El Sentido Común de la Hija del Duque – Capítulo 192: Ciudad sin noche

Traducido por Shisai

Editado por Raine

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Hubo un alboroto en otro territorio, y la tierra de Armelia también se ha visto afectada.

La gente ha estado tratando sin cesar de mudarse a este territorio.

Quería intentar echar un vistazo a la escena una vez, así que, en contra de los consejos de todos, fui a la estación de control fronterizo.

… Estaba sin palabras.

—¡Por favor, déjanos entrar en el territorio del duque de Armelia!

—Por favor, te lo ruego… He venido hasta aquí a pie sin probar nada más que agua.

—Por favor ayuda, incluso si son solo los niños. Si puedes tomar a estos niños bajo tu protección, pase lo que pase conmigo no importará.

—¡Quédate en la línea!

Grandes gritos se desbordaban aquí y allá.

A pesar de su aspecto andrajoso, todos gritaban frenéticamente tanto como podían.

Soporté desesperadamente la necesidad de taparme los oídos.

A partir de ese día, probablemente apenas he dormido.

Cada vez que intentaba dormir, los gritos de las personas que deseaban ingresar al territorio de Armelia resonaban en mis oídos.

Y terminaba trabajando sumergida entre documentos.

… No huyas. No te dejes vencer. No te rindas. Eso es lo que me dicen.

Me salteo todas las instrucciones para aceptar la mayor cantidad de inmigrantes posible y minimizar la interrupción del territorio.

Además, también tenía asuntos que atender con el conglomerado Azura.

Aunque no hubo daños en el personal debido al desastre, el lugar simplemente no pudo abrirse durante la confusión.

Inútilmente, todas las tiendas en otros territorios que manejaban provisiones tuvieron que cerrar temporalmente.

Duele… Pero no se puede evitar.

A pesar de que decimos que estamos de vacaciones, la vida de las personas que trabajan debe garantizarse al mínimo, y respondieron en especie.

Recientemente, parece que esta sala ha comenzado a ser referida como… “Ciudad sin noche”.

Los oficiales también han seguido trabajando voluntariamente a pesar del estado actual de las cosas.

Me pregunto, ¿cuánto tiempo no han podido volver a casa?

Cuando le pregunté a uno de los oficiales, se echó a reír.

—Bueno, ahora… no estoy contando días. La última vez que volví, mi esposa me regañó. Exclamó sobre cómo lady Iris atraviesa tiempos difíciles y que no tengo que preocuparme por ellos. Usted a dicho que los protegería. Así que me dijeron que me acostara y que luego volviera rápidamente al trabajo.

Los oficiales cercanos que nos escucharon también se rieron y respondieron:

—Lo mismo aquí.

—Lo mismo sucedió en mi casa.

Y así sucesivamente.

Al escuchar sus palabras, sentí una profunda gratitud hacia las familias de los oficiales que nunca han visto mi cara.

Al mismo tiempo, me animé.

¿Desde cuándo me tapaba los párpados con maquillaje, me pregunto?

Ya no podía recordarlo.

Sin embargo, no importa.

—… No huyas de la realidad. No te pierdas a ti misma. No deseches tus deberes. —Rodeada de documentos, murmuré eso mientras sostenía mi cabeza desconcertada.

Todos me siguen y creen en mí.

A medida que el país sufre, los que más sufren son sus habitantes.

No puedo perdonar… esa realidad irracional.

Cada uno de estos documentos, cada una de estas instrucciones, la vida de estas personas… estas personas habían confiado sus últimas esperanzas al duque de Armelia, mientras esperan afuera.

Entonces no hay tiempo para descansar.