El Sentido Común de la Hija del Duque – Capítulo 203: Conferencia (6)

 Traducido por Shisai

Editado por Raine

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—Si alguien está preocupado por el estado actual de la gente, estoy seguro de que estará de acuerdo con nuestra solución propuesta —Berne dijo esto como si fuera algo que había guardado dentro durante mucho tiempo.

La fuerza en sus ojos solo parecía crecer.

—Bueno, entonces, Berne será quien presente nuestra dirección futura. ¡Todos, por favor escuchen atentamente!

Berne dio un paso adelante en respuesta a las palabras del príncipe Alfred y comenzó a hablar.

Indicó los apellidos de los nobles, uno tras otro.

Todos los que fueron llamados y todos los que no lo fueron, todos inclinaron la cabeza hacia un lado confundidos sobre lo que iba a suceder.

—A todas las familias mencionadas se les revocarán sus territorios y estatus.

Esta última línea fue un shock total para el sistema. Fue la primera vez desde la fundación de la nación que tantos nobles fueron castigados de una sola vez.

Como era de esperar, la sala se llenó de gritos e insultos.

Berne bajó la cabeza, casi como si temiera sus voces.

Al ver esto, las voces que lo acusaron solo se hicieron más fuertes.

¿Cómo estaban planeando terminar esto…? 

Miré al príncipe Alfred, mi mente giraba con preguntas. Todo lo que hizo fue sonreír.

Finalmente, mi hermano levantó la cabeza.

En el momento en que vieron su rostro, todos los que le gritaban se callaron.

No… más exactamente hablando, no habían visto su rostro, sino sus ojos.

Él echó un vistazo alrededor de la sala de conferencias, inexpresivo.

La intensidad en sus ojos era similar al odio.

Todo el ruido de hace un momento antes parecía volverse insignificante en comparación.

Aunque no dijo nada, parecía estar cuestionando a cada uno, como si dijera: ¿Es eso todo lo que tienes?

—… Igual que su padre —murmuró mi tío, divertido, pero lo alcancé a oír.

—Todas las personas que nombré hace un momento… sacaron incluso la cantidad mínima de grano legalmente obligatoria del almacenamiento para venderlo. Un noble que no trabaja para su gente debe renunciar a su territorio. —Lo dijo en voz baja. Pero lo único silencioso al respecto era su expresión. Su voz estaba llena de la misma rabia que su mirada.

—En serio… ¿es realmente necesario que entreguemos la tierra que nuestros ancestros nos dejaron?

—¿Es eso realmente necesario, pregunta? ¿Cuántos cientos…? No, ¿cuántas miles de personas muertas son realmente suficientes para mantener tu avaricia egoísta? —Finalmente, su voz se elevó en un grito. Era mucho más poderoso que todas las voces de antes combinadas.

—N-no hay nada que podamos hacer al respecto. Nuestra familia ha sido pobre desde hace mucho tiempo…

—¡Nunca esperábamos este desastre! ¿Acaso el príncipe Alfred no dijo que tampoco esperaba que sucediera?

—En cuanto a la cuestión de prepararse para un desastre impredecible. Bueno, retrocediendo cien pasos, incluso si no hubiera ocurrido un desastre, todos ustedes sufrirían el mismo castigo —Berne respondió con calma.

—¡¿Por qué?!

—Tal como dijimos antes, cometiste un crimen. No te diste cuenta de que las monedas de oro eran falsas y las cambiaste por productos, y no te molestaste en guardarlas en lugares cerrados, lo que les permitió fluir por el mercado y poner en peligro el país con un caos potencial en la economía nacional.

—¡Algo como eso…!

—Sin embargo, incluso peor que cualquier otra cosa, es el hecho de que estamos en una tregua… pero aún así cometiste traición, apoyando a un país enemigo. —La última oración fue dicha con un tono bastante tranquilo pero resonó en los corazones de todos.

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