El Sentido Común de la Hija del Duque – Capítulo 110: Regreso

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya


—Al fin, estamos de vuelta… —exclamé.

…Realmente ha sido largo.

Comparado con la temporada anterior al día de la fundación de nuestra nación, esta vez no me había quedado tanto tiempo en la capital.

Aun así, me sentí de esa manera… tal vez porque todos los días ahí estaba tan concentrada, tan densa.

La última vez que volví, también suspiré aliviada, pero ahora me sentía aún más aliviada.

Cuando llegué a la mansión, todos los sirvientes salieron a saludarme.

—Bienvenida de nuevo.

Todos parecen estar al borde de la risa y las lágrimas. No pude evitarlo, las lágrimas brotaron un poco.

Realmente hice que todos se preocupen.

—Estamos contentos de que haya regresado a salvo… Yo, por mi parte, estoy muy feliz. Por favor, descanse bien hoy.

—Gracias, Sebastian.

Si fuera en otro momento, habría ido directamente al estudio. Pero esta vez volví a mi habitación.

Eso fue porque hoy en realidad quería hacer lo que todos decían y descansar.

En mi tiempo libre, disfruté de una taza de té rojo que Tanya había hecho para mí.

De repente, las cortinas comenzaron a ondear debido al viento. Como invitada por el viento, me levanté y me acerqué a la ventana.

Y luego, observé el territorio a través de la ventana.

Este paisaje era muy hermoso. En todas partes estaba impregnado de verde, y las calles paralelas se extendían en la distancia. Yo… amo esta vista.

Mirando sobre esta visión, que todas las generaciones anteriores de la familia habían trabajado para proteger y cultivar, sentí un verdadero orgullo por la herencia que compartí con ellos en la forma de la sangre que fluye a través de mi cuerpo.

Miré la escena frente a mí, exhalando. Estaba tan contenta de que hayamos encontrado la manera de calmar esta revuelta…

De esa forma, podría continuar cuidando esta tierra.

[Traducido por Reino de Kovel]

—Ah…Bien, Tanya, ¿puedes llamar a Ryle o Dida?

—Sí, milady. ¿Va a alguna parte…?

—Si. No puedo simplemente relajarme porque estoy en la mansión.

—Cierto. Por favor, espere un minuto.

Tanya salió de la habitación, pero regresó rápidamente.

—Me encontré con Dida.

—Gracias, Tanya… Dida, ¿podrías venir conmigo a dar un paseo?

—No hay problema. Por cierto, ¿a dónde vamos?

—Para lo de mi abuelo.

—Ah… ahí. Entiendo. Mi deber es acompañar a Milady a donde quiera ir.

—Gracias. Tanya, ¿podrías preparar un ramo para mí…? ¿Quieres venir también?

—Por supuesto. Iré ahora y me prepararé. Espere un momento por favor.

Tanya, Dida y yo comenzamos a caminar… 15 minutos más tarde, llegamos al lugar, donde los árboles crecían altos y lustrosos.

Aquí era donde los anteriores jefes de la casa, dormían. Por alguna razón, no habíamos elegido un cementerio, pero elegimos que estuvieran aquí.

No entiendo por qué. Pero desde ahí podían contemplar la tierra de Armelia… y descansar aquí, junto a la mansión que contenía tantos recuerdos. Eso me puso celosa.

Me detuve ante una de las lápidas que aún era muy nueva.

—…Abuelo.

De las manos de Tanya tomé el ramo y lo puse frente a la lápida sepulcral.

Mi abuelo había fallecido antes de que fuera admitida en la Academia. Era un hombre amable, completamente diferente de mi padre, que tenía el rostro de un rey demonio. Debido a que mi abuela también era una persona amable y gentil, siempre me había preguntado a quién había salido mi padre.

Pero eso está fuera de tema.

Desde que me convertí en el representante del feudo, a veces me acordaba de mi abuelo y venía a visitarlo.

Creo que él amaba esta tierra más que nadie.

En mi memoria, al igual que cuando estaba parada junto a la ventana mirando el territorio, a menudo me traía cuando era joven y mirábamos la tierra mientras hablaba sobre ella con orgullo.

Él era muy gentil. Incluso después de convertirme en representante del feudo, no pude evitar pensar que debió haber sido difícil para él trabajar en el palacio, donde los mentirosos y los hambrientos de poder ocupaban la mayor parte del espacio.

Pero ahora las cosas eran diferentes.

Cuando estaba participando en política territorial, a menudo encontraba rastros de su trabajo y no podía dejar de suspirar… al mismo tiempo que me permitía la autocrítica.

Riéndome de mí misma, por ver sólo un lado de una persona y hacer el juicio instantáneo de que “ese debe ser el tipo de persona que era”.

Cualquiera lo entendería si lo pensaran: la cara que mi abuelo me mostró, no podía ser la misma que cuando estaba trabajando. Además, sólo conservo recuerdos de él de cuando era pequeña. ¿Podría realmente juzgar a su personaje en base a esas impresiones superficiales?

Solo podía revolucionar la política de mi territorio gracias a mis conocimientos adquiridos previamente.

Solo me di cuenta de esto cuando comencé a trabajar en instituciones y equipos públicos. El trabajo de mi abuelo estaba en todas partes.

Esas políticas realmente habían sido capaces de predecir cosas no solo por 10 años, sino décadas después, especialmente en términos de enfrentar desastres. No pude evitar maravillarme con ellos.

…Tampoco puedo negar que, para construir una base sólida para el futuro, sigo pasando por alto los cimientos debajo de mis propios pies.

He estado llevando a cabo este trabajo al mismo tiempo que estaba lidiando con mis otros deberes… realmente amaba esta tierra. No pude evitar dejarme llevar.

—Estoy de vuelta. —Al decir esto, junté mis manos en oración.

Quise disculparme por llevar el caos al territorio, y rezar para que mi abuelo continúe vigilándonos y protegiéndonos en el futuro.

Aunque sabía que no habría respuesta, mis pensamientos llegaron en torrentes.

—…He terminado. —Me puse de pie, volteé. Tanya y Dida estaban sonriendo. —Volvamos.

Mi estado de ánimo había mejorado mucho, y nos retiramos.

♥ ❤ ♥

               

5 respuestas a “El Sentido Común de la Hija del Duque – Capítulo 110: Regreso”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido