El Sentido Común de la hija del Duque – Capítulo 245: Plegaria

Traducido por Shisai

Editado por Raine


Abrí el documento, mientras hacía una plegaria en mi mente.

Debía organizar la financiación, los recursos materiales, el transporte y los suministros necesarios para cada ubicación.

Aunque no parecía mucho en papel, para hacer todas estas cosas necesitaba tener en cuenta la imagen completa, predecir varias posibilidades y construir contraestrategias para cada una.

En otras palabras, yo y el resto de los oficiales no tuvimos tiempo para descansar. Pero ninguno de nosotros retrocedió ante eso.

Nuestras operaciones fueron lo que mantuvo unido el movimiento de nuestras tropas. Más importante aún, nuestra gente estaba luchando con todas sus fuerzas. Y es por eso que nunca podríamos dar marcha atrás.

Básicamente, había más de qué preocuparse de lo esperado, e incluso menos tiempo para descansar del estimado.

¿Seguían a salvo los que estaban en primera línea?

No podía dejar de imaginar lo que estaban haciendo las personas que optaron por permanecer en sus ciudades, luchando con los enemigos.

Cuanto más lo pensaba, más no podía evitar sentirme negativa sobre toda la situación.

La preocupación interminable, la inquietud, llenaron mi corazón.

No podía permitirme sentirme abrumada.

Aunque prometí esto, parecía que el futuro se estaba oscureciendo. Sentí un miedo increíble surgiendo dentro de mí.

Como si la más mínima relajación fuera suficiente para que las emociones negativas se apoderaran de mi garganta y me hundieran.

Seguí pensando en los asuntos que necesitaba manejar con frialdad y comencé a construir las estrategias correspondientes.

Por otro lado, mi corazón no tenía lugar para descansar.

Caminar por un camino demasiado oscuro para ver el futuro, donde tenía el destino de mi gente en mi mano, hacía imposible dar un paso adelante con algún tipo de confianza.

Si pudiera tapar mis oídos, cerrar los ojos y sentarme aquí dentro de mi propia burbuja, sería tan feliz.

Siempre que el pensamiento cruzaba por mi mente, recordaba todo lo que había pasado para llegar aquí.

No era un camino pacífico de ninguna manera, ni siquiera abrumadoramente feliz.

Estancamiento, preocupaciones, lágrimas, rabia.

Por esa razón, la felicidad que pude experimentar fue aún más resplandeciente de lo habitual.

Si me rendía donde estaba, todo por lo que había luchado no valdría nada.

Esos pensamientos me impulsaron hacia adelante.

Mi cabeza estaba enterrada en documentos. De vez en cuando, levantaba la mirada al cielo como si estuviera rezando.

Orando para que todos estén bien.

Orando por la paz una vez más.

Aunque no sabía a quién le estaba rezando, no pude evitar rezar de todos modos.

—¡Perdóneme! Señorita…—Tanya irrumpió por la puerta.

—¿Qué pasa, Tanya?

—Han logrado derrotar al ejército del Reino de Acacia y capturaron al primer príncipe junto a muchos otros. La familia Boltique también ha logrado recuperar las oficinas gubernamentales.

Mi cerebro se quedó en blanco. Cuando volví a mis sentidos, ya estaba a punto de caerme.

—¡Señorita!

Corriendo rápidamente, Tanya me apoyó.

El calor de sus manos y el impacto contra mi cuerpo me dijeron que esto no era un sueño.

Incluso mientras mis pulmones seguían exhalando aire, mi campo de visión comenzaba a difuminarse.

—Esta es una noticia increíble…

—Realmente lo es. Señorita, gracias por su arduo trabajo.

La suave sonrisa de Tanya solo hizo que mi campo de visión se tambaleara aún más.

—Gracias, Tanya.

Poniendo mi mano sobre la mesa, me levanté.

—Estoy infinitamente agradecida por todos los que me han seguido hasta este punto y por la gente de esta tierra.

Las palabras que susurré hicieron que el rostro de Tanya se sonrojara de alegría.

—Necesitamos decidir dónde alojar a los cautivos. Y hay más trabajo de limpieza por hacer.

Todo lo que teníamos que afrontar ahora me venía a la mente.

—Quizás deberíamos descansar por hoy, señorita.

Tanya parecía preocupada por mi actitud.

—¿Qué estás diciendo, Tanya? Necesitamos compartir estos felices sentimientos con todos los demás. Los esperaremos… a los héroes que protegieron nuestra tierra. Hay que celebrarlo. Al mismo tiempo, debemos orar por las vidas perdidas.

Cuando le conté estos sentimientos, finalmente pareció entenderme y me respondió con una sonrisa y asentimiento.

4 respuestas a “El Sentido Común de la hija del Duque – Capítulo 245: Plegaria”

  1. Al fin algo alegre por lo que celebrar 🎆🎆

    Se lo merecen y yo necesito maaas capítulos 😅

    Gracias por la traducción, que genial es esta página, enserio 🙂

  2. Me encanta esta hiatoria siempre disfruto mucho los capitulos gracias.

    Me encanta que ella y su mama son muy similares son luchadoras no se rinden aunque en campos diferentes

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