquetada como una prostituta. Significaba que no podría casarse.

—Siento que está fuera de mis límites pero, por favor, déjame decir esto. Hubo un rumor de que el conde Ashenbert podría haber estado visitando ese negocio previamente, pero después de este incidente, el profesor Carlton me visitó y dijo que quería consejo sobre ti y el conde, así que conecté ambos, a ti y el rumor con el Palacio de Madam Eve.

— ¿Mi padre vino a usted?

—Y cuando fui a hablar con el conde, me dijo que lo habías acompañado a ese edificio como tu trabajo como Doctora de Hadas. Me dijo que el pintor Foreman y los sirvientes también estaban en el edificio, pero pensé que fue inapropiado de su parte llevar a una joven con la que desea casarse.

—Uh, ¿exactamente por qué mi padre le pidió consejo…?

La duquesa inclinó la cabeza hacia un lado como si estuviera muy preocupada.

—Sin embargo, como tus sentimientos también son un factor importante en esto…

En ese instante, la atención de Lydia se desvió al sonido de una voz que provenía del pasillo.

Le pareció oír la voz de su padre y Edgar. Parecía que ambos estaban discutiendo en la puerta principal, ya que sus voces llegaban hasta su habitación.

Aunque estaba en medio de una conversación con la duquesa, Lydia se dirigió hacia la puerta. Parecía que su padre estaba tratando de prohibirle la entrada a Edgar.

—Escuché que el conde visita tu casa todos los días. Sin embargo, dijo que el profesor Carlton no le permite hablar.

La duquesa también se acercó para apoyarse en la puerta y miró por las escaleras como una niña pequeña, escuchando a escondidas la conversación de otra persona.

En ese lugar, ambas guardaron silencio para escuchar lo que decían.

—No, señor Conde, siento mucho tener que decir esto, pero no estoy en condiciones de tener una conversación tranquila y directa con usted en este momento. Siento que podría faltarle al respeto, así que por favor, le pido que regrese a casa por hoy.

Era bastante raro que su padre fuera tan obstinado, y debido a eso, Lydia se dio cuenta los graves y serios efectos negativos que el rumor del harén podrían caer sobre ella.

— ¿Me permitirá escuchar sobre la condición de la señorita Lydia? —pidió Edgar.

—Su fiebre finalmente ha bajado. Así que no hay nada más de lo que preocuparse.

—Lamento mucho lo que sucedió.

No podía verlos desde el segundo piso, pero pudo ver dos figuras oscuras que aparecían en la pared, pero a partir de eso, podía decir que Edgar había inclinado la cabeza ante su padre, lo que llenó a Lydia de una sensación indescriptible[1].

—No hay ninguna razón por la que se disculpe. Ya que Lydia solo hizo su trabajo desde su sentido de la responsabilidad.

—No, yo también tengo la culpa.

—Bueno, sí, además de su enfermedad, para que llevara a Lydia a un lugar de tan mala reputación como ese, señor conde, definitivamente es el más irresponsable.

—Sí, me gustaría disculparme por eso también.

—Se trata del futuro de mi hija. No sé cómo se relaciona normalmente con sus conocidas. Ya sea que su pareja esté casada o soltera, estoy seguro de que sabe cómo resolver esta clase de situaciones de forma inteligente. Dado que los nobles son expertos en encubrir sus escándalos. He escuchado historias de cómo algunas familias solucionan sus aventuras casando a la mujer con un hombre cualquiera, pero, ¿también piensa hacerle lo mismo a Lydia?

—Profesor, le doy mi palabra de que no he hecho ningún acto desvergonzado contra ella.

No eres completamente inocente al respecto, pensó Lydia por un momento.

—Sí, puede ser. Es sólo mi imaginación. No, puede estar considerando esto como deshonroso. Por eso dije que podría decir algo rudo… Ah, dejémoslo aquí. No tiene sentido que ambos sigamos hablando.

—No, profesor, su preocupación es natural. Pero, yo…

—Confié en Lydia, confié en que no sería atrapada por sus dulces palabras y por eso me he mantenido en silencio con lo que sucedía. Pero si suceden cosas como esta, no puedo evitar pensar que Lydia todavía es una niña y su conciencia es ingenua y usted todavía es demasiado joven para pensar en la posición de los demás.

Antes de que darse cuenta, Lydia tenía todo el cuerpo tenso.

No, no es eso, no es culpa de Edgar. 

Había estado tratando de no involucrar a Lydia con el Palacio de Madam Eve.

Como su padre dijo, Lydia era una niña y pensaba en todo de forma muy simple.

—Necesito a Lydia y no hay duda de que he sido abierto sobre mis sentimientos hacia ella, pero describirlo como que trato de seducirla con palabras dulces es una falta de respeto. Si ella quisiera, desearía que…

—Por favor, no diga nada más. No quiero escucharlo y no quiero pensar en ello. Es difícil para mí confiar en usted.

Edgar guardó silencio.

Mencionar ese tema en esta situación solo iba a ser contraproducente.

Hubo silencio por un momento, pero luego su padre abrió la boca como si se hubiera cansado.

—Por favor, deje que Lydia descanse del trabajo.

— ¿Qué significa eso?

—Regresará a Escocia. ¿Señor conde, Lydia se enfrenta al peligro solo como Doctora de Hadas?

Edgar no sabía cómo responder y cuando pensó que estaba a punto de aceptar la propuesta de su padre, Lydia no pudo permanecer en ese lugar por más tiempo.

No pensó antes de bajar corriendo las escaleras.

—Papá te equivocas. No fue culpa de Edgar. ¡Fui al palacio por mi cuenta!

Las piernas de Lydia estuvieron a punto tambalearse y casi se cae, pero su padre corrió a sujetarla.

—Lo siento mucho. Fui la única culpable. Un hada me hizo llevar ese atuendo extraño y no tuvo nada que ver con Edgar. Edgar intentó enviarme de regreso a casa, pero cuando descubrí que había un hada malvada, decidí por mi cuenta que era mi trabajo y me quedé allí.

Lydia apeló desesperadamente a su padre.

—Edgar no hizo nada malo. No lo acuses, por favor…

—Ah, está bien, Lydia. Pero ahora deberías reconocer que todavía no tienes experiencia, ¿verdad? Incluso si continúas con tu trabajo como Doctora de Hadas, si vas a preocupar a las personas y a causarles problemas, sigues siendo una niña.

Y entonces se dirigió a Edgar.

—Mi lord, usted piensa lo mismo, ¿verdad? ¿Quisiera que Lydia creciera un poco más y luego trabajara para usted?

Edgar pareció pensarlo y miró a Lydia con tristeza, parecía que estaba pasando por un momento difícil para inventar una objeción a la sugerencia de su padre.

Lydia se acercó a Edgar. Su mente estaba hecha un caos. Era emocionalmente inestable y no sabía por qué estaba llorando. Solo sabía que estaba terriblemente asustada de que le dijeran que Edgar no la necesitaba.

— ¿Edgar ya no me necesitas? ¿Estás diciendo que debería irme a casa? Bueno, sí, no tengo experiencia. Y te causé problemas. Si Kelpie no hubiera estado allí, nada habría salido bien y la joya se acabó rompiendo. Pero hice lo mejor que pude. No digas que no me necesitas…

—Lydia…

Sus dedos rozaron la mejilla de Lydia y secaron sus lágrimas. No sintió que estuviera mal que hiciera eso.

—Profesor, tengo la sensación de que la señorita Carlton no es tan niña —interrumpió la duquesa mientras bajaba las escaleras en silencio.

—Hay un sinfín de adultos que se centran demasiado en su trabajo que son incapaces de prestar atención a otras cosas.

Su padre era exactamente esa clase de persona y se rascó la cabeza al no saber qué decir.

La duquesa sonrió amablemente a Lydia y Edgar.

— ¿Lord Edgar, qué hará?

Miró a Lydia, que lo miraba nerviosa y relajó la tensión en sus mejillas como si estuviera aliviado y tomó su mano entre las suyas.

—Si no te tengo conmigo, estoy seguro de que me equivocaré.

Tal vez porque estaba aliviada, Lydia sintió la fuerza de su cuerpo desvanecerse. Mientras se apoyaba contra el brazo de Edgar, comenzó a pensar que tal vez podría haber dicho algo que estaba completamente fuera de lugar.

Es por mi dolor de cabeza, eso es. Ahora mismo no estoy en un estado mental normal. 

—Me sentiría mal si la fiebre de la señorita Carlton volviera. ¿Lord Edgar le importaría dejarla descansar un poco?

—Sí, si me disculpa, profesor.

Su padre asintió de una manera un tanto aturdida, y Edgar le ofreció su brazo a Lydia y la ayudó a subir las escaleras.

♦ ♦ ♦

— ¿Intentaba que el conde aceptara que la señorita Carlton debería regresar a Escocia? Eso es bastante malicioso para usted, profesor.

La duquesa se rió como si lo encontrara divertido.

Carlton dejó caer la cabeza con odio a sí mismo.

—Cualquiera se volvería malicioso. Hacer que tu propia hija llore de esa forma es como si fuera el villano.

—Para un hombre y una mujer que se han enamorado, es normal que el padre se convierta en el villano. Pero debería saberlo por su experiencia propia.

—Eso es… un dolor de oídos.

Era alguien que se había fugado y se había casado con su esposa y estaba preparado para caer en una posición en que no podría quejarse de quién eligiera Lydia, pero se dio cuenta de que inesperadamente no podía aceptar su derrota con gracia.

Pero, ¿enamorados? ¿Lydia y el Conde? Carlton pensó no reconocer eso.

—El Conde solo ve a Lydia como diferente y no del mismo tipo de mujer al que está acostumbrado a conocer.

—Eso puede ser cierto. Por ahora.

Por ahora, huh. 

—Me disculpo por arruinarlo a pesar que me pidió consejo sobre cómo hacer que deje su trabajo con el conde de la manera más pacífica posible.

—No, no pude echarme atrás en lo que estaba diciendo, casi podría haber lastimado gravemente los sentimientos de Lydia.

Cuando Carlton dijo eso, miró hacia las escaleras que el conde bajaba.

El joven no se quedó mucho tiempo en la habitación de Lydia y al ver que volvía a bajar rápidamente, se podía interpretar que estaba respetando su bienestar.

Este era un país donde la altura media era diferente según las clases. Normalmente, los nobles eran todos delgados e inteligentes, pero él era excepcionalmente diferente.

Si se tratara de una joven normal, no habría manera de que no estuviera aturdida si él se acercara a ella, y Lydia debería compartir la misma sensación que cualquier otra joven.

Quiero estar con alguien como papá, ¿dijo?

No era como si creyera completamente sus palabras, pero Carlton no pudo evitar pensar que eso fue solo una ilusión.

♦ ♦ ♦

Tres días después Lydia se recuperó completamente y volvió a trabajar en su oficina en la mansión Ashenbert.

A decir verdad, cuanto más se recuperaba la salud de Lydia, más se lamentaba de las cosas extremadamente egoístas e infantiles que le dijo a Edgar.

Recordar lo que dijo: “no digas que no me necesitas”, fue suficiente para que se retorciera de la vergüenza.

Se preguntó si Edgar recordaba lo que dijo. Esperaba que lo justificara como las tonterías de un paciente enfermo y en recuperación. De todos modos, era una molestia ir a trabajar por lo que dijo, pero su trabajo debería estar acumulándose, y después de defender tanto a Edgar, no podía decirle a su padre que no quería ir a trabajar, así que se fue de casa para trabajar lo más enérgicamente posible.

Sin embargo, después de que Lydia se encerrara en su oficina, soltó un profundo suspiro.

—Señorita, no debería usar ropa tan ligera y fina como esa otra vez.

Le dijo el Coblynau en un tono indiferente.

—El conde también ha declarado que no tenía la intención de imponerle sus gustos de moda.

Ah, justo cuando la causa de todos los problemas fuiste tú, pequeña hada. 

—Oye, Lydia mira esto.

Nico le tendió el periódico para que lo viera.

Como de costumbre, Nico había llegado a la mansión Ashenbert antes que ella y estaba disfrutando de su taza de té que le sirvió Tompkins.

Antes de que lo supiera, parecía que Coblynau también se había convertido en su amigo bebedor de té.

— ¿Qué es: otro ridículo artículo de cotilleo?

—Es el Times.

Se acercó a Nico y examinó un lado del periódico que le entregó y leyó las palabras en gran parte impresas de “Sueño”.

Lydia no pudo evitar examinarlo.

Hace ocho años, había una joya de cien quilates que pertenecía a la Familia Real que fue robada mientras era transportada de Roma a Inglaterra, este diamante, “Sueño”, aparentemente fue entregado al Palacio Buckingham.

En la carta entregada junto con él había una confesión del culpable que robó la joya durante su traslado, y decía que el culpable tenía un resentimiento personal contra el duque Sylvainford, a quien se le encomendó el deber y la responsabilidad de devolver el diamante a Inglaterra.

En el artículo, la identidad del culpable seguía siendo un misterio, pero Lydia vio un artículo completamente diferente en un rincón del periódico, sobre la noticia de la muerte del marqués Barkston debido a un accidente.

¿Una explosión mientras limpiaba su rifle de caza? Eso era imposible.

Cuando el marqués escapó con el diamante blanco, ni siquiera Raven y Ermine lo persiguieron.

Tal vez Edgar ya había hecho un trato con el marqués.

Puede que no haya sido algo lindo y pequeño como un intercambio. Edgar se posicionaría más alto que los demás, se aprovecharía de sus debilidades, los controlaría, y sabía cómo hacer que hicieran lo que quería.

Cuando controlaba a la gente, lo más probable es que se convirtiera en un rey o un dios.

El marqués no sólo devolvió el diamante, sino que también se quitó la vida y Edgar, quien hizo que el hombre llegara tan lejos, podría ser realmente una persona diferente a la que Lydia conocía.

Se preguntó si era una buena idea que permaneciera aquí.

Sin embargo, Lydia pensó en un rincón de su mente que ese no era el verdadero Edgar.

—Buenos días, Lydia.

¡Oh, Dios, está aquí! 

Como Nico le hizo mirar este artículo, no pudo poner la cara que había estado practicando toda la mañana, así que se volvió con una expresión que obviamente revelaba que estaba sorprendida de verlo.

— ¿Te sientes bien ahora? —preguntó.

—S-Sí… —respondió.

Se acercó innecesariamente a su lado y tomó sus manos entre las suyas mucho más causal de lo habitual.

—Fue tan doloroso no poder verte por tanto tiempo.

Nos vimos hace tres días. 

—Déjame ver tu cara más de cerca.

Peinó suavemente su cabello hacia los lados y la palma de su mano descansó contra su mejilla.

Espera un minuto; ¿está seguro de que no se está conteniendo de lo que suele hacer hoy? 

Pero cuando entrecerró sus ojos color malva ceniza y le dirigió una sonrisa cálida y gentil, Lydia no supo cómo responder.

—Mi Lydia, gracias por regresar.

—D-De nada.

Estaba tan avergonzada que apartó la mirada.

—Cuando dijiste que querías quedarte a mi lado, ¿sabes lo feliz que me hiciste?

Oh, lo recuerda. O, más bien, este hombre nunca dejaría pasar ese tipo de comentario. 

Tiró de la mano de Lydia que sostenía hacia su cuerpo y la abrazó, lo que hizo que Lydia se pusiera rígida y se confundiera.

Colocó sus brazos alrededor de la cintura de Lydia y la miró íntimamente cerca. No sabía cómo debía responder, y no quería tocar su cuerpo tanto como fuera posible, así que solo se agarró a su chaqué[2].

—Nunca dije que quería estar a tu lado.

Sintió el olor de la camisa recién lavada.

Cuando Lydia se dio cuenta de eso, no se dio cuenta de que la fragancia del popurrí[3] seco de manzanilla que usaba se le pegaría.

—Pero eso era lo que querías decir, ¿verdad?

—No…

No se equivocaba, pero estaba equivocado.

—Finalmente compartimos amor el uno por el otro. Necesitamos darnos prisa y hacer nuestro compromiso oficial y presionar los preparativos para nuestro matrimonio.

Oh, esto es malo. Si le permitía seguir adelante, entonces no pasaría mucho tiempo antes de que construyera un muro alrededor de ella para que no tuviera ninguna forma de escapar. Lydia entró en pánico y puso todo su fuerza en alejarlo.

—Te equivocas, aún me quedaba trabajo como Doctora de Hadas, así que no podía permitirme regresar a Escocia, ¡eso es todo! N-No estaba siendo yo misma en ese momento. Mi fiebre acababa de bajar y estaba emocionalmente inestable y realmente no recuerdo lo que realmente dije en ese momento…

— ¿No lo recuerdas? Que dijiste que querías casarte conmigo y le gritaste a tu padre que si no permitía nuestro matrimonio, entonces huirías conmigo. Ya me ofreciste tus labios, por lo que no podrás encontrar a otro hombre con quien casarte…

— ¡Nunca diría algo así!

—Ves, lo recuerdas.

Oh, ya no soporto esto. 

—Nunca te permití mis labios… Fuiste el único que dijo que eso no fue un beso.

—Ya veo. Entonces la próxima vez que tenga una oportunidad, no me detendré.

Pensó que su fiebre podría volver de nuevo.

Edgar se rió disimuladamente de Lydia, que se puso roja y la guió hacia una silla.

—Lo siento, por favor no te enfades. No era como si me estuviera burlando de ti.

¿Su próximo movimiento es intentar actuar con modestia?

—En ese momento, cuando me defendiste y dijiste que no tenía la culpa, quería creer que quizás, quizás, incluso por un momento, mis sentimientos unilaterales por ti no eran unilaterales.

Pareció solitario y abandonado para llamar su atención.

— ¿Fue mi completa imaginación? Si no lo fue, entonces al menos, ¿me perdonarías y permitirías que bese un mechón de tu cabello?

No seré engañada por algo así… 

Incluso cuando Lydia pensó eso, se quedó quieta incluso cuando Edgar, que la miraba fijamente a los ojos, había recogido un mechón de su cabello.

Cuando sus labios no tocaron su cabello, sino que tocaron las entradas en su frente, supo que fue engañada, pero cuando le dedicó una sonrisa feliz, todavía parecía un poco solo, así que decidió no preocuparse más por eso.

Debería haber logrado su objetivo tal como esperaba, pero a los ojos de Lydia, Edgar parecía dolido y lastimado cuanto más luchaba.

—Vi a Jean.

Ante el repentino comentario de Lydia, Edgar inclinó ligeramente la cabeza hacia un lado.

—Dentro del diamante negro, había una parte de sus sentimientos por ti… Debe haberte amado de verdad. Y eso no fue porque controlaste su corazón o no la obligaste a quitarse la vida, sino simplemente porque, a pesar de que era joven, quería proteger la persona a la persona que amaba.

Sonrió de forma solitaria pero tranquila. Lydia sintió que su corazón latía con fuerza, pero continuó para no distraerse.

—Y otra cosa, sobre Jimmy, lamento no haberme dado cuenta de él a pesar de que soy una Doctora de Hadas.

—Yo debería haberme dado cuenta. Pero, a decir verdad, me sentí aliviado de que no era un niño indefenso que capturó Ulysses.

Dejando eso de lado, Lydia se sintió verdaderamente aliviada de que la razón por la que ese niño había estado peleándose con ella era porque estaba trabajando para Ulysses.

Pero solo porque la picó con lo que tenía un complejo y eso resultó en que no pudiera tomar una decisión precipitada, demostró que era una Doctora de Hadas sin experiencia y le llevó tiempo reflexionar al respecto.

—Slade y otros miembros de la Luna Escarlata también quedaron atrapados en el hechizo del hada y dijeron que pensaron que el chico había estado con ellos desde hace mucho tiempo, así que creo que eso significa que debemos ser más cuidadosos. En cualquier caso, la razón por la que se nos adelantaron fue porque nuestra alianza era débil, pero gracias a él, más o menos, podremos dar un paso adelante y llegar a un acuerdo entre nosotros de ahora en adelante.

—Pero, Edgar, lo que me preocupa un poco es que aunque el diamante negro ya no está, todavía existe la posibilidad de que el espíritu de Pesadilla siga vivo. Hay ocasiones en que las criaturas nacidas de una joya que acumuló poder seguirían viviendo como un espíritu.

— ¿Ulysses también sabe sobre eso? —preguntó Edgar.

—Sí, estoy segura —respondió Lydia.

—Entonces eso significa que tal vez el objetivo de Príncipe no era la joya en sí, sino la Pesadilla que crecía dentro.

El diamante blanco “Sueño” seguramente estará bien guardado en la Jewel House[4] de la Familia Real. Sin embargo, el demonio del diamante negro podría caer en manos de Ulysses.

—Pero tengo a mi hada de la buena suerte.

Una vez más, jugó con un mechón del cabello de Lydia.

Me preguntó por qué sigo con esta persona. 

Cuando lo pensó, se dio cuenta de que el incidente que acababa de pasar debería haber sido la oportunidad de oro para escapar de Edgar.

Hasta hace poco, hubo momentos en que deseó regresar a Escocia. Y sin embargo, Lydia desperdició esa oportunidad.

En lo que respecta a su trabajo, sabía que era una razón y no toda la razón.

Por qué… 

Lydia reclinó su cuerpo hacia atrás para recuperar su cabello, pero el mechón de su cabello que se agitó en su pecho pareció anhelar el toque de su mano.

Príncipe había enviado a Ulysses a Inglaterra y aparentemente trató de comenzar a construir una base para él en el campo de magia.

Permitir que Edgar viva o matarlo probablemente no sea la misión más importante para Ulysses en este momento.

Pero si se convertía en la máxima prioridad, ir en contra de Ulysses, quien puede controlar las hadas, entonces la ayuda de Lydia sería absolutamente necesaria de ahora en adelante.

Pero Edgar se sentía ansioso por eso. Ya que no tenía ninguna habilidad para contrarrestar o luchar con hadas y magia. Al ser arrastrado al laberinto de un Goblin o a otra dimensión o lo que sea que fuera, el único que pudo rescatar a Lydia al final fue Kelpie.

Los Doctores de Hadas son profesionales que consiguen la ayuda de las hadas mediante la construcción de una relación basada en la confianza para resolver todo tipo de problemas diferentes. Lydia se describió a ella misma como inexperta, pero era una chica que tenía una alianza con un Kelpie, ¿eso no significaba que era una notable Doctora de Hadas interesante?

En cuanto a Edgar, sintió que no fue Kelpie quien los salvó, sino de hecho, fue gracias al conocimiento y a la valentía de Lydia como Doctora de Hadas. Sin embargo, también era cierto que estaba comenzando a sentir dudas en seguir confiando en Lydia.

— ¿Raven crees que podré proteger a Lydia?

Edgar, que estaba pensando en su oficina, le preguntó a Raven que entró para entregar un fajo de cartas.

—No quiero sacrificar a Lydia. Pero quiero que se quede a mi lado. Necesito su habilidad como Doctora de Hadas, pero más que eso, me siento a gusto cuando está conmigo. Siento que finalmente puedo respirar en paz como nunca antes cuando estoy al lado de Lydia. Por eso no dejé de intentar cualquier cosa que pudiera para hacerla mía.

Raven estaba escuchando en el mismo lugar en que estaba de pie, y estaba tan perdido como Edgar en sus sentimientos que ni el mismo Edgar podía entender.

—Lydia me da lo que necesito. Pero entonces, ¿qué es lo que puedo darle? Si hago que se quede a mi lado, solo le traerá peligro. No tengo confianza en que pueda hacerla feliz, y para empezar, no hay ninguna garantía de que tenga un futuro decente por delante, y, sin embargo, desear casarme con ella sería muy egoísta de mi parte, ¿verdad? Incluso si intento convencerme de eso, no tengo el coraje de dejarla ir. No sé qué debería hacer.

Edgar soltó todos sus sentimientos, independientemente de si Raven pudo entenderlo o no.

La duquesa, lady Masefield, le había dicho, cuando se fue de la casa Carlton, que había venido para tratar de convencer a Edgar de dejar que Lydia se fuera. Pero como Lydia había protestado porque todavía quería trabajar en la casa Ashenbert, la duquesa había convencido al profesor.

—Cuando pensé que Lydia podría haber comenzado a desarrollar sentimientos románticos hacia mí, estuve feliz pero también asustado. Porque me di cuenta de que no había estado considerando mi responsabilidad como un hombre para Lydia todo este tiempo.

—Lord Edgar, haré lo mejor que pueda. También prometo proteger a la señorita Carlton, así que por favor, no sacrifique su deseo.

Ante la inesperada respuesta de Raven, Edgar levantó la cabeza sorprendido.

— ¿Hubo alguna vez en que sacrifiqué mi deseo?

—Ahora que lo pienso, podría haber habido una vez cuando lo hizo. ¿Acaso no renunció a enamorarse de alguien para poder luchar? Si fuera a renunciar a la señorita Lydia, entonces eso sería lo mismo.

—Creí que tenía sentimientos románticos por muchas mujeres.

—Ninguna de ellas duró demasiado.

—Eso se debe a que mis aventuras salieron a la luz y sucedieron otras cosas…

Cuando dijo eso, la razón por la que había estado repitiendo el mismo patrón de relaciones podría haber sido porque había una parte de él que se sentía aliviado cuando su amante lo dejaba.

Si ese amante se quedara a su lado, entonces algo irremediable podría suceder.

—Ohh —exhaló Edgar, dejando escapar un suspiro profundo.

—Puede ser exactamente lo que dices.

¿Por qué el único que no puede madurar en absoluto podría ser Edgar?

Miró por la ventana y vio a Lydia, que había salido al jardín y comenzó a recoger hierbas, lo que hizo que Edgar, ahora de todos los momentos, se diera cuenta de que estaba comenzando a sentirse inquieto por involucrarla.


Notas:

[1] Indescriptibles es aquello que es tan grande e impresionante que no se puede describir.

[2] Un chaqué es una especie de levita que a partir de la cintura se abre hacia atrás formando dos faldones. Suelen vestirla los hombres como prenda de etiqueta.

[3] Un popurrí es una mezcla de flores y especias naturales secas destinada a perfumar habitaciones. Normalmente se coloca en tazones de madera o cerámica, o en pequeñas bolsas de tela.

[4] La Jewel House es una bóveda que alberga las joyas de la corona británica en la Barraca de Waterloo (anteriormente un cuartel) en la Torre de Londres.

Den
Vamos poco a poco, pero es perfecto para alguien como Edgar que no ha amado de verdad y no se ha sentido amado ni ansioso por alguien desde hace mucho tiempo. Además, Edgar va a tener que hacer de todo para ganarse al padre de Lydia, pero puede hacerlo. Siempre y cuando no se rinda, ambos pueden llegar a tener una relación. Aunque, deberían comenzar a trabajar mucho esa comunicación pero bueno. Me alegro mucho el avance - un poco lento - que está habiendo ^^ Con este capítulo acabamos el volumen 5, nos vemos en el siguiente volumen <3 Pd: no niego que tengo ganas de llegar ya a los volúmenes a partir del 20 😏

9 respuestas a “El Conde y el hada – Volumen 5 – Capítulo 8: Un presentimiento silencioso”

    1. Jajaja, realmente no. No sé si esto sería como un spoiler pero… más adelante, los momentos entre ellos son muy lindos. Las escenas “candentes” son descritas con profundidad, y aunque no se dan detalles como en los +18, te dejan una sonrisa por lo especiales que son para ellos <3

  1. Amo esta novela. El romance va lento pero me emociona cada acercamiento. Este fin de semana tengan por seguro un Ko-fi, en verdad mi corazón y mi ánimo se los agradece.

    1. ¡Hola! Nos alegra que te esté gustando la novela y además de que te alegre cada nuevo capítulo 😊 Pero, debo informarte que ahora nuestro sistema de Ko-fi ha cambiado: puedes donar pero ya no sé recompensará con capítulos. Esto se debe a que suponía mucho trabajo para los tres equipos (traducción, edición y minions, que son los encargados de programar los capítulos y del calendario). Es una pena, pero adelante.
      ¡Igualmente, muchas gracias por el apoyo 🥺❤️❤️!

  2. Hola!
    Muchas gracias por el nuevo capítulo, me emociona cada acercamiento de Lydia y Edgar, esta bien, que Edgar se siga esforzando y sea más sincero con Lydia. Muchas gracias por su hermoso trabajo, espero con ansia el próximo volumen. Agradezco mucho su dedicación.
    Una duda, por lo general había visto que ponen fecha de actualización, esta vez no lo vi ¿quiere decir que aún no hay fecha definida? ¿o fue un descuido? ¿más bien no lo vi? >.<

    1. ¡Hola! Aun no se ha programado el siguiente capítulo, por ello todavía no aparece la fecha de actualización. Fue más bien un descuido mío por descuidar la reserva de capítulos 😭
      ¡Gracias por leer ❤️!

    2. Me encanta esta historia sobre todo porque se toman su tiempo. Todos tiene problemas internos que solucionan con calma y eso lo hace mucho más creíble. De verdad que las amo por traducir esta novela 😘😘😘😘😘

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