DokiDoki Renai – Capítulo 8: El campo de entrenamiento, la luz de luna y las palpitaciones (2)

Traducido por Naiarah

Editado por Susibet

Corregido por Dimah


Los grupos se decidieron por sorteo. En pocas palabras, nos dividimos en parejas conformadas por hombres y mujeres. Increíble. Muchas gracias, Dios, Buda, antepasados y los otros dioses.

Aunque no sé si el príncipe y Mitsuki terminarán juntos, pero su alteza definitivamente no se unirá a ella si no es por la lotería. Así que es mejor que el emparejamiento sea decidido de esa manera.

—Bien chicos, por favor acérquense y se alinean aquí.

Sosteniendo la caja con los boletos de la lotería, El maestro Yurino agitó su mano derecha para reunir a los participantes. Rodeado por estudiantes varones, el profesor, quien no era alto, desapareció entre la multitud.

Voy a ir de último ya que estoy bien con cualquier persona como mi socio. Con eso en mente, fui a la parte de atrás y esperé que la línea se despejara.

Además, desde el punto de vista de una chica, en vez de un tipo de aspecto medio como yo, probablemente prefieren agruparse con jóvenes galantes y atractivos como el príncipe, Kaname o Soutarou. A la chica que se convertirá en mi pareja, le pido disculpas por adelantado.

—Sakurai es el último.

—Ah,

—Mako, ¿cuál es tu número? ¿Cuál es tu número?

Poniendo mi mano en la caja, agarré un trozo de papel.

El número en el es 12.

—Tch, 12, eh. Es diferente de la mía.

Robando una mirada a mi papel, Kaname se encogió de hombros decepcionado.

—¿Qué número tienen, Soutarou, Kiritani?

—Mako, ¡yo tengo el número 12!

—Ah, estoy con Soutarou, ¿eh?

La expresión de Soutarou brilló en un instante. Abrumado por la emoción, se acercó a mí. Incluso mientras pensaba que no tenía que estar tan encantado, me di cuenta de que ser abrazado por él no se sentía tan mal.

Por otra parte, el príncipe estaba malhumorado a raíz del resultado de su sorteo. Nos miró a Soutarou y a mi entrecerrando los ojos. Espero que no diga cosas como querer regresar a casa.

—Mako, ¿cuál es tu número? No pude encontrar a la persona con el mismo número que yo.

Mitsuki, quien llevaba una camiseta de manga larga con pantalones largos, se acercó.

Estaba sujetando un pedazo de papel con ambas manos empuñadas fuera de sus mangas demasiado largas, dando una sensación de moe [1]. Realmente no pude evitar pensar que ella es un ángel, mientras alzaba su vista para mirarme.

Muy astuta, tan sagaz y linda.

Sin embargo, sus niveles de encanto todavía están bajos. Está bien, Mitsuki tiene el potencial de crecer indefinidamente. Debo convertirla en una mujer distinguida para que pueda ser la pareja del príncipe. Por tu bien y por el mio, tu hermano mayor trabajará duro.

Empujé mis gafas hacia arriba, una vez más experimenté la ternura de Mitsuki.

—Ah, tengo 12, junto con Soutarou. ¿Tú?

—Soy el número 7…

—Kaname, príncipe, ¿cuáles eran los suyos? —les pregunté mientras rezaba.

¡Que el príncipe tenga el mismo número!

—7…

—¡¿7?! Kiritani, ¿tienes el 7?

No creo que fuera mi imaginación que mi voz sonara extraña. No puedo evitar sentirme tan conmovido.

Mi deseo fue escuchado. Es verdad, el dios de los juegos otome concedió mi deseo.

Hice una pose de victoria en mi corazón en el momento en que escuché el número del príncipe. El flujo finalmente giró en la dirección de Mitsuki y su alteza.

—Ah, estoy como pareja de Kiritani. Por favor cuídame.

—Ah.

Según mi investigación, Mitsuki no puede manejar los ambientes de terror.

—Para ser honesta, soy mala con cosas como fantasmas… tengo miedo… —dirá Mitsuki durante la prueba.

—No se puede evitar, puedes sostener mi mano —le responderá él.

Algo así podría suceder.

Detrás de mí, Kaname estaba preguntando por su pareja.

—¿Dónde está mi pareja? —Pero no tengo tiempo para eso. En este momento, estoy muy ocupado.

—Ya veo, Mitsuki está junto con Kiritani. Ahora puedo tener algo de paz mental. Kiritani, Mitsuki no puede manejar cosas como fantasmas o la oscuridad, así que dale una mano, ¿está bien?

—Dios, Mako, detente. Kiritani está preocupado.

El príncipe, quien fue incitado por las palabras de Mitsuki, me estaba mirando con su ya habitual rostro inexpresivo.

Ni furioso ni enfadado, como un gato abandonado, simplemente me miró con sus grandes ojos vacilantes.

Mirando hacia esos ojos, sentí que estaba haciendo algo malo. Más dolorosa que cualquier otra palabra, esta acción se mete profundamente en el corazón.

—Kiritani…

—Makoto, deja a Sakurai para mí

—¿Uh…? ¿Qué?!

La esquina derecha de su boca se alzó revelando una sonrisa en la cara del príncipe.

Debido a las sorprendentes palabras que salieron de esa misma boca, involuntariamente solté un extraño sonido.

Justo cuando pensaba que a esta velocidad, la situación se desarrollaría mal y que se enfadaría o querría irse, ¿qué eran exactamente esas palabras que el príncipe acaba de decir?

—No dejes salir un sonido tan extraño.

—Es porque no esperaba que dijeras algo así.

—Bueno, ¿no es porque Makoto estaba preocupado por Sakurai?

Me confundí fuertemente cuando el príncipe me lo preguntó con una expresión seria.

Siendo sincero, estoy realmente preocupado por Mitsuki. Más bien, estaba muy nerviosa por el príncipe coqueteando con ella.

Pero como se esperaba, no puedo decir tal cosa.

—Un, bueeeno, eso es correcto

—Si es así, protegeré a Sakurai.

Mitsuki, quien había estado escuchando silenciosamente las palabras del príncipe, se sonrojó. Éste caminó indiferente hacia el punto de partida de la prueba de valentía, después de emitir tan impactantes palabras.

¿Qué, tal vez porque es un príncipe, además de su acostumbrada cara y aura, declaraciones como estas salen de él inconscientemente?

—A cambio, me debes una.

—Eh, ah, uh.

Con su habitual rostro serio y sin emoción, donde es difícil captar su expresión, él afirmó levantando su dedo índice.

Siendo empujada por un impulso incomprensible, asentí por reflejo.

—Vamos, Sakurai.

—Ah, uh.

Los vi irse caminando hacia el punto de partida de la prueba de valentía.

Parecían charlar sobre algo. Aunque el príncipe estaba inexpresivo, Mitsuki sonreía.

—Soutarou, ¿no es hora de que nos vayamos también?

—¿Eh?

De manera casual, le di unas palmaditas en el hombro, pero él se sorprendió mucho más allá de mis expectativas. Estaba tan sorprendido que era como si hubiera cinco signos de exclamación al final de su expresión. Su cuerpo también reaccionó de forma divertida.

—¿Por qué dices “Eh”?, ¿no debemos dirigirnos hacia la prueba de valentía?

—Prueba de valentía… U-Uh. Vámonos.

Soutarou sonreía tan fuerte que sus mejillas se crisparon, ¿él está bien?

Ahora que lo pienso, Soutarou no había expresado ni una palabra desde entonces. A juzgar por sus palabras desde que el tema cambió a prueba de valentía, lo único que me viene a la mente es que está tratando de afirmar lo feliz que se sentía al estar en el mismo grupo que yo.

Mirándolo, está temblando por los gritos ocasionales que se escuchan salir del edificio de la escuela, el cual forma parte de la ruta en la prueba de valentía. A juzgar por esta reacción ¿podría ser…?

—¿Tienes miedo por la prueba de valentía?

—¡Eh!

—¿Entonces tienes miedo?

Soutarou no asintió. Pero, aunque no lo hizo, su rostro reveló un obvio temor hacia la prueba de valentía.

Su miedo podría ser inevitable, pero si es así incluso antes de comenzar, entonces no hay forma de que lo disfrute más tarde.

—No tienes que obligarte a venir si tienes miedo, no es demasiado tarde para que volvamos ahora.

Después de todo, he logrado mi objetivo. No tengo reparos en regresar.

—No, estoy bien. Tengo la sensación de que puedo hacerlo si Makoto está conmigo

—Yo no puedo hacer cosas como purificar o exorcizar los espíritus, lo sabes.

—Lo sé. No lo dije de esa manera.

Agarrando el brazo de Soutarou, lo arrastré hacia el punto de partida de la prueba de valentía. Me permitió tirar de él sin resistirse.

¿Está realmente bien participar después de todo? No me importa si Soutarou quiere hacerlo, pero está bien no participar si está asustado. No es que me guste mucho la prueba de valentía y tampoco tengo miedo de los fantasmas.

Sin embargo, yo también puedo llevarlo a la meta ahora que estamos aquí. Afortunadamente, no tengo miedo de cosas espirituales u oscuras.

—Entonces, ya que Kiritani protege a Mitsuki, yo protegeré a Soutarou. —Parecía sorprendido por mi broma.

Es nuestro turno después de dos parejas más.

Soutarou sostenía los puños del jersey de manga larga de color rojizo que yo llevaba puesto. Se estirara si tiras tan fuerte.

Detrás de mí, Soutarou finalmente se quedó en completo silencio. ¿Qué debería hacer? Está bien renunciar a mitad de camino si no puede durar hasta el final. Muy bien. Vamos a hacer eso.


[1] Moe sode o moe mangas. Las mangas son más largas de lo habitual, yendo más allá de la muñeca, dando una sensación de encantadora.

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